'Volvieron' en la Biblia
Y volvieron y vinieron a En-mispat, que es Cades, e hirieron todas las labranzas de los amalecitas, y también al amorreo, que habitaba en Hazezon-tamar.
Así hicieron alianza en Beerseba; y se levantó Abimelec y Ficol, príncipe de su ejército, y se volvieron a tierra de los filisteos.
Y los mensajeros volvieron a Jacob, diciendo: Vinimos a tu hermano Esaú, y él también viene a recibirte, y cuatrocientos hombres con él.
Entonces ellos rasgaron sus vestidos, y cargó cada uno su asno, y volvieron a la ciudad.
pues echó cada uno su vara, las cuales se volvieron dragones; mas la vara de Aarón tragó las varas de ellos.
Y Moisés y Aarón hicieron como el SEÑOR lo mandó; y alzando la vara hirió las aguas que había en el río, en presencia del Faraón y de sus siervos; y todas las aguas que había en el río se volvieron sangre.
Y Moisés y Aarón volvieron a ser llamados al Faraón, el cual les dijo: Andad, servid al SEÑOR vuestro Dios. ¿Quién y quiénes son los que han de ir?
Y volvieron las aguas, y cubrieron los carros y la caballería, y todo el ejército del Faraón que había entrado tras ellos en el mar; no quedó de ellos ni uno.
Y el vulgo que se mezcló con ellos volvieron a sus deseos, y aun lloraron los hijos de Israel, y dijeron: ¡Quién nos diera a comer carne!
Y volvieron de reconocer la tierra al fin de cuarenta días.
Y volvieron, y subieron camino de Basán, y salió contra ellos Og rey de Basán, él y todo su pueblo, para pelear en Edrei.
Y partiendo de Etam, volvieron sobre Pi-hahirot, que está delante de Baal-zefón, y acamparon delante de Migdol.
Y aconteció que cuando los sacerdotes que llevaban el arca del pacto del SEÑOR, subieron de en medio del Jordán, y las plantas de los pies de los sacerdotes estuvieron en seco, las aguas del Jordán se volvieron a su lugar, corriendo como antes sobre todos sus bordes.
El arca pues del SEÑOR dio una vuelta alrededor de la ciudad, y volvieron luego al campamento, en el cual pasaron la noche.
Así dieron otra vuelta a la ciudad el segundo día, y volvieron al campamento; de esta manera hicieron por seis días.
Entonces Josué y todo Israel, viendo que los de la emboscada habían tomado la ciudad; y que el humo de la ciudad subía, se volvieron, e hirieron a los de Hai.
Y cuando los israelitas acabaron de matar a todos los moradores de Hai en el campo, en el desierto, donde ellos los habían perseguido, y que todos habían caído a filo de espada hasta ser consumidos, todos los israelitas volvieron a Hai, y también la pusieron a espada.
Fueron pues aquellos varones y recorrieron la tierra, dibujándola por ciudades en siete partes en un libro, y volvieron a Josué al campo en Silo.
Y los hijos de Rubén y los hijos de Gad, y la media tribu de Manasés, se volvieron partiendo de los hijos de Israel, de Silo, que está en la tierra de Canaán, para ir a la tierra de Galaad, a la tierra de sus posesiones, de la cual eran poseedores, según palabra del SEÑOR por mano de Moisés.
Y Finees hijo del sacerdote Eleazar, y los príncipes, se volvieron de los hijos de Rubén, y de los hijos de Gad, de la tierra de Galaad a la tierra de Canaán, a los hijos de Israel; a los cuales dieron la respuesta.
Y volvieron los hijos de Israel a hacer lo malo ante los ojos del SEÑOR; y el SEÑOR esforzó a Eglón rey de Moab contra Israel, por cuanto habían hecho lo malo ante los ojos del SEÑOR.
Mas los hijos de Israel volvieron a hacer lo malo ante los ojos del SEÑOR, después de la muerte de Aod.
Y aconteció que cuando murió Gedeón, los hijos de Israel volvieron a fornicar en pos de los baales, y se pusieron por dios a Baal-berit.
Mas los hijos de Israel volvieron a hacer lo malo ante los ojos del SEÑOR, y sirvieron a los baales y a Astarot, a los dioses de Siria, a los dioses de Sidón, a los dioses de Moab, a los dioses de los hijos de Amón, y a los dioses de los filisteos; y abandonaron al SEÑOR, y no le sirvieron.
