'No' en la Biblia
Y éste es el mensaje que hemos oído de El y que les anunciamos: Dios es Luz, y en El no hay ninguna tiniebla.
Si decimos que tenemos comunión con El, pero andamos en tinieblas, mentimos y no practicamos la verdad.
Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos y la verdad no está en nosotros.
Si decimos que no hemos pecado, Lo hacemos a El mentiroso y Su palabra no está en nosotros.
Hijitos míos, les escribo estas cosas para que no pequen. Y si alguien peca, tenemos Abogado (Intercesor) para con el Padre, a Jesucristo el Justo.
El mismo es la propiciación por nuestros pecados, y no sólo por los nuestros, sino también por {los} del mundo entero.
El que dice: ``Yo Lo he llegado a conocer," y no guarda Sus mandamientos, es un mentiroso y la verdad no está en él.
Amados, no les escribo un mandamiento nuevo, sino un mandamiento antiguo, que han tenido desde el principio. El mandamiento antiguo es la palabra que han oído.
El que ama a su hermano, permanece en la Luz y no hay causa de tropiezo en él.
Pero el que aborrece a su hermano, está en tinieblas y anda en tinieblas, y no sabe adónde va, porque las tinieblas han cegado sus ojos.
No amen al mundo ni las cosas {que están} en el mundo. Si alguien ama al mundo, el amor del Padre no está en él.
Porque todo lo que hay en el mundo, la pasión de la carne, la pasión de los ojos, y la arrogancia de la vida (las riquezas), no proviene del Padre, sino del mundo.
Ellos salieron de nosotros, pero {en realidad} no eran de nosotros, porque si hubieran sido de nosotros, habrían permanecido con nosotros. Pero {salieron,} a fin de que se manifestara que no todos son de nosotros.
No les he escrito porque ignoren la verdad, sino porque la conocen y porque ninguna mentira procede de la verdad.
En cuanto a ustedes, la unción que recibieron de El permanece en ustedes, y no tienen necesidad de que nadie les enseñe. Pero así como Su unción les enseña acerca de todas las cosas, y es verdadera y no mentira, y así como les ha enseñado, ustedes permanecen en El.
Y ahora, hijos, permanezcan en El, para que cuando se manifieste, tengamos confianza y no nos apartemos de El avergonzados en Su venida.
Miren cuán gran amor nos ha otorgado el Padre: que seamos llamados hijos de Dios. Y {eso} somos. Por esto el mundo no nos conoce, porque no Lo conoció a El.
Amados, ahora somos hijos de Dios y aún no se ha manifestado lo que habremos de ser. {Pero} sabemos que cuando Cristo se manifieste, seremos semejantes a El, porque Lo veremos como El es.
Ustedes saben que Cristo se manifestó a fin de quitar los pecados, y en El no hay pecado.
Todo el que permanece en El, no peca. Todo el que peca, ni Lo ha visto ni Lo ha conocido.
Ninguno que es nacido (engendrado) de Dios practica el pecado, porque la simiente de Dios permanece en él. No puede pecar, porque es nacido de Dios.
En esto se reconocen los hijos de Dios y los hijos del diablo: todo aquél que no practica la justicia, no es de Dios; tampoco aquél que no ama a su hermano.
No como Caín {que} era del maligno, y mató a su hermano. ¿Y por qué causa lo mató? Porque sus obras eran malas, y las de su hermano justas.
Hermanos, no se maravillen si el mundo los odia.
Nosotros sabemos que hemos pasado de muerte a vida porque amamos a los hermanos. El que no ama permanece en muerte.
Hijos, no amemos de palabra ni de lengua, sino de hecho y en verdad.
Amados, si nuestro corazón no nos condena, confianza tenemos delante de Dios.
Amados, no crean a todo espíritu, sino prueben los espíritus para ver si son de Dios, porque muchos falsos profetas han salido al mundo.
Y todo espíritu que no confiesa a Jesús, no es de Dios, y éste es el {espíritu} del anticristo, del cual ustedes han oído que viene, y que ahora ya está en el mundo.
Nosotros somos de Dios. El que conoce a Dios, nos oye; el que no es de Dios, no nos oye. En esto conocemos el espíritu de la verdad y el espíritu del error.
El que no ama no conoce a Dios, porque Dios es amor.
En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que El nos amó a nosotros y envió a Su Hijo {como} propiciación por nuestros pecados.
En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor, porque el temor involucra castigo, y el que teme no es hecho perfecto en el amor.
Si alguien dice: ``Yo amo a Dios," pero aborrece a su hermano, es un mentiroso. Porque el que no ama a su hermano, a quien ha visto, no puede amar a Dios a quien no ha visto.
Porque éste es el amor de Dios: que guardemos Sus mandamientos, y Sus mandamientos no son difíciles.
Este es Aquél que vino mediante agua y sangre, Jesucristo; no sólo con agua, sino con agua y con sangre. Y el Espíritu es el que da testimonio, porque el Espíritu es la verdad.
El que cree en el Hijo de Dios tiene el testimonio en sí mismo. El que no cree a Dios, ha hecho a Dios mentiroso, porque no ha creído en el testimonio que Dios ha dado respecto a Su Hijo.
El que tiene al Hijo tiene la vida, y el que no tiene al Hijo de Dios, no tiene la vida.
Si alguien ve a su hermano cometiendo un pecado {que} no {lleva} a la muerte, pedirá, y por él {Dios} dará vida a los que cometen pecado {que} no {lleva} a la muerte. Hay un pecado {que lleva} a la muerte; yo no digo que se deba pedir por ése.
Toda injusticia es pecado, pero hay pecado {que} no {lleva} a la muerte.
Sabemos que todo el que ha nacido de Dios, no peca; sino que Aquél que nació de Dios lo guarda y el maligno no lo toca.
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