'Tus' en la Biblia
Tus gobernantes son rebeldes y compañeros de ladrones; cada uno ama el soborno y corre tras las dádivas. No defienden al huérfano, ni llega a ellos la causa de la viuda.
Entonces restauraré tus jueces como al principio, y tus consejeros como al comienzo; después de lo cual serás llamada ciudad de justicia, ciudad fiel.
¿Oh pueblo mío! Sus opresores son muchachos, y mujeres lo dominan. Pueblo mío, los que te guían {te} hacen desviar y confunden el curso de tus sendas.
Tus hombres caerán a espada, y tus poderosos en batalla.
y {con él} tocó mi boca, y dijo: He aquí, esto ha tocado tus labios, y es quitada tu iniquidad y perdonado tu pecado.
Y sucederá en aquel día que la carga {de Asiria} será quitada de tus hombros y su yugo de tu cerviz, y el yugo será quebrado a causa de la grosura.
``Han sido derribadas al Seol tu ostentación {y} la música de tus arpas; debajo de ti las larvas se extienden {como cama,} y los gusanos son tu cobertura."
Los más débiles comerán, y los necesitados se acostarán seguros; pero haré morir de hambre tu raíz, y {ésta} matará tus sobrevivientes.
Por eso lloraré amargamente por Jazer, por la viña de Sibma; te bañaré con mis lágrimas, oh Hesbón y Eleale, porque sobre tus frutos de verano y sobre tu cosecha se ha extinguido el clamor,
Pues bien, ¿dónde están tus sabios? Que ellos ahora te declaren, y te hagan saber lo que el SEÑOR de los ejércitos ha determinado contra Egipto.
en aquel tiempo el SEÑOR habló por medio de Isaías, hijo de Amoz, diciendo: Ve y quítate el cilicio de tus lomos, y desata las sandalias de tus pies. Así lo hizo, y anduvo desnudo y descalzo.
{Tú,} llena de bulla, ciudad alborotada, ciudad divertida; tus muertos no fueron muertos a espada, tampoco murieron en batalla.
Todos tus gobernantes han huido juntos, sin arco han sido capturados; todos los tuyos que hallaron fueron capturados a una, aunque habían huido lejos.
Tus mejores valles estaban llenos de carros, y los jinetes tomaron posiciones a la puerta.
te enrollará bien como una pelota, {y te lanzará} a una tierra muy espaciosa. Allí morirás y allí quedarán tus magníficos carros, {oh tú,} vergüenza de la casa de tu Señor."
Callad, moradores de la costa, mercaderes de Sidón; tus mensajeros cruzaron el mar,
Y derribará las fortalezas inexpugnables de tus murallas, {las} humillará {y las} echará por tierra, hasta el polvo.
Ciertamente, {siguiendo} la senda de tus juicios, oh SEÑOR, te hemos esperado; tu nombre y tu memoria son el anhelo del alma.
En la noche te desea mi alma, en verdad mi espíritu dentro de mí te busca con diligencia; porque cuando la tierra tiene {conocimiento} de tus juicios, aprenden justicia los habitantes del mundo.
Oh SEÑOR, alzada está tu mano, {mas} ellos no la ven. Que vean {tu} celo por el pueblo y se avergüencen; ciertamente el fuego devorará a tus enemigos.
Tus muertos vivirán, sus cadáveres se levantarán. ¿Moradores del polvo, despertad y dad gritos de júbilo!, porque tu rocío es {como} el rocío del alba, y la tierra dará a luz a los espíritus.
Ven, pueblo mío, entra en tus aposentos y cierra tras ti tus puertas; escóndete por corto tiempo hasta que pase la indignación.
Pero la multitud de tus enemigos será como polvo fino, y la multitud de los crueles como paja que se va volando; sucederá en un instante, de repente.
Aunque el Señor os ha dado pan de escasez y agua de opresión, tu Maestro no se esconderá más, sino que tus ojos contemplarán a tu Maestro.
