'Cual' en la Biblia
- 1.Gé 3:1-Levítico 3:9
- 2.Levítico 5:8-Deuteronomio 28:21
- 3.Deuteronomio 28:63-1 Samuel 9:17
- 4.1 Samuel 9:23-2 Reyes 4:8
- 5.2 Reyes 4:42-2 Crónicas 16:14
- 6.2 Crónicas 17:1-Salmos 45:17
- 7.Salmos 47:4-Jeremías 17:4
- 8.Jeremías 17:19-Daniel 4:6
- 9.Daniel 4:8-Marcos 1:2
- 10.Marcos 1:23-Hechos 10:39
- 11.Hechos 11:6-1 Corintios 15:48
- 12.2 Corintios 1:4-2 Tesalonicenses 2:14
- 13.2 Tesalonicenses 2:16-2 Pedro 1:10
- 14.2 Pedro 1:17-Apocalipsis 21:17
el cual nos consuela en todas nuestras tribulaciones, para que podamos nosotros consolar a los que están en cualquier angustia, con la consolación con que nosotros mismos somos consolados de Dios.
Pues si somos atribulados, es por vuestra consolación y salvación; la cual es eficaz para soportar las mismas aflicciones que nosotros también padecemos; o si somos consolados, es por vuestra consolación y salvación.
el cual nos libró, y nos libra; y en quien confiamos que aún nos librará de tan grande muerte;
el cual también nos ha sellado, y nos ha dado las arras del Espíritu en nuestros corazones.
Por lo cual os ruego que confirméis vuestro amor para con él.
Mas a Dios gracias, el cual hace que siempre triunfemos en Cristo, y manifiesta la fragancia de su conocimiento por nosotros en todo lugar.
el cual también nos ha hecho ministros suficientes del nuevo testamento; no de la letra, sino del espíritu; porque la letra mata, mas el espíritu vivifica.
Y si el ministerio de muerte escrito y grabado en piedras fue glorioso, tanto que los hijos de Israel no podían fijar los ojos en el rostro de Moisés a causa de la gloria de su parecer, la cual había de fenecer,
Pero sus mentes fueron cegadas; porque hasta el día de hoy cuando leen el antiguo testamento, permanece sin ser quitado el mismo velo, el cual Cristo abolió.
en los cuales el dios de este mundo cegó la mente de los incrédulos, para que no les resplandezca la luz del glorioso evangelio de Cristo, el cual es la imagen de Dios.
Pero teniendo el mismo espíritu de fe, conforme a lo que está escrito: Creí, por lo cual también hablé; nosotros también creemos, por lo cual también hablamos;
Porque nuestra leve aflicción, la cual es momentánea, produce en nosotros un inmensurable y eterno peso de gloria;
Mas el que nos hizo para esto mismo es Dios, el cual también nos ha dado las arras del Espíritu.
Por lo cual salid de en medio de ellos, y apartaos, dice el Señor, y no toquéis lo inmundo; y yo os recibiré,
Y enviamos con ellos a nuestro hermano, la diligencia del cual hemos comprobado muchas veces en muchas cosas, y ahora mucho más diligente por la mucha confianza que tengo en vosotros.
pues conozco vuestra buena disposición, de la cual me glorío entre los de Macedonia, que Acaya está preparada desde el año pasado; y vuestro celo ha estimulado a muchos.
para que enriquecidos en todo abundéis en toda liberalidad, la cual produce por medio de nosotros agradecimiento a Dios.
Porque aunque me gloríe algo más de nuestra autoridad, la cual el Señor nos dio para edificación y no para vuestra destrucción, no me avergonzaré;
Por lo cual si quisiera gloriarme, no sería insensato; porque diría verdad; pero lo dejo, para que nadie piense de mí más de lo que en mí ve, u oye de mí.
Por lo cual tres veces he rogado al Señor, que lo quite de mí;
Por lo cual me gozo en las debilidades, en afrentas, en necesidades, en persecuciones, en angustias por amor a Cristo; porque cuando soy débil, entonces soy poderoso.
Pues temo que cuando llegare, no os halle tales como quiero, y yo sea hallado de vosotros cual no queréis; que haya entre vosotros contiendas, envidias, iras, disensiones, insidias, murmuraciones, presunciones, desórdenes.
pues que buscáis una prueba de que Cristo habla en mí, el cual no es débil para con vosotros, antes es poderoso en vosotros.
Por lo cual nos gozamos en que seamos débiles, y que vosotros seáis fuertes; y aun deseamos vuestra perfección.
el cual se dio a sí mismo por nuestros pecados para librarnos de este presente mundo malo, conforme a la voluntad de Dios y Padre nuestro;
al cual sea gloria por siempre y siempre: Amén.
Solamente nos pidieron que nos acordásemos de los pobres, lo cual también fui solícito en hacer.
Con Cristo estoy juntamente crucificado; mas vivo, ya no yo, sino que Cristo vive en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.
