'Le' en la Biblia
Y David le dijo: ¿De dónde vienes? Y él le respondió: Me he escapado del campamento de Israel.
David le preguntó: ¿Qué aconteció? Te ruego que me lo digas. Y él respondió: El pueblo ha huido de la batalla, y también muchos del pueblo han caído y han muerto; también Saúl y su hijo Jonatán han muerto.
Y él me dijo: `` ¿Quién eres?" Y le respondí: ``Soy amalecita."
Y David le dijo: ¿Cómo es que no tuviste temor de extender tu mano para destruir al ungido del SEÑOR?
Llamando David a uno de los jóvenes, {le} dijo: Ve, mátalo. Y él lo hirió, y murió.
Y David le dijo: Tu sangre sea sobre tu cabeza, porque tu boca ha testificado contra ti, al decir: ``Yo he matado al ungido del SEÑOR."
Después de esto sucedió que David consultó al SEÑOR, diciendo: ¿Subiré a alguna de las ciudades de Judá? Y el SEÑOR le dijo: Sube. Y David dijo: ¿Adónde subiré? Y El dijo: A Hebrón.
Y le hizo rey sobre Galaad, sobre Gesuri, sobre Jezreel, sobre Efraín, sobre Benjamín y sobre todo Israel.
Abner le dijo: Desvíate a tu derecha o a tu izquierda, apodérate de uno de los jóvenes y toma para ti sus despojos. Pero Asael no quería dejar de perseguirlo.
Pero él rehusó apartarse; por tanto, Abner lo hirió en el estómago con el regatón de la lanza, y la lanza le salió por la espalda; allí cayó, y allí mismo murió. Y sucedió que todos los que venían al lugar donde Asael había caído y muerto, se detenían.
A David le nacieron hijos en Hebrón; su primogénito fue Amnón, {hijo} de Ahinoam la jezreelita;
y el sexto, Itream, de Egla, mujer de David. Estos le nacieron a David en Hebrón.
Y él ya no pudo responder a Abner ni una palabra, porque le temía.
Pero su marido fue con ella, llorando mientras iba, y la siguió hasta Bahurim. Entonces Abner le dijo: Ve, vuélvete. Y él se volvió.
Cuando llegó Joab y todo el ejército que {estaba} con él, le dieron aviso a Joab, diciendo: Abner, hijo de Ner, vino al rey, y él lo ha despedido y se ha ido en paz.
Habían entrado en la casa mientras Is-boset estaba acostado en su lecho, en su alcoba; lo hirieron y lo mataron, y le cortaron la cabeza. Y tomando su cabeza, anduvieron toda la noche camino del Arabá.
que cuando uno me avisó, diciendo: ``He aquí, Saúl ha muerto", pensando que me traía buenas noticias, yo lo prendí y lo maté en Siclag, lo cual fue el pago que le di por {sus} noticias.
Después que vino de Hebrón, David tomó más concubinas y mujeres de Jerusalén; y le nacieron a David más hijos e hijas.
Estos son los nombres de los que le nacieron en Jerusalén: Samúa, Sobab, Natán, Salomón,
David lo hizo así, tal como el SEÑOR le había ordenado, e hirió a los filisteos desde Geba hasta Gezer.
Y se dio aviso al rey David, diciéndo{le:} El SEÑOR ha bendecido la casa de Obed-edom y todo lo que le pertenece a causa del arca de Dios. Entonces David fue, y con alegría hizo subir el arca de Dios de la casa de Obed-edom a la ciudad de David.
Pero al regresar David para bendecir su casa, Mical, hija de Saúl, salió al encuentro de David, y {le} dijo: ¡Cómo se ha distinguido hoy el rey de Israel! Se descubrió hoy ante los ojos de las criadas de sus siervos, como se descubriría sin decoro un insensato.
Sucedió que cuando el rey {ya} moraba en su casa, y el SEÑOR le había dado descanso de sus enemigos por todos lados,
Y derrotó a Moab, y los midió con cordel, haciéndolos tenderse en tierra; y midió dos cordeles para dar{les} muerte, y un cordel entero para dejar{los} vivos. Y los moabitas fueron siervos de David, trayéndo{le} tributo.
David le tomó mil setecientos hombres de a caballo y veinte mil soldados de a pie; David desjarretó los caballos de los carros, pero dejó {suficientes} de ellos para cien carros.
Entonces David puso guarniciones entre los arameos de Damasco, y los arameos fueron siervos de David, trayéndo{le} tributo. Y el SEÑOR ayudaba a David dondequiera que iba.
Dijo David: ¿Hay todavía alguno que haya quedado de la casa de Saúl, para que yo le muestre bondad por amor a Jonatán?
