41 Versículo de la Biblia sobre la esperanza y la sanación
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Sáname, oh SEÑOR, y seré sanado; sálvame y seré salvo, porque tú eres mi alabanza.
Porque así dice el SEÑOR: ``Incurable es tu quebranto, y grave tu herida.
Será medicina para tu cuerpo y refrigerio para tus huesos.
No hay quien defienda tu causa; para una llaga hay cura, {pero} no hay mejoría para ti.
y la oración de fe restaurará al enfermo, y el Señor lo levantará, y si ha cometido pecados le serán perdonados.
Mas para vosotros que teméis mi nombre, se levantará el sol de justicia con la salud en sus alas; y saldréis y saltaréis como terneros del establo.
Por tanto su desgracia vendrá de repente; al instante será quebrantado, y no habrá remedio.
Panal de miel son las palabras agradables, dulces al alma y salud para los huesos.
¿Está alguno entre vosotros enfermo? Que llame a los ancianos de la iglesia y que ellos oren por él, ungiéndolo con aceite en el nombre del Señor;
Por tanto, confesaos vuestros pecados unos a otros, y orad unos por otros para que seáis sanados. La oración eficaz del justo puede lograr mucho.
a tal punto que aun sacaban los enfermos a las calles y {los} tendían en lechos y camillas, para que al pasar Pedro, siquiera su sombra cayera sobre alguno de ellos.
Y los envió a proclamar el reino de Dios y a sanar a los enfermos.
¿No hay bálsamo en Galaad? ¿No hay allí médico? ¿Por qué, pues, no se ha restablecido la salud de la hija de mi pueblo?
cooperando también vosotros con nosotros con la oración, para que por muchas personas sean dadas gracias a favor nuestro por el don que nos ha sido impartido por medio de {las oraciones de} muchos.
¿Has desechado por completo a Judá, o ha aborrecido tu alma a Sion? ¿Por qué nos has herido sin que haya curación para nosotros? Esperábamos paz, y no hubo bien alguno; tiempo de curación, y he aquí, terror.
obteniendo, como resultado de vuestra fe, la salvación de vuestras almas.
Y el SEÑOR restauró el bienestar de Job cuando {éste} oró por sus amigos; y el SEÑOR aumentó al doble todo lo que Job había poseído.
Y {Jesús} le dijo: Hija, tu fe te ha sanado; vete en paz y queda sana de tu aflicción.
Entonces, respondiendo Jesús, le dijo: Oh mujer, grande es tu fe; que te suceda como deseas. Y su hija quedó sana desde aquel momento.
No hay remedio para tu quebranto, tu herida es incurable. Todos los que oigan noticias de ti batirán palmas sobre ti, porque ¿sobre quién no pasó continuamente tu maldad?
Entonces tu luz despuntará como la aurora, y tu recuperación brotará con rapidez; delante de ti irá tu justicia; {y} la gloria del SEÑOR será tu retaguardia.
{Mi oración es que} los ojos de vuestro corazón sean iluminados, para que sepáis cuál es la esperanza de su llamamiento, cuáles son las riquezas de la gloria de su herencia en los santos,
¿Por qué es mi dolor perpetuo y mi herida incurable, que rehúsa sanar? ¿Serás en verdad para mí como {corriente} engañosa, {como} aguas en las que no se puede confiar?
Cercano está el SEÑOR a los quebrantados de corazón, y salva a los abatidos de espíritu.
El hombre que después de mucha reprensión endurece la cerviz, de repente será quebrantado sin remedio.
Cuando mis inquietudes se multiplican dentro de mí, tus consuelos deleitan mi alma.
He visto sus caminos, pero lo sanaré; lo guiaré y le daré consuelo a él y a los que con él lloran,
Nos dará vida después de dos días, al tercer día nos levantará y viviremos delante de El.
Venid, volvamos al SEÑOR. Pues El {nos} ha desgarrado, y nos sanará; {nos} ha herido, y nos vendará.
y había {allí} una mujer que durante dieciocho años había tenido una enfermedad causada por un espíritu; estaba encorvada, y de ninguna manera se podía enderezar.
El corazón alegre es buena medicina, pero el espíritu quebrantado seca los huesos.
Pero el centurión respondió y dijo: Señor, no soy digno de que entres bajo mi techo; mas solamente di la palabra y mi criado quedará sano.
El espíritu del hombre puede soportar su enfermedad, pero el espíritu quebrantado, ¿quién lo puede sobrellevar?
Sanad enfermos, resucitad muertos, limpiad leprosos, expulsad demonios; de gracia recibisteis, dad de gracia.
El SEÑOR favorece a los que le temen, a los que esperan en su misericordia.
Entonces {Jesús} puso otra vez las manos sobre sus ojos, y él miró fijamente y fue restaurado; y lo veía todo con claridad.
Porque la gracia de Dios se ha manifestado, trayendo salvación a todos los hombres,
Y Jesús le dijo: Vete, tu fe te ha sanado. Y al instante recobró la vista, y le seguía por el camino.
Y sucedió que cuando terminaron de circuncidar a toda la nación, permanecieron en sus lugares en el campamento hasta que sanaron.
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