'Pues' en la Biblia
Pues quiero que sepan, hermanos, que el evangelio que fue anunciado por mí no es según el hombre.
Pues ni lo recibí de hombre, ni me fue enseñado, sino {que lo recibí} por medio de una revelación de Jesucristo.
Y de aquéllos que tenían reputación de ser algo (lo que eran, nada me importa; Dios no hace acepción de personas); pues bien, los que tenían reputación, nada me enseñaron (contribuyeron).
"Pues mediante {la} Ley yo morí a {la} Ley, a fin de vivir para Dios.
Aquél, pues, que les suministra el Espíritu y hace milagros entre ustedes, ¿lo hace por las obras de {la} Ley o por el oír con fe?
Porque todos los que son de las obras de la Ley están bajo maldición, pues escrito está: ``MALDITO TODO EL QUE NO PERMANECE EN TODAS LAS COSAS ESCRITAS EN EL LIBRO DE LA LEY, PARA HACERLAS."
Pues todos ustedes son hijos de Dios mediante la fe en Cristo Jesús.
Digo, pues: mientras el heredero es menor de edad, en nada es diferente del siervo, aunque sea el dueño (señor) de todo,
Les ruego, hermanos, háganse como yo, pues yo también {me he hecho} como ustedes. Ningún agravio me han hecho.
¿Dónde está, pues, aquel sentido de bendición que tuvieron? Pues testigo soy en favor de ustedes de que de ser posible, se hubieran sacado los ojos y me los hubieran dado.
quisiera estar presente con ustedes ahora y cambiar mi tono, pues estoy perplejo en cuanto a ustedes.
Esto contiene una alegoría, pues estas {mujeres} son dos pactos. Uno {procede} del Monte Sinaí que engendra hijos para ser esclavos; éste es Agar.
Pero, ¿qué dice la Escritura? ``ECHA FUERA A LA SIERVA Y A SU HIJO, PUES EL HIJO DE LA SIERVA NO SERA HEREDERO CON EL HIJO DE LA LIBRE."
Pues nosotros, por medio del Espíritu, esperamos por la fe la esperanza de justicia.
Digo, pues: anden por el Espíritu, y no cumplirán el deseo de la carne.
Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el {del} Espíritu {es} contra la carne, pues éstos se oponen el uno al otro, de manera que ustedes no pueden hacer lo que deseen.
Pues los que son de Cristo Jesús han crucificado la carne con sus pasiones y deseos.
No se dejen engañar, de Dios nadie se burla; pues todo lo que el hombre siembre, eso también segará.
No nos cansemos (No desmayemos) de hacer el bien, pues a su tiempo, si no nos cansamos, segaremos.