'Todo' en la Biblia
- 1.Gé 1:25-Éx 1:14
- 2.Éx 1:22-Levítico 6:27
- 3.Levítico 6:29-Números 30:9
- 4.Números 30:12-Deuteronomio 27:17
- 5.Deuteronomio 27:18-Jueces 6:13
- 6.Jueces 6:35-1 Samuel 25:6
- 7.1 Samuel 25:7-1 Reyes 1:40
- 8.1 Reyes 2:3-2 Reyes 10:29
- 9.2 Reyes 10:30-1 Crónicas 29:8
- 10.1 Crónicas 29:9-2 Crónicas 33:3
- 11.2 Crónicas 33:5-Job 28:10
- 12.Job 28:21-Proverbios 17:17
- 13.Proverbios 18:1-Isaías 58:6
- 14.Isaías 60:7-Jeremías 39:9
- 15.Jeremías 41:10-Ezequiel 42:20
- 16.Ezequiel 43:11-Mateo 13:44
- 17.Mateo 13:46-Lucas 18:43
- 18.Lucas 19:26-Romanos 15:13
- 19.Romanos 15:14-2 Tesalonicenses 2:10
- 20.2 Tesalonicenses 3:6-Apocalipsis 18:17
Maldito el que hiciere errar al ciego en el camino. Y dirá todo el pueblo: Amén.
Maldito el que torciere el derecho del extranjero, del huérfano, y de la viuda. Y dirá todo el pueblo: Amén.
Maldito el que se acostare con la esposa de su padre; por cuanto descubrió el regazo de su padre. Y dirá todo el pueblo: Amén.
Maldito el que se ayuntare con cualquier clase de bestia. Y dirá todo el pueblo: Amén.
Maldito el que se acostare con su hermana, hija de su padre, o hija de su madre. Y dirá todo el pueblo: Amén.
Maldito el que se acostare con su suegra. Y dirá todo el pueblo: Amén.
Maldito el que hiriere a su prójimo ocultamente. Y dirá todo el pueblo: Amén.
Maldito el que recibiere cohecho para quitar la vida al inocente. Y dirá todo el pueblo: Amén.
Maldito el que no confirmare las palabras de esta ley para cumplirlas. Y dirá todo el pueblo: Amén.
Jehová mandará que la bendición sea contigo en tus graneros y en todo aquello en que pongas tu mano; y te bendecirá en la tierra que Jehová tu Dios te da.
Y Jehová enviará contra ti la maldición, quebranto y asombro en todo cuanto pusieres mano e hicieres, hasta que seas destruido y perezcas pronto a causa de la maldad de tus obras, por las cuales me habrás dejado.
Tus hijos y tus hijas serán entregados a otro pueblo, y tus ojos lo verán, y desfallecerán por ellos todo el día; y no habrá fuerza en tu mano.
El fruto de tu tierra y todo tu trabajo comerá pueblo que no conociste; y sólo serás oprimido y quebrantado todos los días.
Tendrás olivos en todo tu término, mas no te ungirás con el aceite, porque tu aceituna se caerá.
y para con su chiquita que sale de entre sus pies, y para con sus hijos que dé a luz; pues los comerá a escondidas, a falta de todo, en el asedio y en el apuro con que tu enemigo te oprimirá en tus ciudades.
Moisés, pues, llamó a todo Israel, y les dijo: Vosotros habéis visto todo lo que Jehová ha hecho delante de vuestros ojos en la tierra de Egipto a Faraón y a todos sus siervos, y a toda su tierra;
Guardaréis, pues, las palabras de este pacto, y las pondréis por obra, para que prosperéis en todo lo que hiciereis.
y te convirtieres a Jehová tu Dios, y obedecieres a su voz conforme a todo lo que yo te mando hoy, tú y tus hijos, con todo tu corazón y con toda tu alma,
Y Jehová tu Dios circuncidará tu corazón y el corazón de tu simiente, para que ames a Jehová tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma, a fin de que vivas.
