'Obra' en la Biblia
Y tendremos justicia cuando cuidáremos de poner por obra todos estos mandamientos delante de Jehová nuestro Dios, como Él nos ha mandado.
Y será que, si obedeciereis a estos decretos, y los guardares y los pusieres por obra, Jehová tu Dios guardará contigo el pacto y la misericordia que juró a tus padres;
Cuidaréis de poner por obra todo mandamiento que yo os ordeno hoy, para que viváis, y seáis multiplicados, y entréis, y poseáis la tierra, de la cual juró Jehová a vuestros padres.
Cuidaréis, pues, de poner por obra todos los estatutos y derechos que yo presento hoy delante de vosotros.
Éstos son los estatutos y derechos que cuidaréis de poner por obra, en la tierra que Jehová el Dios de tus padres te ha dado para que la poseas, todos los días que vosotros viviereis sobre la tierra.
Y comeréis allí delante de Jehová vuestro Dios, y os alegraréis, vosotros y vuestras familias, en toda obra de vuestras manos en que Jehová tu Dios te hubiere bendecido.
Mas delante de Jehová tu Dios las comerás, en el lugar que Jehová tu Dios hubiere escogido, tú, y tu hijo, y tu hija, y tu siervo, y tu sierva, y el levita que está en tus poblaciones; y te alegrarás delante de Jehová tu Dios en toda obra de tus manos.
Y vendrá el levita, que no tiene parte ni heredad contigo, y el extranjero, el huérfano y la viuda que hubiere en tus poblaciones, y comerán y serán saciados; para que Jehová tu Dios te bendiga en toda obra de tus manos que hicieres.
Seis días comerás pan sin levadura, y el séptimo día será fiesta solemne a Jehová tu Dios; no harás obra en él.
Siete días celebrarás fiestas solemnes a Jehová tu Dios en el lugar que Jehová escogiere; porque te habrá bendecido Jehová tu Dios en todos tus frutos, y en toda obra de tus manos, y estarás ciertamente alegre.
Y la tendrá consigo, y leerá en ella todos los días de su vida, para que aprenda a temer a Jehová su Dios, para guardar todas las palabras de esta ley y estos estatutos, para ponerlos por obra;
y guardares todos estos mandamientos, que yo te prescribo hoy, para ponerlos por obra; que ames a Jehová tu Dios y andes en sus caminos todos los días, entonces añadirás tres ciudades a más de estas tres;
Podrás cobrar interés a un extranjero, pero a tu hermano no le cobrarás interés, para que te bendiga Jehová tu Dios en toda obra de tus manos sobre la tierra a la cual entras para poseerla.
Cuando segares tu mies en tu campo y olvidares alguna gavilla en el campo, no regresarás a tomarla; será para el extranjero, para el huérfano y para la viuda; para que te bendiga Jehová tu Dios en toda obra de tus manos.
Jehová tu Dios te manda hoy que cumplas estos estatutos y derechos; cuida, pues, de ponerlos por obra con todo tu corazón, y con toda tu alma.
Maldito el hombre que hiciere escultura o imagen de fundición, abominación a Jehová, obra de mano de artífice, y la pusiere en oculto. Y todo el pueblo responderá y dirá: Amén.
Y será que, si oyeres diligente la voz de Jehová tu Dios, para guardar y poner por obra todos sus mandamientos que yo te prescribo hoy, también Jehová tu Dios te pondrá en alto sobre todas las naciones de la tierra;
Y Jehová te abrirá su buen depósito, el cielo, para dar lluvia a tu tierra en su tiempo, y para bendecir toda obra de tus manos. Y prestarás a muchas naciones, y tú no tomarás prestado.
Y será, si no oyeres la voz de Jehová tu Dios, para cuidar de poner por obra todos sus mandamientos y sus estatutos, que yo te intimo hoy, que vendrán sobre ti todas estas maldiciones, y te alcanzarán.
Si no cuidares de poner por obra todas las palabras de esta ley que están escritas en este libro, para que temas este nombre glorioso y temible: JEHOVÁ TU DIOS;
Guardaréis, pues, las palabras de este pacto, y las pondréis por obra, para que prosperéis en todo lo que hiciereis.
Y tú volverás y oirás la voz de Jehová, y pondrás por obra todos sus mandamientos que yo te ordeno hoy.
Y Jehová tu Dios te hará abundar en toda obra de tus manos, en el fruto de tu vientre, en el fruto de tu ganado y en el fruto de tu tierra, para bien; porque Jehová volverá a gozarse sobre ti para bien, de la manera que se gozó sobre tus padres;
Harás congregar al pueblo, varones y mujeres y niños, y tus extranjeros que estuvieren en tus ciudades, para que oigan y aprendan, y teman a Jehová vuestro Dios, y cuiden de poner por obra todas las palabras de esta ley:
Porque yo sé que después de mi muerte, ciertamente os corromperéis y os apartaréis del camino que os he mandado; y que os ha de venir mal en los postreros días, por haber hecho mal ante los ojos de Jehová, enojándole con la obra de vuestras manos.
