'Habrá' en la Biblia
Que yo estableceré mi pacto con vosotros, que no será talada más toda carne con aguas de diluvio; y que no habrá más diluvio para destruir la tierra.
Y ellos respondieron: Quita allá; y añadieron: Vino éste aquí para habitar como un extraño, ¿y habrá de erigirse en juez? Ahora te haremos más mal que a ellos. Y hacían gran violencia al varón, a Lot, y se acercaron para romper las puertas.
y por tu espada vivirás, y a tu hermano servirás; mas habrá tiempo cuando te enseñorees, y descargues su yugo de tu cerviz.
que ya han sido dos años de hambre en medio de la tierra, y aún quedan cinco años en que ni habrá arada ni siega.
Y le respondió Moisés: Saliendo yo de la ciudad extenderé mis manos al SEÑOR, y los truenos cesarán, y no habrá más granizo; para que sepas que del SEÑOR es la tierra.
Y habrá gran clamor por toda la tierra de Egipto, cual nunca fue, ni jamás será.
Y esta sangre os será por señal en las casas donde vosotros estéis; y cuando yo viere aquella sangre, pasaré por vosotros, y no habrá en vosotros plaga de mortandad, cuando hiera la tierra de Egipto.
Si el sol hubiere salido sobre él, el matador será reo de homicidio; el ladrón habrá de restituir cumplidamente; si no tuviere, será vendido por su hurto.
No habrá mujer que aborte, ni estéril en tu tierra; y yo cumpliré el número de tus días.
Habrá una manzana debajo de las dos cañas, de lo mismo, otra manzana debajo de las otras dos cañas, de lo mismo, otra manzana debajo de las otras dos cañas de lo mismo, en las seis cañas que salen del candelero.
Y de la misma manera al lado del aquilón habrá a lo largo cortinas de cien codos de longitud, y sus veinte columnas, con sus veinte basas de bronce; los capiteles de sus columnas y sus molduras, de plata.
Y en el ancho del atrio por la parte de levante, al oriente, habrá cincuenta codos.
Y a la puerta del atrio habrá una cortina de veinte codos, de cárdeno, y púrpura, y carmesí, y lino torcido, de obra de bordador; sus columnas cuatro, con sus cuatro basas.
Cuando tomares el número de los hijos de Israel conforme a la cuenta de ellos, cada uno dará al SEÑOR el rescate de su alma, cuando los contares, y no habrá en ellos mortandad por haberlos contado.
Luego los sacerdotes, hijos de Aarón, acomodarán las piezas, la cabeza y el redaño, en orden sobre la leña que está sobre el fuego, que habrá encima del altar:
Y lo dividirá en sus piezas, con su cabeza y su redaño; y el sacerdote las acomodará en orden sobre la leña que está sobre el fuego, que habrá encima del altar;
si el sacerdote ungido pecare, según la culpabilidad del pueblo, ofrecerá por su pecado que habrá cometido, un novillo sin tacha por su pecado.
luego que le fuere conocido su pecado que cometió, traerá por su ofrenda una hembra de las cabras, una cabra sin defecto, por su pecado que habrá cometido.
Como con el pecado, así será con lo de la culpa; una misma ley tendrán; lo ofrecido será del sacerdote que habrá hecho la reconciliación.
Porque yo daré paz en la tierra, y dormiréis, y no habrá quien os espante; y haré quitar las malas bestias de vuestra tierra, y por vuestra tierra no pasará espada.
Y el sacerdote reconciliará a la persona que habrá errado por ignorancia, cuando pecare por yerro delante del SEÑOR, la reconciliará, y le será perdonado.
todo lo que resiste el fuego, por fuego lo haréis pasar, y será limpio, bien que en las aguas de separación habrá de remover el pecado; mas haréis pasar por agua todo lo que no aguanta el fuego.
Bendito serás más que todos los pueblos; no habrá en ti macho ni hembra estéril, ni en tus bestias.
Y comerás y te saciarás, y bendecirás al SEÑOR tu Dios por la buena tierra que te habrá dado.