Cuando oyeres la voz de Jehová tu Dios, para guardar sus mandamientos y sus estatutos escritos en este libro de la ley; cuando te convirtieres a Jehová tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma.
Y Moisés fue y habló estas palabras a todo Israel,
Y Jehová los entregará delante de vosotros, y haréis con ellos conforme a todo lo que os he mandado.
Y llamó Moisés a Josué, y le dijo a vista de todo Israel: Esfuérzate y sé valiente; porque tú entrarás con este pueblo a la tierra que juró Jehová a sus padres que les daría, y tú se la harás heredar.
cuando viniere todo Israel a presentarse delante de Jehová tu Dios en el lugar que Él escogiere, leerás esta ley delante de todo Israel a oídos de ellos.
Y yo esconderé ciertamente mi rostro en aquel día, por todo el mal que ellos habrán hecho, por haberse vuelto a dioses ajenos.
si no temiese la ira del enemigo, no sea que se envanezcan sus adversarios, no sea que digan: Nuestra mano alta ha hecho todo esto, no Jehová.
Y acabó Moisés de recitar todas estas palabras a todo Israel;
y a todo Neftalí, y la tierra de Efraín y de Manasés, toda la tierra de Judá hasta el mar occidental;
y en toda aquella mano poderosa, y en todos los hechos grandiosos y terribles que Moisés hizo a la vista de todo Israel.
Mi siervo Moisés ha muerto: levántate, pues, ahora, y pasa este Jordán, tú y todo este pueblo, a la tierra que yo les doy a los hijos de Israel.
Yo os he entregado, como lo había dicho a Moisés, todo lugar que pisare la planta de vuestro pie.
Este libro de la ley nunca se apartará de tu boca, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien.
y que salvaréis la vida a mi padre y a mi madre, y a mis hermanos y hermanas, y a todo lo que es suyo; y que libraréis nuestras vidas de la muerte.
Y caminando ellos, llegaron al monte, y estuvieron allí tres días, hasta que los que los seguían se hubiesen vuelto; y los que los siguieron, buscaron por todo el camino, mas no los hallaron.
Entonces Jehová dijo a Josué: Desde este día comenzaré a engrandecerte delante de los ojos de todo Israel, para que entiendan que como estuve con Moisés, así estaré contigo.
cuando los que llevaban el arca entraron en el Jordán y los pies de los sacerdotes que llevaban el arca se mojaron a la orilla del agua (porque el Jordán suele desbordarse sobre todas sus riberas todo el tiempo de la siega),
Mas los sacerdotes que llevaban el arca del pacto de Jehová, estuvieron en seco, firmes en medio del Jordán, hasta que todo el pueblo hubo acabado de pasar el Jordán; y todo Israel pasó en seco.
Y los sacerdotes que llevaban el arca se pararon en medio del Jordán, hasta tanto que se hizo todo lo que Jehová había mandado a Josué que hablase al pueblo, conforme a todas las cosas que Moisés había mandado a Josué; y el pueblo se dio prisa y pasó.
Y sucedió que cuando todo el pueblo acabó de pasar, también pasó el arca de Jehová, y los sacerdotes, en presencia del pueblo.
En aquel día Jehová engrandeció a Josué en ojos de todo Israel; y le temieron, como habían temido a Moisés, todos los días de su vida.
Ésta es la causa por la cual Josué los circuncidó: Todo el pueblo que había salido de Egipto, los varones, todos los hombres de guerra, habían muerto en el desierto por el camino, después que salieron de Egipto.
Y cuando tocaren prolongadamente el cuerno de carnero, así que oyereis el sonido de la trompeta, todo el pueblo gritará a gran voz, y el muro de la ciudad se vendrá abajo; entonces el pueblo subirá cada uno en derecho de sí.
Y destruyeron a filo de espada todo lo que había en la ciudad; hombres y mujeres, jóvenes y viejos, hasta los bueyes, ovejas y asnos.
