'Se' en la Biblia
el cual siendo el resplandor de su gloria, y la misma imagen de su sustancia, y sustentando todas las cosas con la palabra de su potencia, habiendo hecho la purgación de nuestros pecados por sí mismo, se sentó a la diestra de la majestad en las alturas,
ellos perecerán, mas tú eres permanente; y todos ellos se envejecerán como una vestidura;
y como un vestido los envolverás, y serán mudados; pero tú eres el mismo, y tus años nunca se acabarán.
Porque el que santifica y los que son santificados de uno son todos; por lo cual no se avergüenza de llamarlos hermanos,
Y, Moisés a la verdad fue fiel sobre toda su casa, como siervo, pero para testificar lo que se había de decir;
antes exhortaos los unos a los otros cada día entre tanto que se dice: Hoy, para que ninguno de vosotros se endurezca con engaño de pecado;
Entre tanto que se dice: Si oyereis HOY su voz, no endurezcáis vuestros corazones, como en la provocación.
Mas ¿con cuáles se enemistó por cuarenta años? ¿No fue con los que pecaron, cuyos cuerpos cayeron en el desierto?
Porque no tenemos Sumo Sacerdote que no se pueda compadecer de nuestras flaquezas; mas tentado en todo según nuestra semejanza, PERO SIN PECADO.
que se pueda compadecer de los ignorantes y errados, porque él también está rodeado de flaqueza;
Así también el Cristo no se glorificó a sí mismo haciéndose Sumo Sacerdote, sino el que le dijo: Tú eres mi Hijo, yo te he engendrado hoy:
Porque Dios no es injusto que se olvide de vuestra obra y el trabajo de la caridad que habéis mostrado en su nombre, habiendo ayudado a los santos y ayudándoles.
al cual asimismo dio Abraham la décima parte de todo, primeramente él se interpreta Rey de justicia; y luego también Rey de Salem, que es, Rey de paz;
sin padre, sin madre, sin linaje; que ni tiene principio de días, ni fin de vida, mas hecho semejante al Hijo de Dios, se queda Sacerdote eternalmente.
Pues si la perfección era por el sacerdocio levítico (porque bajo él recibió el pueblo la Ley) ¿qué necesidad había aún de que se levantase otro sacerdote según el orden de Melquisedec, y que no fuese llamado según el orden de Aarón?
Pues traspasado el sacerdocio, necesario es que se haga también traspasamiento de la Ley.
Porque aquel del cual esto se dice, de otra tribu es, de la cual nadie presidió el altar.
Y aún más manifiesto es, si se levanta otro Sacerdote que sea semejante a Melquisedec;
porque los otros ciertamente sin juramento fueron hechos sacerdotes; mas éste, con juramento por el que le dijo: Juró el Señor, y no se arrepentirá, que Tú eres sacerdote para siempre según el orden de Melquisedec.
por lo cual puede también salvar eternamente a los que por él se allegan a Dios, viviendo siempre para rogar por ellos.
Así que, la suma acerca de lo dicho es : Que tenemos tal Sumo Sacerdote que se sentó a la diestra del trono de la Majestad en los cielos;
Porque si aquel primero fuera sin falta, ciertamente no se hubiera procurado lugar del segundo.
Diciéndolo nuevo, dio por viejo al primero; y lo que decae y se envejece, cerca está de desvanecerse.
Y sobre ella los querubines de la gloria que cubrían el propiciatorio, cosas de las cuales no se puede ahora hablar en detalle.
Lo cual era figura de aquel tiempo presente, en el cual se ofrecían presentes y sacrificios que no podían hacer perfecto al que servía con ellos , en cuanto a la conciencia,
¿cuánto más la sangre del Cristo, el cual por el Espíritu eterno se ofreció a sí mismo sin mancha a Dios, limpiará vuestras conciencias de las obras de muerte para que sirváis al Dios viviente?
Y casi todo es purificado según la ley con sangre; y sin derramamiento de sangre no se hace remisión.
De otra manera sería necesario que hubiera padecido muchas veces desde el principio del mundo; mas ahora UNA VEZ en la consumación de los siglos, para deshacer el pecado se presentó por el sacrificio de sí mismo.
así también el Cristo es ofrecido una vez para agotar los pecados de muchos; la segunda vez se manifestará para salud a los que sin pecado lo esperan.
Porque la ley teniendo una sombra de los bienes venideros, no la representación misma de las cosas, nunca puede hacer perfectos a los que se allegan por los mismos sacrificios que ofrecen continuamente cada año.
Pero en estos sacrificios cada año se hace la misma conmemoración de los pecados.
Diciendo arriba: Sacrificio y presente, y holocaustos y expiaciones por el pecado no quisiste, ni te agradaron, las cuales cosas se ofrecen según la Ley,
Así que, todo sacerdote se presenta cada día ministrando y ofreciendo muchas veces los mismos sacrificios, que nunca pueden quitar los pecados;
no dejando nuestra congregación, como algunos tienen por costumbre, mas exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca.
Mas el justo vivirá por la fe; mas el que se retirare, no agradará a mi alma.
Es pues la fe, la sustancia de las cosas que se esperan, la demostración de las cosas que no se ven.
Por la fe entendemos haber sido compuestos los siglos por la palabra de Dios, siendo hecho lo que se ve, de lo que no se veía.
Pero sin fe es imposible agradar a Dios, porque es necesario que el que a Dios se allega, crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan.
Por la fe, Noé habiendo recibido revelación de cosas que aun no se veían, aparejó con mucho cuidado el arca en que su casa se salvase; arca por la cual condenó al mundo, y fue hecho heredero de la justicia que es por la fe.
Que si se acordaran de aquella de donde salieron, cierto tenían tiempo para volverse;
mas empero deseaban la mejor, es a saber, la celestial, por lo cual Dios no se avergüenza de llamarse Dios de ellos; porque les había aparejado ciudad.
Por la fe, José, muriéndose, se acordó de la partida de los hijos de Israel; y dio mandamiento acerca de sus huesos.
Por la fe, dejó a Egipto no temiendo la ira del rey; porque como aquel que ve al Invisible se esforzó.
Si sufrís el castigo, Dios se os presenta como a hijos, porque ¿qué hijo es aquel a quien el padre no castiga?
Mirando bien que ninguno se aparte de la gracia de Dios; que ninguna raíz de amargura brotando os impida, y por ella muchos sean contaminados.
Porque no os habéis llegado al monte que se podía tocar, y al fuego encendido, y al turbión, y a la oscuridad, y a la tempestad,
y al sonido de la trompeta, y a la voz de las palabras, la cual los que la oyeron rogaron que no se les hablase más;
(porque no podían tolerar lo que se decía: y, si una bestia tocare al monte, será apedreada, o pasada con dardo;
y tan terrible cosa era lo que se veía, que Moisés dijo: Estoy asombrado y temblando).
Y, del hacer bien y de la confraternidad no os olvidéis; porque de tales sacrificios se agrada Dios.