Tus oídos oirán detrás de ti una palabra: Este es el camino, andad en él, ya sea que vayáis a la derecha o a la izquierda.
Y profanarás tus imágenes talladas recubiertas de plata, y tus imágenes fundidas revestidas de oro. Las esparcirás como cosa inmunda, {y} les dirás: ¡Fuera de aquí!
Entonces El dará lluvia para la semilla que sembrarás en la tierra, y pan del producto de la tierra, y será rico y abundante. En aquel día tus ganados serán apacentados en espaciosos pastizales.
El será la seguridad de tus tiempos, abundancia de salvación, sabiduría y conocimiento; el temor del SEÑOR es tu tesoro.
Tus ojos contemplarán al Rey en su hermosura, verán una tierra muy lejana.
Contempla a Sion, ciudad de nuestras fiestas señaladas; tus ojos verán a Jerusalén, morada de quietud, tienda que no será plegada, cuyas estacas no serán arrancadas nunca, ni rotas ninguna de sus cuerdas.
Se han aflojado tus cuerdas; no pueden sostener firme el mástil ni entesar la vela. Entonces será repartida la presa de un abundante botín; los cojos se llevarán los despojos.
Entonces Eliaquim, Sebna y Joa dijeron al Rabsaces: Te rogamos que hables a tus siervos en arameo porque nosotros {lo} entendemos, y no nos hables en la lengua de Judá a oídos del pueblo que está sobre la muralla.
Inclina, oh SEÑOR, tu oído y escucha; abre, oh SEÑOR, tus ojos y mira; escucha todas las palabras que Senaquerib ha enviado para injuriar al Dios vivo.
esta es la palabra que el SEÑOR ha hablado contra él: `Te ha despreciado y se ha burlado de ti la virgen hija de Sion; ha movido la cabeza a tus espaldas la hija de Jerusalén.
` ¿A quién has injuriado y blasfemado? ¿Y contra quién has alzado la voz y levantado con altivez tus ojos? ¿Contra el Santo de Israel!
`Por mano de tus siervos has injuriado al Señor, y has dicho: ``Con mis numerosos carros yo subí a las cumbres de los montes, a las partes más remotas del Líbano, y corté sus altos cedros {y} sus mejores cipreses; iré a su más alta cima, a su más frondoso bosque.
y dijo: Te ruego, oh SEÑOR, que te acuerdes ahora de cómo yo he andado delante de ti en verdad y con corazón íntegro, y he hecho lo bueno ante tus ojos. Y Ezequías lloró amargamente.
Ve y di a Ezequías: ``Así dice el SEÑOR, Dios de tu padre David: `He escuchado tu oración {y} he visto tus lágrimas; he aquí, añadiré quince años a tus días.
He aquí, por {mi} bienestar tuve gran amargura; eres tú quien ha guardado mi alma del abismo de la nada, porque echaste tras tus espaldas todos mis pecados.
``He aquí, vienen días cuando todo lo que hay en tu casa y todo lo que tus padres han atesorado hasta el día de hoy, será llevado a Babilonia; nada quedará" --dice el SEÑOR.
``Y {algunos} de tus hijos que saldrán de ti, los que engendrarás, serán llevados y serán oficiales en el palacio del rey de Babilonia."
No me has traído las ovejas de tus holocaustos, ni me has honrado con tus sacrificios. No te he abrumado exigiendo ofrendas, ni te he cansado exigiendo incienso.
No me has comprado con dinero caña aromática, ni con la grosura de tus sacrificios me has saciado; por el contrario me has abrumado con tus pecados, {y} me has cansado con tus iniquidades.
Yo, yo soy el que borro tus transgresiones por amor a mí mismo, y no recordaré tus pecados.
Tu primer padre pecó, y tus voceros prevaricaron contra mí.
``Porque derramaré agua sobre la {tierra} sedienta, y torrentes sobre la tierra seca; derramaré mi Espíritu sobre tu posteridad, y mi bendición sobre tus descendientes.
