'Hombre' en la Biblia

Todo hombre que cubre su cabeza mientras ora o profetiza, deshonra su cabeza.

Pues el hombre no debe cubrirse la cabeza, ya que él es la imagen y gloria de Dios, pero la mujer es la gloria del hombre.

Porque el hombre no procede de la mujer, sino la mujer del hombre.

En verdad el hombre no fue creado a causa de la mujer, sino la mujer a causa del hombre.

Sin embargo, en el Señor, ni la mujer es independiente del hombre, ni el hombre independiente de la mujer.

Porque así como la mujer procede del hombre, también el hombre {nace} de la mujer; y todas las cosas proceden de Dios.

¿No les enseña la misma naturaleza que si el hombre tiene el cabello largo le es deshonra,

Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño, razonaba como niño; {pero} cuando llegué a ser hombre, dejé las cosas de niño.

Porque ya que la muerte {entró} por un hombre, también por un hombre {vino} la resurrección de los muertos.

Así también está escrito: ``El primer HOMBRE, Adán, FUE HECHO ALMA VIVIENTE." El último Adán, espíritu que da vida.

El primer hombre es de la tierra, terrenal (hecho del polvo); el segundo hombre es del cielo.

Más bien hemos renunciado a lo oculto y vergonzoso, no andando con astucia, ni adulterando la palabra de Dios, sino que, mediante la manifestación de la verdad, nos recomendamos a la conciencia de todo hombre en la presencia de Dios.

Por tanto no desfallecemos, antes bien, aunque nuestro hombre exterior va decayendo, sin embargo nuestro hombre interior se renueva de día en día.

Conozco a un hombre en Cristo, que hace catorce años (no sé si en el cuerpo, no sé si fuera del cuerpo, Dios lo sabe) el tal fue arrebatado hasta el tercer cielo.

Y conozco a tal hombre (si en el cuerpo o fuera del cuerpo no lo sé, Dios lo sabe)

que fue arrebatado al paraíso, y escuchó palabras inefables que al hombre no se le permite expresar.

De tal {hombre sí} me gloriaré; pero en cuanto a mí mismo, no me gloriaré sino en {mis} debilidades.

Pablo, apóstol, no de parte de hombres ni mediante hombre {alguno,} sino por medio de Jesucristo y de Dios el Padre que Lo resucitó de entre los muertos,

Pues quiero que sepan, hermanos, que el evangelio que fue anunciado por mí no es según el hombre.

Pues ni lo recibí de hombre, ni me fue enseñado, sino {que lo recibí} por medio de una revelación de Jesucristo.

"Sin embargo, sabiendo que el hombre no es justificado por las obras de {la} Ley, sino mediante la fe en Cristo Jesús, también nosotros hemos creído en Cristo Jesús, para que seamos justificados por la fe en Cristo, y no por las obras de {la} Ley. Puesto que por las obras de {la} Ley nadie será justificado.

No hay Judío ni Griego; no hay esclavo ni libre; no hay hombre ni mujer, porque todos son uno en Cristo Jesús.

Otra vez testifico a todo hombre que se circuncida, que está obligado a cumplir toda la Ley.

No se dejen engañar, de Dios nadie se burla; pues todo lo que el hombre siembre, eso también segará.

poniendo fin a la enemistad en Su carne, la Ley de {los} mandamientos {expresados} en ordenanzas, para crear en El mismo de los dos un nuevo hombre, estableciendo {así} la paz,

Le ruego que El les conceda a ustedes, conforme a las riquezas de Su gloria, el ser fortalecidos con poder por Su Espíritu en el hombre interior;

hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del pleno conocimiento del Hijo de Dios, a la condición de un hombre maduro, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo.

que en cuanto a la anterior manera de vivir, ustedes se despojen del viejo hombre, que se corrompe según los deseos engañosos,

y se vistan del nuevo hombre, el cual, en {la semejanza de} Dios, ha sido creado en la justicia y santidad de la verdad.

POR ESTO EL HOMBRE DEJARA A SU PADRE Y A SU MADRE, Y SE UNIRA A SU MUJER, Y LOS DOS SERAN UNA SOLA CARNE.

Y hallándose en forma de hombre, se humilló El mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.

A El nosotros proclamamos (anunciamos), amonestando a todos los hombres, y enseñando a todos los hombres con toda sabiduría, a fin de poder presentar a todo hombre perfecto en Cristo.

