'Yo' en la Biblia
- 1.Gé 3:11-Gé 35:12
- 2.Gé 37:10-Éx 9:16
- 3.Éx 9:18-Levítico 18:30
- 4.Levítico 19:2-Números 18:7
- 5.Números 18:8-Deuteronomio 27:1
- 6.Deuteronomio 27:4-Jueces 11:17
- 7.Jueces 11:27-1 Samuel 17:58
- 8.1 Samuel 18:17-2 Samuel 14:21
- 9.2 Samuel 14:32-1 Reyes 11:39
- 10.1 Reyes 12:11-2 Reyes 19:25
- 11.2 Reyes 19:27-Nehemías 6:11
- 12.Nehemías 6:13-Job 33:8
- 13.Job 33:9-Salmos 71:22
- 14.Salmos 73:15-Eclesiastés 4:2
- 15.Eclesiastés 4:7-Isaías 45:5
- 16.Isaías 45:6-Jeremías 11:4
- 17.Jeremías 11:10-Jeremías 31:37
- 18.Jeremías 32:3-Ezequiel 6:13
- 19.Ezequiel 6:14-Ezequiel 22:22
- 20.Ezequiel 22:26-Ezequiel 36:11
- 21.Ezequiel 36:19-Oseas 2:14
- 22.Oseas 2:21-Zacarías 9:6
- 23.Zacarías 9:11-Marcos 13:6
- 24.Marcos 14:19-Juan 8:49
- 25.Juan 8:54-Juan 20:21
- 26.Juan 21:22-1 Corintios 7:8
- 27.1 Corintios 7:10-1 Juan 4:20
- 28.1 Juan 5:16-Apocalipsis 22:18
Yo me volví otra vez, y vi otra vanidad debajo del sol.
Es el hombre solo y sin sucesor; que ni tiene hijo ni hermano; mas nunca cesa de trabajar, ni aun sus ojos se sacian de sus riquezas, ni piensa: ¿Para quién trabajo yo, y defraudo mi alma del bien? También esto es vanidad, y duro trabajo.
He aquí pues el bien que yo he visto: Que lo bueno es comer y beber, y gozar uno del bien de todo su trabajo con que se fatiga debajo del sol, todos los días de su vida que Dios le ha dado; porque ésta es su parte.
Si el hombre engendrare cien hijos, y viviere muchos años, y los días de su edad fueren numerosos; si su alma no se sació del bien, y también careció de sepultura, yo digo que el abortivo es mejor que él.
Yo he rodeado con mi corazón por saber, y examinar, e inquirir la sabiduría, y la razón; y por saber la maldad de la locura, y el desvarío del error;
Yo te aviso que guardes el mandamiento del rey y la palabra del pacto que hiciste con Dios.
Aunque el que peca haga mal cien veces, y le sea prolongado el juicio, con todo yo también sé que les irá bien a los que a Dios temen, los que temieren ante su presencia;
Por tanto alabé yo la alegría; que no tenga el hombre bien debajo del sol, sino que coma y beba, y se alegre; y que esto le quede de su trabajo los días de su vida que Dios le dio debajo del sol.
Por lo cual yo di mi corazón a conocer sabiduría, y a ver la ocupación que se hace sobre la tierra (porque hay quien ni de noche ni de día ve sueño en sus ojos).
Entonces dije yo: Mejor es la sabiduría que la fortaleza; aunque la ciencia del pobre sea menospreciada, y no sean escuchadas sus palabras.
Hazme saber, o tú a quien ama mi alma, dónde apacientas, dónde sesteas tu rebaño al mediodía; pues, ¿por qué había yo de estar como vagueando tras los rebaños de tus compañeros?
Yo soy el Lirio del campo (de Sarón), y la rosa de los valles.
Yo os conjuro, oh doncellas de Jerusalén, por las gamas y por las ciervas del campo, que no despertéis ni hagáis velar al amor hasta que él quiera.
Mi amado es mío, y yo suya; él apacienta entre lirios.
Yo os conjuro, oh doncellas de Jerusalén, por las gamas y por las ciervas del campo, que no despertéis ni hagáis velar al amor, hasta que él quiera.
Yo vine a mi huerto, oh hermana, esposa mía; he cogido mi mirra y mis aromas; he comido mi panal y mi miel, mi vino y mi leche he bebido. Comed, amigos; bebed, amados, y embriagaos.
Yo duermo, pero mi corazón vela por la voz de mi amado que toca a la puerta: Abreme, hermana mía, compañera mía, paloma mía, perfecta mía; porque mi cabeza está llena de rocío, mis cabellos de las gotas de la noche.
Yo me levanté para abrir a mi amado, y mis manos gotearon mirra, y mis dedos mirra que corría sobre las aldabas del candado.