He disipado como una densa nube tus transgresiones, y como espesa niebla tus pecados. Vuélvete a mí, porque yo te he redimido.
el que dice a la profundidad del mar: ``Sécate"; y yo secaré tus ríos.
El que dice de Ciro: ``{El es} mi pastor, y él cumplirá todos mis deseos", y dice de Jerusalén: ``Será reedificada", y al templo: ``Serán echados tus cimientos."
Toma las piedras de molino y muele la harina; quítate el velo, despójate de la falda, descubre tus piernas, pasa los ríos.
Pero estas dos cosas vendrán de repente sobre ti en un mismo día: pérdida de hijos y viudez. Vendrán sobre ti en toda su plenitud a pesar de tus muchas hechicerías, a pesar del gran poder de tus encantamientos.
Permanece ahora en tus encantamientos y en tus muchas hechicerías en las cuales te has ocupado desde tu juventud; tal vez podrás sacar provecho, tal vez causarás temor.
Sí, tú no {las} oíste, ni nunca {las} conociste; ciertamente, no habían sido abiertos de antemano tus oídos, porque yo sabía que obrarías con mucha perfidia, y rebelde te han llamado desde el seno materno.
Sería como la arena tu descendencia, y tus hijos como sus granos; nunca habría sido cortado ni borrado su nombre de mi presencia.
He aquí, en las palmas {de mis manos,} te he grabado; tus muros están constantemente delante de mí.
Tus edificadores se apresuran; tus destructores y tus devastadores se alejarán de ti.
Levanta en derredor tus ojos y mira: todos ellos se reúnen, vienen a ti. Vivo yo --declara el SEÑOR-- que a todos ellos como joyas te los pondrás, y te ceñirás con ellos como una novia.
En cuanto a tus lugares desiertos y desolados y tu tierra arruinada, ahora serás ciertamente demasiado estrecha para los moradores, y tus devoradores estarán muy lejos.
Así dice el Señor DIOS: He aquí, levantaré hacia las naciones mi mano, y hacia los pueblos alzaré mi estandarte; traerán a tus hijos en brazos, y tus hijas en hombros serán llevadas.
Reyes serán tus tutores, y sus princesas, tus nodrizas. Rostro en tierra te rendirán homenaje y el polvo de tus pies lamerán. Y sabrás que yo soy el SEÑOR, y que no se avergonzarán los que esperan en mí.
Ciertamente así dice el SEÑOR: Aun los cautivos del poderoso serán recobrados, y rescatada será la presa del tirano; con el que contienda contigo yo contenderé, y salvaré a tus hijos.
Haré comer a tus opresores su propia carne, y como con vino dulce, con su sangre se embriagarán; y toda carne sabrá que yo, el SEÑOR, soy tu Salvador y tu Redentor, el Poderoso de Jacob.
Tus hijos han desfallecido, yacen en las esquinas de todas las calles como antílope en la red, llenos del furor del SEÑOR, de la reprensión de tu Dios.
Despierta, despierta, vístete de tu poder, oh Sion; vístete de tus ropajes hermosos, oh Jerusalén, ciudad santa. Porque el incircunciso y el inmundo no volverán a entrar en ti.
¿Una voz! Tus centinelas alzan la voz, a una gritan de júbilo porque verán con sus propios ojos cuando el SEÑOR restaure a Sion.
Ensancha el lugar de tu tienda, extiende las cortinas de tus moradas, no escatimes; alarga tus cuerdas, y refuerza tus estacas.
Oh afligida, azotada por la tempestad, sin consuelo, he aquí, yo asentaré tus piedras en antimonio, y tus cimientos en zafiros.
Haré tus almenas de rubíes, tus puertas de cristal y todo tu muro de piedras preciosas.
Todos tus hijos {serán} enseñados por el SEÑOR, y grande {será} el bienestar de tus hijos.
