'Reino' en la Biblia
Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado.
Desde entonces Jesús comenzó a predicar y a decir: Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado.
Y {Jesús} iba por toda Galilea, enseñando en sus sinagogas y proclamando el evangelio del reino, y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo.
Bienaventurados los pobres en espíritu, pues de ellos es el reino de los cielos.
Bienaventurados aquellos que han sido perseguidos por causa de la justicia, pues de ellos es el reino de los cielos.
Cualquiera, pues, que anule uno solo de estos mandamientos, {aun} de los más pequeños, y así {lo} enseñe a otros, será llamado muy pequeño en el reino de los cielos; pero cualquiera que {los} guarde y {los} enseñe, éste será llamado grande en el reino de los cielos.
Porque os digo que si vuestra justicia no supera {la} de los escribas y fariseos, no entraréis en el reino de los cielos.
``Venga tu reino. Hágase tu voluntad, así en la tierra como en el cielo.
``Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal. Porque tuyo es el reino y el poder y la gloria para siempre jamás. Amén."
Pero buscad primero su reino y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.
No todo el que me dice: ``Señor, Señor", entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos.
Y os digo que vendrán muchos del oriente y del occidente, y se sentarán {a la mesa} con Abraham, Isaac y Jacob en el reino de los cielos.
Pero los hijos del reino serán arrojados a las tinieblas de afuera; allí será el llanto y el crujir de dientes.
Y Jesús recorría todas las ciudades y aldeas, enseñando en las sinagogas de ellos, proclamando el evangelio del reino y sanando toda enfermedad y toda dolencia.
Y cuando vayáis, predicad diciendo: ``El reino de los cielos se ha acercado."
En verdad os digo que entre los nacidos de mujer no se ha levantado {nadie} mayor que Juan el Bautista; sin embargo, el más pequeño en el reino de los cielos es mayor que él.
Y desde los días de Juan el Bautista hasta ahora, el reino de los cielos sufre violencia, y los violentos lo conquistan por la fuerza.
Y conociendo {Jesús} sus pensamientos, les dijo: Todo reino dividido contra sí mismo es asolado, y toda ciudad o casa dividida contra sí misma no se mantendrá en pie.
Y si Satanás expulsa a Satanás, está dividido contra sí mismo; ¿cómo puede entonces mantenerse en pie su reino?
Pero si yo expulso los demonios por el Espíritu de Dios, entonces el reino de Dios ha llegado a vosotros.
Y respondiendo El, les dijo: Porque a vosotros se os ha concedido conocer los misterios del reino de los cielos, pero a ellos no se les ha concedido.
A todo el que oye la palabra del reino y no {la} entiende, el maligno viene y arrebata lo que fue sembrado en su corazón. Este es aquel en quien se sembró la semilla junto al camino.
{Jesús} les refirió otra parábola, diciendo: El reino de los cielos puede compararse a un hombre que sembró buena semilla en su campo.
Les refirió otra parábola, diciendo: El reino de los cielos es semejante a un grano de mostaza, que un hombre tomó y sembró en su campo,
Les dijo otra parábola: El reino de los cielos es semejante a la levadura que una mujer tomó y escondió en tres medidas de harina hasta que todo quedó fermentado.
y el campo es el mundo; y la buena semilla son los hijos del reino, y la cizaña son los hijos del maligno;
El Hijo del Hombre enviará a sus ángeles, y recogerán de su reino a todos los {que son} piedra de tropiezo y a los que hacen iniquidad;
Entonces LOS JUSTOS RESPLANDECERAN COMO EL SOL en el reino de su Padre. El que tiene oídos, que oiga.
El reino de los cielos es semejante a un tesoro escondido en el campo, que al encontrarlo un hombre, {lo vuelve} a esconder, y de alegría por ello, va, vende todo lo que tiene y compra aquel campo.
El reino de los cielos también es semejante a un mercader que busca perlas finas,
El reino de los cielos también es semejante a una red barredera que se echó en el mar, y recogió {peces} de toda clase;
Y El les dijo: Por eso todo escriba que se ha convertido en un discípulo del reino de los cielos es semejante al dueño de casa que saca de su tesoro cosas nuevas y cosas viejas.
Yo te daré las llaves del reino de los cielos; y lo que ates en la tierra, será atado en los cielos; y lo que desates en la tierra, será desatado en los cielos.
En verdad os digo que hay algunos de los que están aquí que no probarán la muerte hasta que vean al Hijo del Hombre venir en su reino.
En aquel momento se acercaron los discípulos a Jesús, diciendo: ¿Quién es, entonces, el mayor en el reino de los cielos?
y dijo: En verdad os digo que si no os convertís y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos.
Así pues, cualquiera que se humille como este niño, ése es el mayor en el reino de los cielos.
Por eso, el reino de los cielos puede compararse a cierto rey que quiso ajustar cuentas con sus siervos.
Porque hay eunucos que así nacieron desde el seno de su madre, y hay eunucos que fueron hechos eunucos por los hombres, y {también} hay eunucos que a sí mismos se hicieron eunucos por causa del reino de los cielos. El que pueda aceptar {esto,} que {lo} acepte.
Pero Jesús dijo: Dejad a los niños, y no les impidáis que vengan a mí, porque de los que son como éstos es el reino de los cielos.
Y Jesús dijo a sus discípulos: En verdad os digo que es difícil que un rico entre en el reino de los cielos.
Y otra vez os digo que es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja, que el que un rico entre en el reino de Dios.
Porque el reino de los cielos es semejante a un hacendado que salió muy de mañana para contratar obreros para su viña.
Y El le dijo: ¿Qué deseas? Ella le dijo*: Ordena que en tu reino estos dos hijos míos se sienten uno a tu derecha y el otro a tu izquierda.
¿Cuál de los dos hizo la voluntad del padre? Ellos dijeron*: El primero. Jesús les dijo*: En verdad os digo que los recaudadores de impuestos y las rameras entran en el reino de Dios antes que vosotros.
Por eso os digo que el reino de Dios os será quitado y será dado a una nación que produzca sus frutos.
El reino de los cielos puede compararse a un rey que hizo un {banquete} de bodas para su hijo.
Pero, ¡ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas!, porque cerráis el reino de los cielos delante de los hombres, pues ni vosotros entráis, ni dejáis entrar a los que están entrando.
Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino, y en diferentes lugares habrá hambre y terremotos.
Y este evangelio del reino se predicará en todo el mundo como testimonio a todas las naciones, y entonces vendrá el fin.
Entonces el reino de los cielos será semejante a diez vírgenes que tomando sus lámparas, salieron a recibir al novio.
Porque {el reino de los cielos es} como un hombre que al emprender un viaje, llamó a sus siervos y les encomendó sus bienes.
Entonces el Rey dirá a los de su derecha: ``Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo.
Y os digo que desde ahora no beberé más de este fruto de la vid, hasta aquel día cuando lo beba nuevo con vosotros en el reino de mi Padre.
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