Entonces, habrá un lugar que el SEÑOR vuestro Dios escogiere para hacer habitar en él su nombre; allí llevaréis todas las cosas que yo os mando: vuestros holocaustos, y vuestros sacrificios, vuestros diezmos, y las ofrendas de vuestras manos, y toda elección de vuestros votos que hubiereis prometido al SEÑOR;
Con todo, podrás matar y comer carne en todas tus poblaciones conforme al deseo de tu alma, según la bendición del SEÑOR tu Dios que él te habrá dado; el inmundo y el limpio la comerá, como la de corzo o de ciervo.
Cuando estuviere lejos de ti el lugar que el SEÑOR tu Dios habrá escogido, para poner allí su nombre, matarás de tus vacas y de tus ovejas, que el SEÑOR te hubiere dado, como te he mandado yo, y comerás en tus puertas según todo lo que deseare tu alma.
Ya que el SEÑOR tu Dios te habrá bendecido, como te ha dicho, prestarás entonces a muchos gentiles, mas tú no tomarás prestado; y te enseñorearás de muchos gentiles, pero de ti no se enseñorearán.
Siete días celebrarás fiesta solemne al SEÑOR tu Dios en el lugar que el SEÑOR escogiere; porque te habrá bendecido el SEÑOR tu Dios en todos tus frutos, en toda obra de tus manos, y estarás verdaderamente alegre.
No habrá prostitutas del culto pagano de las hijas de Israel, ni habrá prostitutos del culto pagano de los hijos de Israel.
Mas cuando te abstuvieres de prometer, no habrá en ti pecado.
Y será tu cuerpo muerto por comida a toda ave del cielo, y bestia de la tierra, y no habrá quien las espante.
Y palparás al mediodía, como palpa el ciego en la oscuridad, y no serás prosperado en tus caminos; y serás solamente oprimido y robado todos los días, y no habrá quien te salve.
Tus hijos y tus hijas serán entregados a otro pueblo, y tus ojos lo verán, y desfallecerán por ellos todo el día; y no habrá fuerza en tu mano.
Y te pondrá cerco en todas tus ciudades, hasta que caigan tus muros altos y encastillados en que tú confías, en toda tu tierra; te cercará, pues, en todas tus ciudades y en toda tu tierra, que el SEÑOR tu Dios te habrá dado.
para no dar a alguno de ellos de la carne de sus hijos, que él comerá, porque nada le habrá quedado, en el cerco y en el apuro con que tu enemigo te apretará en todas tus ciudades.
Y el SEÑOR te hará volver a Egipto en navíos por el camino del cual te ha dicho: Nunca más volverás a verlo; y allí os venderán a vuestros enemigos por esclavos y por esclavas, y no habrá quien os compre.
Por ventura habrá entre vosotros varón, o mujer, o familia, o tribu, cuyo corazón se vuelva hoy del SEÑOR nuestro Dios, por andar a servir a los dioses de aquellos gentiles; por ventura habrá en vosotros raíz que eche veneno y ajenjo;
Y verás competidor en mi tabernáculo, en todas las cosas en que hiciere bien a Israel; y en ningún tiempo habrá viejo en tu casa.
Pero el pueblo no quiso oír la voz de Samuel; antes dijeron: No, sino que habrá rey sobre nosotros;
Mas aquel día Saúl no dijo nada, porque se decía: Le habrá acontecido algo, por ventura no está limpio; no estará purificado.
Y Abner dio voces a Joab, diciendo: ¿Consumirá la espada perpetuamente? ¿No sabes tú que al final habrá amargura? ¿Hasta cuándo no has de decir al pueblo que se vuelvan de seguir a sus hermanos?
La sangre, pues, de ellos recaerá sobre la cabeza de Joab, y sobre la cabeza de su simiente perpetuamente; mas sobre David y sobre su simiente, y sobre su casa y sobre su trono, habrá perpetuamente paz de parte del SEÑOR.