Abrí yo a mi amado; mas mi amado se había ido, había ya pasado; y tras su hablar salió mi alma: lo busqué, y no lo hallé; lo llamé, y no me respondió.
Yo os conjuro, oh doncellas de Jerusalén, si hallareis a mi amado, que le hagáis saber cómo de amor estoy enferma.
Yo soy de mi amado, y mi amado es mío; él apacienta entre los lirios.
Yo dije: Subiré a la palma, me asiré de sus ramas. Y tus pechos serán ahora como racimos de vid, y el aliento de tu nariz como de manzanas;
Yo soy de mi amado, y conmigo tiene su contentamiento.
¡Oh quién te me diera como hermano que mamó los pechos de mi madre; de modo que te halle yo fuera, y te bese, y no me menosprecien!
¡Que yo te llevara, que yo te metiera en casa de mi madre; que me enseñaras, que te hiciera beber vino adobado del mosto de mis granadas!
Yo soy muro, y mis pechos son como torres, desde que fui en sus ojos como la que halla paz.
Cuando extendiereis vuestras manos, yo esconderé de vosotros mis ojos; asimismo cuando multiplicareis la oración, yo no oiré; llenas están de sangre vuestras manos.
¿Qué más se había de hacer a mi viña, que yo no hice en ella? ¿Cómo, esperando yo que diera uvas, ha dado uvas silvestres?
Os mostraré, pues, ahora lo que haré yo a mi viña: Le quitaré su vallado, y será para ser consumida; aportillaré su cerca, y será para ser hollada;
En el año que murió el rey Uzías vi yo al Señor sentado sobre un trono alto y sublime, y sus faldas llenaban el templo.
Después oí la voz del Señor, que decía: ¿A quién enviaré, y quién irá por nosotros? Entonces respondí yo: Heme aquí, envíame a mí.
Y yo dije: ¿Hasta cuándo, Señor? Y respondió él: Hasta que las ciudades estén asoladas, y sin morador, ni hombre en las casas, y la tierra sea tornada en desierto;
He aquí, yo y los hijos que me dio el SEÑOR, somos por señales y prodigios en Israel, de parte del SEÑOR de los ejércitos, que mora en el Monte de Sion.
y halló mi mano como nido las riquezas de los pueblos; y como se cogen los huevos dejados, así me apoderé yo de toda la tierra; y no hubo quien moviera ala, o abriera boca y graznara.
Yo mandé a mis santificados, asimismo llamé a mis valientes para mi ira, que se alegran con mi gloria.
He aquí que yo despierto contra ellos a los medos, que no buscarán la plata, ni codiciarán oro.
Porque yo me levantaré sobre ellos, dice el SEÑOR de los ejércitos, y raeré de Babilonia el nombre y las reliquias, hijo y nieto, dice el SEÑOR.
Porque las aguas de Dimón se llenarán de sangre; porque yo pondré sobre Dimón añadiduras, leones a los que escaparen de Moab, y al remanente de la tierra.
Ciertamente son necios los príncipes de Zoán; el consejo de los prudentes consejeros de Faraón se ha desvanecido. ¿Cómo diréis por Faraón: Yo soy hijo de los sabios, e hijo de los reyes antiguos?
Y gritó: León sobre atalaya. Señor, estoy yo continuamente todo el día, y las noches enteras sobre mi guarda.
De lo postrero de la tierra oímos salmos: Gloria al justo. Y yo dije: ¡Mi flaqueza, mi flaqueza, ay de mí! Prevaricadores han prevaricado; y han prevaricado con prevaricación de desleales.
Yo, el SEÑOR, la guardo, cada momento la regaré; la guardaré de noche y de día, para que el enemigo no la visite.
No hay en mí enojo. ¿Quién pondrá contra mí en batalla espinas y cardos? Yo los hollaré, los quemaré juntamente.
por tanto, el Señor DIOS dice así: He aquí que yo fundo en Sion una piedra, piedra de fortaleza, de esquina, de precio, de cimiento cimentado; el que creyere, no se apresure.
Mas yo pondré a Ariel en apretura, y será desconsolada y triste; y será a mí como Ariel.
por tanto, he aquí que yo volveré a hacer obra admirable entre este pueblo con un milagro espantoso; porque la sabiduría de sus sabios se perderá, y la prudencia de sus prudentes se desvanecerá.
Ciertamente Egipto en vano e inútilmente dará ayuda; por tanto yo le di voces, que su fortaleza sería estarse quietos.
Ahora, pues, yo te ruego que des rehenes al rey de Asiria mi señor; y yo te daré dos mil caballos, si pudieres tú dar caballeros que cabalguen sobre ellos.
