'Todos' en la Biblia
a la iglesia de Dios que está en Corinto, a los santificados en Cristo Jesús, llamados a ser santos, con todos los que en todo lugar invocan el nombre de nuestro Señor Jesucristo, Señor de ellos y nuestro.
Os ruego, pues, hermanos, por el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que todos habléis una misma cosa, y que no haya entre vosotros divisiones, sino que seáis perfectamente unidos en una misma mente y en un mismo parecer.
siendo difamados, rogamos; hemos venido a ser como la escoria del mundo, el desecho de todos hasta ahora.
Quisiera más bien que todos los hombres fuesen como yo; pero cada uno tiene su propio don de Dios; uno de una manera, y otro de otra.
Y en cuanto a lo sacrificado a los ídolos, sabemos que todos tenemos conocimiento. El conocimiento envanece, mas el amor edifica.
Pero no en todos hay este conocimiento; porque algunos con conciencia del ídolo hasta ahora, comen como sacrificado a ídolos; y su conciencia, siendo débil, se contamina.
Por lo cual, siendo libre para con todos, me he hecho siervo de todos para ganar a más.
A los débiles, me he hecho como débil, para ganar a los débiles: A todos me he hecho todo, para que de todos modos salve a algunos.
¿No sabéis que los que corren en el estadio, todos a la verdad corren, mas sólo uno se lleva el premio? Corred de tal manera que lo obtengáis.
Mas no quiero, hermanos, que ignoréis que nuestros padres todos estuvieron bajo la nube, y todos pasaron a través del mar;
y todos en Moisés fueron bautizados en la nube y en el mar;
y todos comieron el mismo alimento espiritual;
y todos bebieron la misma bebida espiritual; porque bebían de la Roca espiritual que los seguía, y la Roca era Cristo.
Porque nosotros, siendo muchos somos un solo pan, y un solo cuerpo; pues todos participamos de aquel mismo pan.
Como también yo en todas las cosas agrado a todos, no procurando mi propio beneficio, sino el de muchos, para que sean salvos.
Y hay diversidad de operaciones; pero es el mismo Dios el que hace todas las cosas en todos.
Porque así como el cuerpo es uno, y tiene muchos miembros, pero todos los miembros del cuerpo, siendo muchos, son un solo cuerpo, así también Cristo.
Porque por un solo Espíritu somos todos bautizados en un cuerpo, ya sean judíos o gentiles, ya sean siervos o libres; y todos hemos bebido de un mismo Espíritu.
Que si todos fueran un solo miembro, ¿dónde estaría el cuerpo?
para que no haya desavenencia en el cuerpo, sino que los miembros todos se preocupen los unos por los otros.
Y si un miembro padece, todos los miembros se duelen con él; o si un miembro es honrado, todos los miembros con él se regocijan.
¿Son todos apóstoles? ¿Son todos profetas? ¿Todos maestros? ¿Hacen todos milagros?
¿Tienen todos dones de sanidad? ¿Todos hablan lenguas? ¿Interpretan todos?
Y si tuviese el don de profecía, y entendiese todos los misterios y toda ciencia; y si tuviese toda la fe, de tal manera que trasladase los montes, y no tengo caridad, nada soy.
Y si repartiese todos mis bienes para dar de comer a los pobres, y si entregase mi cuerpo para ser quemado, y no tengo caridad, de nada me sirve.
Yo quisiera que todos vosotros hablaseis en lenguas, pero más que profetizaseis; porque mayor es el que profetiza que el que habla en lenguas, a no ser que las interprete para que la iglesia reciba edificación.
Doy gracias a mi Dios que hablo en lenguas más que todos vosotros;
De manera que, si toda la iglesia se reúne en un lugar, y todos hablan en lenguas, y entran indoctos o incrédulos, ¿no dirán que estáis locos?
Pero si todos profetizan, y entra algún incrédulo o indocto, por todos es convencido, por todos es juzgado;
Porque podéis profetizar todos uno por uno, para que todos aprendan, y todos sean exhortados.
Después fue visto por Jacobo; luego por todos los apóstoles.
Y al último de todos, como por un nacido a destiempo, Él fue visto también por mí.
Mas por la gracia de Dios soy lo que soy; y su gracia no ha sido en vano para conmigo; antes he trabajado más que todos ellos; pero no yo, sino la gracia de Dios que ha sido conmigo.
Si sólo en esta vida esperamos en Cristo, somos los más miserables de todos los hombres.
Porque así como en Adán todos mueren, así también en Cristo todos serán vivificados.
Porque es menester que Él reine, hasta que haya puesto a todos sus enemigos debajo de sus pies.
Y cuando todas las cosas le estén sujetas, entonces también el Hijo mismo se sujetará a Aquél que sujetó a Él todas las cosas, para que Dios sea todo en todos.
He aquí, os digo un misterio: No todos dormiremos, pero todos seremos transformados.
os ruego que os sujetéis a los tales, y a todos los que con nosotros ayudan y trabajan.
Os saludan todos los hermanos. Saludaos los unos a los otros con ósculo santo.
Mi amor en Cristo Jesús sea con todos vosotros. Amén.
Resultados de Búsqueda por Versiones
Resultados de Búsqueda por Libro
Artículos Relacionados
- Dios quiere salvar a todos
- La alabanza, la forma y los métodos de
- La muerte de todos los varones
- La profecía, Métodos de OT
- La salvación a todos los hombres, posible
- Martirio, métodos de
- Métodos de aprendizaje