Él es la Roca, cuya obra es perfecta, porque todos sus caminos son rectitud: Dios de verdad, y sin ninguna iniquidad; justo y recto es Él.
y les dijo: Poned vuestro corazón a todas las palabras que yo os testifico hoy, para que las mandéis a vuestros hijos, y cuiden de poner por obra todas las palabras de esta ley.
Bendice, oh Jehová, lo que hicieren, y recibe con agrado la obra de sus manos; hiere los lomos de sus enemigos, y de los que lo aborrecieren; para que nunca se levanten.
Solamente que con diligencia cuidéis de poner por obra el mandamiento y la ley, que Moisés siervo de Jehová os intimó: que améis a Jehová vuestro Dios, y andéis en todos sus caminos; que guardéis sus mandamientos, y le sigáis, y le sirváis de todo vuestro corazón y de toda vuestra alma.
Y toda aquella generación fue también recogida con sus padres. Y se levantó después de ellos otra generación, que no conocía a Jehová, ni la obra que Él había hecho por Israel.
Ahora pues, si con verdad y con integridad habéis procedido en hacer rey a Abimelec, y si lo habéis hecho bien con Jerobaal y con su casa, y si le habéis pagado conforme a la obra de sus manos
Jehová recompense tu obra, y tu remuneración sea completa por Jehová Dios de Israel, que has venido a refugiarte bajo sus alas.
Y Ahitofel, viendo que no se había puesto por obra su consejo, enalbardó su asno, y se levantó, y se fue a su casa en su ciudad; y después de disponer acerca de su casa, se ahorcó y murió, y fue sepultado en el sepulcro de su padre.
sin los principales oficiales de Salomón que estaban sobre la obra, tres mil trescientos, los cuales tenían cargo del pueblo que hacía la obra.
Y en la casa en que él moraba, había otro atrio dentro del pórtico, de obra semejante a ésta. Edificó también Salomón una casa semejante a aquel pórtico, para la hija de Faraón, la cual había tomado por esposa.
hijo de una viuda de la tribu de Neftalí, y su padre era de Tiro, y trabajaba en bronce, lleno de sabiduría y de inteligencia y saber en toda obra de bronce. Éste, pues, vino al rey Salomón, e hizo toda su obra.
Y puso en las cabezas de las columnas tallado en forma de lirios; y así se acabó la obra de las columnas.
La obra de las bases era de esta manera: tenían unos tableros, los cuales estaban entre molduras;
Asimismo hizo Hiram fuentes, y tenazas, y cuencos. Así terminó Hiram toda la obra que hizo a Salomón para la casa de Jehová:
Así fue terminada toda la obra que dispuso hacer el rey Salomón para la casa de Jehová. Y metió Salomón lo que David su padre había dedicado, plata, oro y vasos, y lo puso todo en las tesorerías de la casa de Jehová.
Y sucedió que cuando Salomón hubo acabado la obra de la casa de Jehová, y la casa real, y todo lo que Salomón quiso hacer,
Éstos eran los jefes de los oficiales que estaban al frente de la obra de Salomón, quinientos cincuenta, los cuales supervisaban al pueblo que trabajaba en aquella obra.
Y daban el dinero suficiente en mano de los que hacían la obra, y de los que tenían el cargo de la casa de Jehová; y ellos lo gastaban en pagar a los carpinteros y maestros que reparaban la casa de Jehová,
porque lo daban a los que hacían la obra, y con él reparaban la casa de Jehová.
Y no se pedían cuentas a los hombres en cuyas manos el dinero era entregado, para que ellos lo diesen a los que hacían la obra; porque ellos procedían con fidelidad.
Los demás hechos de Acaz que puso por obra, ¿no están escritos en el libro de las crónicas de los reyes de Judá?
Los estatutos y derechos y ley y mandamientos que os dio por escrito, cuidaréis siempre de ponerlos por obra, y no temeréis a dioses ajenos.
Por cuanto no habían atendido la voz de Jehová su Dios, antes habían quebrantado su pacto; y todas las cosas que Moisés siervo de Jehová había mandado, ni las habían escuchado, ni puesto por obra.
Y que pusieron en el fuego a sus dioses, por cuanto ellos no eran dioses, sino obra de manos de hombres, madera o piedra, y así los destruyeron.
y que lo pongan en manos de los que hacen la obra, que tienen cargo de la casa de Jehová, y que lo entreguen a los que hacen la obra de la casa de Jehová, para reparar las grietas de la casa;
Viniendo luego Safán escriba al rey, dio al rey la respuesta, y dijo: Tus siervos han juntado el dinero que se halló en el templo, y lo han entregado en poder de los que hacen la obra, que tienen cargo de la casa de Jehová.
