'Espíritu' en la Biblia

Porque no menospreció ni abominó la aflicción del pobre en espíritu, ni de él escondió su rostro; y cuando clamó a él, le oyó.

En tu mano encomendaré mi espíritu; tú me rescatarás, oh SEÑOR, Dios de verdad.

Bienaventurado el hombre a quien no contará el SEÑOR la iniquidad, y en cuyo espíritu no hay engaño.

Con la palabra del SEÑOR fueron hechos los cielos, y todo el ejército de ellos con el espíritu de su boca.

Tsade Cercano está el SEÑOR a los quebrantados de corazón; y a los molidos de espíritu salvará.

Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio; y renueva un espíritu recto dentro de mí.

No me eches de delante de ti; y no quites de mí tu santo Espíritu.

Vuélveme el gozo de tu salud; y tu espíritu de libertad me sustentará.

Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado; al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios.

Tendrá misericordia del pobre y del menesteroso, y salvará las almas de los pobres en espíritu.

Cortará él el espíritu de los príncipes; terrible es a los reyes de la tierra.

Me acordaba de Dios, y gritaba; me quejaba, y desmayaba mi espíritu. (Selah.)

Me acordaba de mis canciones de noche; meditaba con mi corazón, y mi espíritu inquiría.

Y no ser como sus padres, generación contumaz y rebelde; generación que no compuso su corazón, ni su espíritu fue fiel con Dios.

Escondes tu rostro, se turban; les quitas el espíritu, dejan de ser, y se tornan en su polvo.

Envías tu espíritu, se crean; y renuevas la faz de la tierra.

porque hicieron rebelar a su espíritu, como lo expresó con sus labios.

Por cuanto no se acordó de hacer misericordia, y persiguió al varón pobre en espíritu, y menesteroso, y quebrantado de corazón, para matarlo.

Porque él se pondrá a la diestra del pobre en espíritu, para librar su alma de los que le juzgan.

tienen orejas, y no oyen; tampoco hay espíritu en sus bocas.

¿Adónde me iré de tu Espíritu? ¿Y adónde huiré de tu presencia?

Cuando mi espíritu se angustiaba dentro de mí, tú conociste mi senda. En el camino en que andaba, me escondieron lazo.

Y mi espíritu se angustió dentro de mí; se pasmó mi corazón.

Respóndeme pronto, oh SEÑOR que desmaya mi espíritu; no escondas de mí tu rostro, y venga yo a ser semejante a los que descienden a la sepultura.

Enséñame a hacer tu voluntad, porque tú eres mi Dios. Tu buen Espíritu me guíe a tierra de rectitud.

Saldrá su espíritu, se volverá en su tierra; en aquel día perecerán todos sus pensamientos.