Mas Josué dijo a los dos hombres que habían reconocido la tierra: Entrad en casa de la mujer ramera, y haced salir de allá a la mujer, y a todo lo que fuere suyo, como lo jurasteis.
Y los jóvenes espías entraron, y sacaron a Rahab, a su padre, a su madre, a sus hermanos y todo lo que era suyo; y también sacaron a toda su parentela, y los pusieron fuera del campamento de Israel.
Y consumieron con fuego la ciudad, y todo lo que en ella había; solamente pusieron en el tesoro de la casa de Jehová la plata, y el oro, y los vasos de bronce y de hierro.
Mas Josué salvó la vida a Rahab la ramera, y a la casa de su padre, y a todo lo que ella tenía: y habitó ella entre los israelitas hasta hoy; por cuanto escondió los mensajeros que Josué envió a reconocer a Jericó.
Y volviendo a Josué, le dijeron: No suba todo el pueblo, mas suban como dos mil o como tres mil hombres, y tomarán a Hai: no fatigues a todo el pueblo allí, porque son pocos.
Y el que fuere sorprendido en el anatema, será quemado a fuego, él y todo lo que tiene, por cuanto ha quebrantado el pacto de Jehová, y ha cometido maldad en Israel.
Entonces Josué, y todo Israel con él, tomó a Acán hijo de Zera, y el dinero, y el manto, y el lingote de oro, y sus hijos, y sus hijas, y sus bueyes, y sus asnos, y sus ovejas, y su tienda, y todo cuanto tenía, y lo llevaron todo al valle de Acor.
Y yo, y todo el pueblo que está conmigo, nos acercaremos a la ciudad; y cuando saldrán ellos contra nosotros, como hicieron antes, huiremos delante de ellos.
Y habiendo ordenado al pueblo, todo el campamento que estaba en el norte de la ciudad, y su emboscada al occidente de la ciudad, Josué vino aquella noche hasta el medio del valle.
Y sucedió que cuando lo vio el rey de Hai, se levantó prestamente de mañana, y salió con la gente de la ciudad contra Israel, él y todo su pueblo, para combatir por el llano al tiempo señalado, no sabiendo que le estaba puesta emboscada a las espaldas de la ciudad.
Entonces Josué y todo Israel, fingiéndose vencidos ante ellos, huyeron por el camino del desierto.
Y todo el pueblo que estaba en Hai se juntó para seguirlos; y siguieron a Josué, siendo así arrancados de la ciudad.
Josué y todo Israel, viendo que los de la emboscada habían tomado la ciudad, y que el humo de la ciudad subía, volvieron, e hirieron a los de Hai.
Y todo Israel, y sus ancianos, oficiales, y jueces, estaban a uno y otro lado del arca, delante de los sacerdotes levitas que llevan el arca del pacto de Jehová; así extranjeros como naturales, la mitad de ellos estaba hacia el monte de Gerizim, y la otra mitad hacia el monte de Ebal; de la manera que Moisés, siervo de Jehová, lo había mandado antes, para que bendijesen primeramente al pueblo de Israel.
Después de esto, leyó todas las palabras de la ley, las bendiciones y las maldiciones, conforme a todo lo que está escrito en el libro de la ley.
y zapatos viejos y recosidos en sus pies, con vestiduras viejas sobre sí; y todo el pan que traían para el camino, seco y mohoso.
Y ellos respondieron: Tus siervos han venido de muy lejanas tierras, por la fama de Jehová tu Dios; porque hemos oído su fama, y todo lo que Él hizo en Egipto,
y todo lo que hizo a los dos reyes de los amorreos que estaban al otro lado del Jordán; a Sehón rey de Hesbón, y a Og rey de Basán, que estaba en Astarot.
Y todo el pueblo volvió en paz al campamento a Josué en Maceda; no hubo quien moviese su lengua contra ninguno de los hijos de Israel.
Y de Maceda pasó Josué, y todo Israel con él, a Libna; y peleó contra Libna:
Y Josué, y todo Israel con él, pasó de Libna a Laquis, y acampó contra ella, y la combatió.