Y {había} un siervo de la casa de Saúl que se llamaba Siba, y lo llamaron ante David. Y el rey le dijo: ¿Eres tú Siba? Y él respondió: Tu servidor.
El rey le dijo: ¿Dónde está? Y Siba respondió al rey: He aquí, está en casa de Maquir, hijo de Amiel, en Lodebar.
David le dijo: No temas, porque ciertamente te mostraré bondad por amor a tu padre Jonatán, y te devolveré toda la tierra de tu abuelo Saúl; y tú comerás siempre a mi mesa.
Entonces el rey llamó a Siba, siervo de Saúl, y le dijo: Todo lo que pertenecía a Saúl y a su casa, lo he dado al nieto de tu señor.
Y tú, tus hijos y tus siervos cultivaréis la tierra para él, y le llevarás {los frutos} para que el nieto de tu señor tenga alimento; sin embargo, Mefiboset, nieto de tu señor, comerá siempre a mi mesa. Siba tenía quince hijos y veinte siervos.
Cuando {le} avisaron a David, envió a encontrarlos, porque los hombres estaban sumamente avergonzados. Y el rey {les} dijo: Quedaos en Jericó hasta que os crezca la barba, y {después} volved.
Viendo Joab que se le presentaba batalla por el frente y por la retaguardia, escogió de entre todos los mejores hombres de Israel, y {los} puso en orden de batalla contra los arameos.
Esfuérzate, y mostrémonos valientes por amor a nuestro pueblo y por amor a las ciudades de nuestro Dios; y que el SEÑOR haga lo que le parezca bien.
Cuando todos los reyes, siervos de Hadad-ezer, vieron que habían sido derrotados por Israel, hicieron la paz con Israel y le sirvieron. Y los arameos tuvieron temor de ayudar más a los hijos de Amón.
Cuando Urías vino a él, David le preguntó por Joab, por el pueblo y por el estado de la guerra.
`` ¿Quién mató a Abimelec, hijo de Jerobaal? ¿No arrojó una mujer sobre él una muela de molino desde {lo alto del} muro de manera que murió en Tebes? ¿Por qué os acercasteis {tanto} al muro?" Entonces le dirás: ``También tu siervo Urías hitita ha muerto."
Partió, pues, el mensajero, y llegó e informó a David todo lo que Joab le había enviado {a decir.}
Cuando pasó el luto, David mandó traerla a su casa, y ella fue su mujer; y le dio a luz un hijo. Pero lo que David había hecho fue malo a los ojos del SEÑOR.
Entonces el SEÑOR envió a Natán a David. Y vino a él y le dijo: Había dos hombres en una ciudad, el uno rico, y el otro pobre.
Sucedió que al séptimo día el niño murió; y los siervos de David temían informarle que el niño había muerto, pues se decían: He aquí, cuando el niño estaba {todavía} vivo, le hablábamos y no nos escuchaba. ¿Cómo, pues, vamos a decirle que el niño ha muerto? Puede hacer{se} daño.
Entonces David se levantó del suelo, se lavó, {se} ungió y se cambió de ropa; entró en la casa del SEÑOR y adoró. Después vino a su casa y cuando pidió, le pusieron comida delante y comió.
Y sus siervos le dijeron: ¿Qué es esto que has hecho? Mientras el niño vivía, ayunabas y llorabas, pero cuando el niño murió, te levantaste y comiste pan.
Y David consoló a Betsabé su mujer, y vino a ella y se acostó con ella; y ella dio a luz un hijo; y él le puso por nombre Salomón. Y el SEÑOR lo amó,
y envió {un mensaje} por medio del profeta Natán, y le puso el nombre de Jedidías, por causa del SEÑOR.
Entonces Joab envió mensajeros a David que {le} dijeran: He combatido contra Rabá, {y} también he tomado la ciudad de las aguas.
Y Amnón estaba tan atormentado a causa de su hermana Tamar que se enfermó, porque ella era virgen, y le parecía difícil a Amnón hacerle cosa alguna.
Y {éste} le dijo: Hijo del rey, ¿por qué estás tan deprimido día tras día? ¿No me {lo} contarás? Y Amnón le dijo: Estoy enamorado de Tamar, hermana de mi hermano Absalón.
Entonces Jonadab le dijo: Acuéstate en tu cama, y finge que estás enfermo; y cuando tu padre venga a verte, dile: ``Te ruego que dejes que mi hermana Tamar venga y me dé {algún} alimento para comer, y que prepare la comida delante de mí para que yo {la} vea y la coma de su mano."