Ahora bien, a Abraham fueron hechas las promesas, y a su simiente. No dice: Y a las simientes, como de muchos; sino como de uno: Y a tu simiente, el cual es Cristo.
Y por cuanto sois hijos, Dios envió el Espíritu de su Hijo a vuestros corazones, el cual clama: Abba, Padre.
Lo cual es una alegoría; porque éstos son los dos pactos; el uno del monte Sinaí, el cual engendra para servidumbre; el cual es Agar.
Mas la Jerusalén de arriba es libre; la cual es la madre de todos nosotros.
Mas lejos esté de mí gloriarme, salvo en la cruz de nuestro Señor Jesucristo, por el cual el mundo me es crucificado a mí, y yo al mundo.
Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, el cual nos ha bendecido con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo,
para alabanza de la gloria de su gracia, en la cual nos hizo aceptos en el Amado,
dándonos a conocer el misterio de su voluntad, según su beneplácito, el cual se había propuesto en sí mismo;
En el cual también confiasteis vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación; en quien también, desde que creísteis, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa,
Por lo cual también yo, habiendo oído de vuestra fe en el Señor Jesús, y amor para con todos los santos,
alumbrando los ojos de vuestro entendimiento, para que sepáis cuál es la esperanza de su llamamiento, y cuáles las riquezas de la gloria de su herencia en los santos;
y cuál la supereminente grandeza de su poder para con nosotros los que creemos, según la operación del poder de su fortaleza,
la cual operó en Cristo, resucitándole de los muertos, y sentándole a su diestra en los lugares celestiales,
la cual es su cuerpo, la plenitud de Aquél que todo lo llena en todo.
leyendo lo cual, podéis entender mi conocimiento en el misterio de Cristo,
del cual yo fui hecho ministro según el don de la gracia de Dios dado a mí por la operación de su poder.
y de aclarar a todos cuál es la comunión del misterio escondido desde el principio del mundo en Dios, que creó todas las cosas por Jesucristo;
Por lo cual pido que no desmayéis a causa de mis tribulaciones por vosotros, las cuales son vuestra gloria.
podáis comprender con todos los santos cuál sea la anchura, la longitud, la profundidad y la altura;
un Dios y Padre de todos, el cual es sobre todo, y por todo, y en todos vosotros.
Por lo cual dice: Subiendo a lo alto, llevó cautiva la cautividad, y dio dones a los hombres.
Por lo cual, desechando la mentira, hablad verdad cada uno con su prójimo; porque somos miembros los unos de los otros.
Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual estáis sellados para el día de la redención.
Por lo cual dice: Despiértate, tú que duermes, y levántate de los muertos, y te alumbrará Cristo.
Por tanto, no seáis insensatos, sino entendidos de cuál sea la voluntad del Señor.
Y no os embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución; mas sed llenos del Espíritu;
por el cual soy embajador en cadenas; para que en ellas hable osadamente, como debo hablar.
el cual envié a vosotros para esto mismo, para que sepáis lo tocante a nosotros, y que consuele vuestros corazones.
Porque de ambas cosas estoy puesto en estrecho, teniendo deseo de partir y estar con Cristo, lo cual es muchísimo mejor;
no mirando cada uno a lo suyo propio, sino cada cual también por lo de los demás.
el cual, siendo en forma de Dios, no tuvo por usurpación el ser igual a Dios;
Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre;
para que seáis irreprensibles y sencillos, hijos de Dios, sin mancha, en medio de una generación torcida y perversa, en la cual resplandecéis como luminares en el mundo;
Y ciertamente, aun estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por el cual lo he perdido todo, y lo tengo por estiércol, para ganar a Cristo,
No que lo haya ya alcanzado, ni que ya sea perfecto, mas prosigo para ver si alcanzo aquello para lo cual también fui alcanzado por Cristo Jesús.
el cual transformará nuestro cuerpo vil, para que sea semejante a su cuerpo glorioso, según el poder con el cual puede también sujetar a sí todas las cosas.
Mas en gran manera me regocijé en el Señor de que ya al fin ha reflorecido vuestro cuidado de mí, de lo cual también estabais solícitos, pero os faltaba la oportunidad.
por la esperanza que os está guardada en el cielo, de la cual habéis oído por la palabra verdadera del evangelio,
el cual ha llegado hasta vosotros, así como a todo el mundo; y lleva fruto, como también en vosotros, desde el día que oísteis y conocisteis la gracia de Dios en verdad,
como lo habéis aprendido de Epafras, nuestro amado consiervo, el cual por vosotros es un fiel ministro de Cristo,
Por lo cual también nosotros, desde el día que lo oímos, no cesamos de orar por vosotros, y de pedir que seáis llenos del conocimiento de su voluntad en toda sabiduría y entendimiento espiritual;
el cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de su amado Hijo;
El cual es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda criatura.
si en verdad permanecéis fundados y firmes en la fe, y sin moveros de la esperanza del evangelio que habéis oído, el cual es predicado a toda criatura que está debajo del cielo; del cual yo Pablo fui hecho ministro.
de la cual fui hecho ministro, según la dispensación de Dios que me fue dada para con vosotros, para cumplir la palabra de Dios,
Por lo cual también trabajo, luchando según su poder, el cual obra poderosamente en mí.
y vosotros estáis completos en Él, el cual es la cabeza de todo principado y potestad.