Dejen de mentirse los unos a los otros, puesto que han desechado al viejo hombre con sus {malos} hábitos,

y se han vestido del nuevo {hombre,} el cual se va renovando hacia un verdadero conocimiento, conforme a la imagen de Aquél que lo creó.

Por tanto, el que rechaza {esto} no rechaza a un hombre, sino al Dios que les da a ustedes Su Espíritu Santo.

Que nadie los engañe en ninguna manera, porque {no vendrá} sin que primero venga la apostasía y sea revelado el hombre de pecado, el hijo de perdición.

Porque hay un solo Dios, {y} también un solo Mediador entre Dios y los hombres, Cristo Jesús hombre,

Yo no permito que la mujer enseñe ni que ejerza autoridad sobre el hombre, sino que permanezca callada.

(pues si un hombre no sabe cómo gobernar su propia casa, ¿cómo podrá cuidar de la iglesia de Dios?)

Pero tú, oh hombre de Dios, huye de estas cosas, y sigue la justicia, la piedad, la fe, el amor, la perseverancia y la amabilidad.

el único que tiene inmortalidad y habita en luz inaccesible, a quien ningún hombre ha visto ni puede ver. A El {sea} la honra y el dominio eterno. Amén.

a fin de que el hombre de Dios sea perfecto (apto), equipado para toda buena obra.

Al hombre que cause divisiones, después de la primera y segunda amonestación, recházalo,

Pero uno ha testificado en un lugar {de las Escrituras} diciendo: `` ¿QUE ES EL HOMBRE PARA QUE TU TE ACUERDES DE EL, O EL HIJO DEL HOMBRE PARA QUE TE INTERESES EN EL?

{como} ministro del santuario y del tabernáculo verdadero, que el Señor erigió, no el hombre.

de manera que decimos confiadamente: ``EL SEÑOR ES EL QUE ME AYUDA; NO TEMERE. ¿QUE PODRA HACERME EL HOMBRE?"

No piense, pues, ese hombre, que recibirá cosa alguna del Señor,

{siendo} hombre de doble ánimo (que duda), inestable en todos sus caminos.

Bienaventurado el hombre que persevera bajo la prueba, porque una vez que ha sido aprobado (ha pasado la prueba), recibirá la corona de la vida que {el Señor} ha prometido a los que Lo aman.

pues la ira del hombre no obra la justicia de Dios.

Porque si alguien es oidor de la palabra, y no hacedor, es semejante a un hombre que mira su rostro natural en un espejo;

Porque si en su congregación entra un hombre con anillo de oro y vestido de ropa lujosa, y también entra un pobre con ropa sucia (andrajosa),

Pero, ¿estás dispuesto a admitir ( ¿quieres saber), oh hombre vano (necio), que la fe sin obras es estéril?

Ustedes ven que el hombre es justificado por {las} obras y no sólo por {la} fe.

Porque todos fallamos (ofendemos) de muchas maneras. Si alguien no falla en lo que dice, es un hombre perfecto, capaz también de refrenar todo el cuerpo.

pero ningún hombre puede domar la lengua. {Es} un mal turbulento {y} lleno de veneno mortal.

Elías era un hombre de pasiones semejantes a las nuestras, y oró fervientemente para que no lloviera, y no llovió sobre la tierra por tres años y seis meses.

En medio de los candelabros, {vi} a uno semejante al Hijo del Hombre, vestido con una túnica que Le llegaba hasta los pies y ceñido por el pecho con un cinto de oro.

El primer ser viviente {era} semejante a un león; el segundo ser era semejante a un becerro; el tercer ser tenía el rostro como el de un hombre, y el cuarto ser {era} semejante a un águila volando.

No se les permitió matar a nadie, sino atormentar{los} por cinco meses. Su tormento era como el tormento de un escorpión cuando pica al hombre.

Aquí hay sabiduría. El que tiene entendimiento, que calcule el número de la bestia, porque el número es el de un hombre, y su número es 666.

Y miré, y había una nube blanca, y en la nube {estaba} sentado uno semejante al Hijo del Hombre, que tenía en la cabeza una corona de oro, y en la mano una hoz afilada.

Y hubo relámpagos, voces (ruidos), y truenos. Hubo un gran terremoto tal como no lo había habido desde que el hombre está sobre la tierra; {fue} tan grande {y} poderoso el terremoto.