Cuando ella se {las} llevó para que comiera, él le echó mano, y le dijo: Ven, acuéstate conmigo, hermana mía.
Pero ella le respondió: No, hermano mío, no abuses de mí, porque tal cosa no se hace en Israel; no cometas esta infamia.
Entonces Amnón la aborreció con un odio muy grande; porque el odio con que la aborreció fue mayor que el amor con que la había amado. Y Amnón le dijo: Levántate, vete.
Pero ella le respondió: No, porque esta injusticia {que me haces,} echándome fuera, es mayor que la otra que me has hecho. Mas él no quiso oírla.
Llamó, pues, a su criado que le servía y {le} dijo: Echa a esta mujer fuera de aquí, y cierra la puerta tras ella.
Su hermano Absalón le dijo: ¿Ha estado contigo tu hermano Amnón? Guarda silencio ahora, hermana mía; tu hermano es; no se angustie tu corazón por este asunto. Tamar, pues, se quedó desconsolada en casa de su hermano Absalón.
Pero Absalón no le habló a Amnón ni bien ni mal; pues Absalón odiaba a Amnón, porque había violado a su hermana Tamar.
Mas el rey respondió a Absalón: No, hijo mío, no debemos ir todos, para no ser carga para ti. Y aunque le insistió, no quiso ir, mas lo bendijo.
Entonces Absalón dijo: Pues si no, te ruego que dejes ir a mi hermano Amnón con nosotros. Y el rey le respondió: ¿Por qué ha de ir contigo?
Mas cuando Absalón le insistió, dejó ir con él a Amnón y a todos los hijos del rey.
Y Joab envió a Tecoa a traer a una mujer sabia de allí, y le dijo: Te ruego que finjas estar de duelo, te pongas ahora ropas de luto y no te unjas con óleo, sino pórtate como una mujer que por muchos días ha estado de duelo por un muerto;
Y el rey le dijo: ¿Qué te sucede? Y ella respondió: Ciertamente soy viuda, pues mi marido ha muerto.
Y he aquí que toda la familia se ha levantado contra tu sierva, y dicen: ``Entrega al que hirió a su hermano, para que le demos muerte por la vida de su hermano a quien mató, y destruyamos al heredero también." Así extinguirán el ascua que me queda, no dejando a mi marido nombre ni remanente sobre la faz de la tierra.
Cuando se cortaba el cabello (y era al final de cada año que se {lo} cortaba, pues le pesaba mucho y por eso se lo cortaba), el cabello pesaba doscientos siclos según el peso real.
Y a Absalón le nacieron tres hijos y una hija que se llamaba Tamar; era ella una mujer de hermosa apariencia.
Entonces Joab se levantó, vino a la casa de Absalón y le dijo: ¿Por qué tus siervos han prendido fuego a mi campo?
Y Absalón respondió a Joab: He aquí, envié por ti, diciendo: ``Ven acá, para enviarte al rey a decir{le:} ` ¿Para qué vine de Gesur? Mejor me hubiera sido estar aún allá.'" Ahora pues, vea yo el rostro del rey; y si hay iniquidad en mí, que me dé muerte.
Entonces Absalón le decía: Mira, tu causa es buena y justa, pero nadie te va a escuchar de parte del rey.
Decía además Absalón: ¡Quién me nombrara juez en la tierra! Entonces todo hombre que tuviera pleito o causa alguna podría venir a mí y yo le haría justicia.
Y los siervos del rey le dijeron: He aquí, tus siervos {están listos para hacer} todo lo que nuestro señor el rey quiera.
Pero si El dijera así: ``No me complazco en ti", mira, aquí estoy, que haga conmigo lo que bien le parezca.
Y David le dijo: Si pasas conmigo, entonces me serás una carga.
Entonces Abisai, hijo de Sarvia, dijo al rey: ¿Por qué ha de maldecir este perro muerto a mi señor el rey? Déjame que vaya ahora y le corte la cabeza.
Pero el rey dijo: ¿Qué tengo yo que ver con vosotros, hijos de Sarvia? Si él maldice, y si el SEÑOR le ha dicho: ``Maldice a David", ¿quién, pues, le dirá: `` ¿Por qué has hecho esto?"
Así pues, David y sus hombres siguieron su camino; y Simei iba por el lado del monte paralelo a él, y mientras iba {lo} maldecía, le tiraba piedras y {le} arrojaba polvo.
caeré sobre él cuando esté cansado y fatigado, le infundiré terror y huirá todo el pueblo que está con él; entonces heriré al rey solamente,
Cuando Husai vino a Absalón, éste le dijo: Ahitofel ha hablado de esta manera, ¿Llevaremos a cabo su plan? Si no, habla.