Sepultados con Él en el bautismo, en el cual también sois resucitados con Él, mediante la fe en el poder de Dios que le levantó de los muertos.
y no asiéndose de la cabeza, de la cual todo el cuerpo, nutrido y enlazado por las coyunturas y los ligamentos, crece con el crecimiento de Dios.
y vestíos del nuevo, el cual se va renovando en el conocimiento conforme a la imagen del que lo creó,
orando juntamente también por nosotros, que Dios nos abra la puerta de la palabra, para que hablemos el misterio de Cristo, por el cual estoy también preso;
al cual os he enviado para esto mismo, para que conozca vuestro estado, y conforte vuestros corazones,
con Onésimo, fiel y amado hermano, el cual es de vosotros. Todo lo que acá acontece, os lo harán saber.
Aristarco, mi compañero de prisiones, os saluda, y Marcos el sobrino de Bernabé, acerca del cual recibisteis mandamientos; si viniere a vosotros, recibidle;
Os saluda Epafras, el cual es uno de vosotros, siervo de Cristo; siempre esforzándose por vosotros en oración, para que estéis firmes, perfectos y completos en toda la voluntad de Dios.
y esperar del cielo a su Hijo, al cual resucitó de los muertos; a Jesús, el cual nos libró de la ira que ha de venir.
sino según fuimos aprobados por Dios para que se nos encargase el evangelio, así hablamos; no como los que agradan a los hombres, sino a Dios, el cual prueba nuestros corazones.
Por lo cual nosotros también sin cesar damos gracias a Dios, porque cuando recibisteis la palabra de Dios que oísteis de nosotros, la recibisteis no como palabra de hombres, sino como es en verdad, la palabra de Dios, la cual también obra eficazmente en vosotros los que creéis.
Por lo cual quisimos ir a vosotros, yo Pablo a la verdad, una y otra vez; mas Satanás nos estorbó.
Porque ¿cuál es nuestra esperanza, o gozo, o corona de gloria? ¿No lo sois, pues, vosotros, delante de nuestro Señor Jesucristo en su venida?
Por lo cual, no pudiendo soportarlo más, nos pareció bien, quedarnos solos en Atenas,
Por lo cual, también yo, no pudiendo esperar más, he enviado a reconocer vuestra fe, no sea que os haya tentado el tentador, y que nuestro trabajo haya sido en vano.
Por lo cual, ¿qué acción de gracias podremos dar a Dios por vosotros, por todo el gozo con que nos gozamos a causa de vosotros delante de nuestro Dios,
Así que, el que menosprecia, no menosprecia a hombre, sino a Dios, el cual también nos dio su Espíritu Santo.
Por lo cual, os decimos esto por palabra del Señor; que nosotros que vivimos, que habremos quedado hasta la venida del Señor, no precederemos a los que durmieron.
Por lo cual, consolaos unos a otros, y edificaos unos a otros, así como lo hacéis.
Fiel es el que os llama; el cual también lo hará.
Lo que es una muestra evidente del justo juicio de Dios, para que seáis tenidos por dignos del reino de Dios, por el cual asimismo padecéis.
Por lo cual asimismo oramos siempre por vosotros, que nuestro Dios os tenga por dignos de este llamamiento, y cumpla todo buen deseo de su bondad, y la obra de fe con poder,
el cual se opone y se exalta contra todo lo que se llama Dios o es adorado; tanto que como Dios se sienta en el templo de Dios, haciéndose pasar por Dios.
Y entonces será revelado aquel inicuo, al cual el Señor matará con el espíritu de su boca, y destruirá con el resplandor de su venida;
a lo cual os llamó por nuestro evangelio, para alcanzar la gloria de nuestro Señor Jesucristo.
Resutados de la Búsqueda continuados...
- 1.Gé 3:1-Levítico 3:9
- 2.Levítico 5:8-Deuteronomio 28:21
- 3.Deuteronomio 28:63-1 Samuel 9:17
- 4.1 Samuel 9:23-2 Reyes 4:8
- 5.2 Reyes 4:42-2 Crónicas 16:14
- 6.2 Crónicas 17:1-Salmos 45:17
- 7.Salmos 47:4-Jeremías 17:4
- 8.Jeremías 17:19-Daniel 4:6
- 9.Daniel 4:8-Marcos 1:2
- 10.Marcos 1:23-Hechos 10:39
- 11.Hechos 11:6-1 Corintios 15:48
- 12.2 Corintios 1:4-2 Tesalonicenses 2:14
- 13.2 Tesalonicenses 2:16-2 Pedro 1:10
- 14.2 Pedro 1:17-Apocalipsis 21:17