Y los hijos de Israel volvieron a hacer lo malo ante los ojos del SEÑOR; y el SEÑOR los entregó en mano de los filisteos, por cuarenta años.
Y dando voces a los de Dan, éstos volvieron sus rostros, y dijeron a Micaía: ¿Qué tienes que has juntado gente?
Mas reanimándose el pueblo, los varones de Israel volvieron a ordenar la batalla en el mismo lugar donde la habían ordenado el primer día.
Luego, pues, que los de Israel volvieron la espalda en la batalla, y los de Benjamín habían comenzado a derribar heridos de Israel unos treinta hombres, de tal manera que ya decían: Ciertamente ellos han caído delante de nosotros, como en la primera batalla.
Entonces se volvieron los varones de Israel, y los de Benjamín se llenaron de temor; porque vieron que el mal había venido sobre ellos.
Y volvieron la espalda delante de Israel hacia el camino del desierto; mas el escuadrón los alcanzó, y los salidos de las ciudades los mataban en medio de ellos.
Y se volvieron y huyeron al desierto a la peña de Rimón seiscientos hombres, los cuales estuvieron en la peña de Rimón cuatro meses.
Y los varones de Israel volvieron contra los hijos de Benjamín, y los pasaron a espada, a hombres y bestias en la ciudad, y todo lo que fue hallado; asimismo pusieron fuego a todas las ciudades que hallaban.
Y volvieron entonces los de Benjamín; y les dieron por mujeres las que habían guardado vivas de las mujeres de Jabes-galaad; mas no les bastaron éstas.
Y los hijos de Benjamín lo hicieron así; y tomaron mujeres conforme a su número, arrebatando de las que danzaban; y yéndose luego, se volvieron a su heredad, y reedificaron las ciudades, y habitaron en ellas.
Y levantándose de mañana, adoraron delante del SEÑOR, y volvieron, y llegaron a su casa en Ramá. Y Elcana conoció a Ana su mujer, y el SEÑOR se acordó de ella.
Y Elí bendijo a Elcana y a su mujer, diciendo: El SEÑOR te dé simiente de esta mujer en lugar de esta petición que hizo al SEÑOR. Y se volvieron a su casa.
Y el siguiente día los de Asdod se levantaron de mañana, y he aquí Dagón postrado en tierra delante del arca del SEÑOR; y tomaron a Dagón, y lo volvieron a su lugar.
Lo cual viendo los cinco cardinales de los filisteos, se volvieron a Ecrón el mismo día.
Y los hebreos que habían estado con los filisteos de ayer y anteayer, y habían venido con ellos de los alrededores al campamento, también éstos se volvieron del lado de los israelitas que estaban con Saúl y con Jonatán.
Y yéndose los criados de David, se volvieron por su camino, y vinieron y dijeron a David todas estas palabras.
Y los filisteos volvieron a venir, y se extendieron en el valle de Refaim.
Mas viendo los Sirios que habían caído delante de Israel, se volvieron a juntar.
Entonces Sadoc y Abiatar volvieron el arca de Dios a Jerusalén; y se estuvieron allá.
Llegando luego los criados de Absalón a la casa a la mujer, le dijeron: ¿Dónde están Ahimaas y Jonatán? Y la mujer les respondió: Ya han pasado el vado de las aguas. Y como ellos los buscaron y no los hallaron volvieron a Jerusalén.
Y los filisteos volvieron a hacer la guerra a Israel, y David descendió y sus siervos con él, y pelearon con los filisteos; y David se cansó.
Y después que hubieron andado toda la tierra, volvieron a Jerusalén al cabo de nueve meses y veinte días.
Así dijo el SEÑOR: No vayáis, ni peleéis contra vuestros hermanos los hijos de Israel; volveos cada uno a su casa; porque este negocio yo lo he hecho. Y ellos oyeron la palabra de Dios, y volvieron, y se fueron, conforme a la palabra del SEÑOR.
Y cuando los mensajeros se volvieron al rey, él les dijo: ¿Por qué pues os habéis regresado?
Y cuando volvieron a él, que se había quedado en Jericó, él les dijo: ¿No os dije yo que no fuerais?