Y Absalón se encontró con los siervos de David; y Absalón iba montado en {su} mulo, y pasó el mulo debajo del espeso ramaje de una gran encina, y se le trabó la cabeza {a Absalón} en la encina, y quedó colgado entre el cielo y la tierra, mientras que el mulo que estaba debajo de él siguió de largo.
Joab dijo al hombre que le había avisado: He aquí, {tú lo} viste, ¿por qué no lo heriste allí {derribándolo} a tierra? Yo te hubiera dado diez {piezas} de plata y un cinturón.
Pero Joab le dijo: Tú no eres el hombre para llevar hoy las noticias, las llevarás otro día; no llevarás noticias hoy, porque el hijo del rey ha muerto.
Pero {él dijo:} Pase lo que pase, correré. Entonces le dijo: Corre. Y Ahimaas corrió por el camino de la llanura, y pasó al cusita.
Y el rey dijo: ¿Le va bien al joven Absalón? Y Ahimaas respondió: Cuando Joab envió al siervo del rey y a tu siervo, vi un gran tumulto, pero no supe qué {era}.
Dijo el rey al cusita: ¿Le va bien al joven Absalón? Y el cusita respondió: Sean como ese joven los enemigos de mi señor el rey, y todos los que se levantan contra ti para mal.
Y seguían cruzando el vado para pasar a {toda} la casa del rey, y hacer lo que le pareciera bien. Y Simei, hijo de Gera, se postró ante el rey cuando {éste} iba a pasar el Jordán.
Y sucedió que cuando vino de Jerusalén al encuentro del rey, éste le dijo: ¿Por qué no fuiste conmigo, Mefiboset?
Y el rey le dijo: ¿Por qué sigues hablando de tus asuntos? Yo he decidido: ``Tú y Siba os repartiréis las tierras."
Y he aquí, todos los hombres de Israel vinieron al rey y le dijeron: ¿Por qué te han secuestrado nuestros hermanos, los hombres de Judá, y han hecho pasar el Jordán al rey y a su casa, y a todos los hombres de David con él?
Amasa fue para convocar a {los hombres de} Judá, pero tardó más que el tiempo que él le había señalado.
Estaban junto a la piedra grande que está en Gabaón, cuando Amasa vino a su encuentro. Y Joab estaba vestido con su ropa militar, y sobre ella llevaba un cinturón atado a la cintura con espada en la vaina y mientras avanzaba, se le cayó {la espada.}
Pero Amasa no se protegió de la espada que estaba en la mano de Joab y {éste} le dio en el vientre con ella y derramó sus entrañas por tierra, sin {herir}lo de nuevo, y murió. Entonces Joab y Abisai su hermano siguieron tras Seba, hijo de Bicri.
Y él se acercó a ella, y la mujer dijo: ¿Eres tú Joab? Y él respondió: Yo soy. Entonces ella le dijo: Escucha las palabras de tu sierva. Y él respondió: Escucho.
Entonces la mujer, con su sabiduría, fue {a hablar} a todo el pueblo; y ellos le cortaron la cabeza a Seba, hijo de Bicri, y se {la} arrojaron a Joab. El, pues, tocó la trompeta y se retiraron de la ciudad, cada uno a su tienda. Joab también regresó al rey en Jerusalén.
Los gabaonitas le respondieron: No nos importa la plata ni el oro de Saúl o de su casa, ni nos corresponde dar muerte a ningún hombre en Israel. Y él dijo: Haré por vosotros lo que digáis.
Cuando le fue contado a David lo que Rizpa, hija de Aja, concubina de Saúl, había hecho,
pero Abisai, hijo de Sarvia, vino en su ayuda, e hirió al filisteo y lo mató. Entonces los hombres de David le juraron, diciendo: Nunca más saldrás a la batalla con nosotros, para que no apagues la lámpara de Israel.
Después que David contó el pueblo le pesó en su corazón. Dijo, pues, David al SEÑOR: He pecado en gran manera por lo que he hecho. Pero ahora, oh SEÑOR, te ruego que quites la iniquidad de tu siervo, porque he obrado muy neciamente.
Así que Gad fue a David y se lo hizo saber, diciéndo{le:} ¿{Quieres que} te vengan siete años de hambre en tu tierra, o que huyas por tres meses delante de tus enemigos mientras te persiguen, o que haya tres días de pestilencia en tu tierra? Considera ahora, y mira qué respuesta he de dar al que me envió.
Y Gad vino a David aquel día y le dijo: Sube, edifica un altar al SEÑOR en la era de Arauna jebuseo.