Por cuanto me dejaron a mí, y quemaron incienso a dioses ajenos, provocándome a ira en toda obra de sus manos; y mi furor se ha encendido contra este lugar, y no se apagará.
La altura de una columna era de dieciocho codos y tenía encima un capitel de bronce, y la altura del capitel era de tres codos; y sobre el capitel había una red y granadas alrededor, todo de bronce; y semejante obra había en la otra columna con la red.
Éstos fueron alfareros y se hallaban en medio de plantíos y cercados, los cuales moraron allá con el rey en su obra.
Mas Aarón y sus hijos quemaban ofrendas sobre el altar del holocausto, y sobre el altar del incienso, en toda la obra del lugar santísimo, y para hacer las expiaciones sobre Israel, conforme a todo lo que Moisés siervo de Dios había mandado.
y sus hermanos, cabezas de las casas de sus padres, en número de mil setecientos sesenta, hombres de gran eficacia en la obra del ministerio en la casa de Dios.
Y Salum hijo de Coré, hijo de Ebiasaf, hijo de Coré, y sus hermanos los coreítas por la casa de su padre, tuvieron cargo de la obra del ministerio, guardando las puertas del tabernáculo; así como sus padres fueron guardas de la entrada del campamento de Jehová.
Y de éstos había cantores, principales de familias de los levitas, los cuales estaban en sus cámaras exentos de otros servicios; porque de día y de noche estaban en aquella obra.
Entonces serás prosperado, si cuidares de poner por obra los estatutos y derechos que Jehová mandó a Moisés para Israel. Esfuérzate, pues, y cobra ánimo; no temas, ni desmayes.
Tú tienes contigo muchos obreros, canteros, albañiles, y carpinteros, y todo hombre experto en toda obra.
Del oro, de la plata, del bronce, y del hierro, no hay número. Levántate, pues, y manos a la obra, y Jehová sea contigo.
De éstos, veinticuatro mil para dar prisa a la obra de la casa de Jehová; y gobernadores y jueces, seis mil.
Éstos son los hijos de Leví en las familias de sus padres, cabeceras de familias en sus delineaciones, contados por sus nombres, por sus cabezas, los cuales hacían obra en el ministerio de la casa de Jehová, de veinte años arriba.
Y estaban bajo la mano de los hijos de Aarón, para ministrar en la casa de Jehová, en los atrios y en las cámaras, y en la purificación de toda cosa santificada, y en la demás obra del ministerio de la casa de Dios.
Asimismo David y los príncipes del ejército apartaron para el ministerio a los hijos de Asaf, y de Hemán, y de Jedutún, para que profetizasen con arpas, salterios, y címbalos; y el número de ellos, hombres idóneos para la obra de su ministerio respectivo fue:
De los hebronitas, Hasabías y sus hermanos, hombres de vigor, mil setecientos, gobernaban a Israel al otro lado del Jordán, al occidente, en toda la obra de Jehová, y en el servicio del rey.
Asimismo yo confirmaré su reino para siempre, si él se esforzare a poner por obra mis mandamientos y mis juicios, como este día.
También para los grupos de los sacerdotes y de los levitas, y para toda la obra del ministerio de la casa de Jehová, y para todos los vasos del ministerio de la casa de Jehová.
Dijo más David a Salomón su hijo: Esfuérzate y sé valiente, y ponlo por obra; no temas ni desmayes, porque Jehová Dios, mi Dios, estará contigo; Él no te dejará, ni te desamparará, hasta que acabes toda la obra para el servicio de la casa de Jehová.
He aquí los grupos de los sacerdotes y de los levitas para todo el ministerio de la casa de Dios estarán contigo en toda la obra; asimismo todos los voluntarios e inteligentes para toda forma de servicio; y los príncipes, y todo el pueblo para ejecutar todas tus órdenes.
Después dijo el rey David a toda la congregación: Sólo a Salomón mi hijo ha elegido Dios; él es joven y tierno, y la obra grande; porque la casa no es para hombre, sino para Jehová Dios.
Oro, pues, para las cosas de oro, y plata para las cosas de plata, y para toda la obra de manos de los artífices. ¿Y quién quiere hacer hoy ofrenda voluntaria a Jehová?
Y dentro del lugar santísimo hizo dos querubines, obra de escultura, los cuales cubrió de oro.
Hizo también diez fuentes, y puso cinco a la derecha y cinco a la izquierda, para lavar y limpiar en ellas la obra del holocausto; mas el mar era para que los sacerdotes se lavaran en él.
Hizo también Hiram calderos, y palas, y tazones; y acabó Hiram la obra que hacía al rey Salomón para la casa de Dios;
Y acabada que fue toda la obra que hizo Salomón para la casa de Jehová, metió Salomón en ella las cosas que David su padre había dedicado; y puso la plata, y el oro, y todos los utensilios en los tesoros de la casa de Dios.