Entonces arrebató a su primogénito que había de reinar en su lugar, y lo sacrificó en holocausto sobre el muro. Y hubo grande enojo en Israel; y se retiraron de él, y se volvieron a su tierra.
Entonces les fue aparejada grande comida; y cuando habían comido y bebido, los envió, y ellos se volvieron a su señor. Y nunca más vinieron escuadrones de Siria a la tierra de Israel.
Y ellos fueron, y los siguieron hasta el Jordán; y he aquí, todo el camino estaba lleno de vestidos y de vasos que los sirios habían arrojado con la premura. Y volvieron los mensajeros, y lo hicieron saber al rey.
Y volvieron, y se lo dijeron. Y él dijo: La palabra de Dios es ésta, la cual él habló por mano de su siervo Elías tisbita, diciendo: En la heredad de Jezreel comerán los perros las carnes de Jezabel.
Así ha dicho el SEÑOR: No subáis ni peleéis contra vuestros hermanos; vuélvase casa uno a su casa, porque yo he hecho este negocio. Y ellos oyeron la palabra del SEÑOR, y se volvieron, y no fueron contra Jeroboam.
Asimismo dieron sobre las cabañas de los ganados, y trajeron muchas ovejas y camellos, y volvieron a Jerusalén.
Y puso también Josafat en Jerusalén algunos de los levitas y sacerdotes, y de las cabezas de los padres de Israel, para el juicio del SEÑOR y para las causas. Y volvieron a Jerusalén.
Y todo Judá y los de Jerusalén, y Josafat a la cabeza de ellos, volvieron para regresar a Jerusalén con gozo, porque el SEÑOR les había dado gozo de sus enemigos.
Entonces Amasías apartó el escuadrón de la gente que había venido a él de Efraín, para que se fueran a sus casas; y ellos se enojaron grandemente contra Judá, y volvieron a sus casas encolerizados.
Y se levantaron los varones nombrados, y tomaron los cautivos, y vistieron del despojo a los que de ellos estaban desnudos; los vistieron y los calzaron, y les dieron de comer y de beber, y los ungieron, y condujeron en asnos a todos los flacos, y los llevaron hasta Jericó, la ciudad de las palmas, cerca de sus hermanos; y ellos volvieron a Samaria.
Porque nuestros padres se han rebelado, y han hecho lo malo ante los ojos del SEÑOR nuestro Dios; que le dejaron, y apartaron sus rostros del tabernáculo del SEÑOR, y le volvieron las espaldas.
Hechas todas estas cosas, salió todo Israel, los que se habían hallado allí, por las ciudades de Judá, y quebraron las imágenes y destruyeron los bosques, y derribaron los lugares altos y los altares por todo Judá y Benjamín, y también en Efraín y Manasés, hasta acabarlo todo. Después se volvieron todos los hijos de Israel, cada uno a su posesión y a sus ciudades.
Y éstos son los hijos de la provincia que subieron de la cautividad, de la transmigración que Nabucodonosor rey de Babilonia hizo traspasar a Babilonia, y que volvieron a Jerusalén y a Judá, cada uno a su ciudad;
Estos son los hijos de la provincia que subieron de la cautividad, de la transmigración que hizo pasar Nabucodonosor rey de Babilonia, y que volvieron a Jerusalén y a Judá cada uno a su ciudad;
Los hijos de Efraín armados, flecheros, volvieron las espaldas en el día de la batalla.
sino que se volvieron, y se rebelaron como sus padres; se volvieron como arco engañoso.
que dicen al leño: Mi padre eres tú; y a la piedra: Tú me has engendrado; pues me volvieron la cerviz, y no el rostro; y en el tiempo de su trabajo dicen: Levántate, y líbranos.
Y los principales de ellos enviaron sus criados al agua; vinieron a las lagunas, y no hallaron agua; volvieron con sus vasos vacíos; se avergonzaron, se confundieron, y cubrieron sus cabezas.
Y me volvieron la cerviz, y no el rostro; y cuando les enseñaba, madrugando y enseñando, no oyeron para recibir castigo;
Y he aquí que todas las mujeres que han quedado en casa del rey de Judá, serán sacadas a los príncipes del rey de Babilonia; y ellas mismas dirán: Te han engañado, y han prevalecido contra ti tus amigos; atollaron en el cieno tus pies, se volvieron atrás.