Entonces Elías tisbita, que era de los moradores de Galaad, dijo a Acab: Vive el SEÑOR Dios de Israel, delante del cual estoy, que no habrá lluvia ni rocío en estos años, sino por mi palabra.
Y saliendo él a los manaderos de las aguas, echó dentro la sal, y dijo: Así ha dicho el SEÑOR: Yo sané estas aguas, y no habrá más en ellas muerte ni enfermedad.
Y a Jezabel la comerán los perros en el campo de Jezreel, y no habrá quien la sepulte. Y abrió la puerta, y echó a huir.
Y lo que hubiere escapado, lo que habrá quedado de la casa de Judá, volverá a echar raíz abajo, y hará fruto arriba.
Entonces Ezequías dijo a Isaías: La palabra del SEÑOR que has hablado, es buena. Y dijo: ¿Mas no habrá paz y verdad en mis días?
sabiduría y ciencia te es dada; y también te daré riquezas, hacienda y gloria, cual nunca hubo en los reyes que han sido antes de ti, ni después de ti habrá tal.
Porque los ojos del SEÑOR contemplan toda la tierra, para corroborar a los que tienen corazón perfecto para con él. Locamente has hecho en esto; porque de aquí en adelante habrá guerra contra ti.
No habrá para qué vosotros peleéis ahora; paraos, estad quedos, y ved la salud del SEÑOR con vosotros. Oh Judá y Jerusalén, no temáis ni desmayéis; salid mañana contra ellos, que el SEÑOR estará con vosotros.
Y mirad bien que no hagáis error en esto, ¿por qué habrá de crecer el daño para perjuicio de los reyes?
Y entonces dirán esto las princesas de Persia y de Media que oyeren el hecho de la reina, a todos los príncipes del rey; y habrá mucho menosprecio y enojo.
Ahora pues da voces, si habrá quien te responda; y ¿si habrá alguno de los santos a quien mires?
Sus hijos estarán lejos de la salud, y en la puerta serán quebrantados, y no habrá quien los libre.
¿Por ventura se comerá lo desabrido sin sal? ¿O habrá gusto en la clara del huevo?
De tal manera que tu principio habrá sido pequeño, en comparación del grande crecimiento de tu postrimería.
¿Tus mentiras harán callar a los hombres? ¿Y harás escarnio, y no habrá quien te avergüence?
y confiarás, que habrá esperanza; y cavarás, y dormirás seguro;
y te acostarás, y no habrá quien te espante; y muchos te rogarán.
También tengo corazón como vosotros; no soy yo menos que vosotros; ¿y quién habrá que no pueda decir otro tanto?
He aquí, él derribará, y no será edificado; encerrará al hombre, y no habrá quien le abra.
He aquí yo clamaré agravio, y no seré oído; daré voces, y no habrá juicio.
El ojo que le habrá visto, nunca más le vera; ni su lugar le echará más de ver.
Cuando los otros fueren abatidos, dirás tú: Ensalzamiento habrá; y él salvará al humilde de ojos.
El Misericordioso se olvidará de ellos; de ellos sentirán los gusanos dulzura; nunca más habrá de ellos memoria, y como un árbol será quebrantada la iniquidad.
la habrá preparado él, mas el justo se vestirá, y el inocente repartirá la plata.
Vendrá nuestro Dios, y no callará; fuego consumirá delante de su presencia, y en derredor suyo habrá tempestad grande.
El Señor dará palabra; de los evangelizadores habrá grande ejército.
no habrá en ti dios ajeno, ni te encorvarás a dios extraño.
por cuanto el SEÑOR habrá edificado a Sion, y será visto en su gloria;
habrá mirado a la oración de los solitarios y menesterosos, y no habrá desechado el ruego de ellos.
He Hacienda y riquezas habrá en su casa; Vau y su justicia permanece para siempre.
Ensalzamientos de Dios modularán en sus gargantas; y espadas de dos filos habrá en sus manos;
Por tanto su calamidad vendrá de repente; súbitamente será quebrantado, y no habrá remedio.
porque para el malo no habrá buen fin, y la lámpara de los impíos será apagada.