Has ido al rey con ungüento, y has multiplicado tus perfumes; has enviado tus emisarios a gran distancia, y {los} has hecho descender al Seol.
Yo declararé tu justicia y tus hechos, pero de nada te aprovecharán.
Cuando clames, que tus ídolos te libren; pero a todos se los llevará el viento, un soplo {los} arrebatará. Pero el que en mí se refugie, heredará la tierra, y poseerá mi santo monte.
Y el SEÑOR te guiará continuamente, saciará tu deseo en los lugares áridos y dará vigor a tus huesos; serás como huerto regado y como manantial cuyas aguas nunca faltan.
Si por causa del día de reposo apartas tu pie para no hacer lo que te plazca en mi día santo, y llamas al día de reposo delicia, al {día} santo del SEÑOR, honorable, y lo honras, no siguiendo tus caminos, ni buscando tu placer, ni hablando de {tus propios} asuntos,
Levanta tus ojos en derredor y mira: todos se reúnen, vienen a ti; tus hijos vendrán de lejos, y tus hijas serán llevadas en brazos.
Ciertamente las costas me esperarán, y las naves de Tarsis {vendrán} primero, para traer a tus hijos de lejos, {y} su plata y su oro con ellos, por el nombre del SEÑOR tu Dios, y por el Santo de Israel que El te ha glorificado.
Extranjeros edificarán tus murallas, y sus reyes te servirán; porque en mi furor te herí, pero en mi benevolencia he tenido compasión de ti.
Tus puertas estarán abiertas de continuo; ni de día ni de noche se cerrarán, para que te traigan las riquezas de las naciones, con sus reyes llevados en procesión.
Vendrán a ti humillados los hijos de los que te afligieron, se postrarán a las plantas de tus pies todos los que te despreciaban, y te llamarán Ciudad del SEÑOR, Sion del Santo de Israel.
En vez de bronce, traeré oro, en vez de hierro, traeré plata, en vez de madera, bronce, y en vez de piedras, hierro. Pondré como tus administradores la paz, y como tus gobernantes la justicia.
No se oirá {hablar} más de violencia en tu tierra, {ni} de desolación, ni de destrucción dentro de tus límites; sino que llamarás a tus murallas salvación y a tus puertas alabanza.
Porque {como} el joven se desposa con la doncella, se desposarán contigo tus hijos; y {como} se regocija el esposo por la esposa, tu Dios se regocijará por ti.
Sobre tus murallas, oh Jerusalén, he puesto centinelas; en todo el día y en toda la noche jamás callarán. Los que hacéis que el SEÑOR recuerde, no os deis descanso,
El SEÑOR ha jurado por su diestra y por su fuerte brazo: Nunca más daré tu grano por alimento a tus enemigos, ni hijos de extranjeros beberán tu mosto por el que trabajaste;
¿Por qué es rojo tu ropaje, y tus vestiduras como {las} del que pisa en el lagar?
Mira desde el cielo, y ve desde tu santa y gloriosa morada; ¿dónde está tu celo y tu poder? La conmoción de tus entrañas y tu compasión para conmigo se han restringido.
¿Por qué, oh SEÑOR, nos haces desviar de tus caminos y endureces nuestro corazón a tu temor? Vuélvete por amor de tus siervos, las tribus de tu heredad.
(como el fuego enciende el matorral, {como} el fuego hace hervir el agua), para dar a conocer tu nombre a tus adversarios, {para que} ante tu presencia tiemblen las naciones!
Sales al encuentro del que se regocija y practica la justicia, de los que se acuerdan de ti en tus caminos. He aquí, te enojaste porque pecamos; {continuamos} en los pecados por mucho tiempo, ¿y seremos salvos?
Mas ahora, oh SEÑOR, tú eres nuestro Padre, nosotros el barro, y tú nuestro alfarero; obra de tus manos somos todos nosotros.
Tus ciudades santas se han vuelto un desierto; Sion se ha convertido en un desierto, Jerusalén en una desolación.