De Laquis pasó Josué, y todo Israel con él, a Eglón; y acamparon contra ella, y la combatieron.
Subió luego Josué, y todo Israel con él, de Eglón a Hebrón, y la combatieron;
Y tomándola, la hirieron a filo de espada, a su rey y a todas sus ciudades, con todas las almas que había en ella, sin quedar nada; como habían hecho a Eglón, así la destruyeron con todo lo que en ella tenía vida.
Después volvió Josué, y todo Israel con él, contra Debir, y combatió contra ella;
Hirió, pues, Josué toda la región de las montañas, y del sur, y de la llanura, y de las cuestas, y a todos sus reyes, sin quedar nada; todo lo que tenía vida mató, como Jehová Dios de Israel lo había mandado.
Y vino Josué, y con él todo el pueblo de guerra, contra ellos, y dio de repente sobre ellos junto a las aguas de Merom.
Y los hijos de Israel tomaron para sí todo el despojo y el ganado de estas ciudades; pero a todos los hombres metieron a espada hasta destruirlos, sin dejar nada que respirase.
De la manera que Jehová lo había mandado a Moisés su siervo, así Moisés lo mandó a Josué: y así Josué lo hizo, sin quitar palabra de todo lo que Jehová había mandado a Moisés.
No hubo ciudad que hiciese paz con los hijos de Israel, salvo los heveos, que moraban en Gabaón; todo lo tomaron por guerra.
Tomó, pues, Josué toda la tierra, conforme a todo lo que Jehová había dicho a Moisés; y la entregó Josué a los israelitas por herencia, conforme a sus repartimientos de sus tribus; y la tierra reposó de la guerra.
y señoreaba en el monte de Hermón, y en Salca, y en todo Basán hasta los términos de los gesuritas y de los maacatitas, y la mitad de Galaad, término de Sehón rey de Hesbón.
y la tierra de los giblitas, y todo el Líbano hacia donde sale el sol, desde Baal-gad a las raíces del monte Hermón, hasta la entrada de Hamat;
y Galaad, y los términos de los gesuritas y de los maacatitas, y todo el monte de Hermón, y toda la tierra de Basán hasta Salca;
todo el reino de Og en Basán, el cual reinó en Astarot y Edrei, el cual había quedado del resto de los refaítas; pues Moisés los hirió, y los echó.
y todas las ciudades de la llanura, y todo el reino de Sehón rey de los amorreos, que reinó en Hesbón, al cual hirió Moisés, y a los príncipes de Madián, Hevi, Requem, Zur, Hur y Reba, príncipes de Sehón que habitaban en aquella tierra.
El término de ellos fue desde Mahanaim, todo Basán, todo el reino de Og rey de Basán, y todas las aldeas de Jair que están en Basán, sesenta poblaciones.
Y Jehová les dio reposo alrededor, conforme a todo lo que había jurado a sus padres: y ninguno de todos los enemigos les paró delante, sino que Jehová entregó en sus manos a todos sus enemigos.
y les dijo: Vosotros habéis guardado todo lo que Moisés siervo de Jehová os mandó, y habéis obedecido a mi voz en todo lo que os he mandado.
Solamente que con diligencia cuidéis de poner por obra el mandamiento y la ley, que Moisés siervo de Jehová os intimó: que améis a Jehová vuestro Dios, y andéis en todos sus caminos; que guardéis sus mandamientos, y le sigáis, y le sirváis de todo vuestro corazón y de toda vuestra alma.
llamó a todo Israel, a sus ancianos, a sus príncipes, a sus jueces y a sus oficiales, y les dijo: Yo ya soy viejo y entrado en días:
Y vosotros habéis visto todo lo que Jehová vuestro Dios ha hecho con todas estas naciones en vuestra presencia; porque Jehová vuestro Dios ha peleado por vosotros.