¿Y por ventura vine yo ahora a esta tierra para destruirla sin el SEÑOR? El SEÑOR me dijo: Sube a esta tierra para destruirla.
Hasta que yo venga, y os lleve a una tierra como la vuestra, tierra de grano y de vino, tierra de pan y de viñas.
He aquí, que yo doy en él un espíritu, y oirá un rumor, y se volverá a su tierra; y yo haré, que en su tierra caiga a espada.
Por mano de tus siervos vituperaste al Señor, y dijiste: Yo con la multitud de mis carros subiré a las alturas de los montes, a las laderas del Líbano; cortaré sus altos cedros, sus hayas escogidas; vendré después a lo alto de su límite, al monte de su Carmelo.
Yo cavé, y bebí las aguas; y con las pisadas de mis pies secaré todos los ríos de sustento.
¿No has oído decir, que de hace mucho tiempo yo la hice; que de días antiguos yo la formé? Ahora la he hecho venir, y será para destrucción de ciudades fuertes en montones de asolamiento.
Y yo ampararé a esta ciudad para salvarla por amor de mí, y por amor de David mi siervo.
Ve, y di a Ezequías: El SEÑOR Dios de David tu padre dice así: Tu oración he oído, y tus lágrimas he visto; he aquí que yo añado a tus días quince años.
He aquí, que yo vuelvo atrás la sombra de los grados, que ha descendido en el reloj de Acaz por el Sol, diez grados. Y el Sol fue tornado diez grados atrás, por los cuales había ya descendido.
Yo dije: En el cortamiento de mis días iré a las puertas del Seol, privado soy del resto de mis años.
Contaba yo hasta la mañana. Como un león molió todos mis huesos; de la mañana a la noche me acabarás.
El que vive, el que vive, éste te confesará, como yo hoy. El padre hará a los hijos notoria tu verdad.
Voz que decía: Da voces. Y yo respondí: ¿Qué tengo que decir a voces? Toda carne es hierba, y toda su misericordia como la flor abierta del campo.
¿Quién obró e hizo? ¿Quién llama las generaciones desde el principio? Yo, el SEÑOR, primero, y yo mismo con los postreros.
Mas tú, Israel, siervo mío, Jacob, a quien yo escogí; simiente de Abraham mi amigo.
No temas, que yo estoy contigo; no desmayes, que yo soy tu Dios, que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia.
Porque yo, el SEÑOR, soy tu Dios, que te sostiene de tu mano derecha, y te dice: No temas, yo te ayudaré.
No temas, gusano de Jacob, muertos de Israel; yo te socorreré, dice el SEÑOR, y tu Redentor el Santo de Israel.
He aquí, que yo te he puesto por trillo, trillo nuevo, lleno de dientes; trillarás montes y los molerás: y collados tornarás en tamo.
Los pobres y menesterosos buscan las aguas, que no hay; su lengua se secó de sed; yo, el SEÑOR, los oiré; yo, el Dios de Israel, no los desampararé.
Yo soy el primero que he enseñado estas cosas a Sion, y a Jerusalén di la nueva.
Yo, el SEÑOR, te llamé en justicia, y por tu mano te tendré; te guardaré y te pondré por alianza del pueblo, por luz de los gentiles;
Yo soy el SEÑOR. Este es mi nombre; y a otro no daré mi gloria, ni mi alabanza a esculturas.
Las cosas primeras he aquí vinieron, y yo anuncio nuevas cosas, antes que salgan a luz, yo os las haré notorias.
Y ahora, así dice el SEÑOR Creador tuyo, oh Jacob, y Formador tuyo, oh Israel: No temas, porque yo te redimí; yo te puse nombre, mío eres tú.
Cuando pasares por las aguas, yo estaré contigo; y en los ríos, no te anegarán. Cuando pasares por el fuego, no te quemarás, ni la llama arderá en ti.
Porque yo soy el SEÑOR, Dios tuyo, el Santo de Israel, guardador tuyo. A Egipto he dado por tu rescate, a Etiopía y a Seba por ti.
Porque en mis ojos fuiste de gran estima, fuiste digno de honra, y yo te amé.
No temas, porque yo estoy contigo; del oriente traeré tu generación, y del occidente te recogeré.
Vosotros sois mis testigos, dice el SEÑOR, y mi siervo que yo escogí, para que me conozcáis y creáis, y entendáis, que yo mismo soy; antes de mí no fue formado Dios, ni lo será después de mí.
Yo, yo soy el SEÑOR; y fuera de mí no hay quien salve.
Yo anuncié, y salvé, e hice oír, y no hubo entre vosotros extraño. Vosotros pues sois mis testigos, dice el SEÑOR, que yo soy Dios.
Aun antes que hubiera día, yo era; y no hay quien de mi mano escape; si yo hiciere, ¿quién lo estorbará?