Y de los hijos de Israel no puso Salomón siervos en su obra; porque eran hombres de guerra, y sus príncipes y sus capitanes, y comandantes de sus carros, y su gente de a caballo.
Porque toda la obra de Salomón estaba preparada desde el día en que la casa de Jehová fue fundada hasta que se acabó, hasta que la casa de Jehová fue acabada del todo.
Mas en cuanto a nosotros, Jehová es nuestro Dios, y no le hemos dejado; y los sacerdotes que ministran a Jehová son los hijos de Aarón, y los levitas en la obra;
y mandó a Judá que buscase a Jehová el Dios de sus padres, y pusiese por obra la ley y sus mandamientos.
Pero esforzaos vosotros, y no desfallezcan vuestras manos; que recompensa hay para vuestra obra.
Y sucedió que cuando Baasa lo oyó, cesó de edificar a Ramá, y dejó su obra.
y el rey y Joiada lo daban a los que hacían la obra del servicio de la casa de Jehová, y contrataban canteros y carpinteros para que reparasen la casa de Jehová, y a los que trabajaban con hierro y bronce para que reparasen la casa de Jehová.
Hacían, pues, los artesanos la obra, y por sus manos la obra fue restaurada, y restituyeron la casa de Dios a su condición, y la consolidaron.
Mas los sacerdotes eran pocos, y no bastaban para desollar los holocaustos; y así sus hermanos los levitas les ayudaron hasta que acabaron la obra, y hasta que los sacerdotes se santificaron; porque los levitas fueron más rectos de corazón para santificarse que los sacerdotes.
Y hablaron contra el Dios de Jerusalén, como contra los dioses de los pueblos de la tierra, obra de manos de hombres.
Y lo entregaron en mano de los que hacían la obra, que eran mayordomos en la casa de Jehová; los cuales lo daban a los que hacían la obra y trabajaban en la casa de Jehová, para reparar y restaurar el templo.
Y estos hombres procedían con fidelidad en la obra; y eran sus mayordomos Jahat y Abdías, levitas de los hijos de Merari; y Zacarías y Mesulam de los hijos de Coat, para que activasen la obra; y de los levitas, todos los entendidos en instrumentos de música.
También velaban sobre los cargadores y eran mayordomos de los que se ocupaban en cualquier clase de obra; y de los levitas había escribas, oficiales y porteros.
Han reunido el dinero que se halló en la casa de Jehová, y lo han entregado en mano de los supervisores, y en mano de los que hacen la obra.
Y estando el rey en pie en su sitio, hizo pacto delante de Jehová, de caminar en pos de Jehová y de guardar sus mandamientos, sus testimonios y sus estatutos, con todo su corazón y con toda su alma, poniendo por obra las palabras del pacto que estaban escritas en aquel libro.
Según sus fuerzas dieron al tesorero de la obra sesenta y un mil dracmas de oro, y cinco mil libras de plata, y cien túnicas sacerdotales.
Y en el año segundo de su venida a la casa de Dios en Jerusalén, en el mes segundo, comenzaron Zorobabel hijo de Salatiel, y Jesúa hijo de Josadac, y los otros sus hermanos, los sacerdotes y los levitas, y todos los que habían venido de la cautividad a Jerusalén; y pusieron a los levitas de veinte años arriba para que tuviesen cargo de la obra de la casa de Jehová.
Jesúa también, sus hijos y sus hermanos, Cadmiel y sus hijos, hijos de Judá, como un solo hombre asistían para dar prisa a los que hacían la obra en la casa de Dios: los hijos de Henadad, sus hijos y sus hermanos los levitas.
Entonces cesó la obra de la casa de Dios, que estaba en Jerusalén. Y cesó hasta el año segundo del reinado de Darío rey de Persia.
Sea notorio al rey, que fuimos a la provincia de Judea, a la casa del gran Dios, la cual se edifica de piedras grandes; y los maderos son puestos en las paredes, y la obra se hace aprisa, y prospera en sus manos.
Dejad que se haga la obra de esta casa de Dios; que el principal de los judíos y a sus ancianos edifiquen esta casa de Dios en su lugar.
Y pusieron a los sacerdotes en sus clases, y a los levitas en sus divisiones, sobre la obra de Dios que está en Jerusalén, conforme a lo escrito en el libro de Moisés.
Y durante siete días con regocijo celebraron la fiesta de los panes sin levadura, porque Jehová los había alegrado, y había vuelto el corazón del rey de Asiria hacia ellos, para esforzar sus manos en la obra de la casa de Dios, del Dios de Israel.
Levántate, porque a ti toca este asunto, y nosotros seremos contigo; esfuérzate, y ponlo por obra.