Esforzaos pues mucho a guardar y hacer todo lo que está escrito en el libro de la ley de Moisés, sin apartaros de ello ni a derecha ni a izquierda;
Y he aquí que yo estoy para entrar hoy por el camino de toda la tierra; reconoced, pues, con todo vuestro corazón y con toda vuestra alma, que no se ha perdido una palabra de todas la buenas palabras que Jehová vuestro Dios había dicho de vosotros; todas os han venido, no ha faltado ninguna de ellas.
Y dijo Josué a todo el pueblo: Así dice Jehová, Dios de Israel: Vuestros padres habitaron antiguamente al otro lado del río, esto es, Taré, padre de Abraham y de Nacor; y servían a dioses extraños.
Porque Jehová nuestro Dios es el que nos sacó a nosotros y a nuestros padres de la tierra de Egipto, de la casa de servidumbre; el cual ha hecho estas grandes señales delante de nuestros ojos, y nos ha guardado por todo el camino por donde hemos andado y en todos los pueblos por entre los cuales pasamos.
Y dijo Josué a todo el pueblo: He aquí esta piedra nos servirá de testigo, porque ella ha oído todas las palabras de Jehová que Él nos ha hablado; será, pues, testigo contra vosotros, para que no mintáis contra vuestro Dios.
Y sirvió Israel a Jehová todo el tiempo de Josué, y todo el tiempo de los ancianos que vivieron después de Josué, y que sabían todas las obras de Jehová, que había hecho por Israel.
Y sucedió que cuando Israel se hizo fuerte hizo al cananeo tributario, mas no lo echó del todo.
Y el pueblo había servido a Jehová todo el tiempo de Josué, y todo el tiempo de los ancianos que vivieron largos días después de Josué, los cuales habían visto todas las grandes obras de Jehová, que Él había hecho por Israel.
Y cuando Jehová les levantaba jueces, Jehová era con el juez, y los libraba de mano de los enemigos todo el tiempo de aquel juez; porque Jehová se arrepentía por sus gemidos a causa de los que los oprimían y afligían.
Y reunió Sísara todos sus carros, novecientos carros herrados, con todo el pueblo que con él estaba, desde Haroset de los gentiles hasta el arroyo de Cisón.
Y Jehová desbarató a Sísara, y a todos sus carros y a todo su ejército, a filo de espada delante de Barac; y Sísara descendió del carro, y huyó a pie.
Mas Barac siguió los carros y el ejército hasta Haroset de los gentiles, y todo el ejército de Sísara cayó a filo de espada hasta no quedar ni uno.
Y Gedeón le respondió: Ah, Señor mío, si Jehová es con nosotros, ¿por qué nos ha sobrevenido todo esto? ¿Y dónde están todas sus maravillas, que nuestros padres nos han contado, diciendo: ¿No nos sacó Jehová de Egipto? Y ahora Jehová nos ha desamparado, y nos ha entregado en manos de los madianitas.
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- 1.Gé 1:25-Éx 1:14
- 2.Éx 1:22-Levítico 6:27
- 3.Levítico 6:29-Números 30:9
- 4.Números 30:12-Deuteronomio 27:17
- 5.Deuteronomio 27:18-Jueces 6:13
- 6.Jueces 6:35-1 Samuel 25:6
- 7.1 Samuel 25:7-1 Reyes 1:40
- 8.1 Reyes 2:3-2 Reyes 10:29
- 9.2 Reyes 10:30-1 Crónicas 29:8
- 10.1 Crónicas 29:9-2 Crónicas 33:3
- 11.2 Crónicas 33:5-Job 28:10
- 12.Job 28:21-Proverbios 17:17
- 13.Proverbios 18:1-Isaías 58:6
- 14.Isaías 60:7-Jeremías 39:9
- 15.Jeremías 41:10-Ezequiel 42:20
- 16.Ezequiel 43:11-Mateo 13:44
- 17.Mateo 13:46-Lucas 18:43
- 18.Lucas 19:26-Romanos 15:13
- 19.Romanos 15:14-2 Tesalonicenses 2:10
- 20.2 Tesalonicenses 3:6-Apocalipsis 18:17