'Mañana' en la Biblia
"Preséntate a Faraón por la mañana cuando vaya al agua, y ponte a orillas del Nilo para encontrarte con él. Toma en tu mano la vara que se convirtió en serpiente.
``Mañana," respondió Faraón. Entonces {Moisés} dijo: ``Sea conforme a tu palabra para que sepas que no hay nadie como el SEÑOR nuestro Dios.
El SEÑOR dijo a Moisés: ``Levántate muy de mañana y ponte delante de Faraón cuando salga del agua, dile: `Así dice el SEÑOR: ``Deja ir a Mi pueblo para que Me sirva.
"Yo haré distinción entre Mi pueblo y tu pueblo. Mañana tendrá lugar esta señal."'"
``Voy a salir de tu presencia," le contestó Moisés ``y rogaré al SEÑOR que los enjambres de insectos se alejen mañana de Faraón, de sus siervos y de su pueblo. Pero que Faraón no vuelva a obrar con engaño, no dejando ir al pueblo a ofrecer sacrificios al SEÑOR."
Y el SEÑOR fijó un plazo definido y dijo: ``Mañana el SEÑOR hará esto en la tierra."
Entonces el SEÑOR dijo a Moisés: ``Levántate muy de mañana, y ponte delante de Faraón, y dile: `Así dice el SEÑOR, el Dios de los Hebreos: ``Deja ir a Mi pueblo para que Me sirva.
"Así que mañana como a esta hora, enviaré granizo muy pesado, tal como no ha habido en Egipto desde el día en que fue fundado hasta ahora.
~`Porque si te niegas a dejar ir a Mi pueblo, entonces mañana traeré langostas a tu territorio.
Moisés extendió su vara sobre la tierra de Egipto, y el SEÑOR hizo soplar un viento del oriente sobre el país todo aquel día y toda aquella noche. Y al venir la mañana, el viento del oriente trajo las langostas.
~`No dejarán nada de él para la mañana, sino que lo que quede de él para la mañana lo quemarán en el fuego.
"Tomarán un manojo de hisopo, y lo mojarán en la sangre que está en la vasija, y untarán con la sangre que está en la vasija el dintel y los dos postes de la puerta. Ninguno de ustedes saldrá de la puerta de su casa hasta la mañana.
``Y cuando tu hijo te pregunte el día de mañana: ` ¿Qué es esto?' le dirás: `Con mano fuerte nos sacó el SEÑOR de Egipto, de la casa de servidumbre.
A la vigilia de la mañana (2 a 6 a.m.), el SEÑOR miró el ejército de los Egipcios desde la columna de fuego y de nube, y sembró la confusión en el ejército de los Egipcios.
Por la mañana verán la gloria del SEÑOR, pues El ha oído sus murmuraciones contra el SEÑOR. ¿Qué somos nosotros para que ustedes murmuren contra nosotros?"
Y Moisés dijo: ``{Esto sucederá} cuando el SEÑOR les dé carne para comer por la tarde, y pan hasta saciar{se} por la mañana; porque el SEÑOR ha oído sus murmuraciones contra El. Pues ¿qué somos nosotros? Sus murmuraciones no son contra nosotros, sino contra el SEÑOR."
``He oído las murmuraciones de los Israelitas. Háblales, y diles: `Al caer la tarde comerán carne, y por la mañana se saciarán de pan. Sabrán que Yo soy el SEÑOR su Dios.'"
Por la tarde subieron las codornices y cubrieron el campamento, y por la mañana había una capa de rocío alrededor del campamento.
``Que nadie deje nada para la mañana {siguiente}," les dijo Moisés.
Pero no obedecieron (no escucharon) a Moisés, y algunos dejaron parte del maná para la mañana {siguiente,} pero crió gusanos y se pudrió. Entonces Moisés se enojó con ellos.
Lo recogían cada mañana, cada uno lo que iba a comer, pero cuando el sol calentaba, se derretía.
``Esto es lo que ha dicho el SEÑOR," les respondió: ``Mañana es día de reposo, día de reposo consagrado al SEÑOR. Cuezan lo que han de cocer y hiervan lo que han de hervir, y todo lo que sobre guárden{lo} para mañana."
Y lo guardaron hasta la mañana como Moisés había mandado, y no se pudrió ni hubo en él gusano alguno.
Y Moisés dijo a Josué: ``Escógenos hombres, y sal a pelear contra Amalec. Mañana yo estaré sobre la cumbre de la colina con la vara de Dios en mi mano."
Al día siguiente Moisés se sentó a juzgar al pueblo. El pueblo estuvo delante de Moisés desde la mañana hasta el atardecer.
Cuando el suegro de Moisés vio todo lo que él hacía por el pueblo, dijo: `` ¿Qué es esto que haces por el pueblo? ¿Por qué juzgas tú solo, y todo el pueblo está delante de ti desde la mañana hasta el atardecer?"
El SEÑOR dijo también a Moisés: ``Ve al pueblo y conságralos hoy y mañana, y que laven sus vestidos.
Y aconteció que al tercer día, cuando llegó la mañana, hubo truenos y relámpagos y una densa nube sobre el monte y un sonido tan fuerte de trompeta, que hizo temblar a todo el pueblo que {estaba} en el campamento.
``No ofrecerás la sangre de Mi sacrificio con pan leudado, ni la grasa de Mi fiesta quedará hasta la mañana.
Moisés escribió todas las palabras del SEÑOR. Levantándose muy de mañana, edificó un altar al pie del monte, con doce columnas por las doce tribus de Israel.
"En la tienda de reunión, fuera del velo que está delante del testimonio, Aarón y sus hijos la mantendrán en orden (encendida) delante del SEÑOR desde la tarde hasta la mañana. {Será} estatuto perpetuo para todas las generaciones de los Israelitas.
"Si sobra algo de la carne de consagración o algo del pan hasta la mañana {siguiente,} quemarás al fuego lo que haya sobrado. No se comerá, porque es sagrado.
"Ofrecerás uno de los corderos por la mañana y el otro cordero {lo} ofrecerás al atardecer.
"Ofrecerás el otro cordero al atardecer. Con él ofrecerás la misma ofrenda de cereal y la misma libación que por la mañana, como aroma agradable: una ofrenda encendida al SEÑOR.
``Aarón quemará incienso aromático sobre él. Lo quemará cada mañana al preparar las lámparas.
Cuando Aarón vio {esto,} edificó un altar delante del becerro. Y Aarón hizo una proclama y dijo: ``Mañana {será} fiesta para el SEÑOR."
"Prepárate, pues, para la mañana, y sube temprano al Monte Sinaí, y allí preséntate a Mí en la cumbre del monte.
Moisés, pues, labró dos tablas de piedra como las anteriores, se levantó muy de mañana y subió al Monte Sinaí, como el SEÑOR le había mandado, llevando en su mano las dos tablas de piedra.
``No ofrecerás la sangre de Mi sacrificio con pan leudado, ni se dejará {nada} del sacrificio de la Fiesta de la Pascua hasta la mañana.
Y recibieron de Moisés todas las ofrendas que los Israelitas habían traído para hacer la obra de la construcción del santuario. Los Israelitas {seguían} trayéndole ofrendas voluntarias cada mañana.