Yo soy el SEÑOR, Santo vuestro, Criador de Israel, vuestro Rey.
He aquí que yo hago cosa nueva; presto saldrá a luz; ¿no la conoceréis? Otra vez pondré camino en el desierto, y ríos en la soledad.
Yo, yo soy el que arraigo tus rebeliones por amor de mí; y no me acordaré de tus pecados.
Por tanto, yo profané los príncipes del Santuario, y puse por anatema a Jacob, y a Israel por vergüenza.
Ahora pues, oye, Jacob, siervo mío, y tú, Israel, a quien yo escogí.
Así dice el SEÑOR, Hacedor tuyo, y el que te formó desde el vientre: Te ayudaré. No temas, siervo mío Jacob, el Recto a quien yo escogí.
Porque yo derramaré aguas sobre el sediento, y ríos sobre la tierra árida. Derramaré mi Espíritu sobre tu generación, y mi bendición sobre tus renuevos;
Este dirá: Yo soy del SEÑOR; el otro se llamará del nombre de Jacob; el otro escribirá con su mano, al SEÑOR, otro se pondrá por sobrenombre, Israel.
Así dice el SEÑOR, Rey de Israel, y su Redentor, el SEÑOR de los ejércitos: Yo el primero, y yo el postrero, y fuera de mí no hay Dios.
¿Y quién llamará como yo, y denunciará antes esto, y lo ordenará por mí, desde que hice el pueblo del mundo? Anúncienles lo que viene de cerca, y lo que está por venir.
No temáis, ni os amedrentéis; ¿no te lo hice oír desde antiguo, y te dije antes lo que estaba por venir? Luego vosotros sois mis testigos que no hay Dios sino yo; y que no hay Fuerte, que yo no conozca.
Acuérdate de estas cosas, oh Jacob, e Israel, que mi siervo eres: Yo te formé, mi siervo eres tú; Israel, no me olvides.
Yo deshice, como nube, tus rebeliones, y tus pecados, como niebla; tórnate a mí, porque yo te redimí.
Así dice el SEÑOR, Redentor tuyo, y Formador tuyo desde el vientre: Yo soy el SEÑOR, que lo hago todo, que extiendo solo los cielos, que extiendo la tierra por mí mismo;
que llamo a Ciro, mi pastor; y todo lo que yo quiero, cumplirá, diciendo a Jerusalén: Serás edificada; y al templo: Serás fundado.
Así dice el SEÑOR a su Mesías, a Ciro, al cual yo tomé por su mano derecha, para sujetar gentiles delante de él, y desatar lomos de reyes. Para abrir delante de él puertas; y las puertas no se cerrarán:
Yo iré delante de ti, y los rodeos enderezaré; quebrantaré puertas de bronce, y cerrojos de hierro haré pedazos;
y te daré los tesoros escondidos, y los secretos muy guardados, para que sepas que yo soy el SEÑOR, el Dios de Israel, que te pongo nombre.
Yo soy el SEÑOR, y ninguno más hay; no hay Dios fuera de mí. Yo te ceñiré, aunque tú no me conociste;
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- 1.Gé 3:11-Gé 35:12
- 2.Gé 37:10-Éx 9:16
- 3.Éx 9:18-Levítico 18:30
- 4.Levítico 19:2-Números 18:7
- 5.Números 18:8-Deuteronomio 27:1
- 6.Deuteronomio 27:4-Jueces 11:17
- 7.Jueces 11:27-1 Samuel 17:58
- 8.1 Samuel 18:17-2 Samuel 14:21
- 9.2 Samuel 14:32-1 Reyes 11:39
- 10.1 Reyes 12:11-2 Reyes 19:25
- 11.2 Reyes 19:27-Nehemías 6:11
- 12.Nehemías 6:13-Job 33:8
- 13.Job 33:9-Salmos 71:22
- 14.Salmos 73:15-Eclesiastés 4:2
- 15.Eclesiastés 4:7-Isaías 45:5
- 16.Isaías 45:6-Jeremías 11:4
- 17.Jeremías 11:10-Jeremías 31:37
- 18.Jeremías 32:3-Ezequiel 6:13
- 19.Ezequiel 6:14-Ezequiel 22:22
- 20.Ezequiel 22:26-Ezequiel 36:11
- 21.Ezequiel 36:19-Oseas 2:14
- 22.Oseas 2:21-Zacarías 9:6
- 23.Zacarías 9:11-Marcos 13:6
- 24.Marcos 14:19-Juan 8:49
- 25.Juan 8:54-Juan 20:21
- 26.Juan 21:22-1 Corintios 7:8
- 27.1 Corintios 7:10-1 Juan 4:20
- 28.1 Juan 5:16-Apocalipsis 22:18