El hombre que reprendido endurece la cerviz, de repente será quebrantado; y no habrá para él medicina.
No hay memoria de los primeros, ni tampoco de los postreros habrá memoria en los que serán después.
Porque ni del sabio ni del loco habrá memoria para siempre; pues en los días venideros ya todo será olvidado, y también morirá el sabio como el loco.
Porque si cayeren, el uno levantará a su compañero; mas ¡ay del solo! que cuando cayere, no habrá segundo que lo levante.
mas si el hombre viviere muchos años, y en todos ellos hubiere gozado de alegría; si después trajere a la memoria los días de las tinieblas, que serán muchos, todo lo que le habrá pasado, dirá haber sido vanidad.
Y el ídolo fuerte será como estopa, y el que lo hizo como centella; y ambos serán encendidos juntamente, y no habrá quien apague.
Y creará el SEÑOR sobre toda la morada del Monte de Sion, y sobre los lugares de sus convocaciones, nube y oscuridad de día, y de noche resplandor de fuego que eche llamas; porque sobre toda gloria habrá cobertura.
Y habrá sombrajo para sombra contra el calor del día: para acogida y escondedero contra el turbión y contra el aguacero.
No habrá entre ellos cansado, ni quien tropiece; ninguno se dormirá, ni le tomará sueño; a ninguno se le desatará el cinto de los lomos, ni se le romperá la correa de sus zapatos.
Y habrá camino para el remanente de su pueblo, lo que quedó de Assur, de la manera que lo hubo para Israel el día que subió de la tierra de Egipto.
Las ciudades de Aroer están desamparadas, en majadas se tornarán; dormirán allí, y no habrá quien los espante.
En aquel tiempo habrá cinco ciudades en la tierra de Egipto, que hablen la lengua de Canaán, y que juren por el SEÑOR de los ejércitos; la una será llamada la ciudad Herez.
En aquel tiempo habrá altar para el SEÑOR en medio de la tierra de Egipto, y pirámide intitulada: Al SEÑOR, junto a su término.
En aquel tiempo habrá camino de Egipto a Asiria, y asirios entrarán en Egipto, y egipcios en Asiria; y los egipcios servirán con los asirios al SEÑOR.
Acontecerá también en aquel día, que habrá tañido con gran voz de shofar; y vendrán los que habían sido esparcidos en la tierra de Asiria, y los que habían sido echados en tierra de Egipto, y adorarán al SEÑOR en el Monte santo, en Jerusalén.
Y sobre todo monte alto, y sobre todo collado subido, habrá ríos, y corrientes de aguas, el día de la gran matanza, cuando caerán las torres.
Y en todo mal paso habrá báculo, que el SEÑOR hará hincar sobre él con tamboriles y vihuelas; y con fuerza del cielo peleará contra ella.
Y habrá allí camino y calzada, y se llamará Camino de Santidad; no pasará por él hombre inmundo; y habrá para ellos en él quien los acompañe, de tal manera que los insensatos no yerren.
No habrá allí león, ni bestia fiera subirá por él, ni allí se hallará; para que puedan caminar los redimidos.
Por tanto éste es pueblo saqueado y hollado; todos ellos han de ser enlazados en cavernas, y escondidos en cárceles. Serán puestos a despojo, y no habrá quien los libre; serán hollados, y no habrá quien diga: Restituid.
Así te serán aquellos, con quien te fatigaste, tus negociantes desde tu niñez; cada uno echará por su camino, no habrá quien te salve.
Porque he aquí, que yo creo nuevos cielos y nueva tierra. De lo primero no habrá memoria, ni más vendrá al pensamiento.
No habrá más allí niño de días, ni viejo que sus días no cumpla; porque el niño morirá de cien años; y al que de cien años pecare, será maldito.
Y serán los cuerpos muertos de este pueblo para comida de las aves del cielo y de las bestias de la tierra; y no habrá quien las espante.