Y todo el pueblo que Ismael había traído cautivo de Mizpa, tornaron, y volvieron, y se fueron a Johanán, hijo de Carea.
Sus soldados también en medio de ella como becerros engordados, que también ellos se volvieron, huyeron todos sin pararse; porque vino sobre ellos el día de su quebrantamiento, el tiempo de su visitación.
Bet: Amargamente llora en la noche, y sus lágrimas están en sus mejillas; no tiene quien la consuele de todos sus amadores; todos sus amigos le faltaron, se le volvieron enemigos.
En el mismo tiempo mi sentido me fue vuelto, y torné a la majestad de mi reino; mi dignidad y mi grandeza volvieron a mí, y mis gobernadores y mis grandes me buscaron; y fui restituido en mi reino, y mayor grandeza me fue añadida.
Pero mis palabras y mis ordenanzas que mandé a mis siervos los profetas, ¿no alcanzaron a vuestros padres? Por eso se volvieron ellos del cautiverio y dijeron: Como el SEÑOR de los ejércitos pensó tratarnos conforme a nuestros caminos, y conforme a nuestras obras, así lo hizo con nosotros.
Toma de los que tornaron del cautiverio, de los del linaje de Heldai, de Tobías, y de Jedaías; y vendrás tú en aquel día, y entrarás en Casa de Josías hijo de Sofonías, los cuales volvieron de Babilonia.
Y siendo avisados por revelación Divina en sueños que no volvieran a Herodes, se volvieron a su tierra por otro camino.
Y en casa volvieron los discípulos a preguntarle de lo mismo.
Y volvieron a Jerusalén; y andando él por el Templo, vienen a él los príncipes de los sacerdotes, y los escribas, y los ancianos;
Y volvió a enviarles otro siervo; mas apedreándole, le hirieron en la cabeza, y volvieron a enviarle afrentado.
Y ellos volvieron a dar voces: Cuélguenlo de un madero.
Y se volvieron los pastores glorificando y alabando a Dios de todas las cosas que habían oído y visto, como les había sido dicho.
Y cuando cumplieron todas las cosas según la ley del Señor, se volvieron a Galilea, a su ciudad de Nazaret.
mas como no le hallaron, volvieron a Jerusalén buscándole.
Y volvieron los setenta con gozo, diciendo: Señor, aun los demonios se nos sujetan en tu nombre.
Pero ellos volvieron a dar voces, diciendo: Cuélguenle, cuélguenle.
Y ellos, después de haberle adorado, se volvieron a Jerusalén con gran gozo;
Después de esto, muchos de sus discípulos volvieron atrás, y ya no andaban con él.
Y le volvieron a preguntar también los fariseos de qué manera había recibido la vista. Y él les dijo: Me puso lodo sobre los ojos, y me lavé, y veo.
Así que, volvieron a llamar al hombre que había sido ciego, y le dijeron: Da gloria a Dios; nosotros sabemos que este hombre es pecador.
Y le volvieron a decir: ¿Qué te hizo? ¿Cómo te abrió los ojos?
Entonces volvieron a tomar piedras los judíos para apedrearle.
Y cuando les dijo, YO SOY, volvieron atrás, y cayeron a tierra.
Entonces se volvieron a Jerusalén del monte que se llama del Olivar, el cual está cerca de Jerusalén camino de un sábado.
Pero cuando llegaron los alguaciles, y no los hallaron en la cárcel, volvieron, y dieron aviso,
Y ellos, habiendo testificado y hablado la Palabra de Dios, se volvieron a Jerusalén, y en muchas tierras de los samaritanos anunciaron el Evangelio.
Y Bernabé y Saulo volvieron de Jerusalén cumplido su servicio, tomando también consigo a Juan, el que tenía por sobrenombre Marcos.
Y como hubieron anunciado el Evangelio a aquella ciudad, y enseñado a muchos, volvieron a Listra, y a Iconio, y a Antioquía,
Y los alguaciles volvieron a decir a los magistrados estas palabras; y tuvieron miedo, oído que eran romanos.
Y abrazándonos los unos a los otros, subimos al barco, y ellos se volvieron a sus casas.