'Libro' en la Biblia
Y fué hallado en Achmetta, en el palacio que está en la provincia de Media, un libro, dentro del cual estaba escrito así: Memoria:
Y pusieron á los sacerdotes en sus clases, y á los Levitas en sus divisiones, sobre la obra de Dios que está en Jerusalem, conforme á lo escrito en el libro de Moisés.
Y partimos del río de Ahava el doce del mes primero, para ir á Jerusalem: y la mano de nuestro Dios fué sobre nosotros, el cual nos libró de mano de enemigo y de asechador en el camino.
Y puso Dios en mi corazón que juntase los principales, y los magistrados, y el pueblo, para que fuesen empadronados por el orden de sus linajes: y hallé el libro de la genealogía de los que habían subido antes, y encontré en él escrito:
Y JUNTOSE todo el pueblo como un solo hombre en la plaza que está delante de la puerta de las Aguas, y dijeron á Esdras el escriba, que trajese el libro de la ley de Moisés, la cual mandó Jehová á Israel.
Y leyó en el libro delante de la plaza que está delante de la puerta de las Aguas, desde el alba hasta el medio día, en presencia de hombres y mujeres y entendidos; y los oídos de todo el pueblo estaban atentos al libro de la ley.
Abrió pues Esdras el libro á ojos de todo el pueblo, (porque estaba más alto que todo el pueblo); y como lo abrió, todo el pueblo estuvo atento.
Y leían en el libro de la ley de Dios claramente, y ponían el sentido, de modo que entendiesen la lectura.
Y leyó Esdras en el libro de la ley de Dios cada día, desde el primer día hasta el postrero; é hicieron la solemnidad por siete días, y al octavo día congregación, según el rito.
Y puestos de pie en su lugar, leyeron en el libro de la ley de Jehóva su Dios la cuarta parte del día, y la cuarta parte confesaron y adoraron á Jehóva su Dios.
Los hijos de Leví, cabezas de familias, fueron escritos en el libro de las Crónicas hasta los días de Johanán, hijo de Eliasib.
AQUEL día se leyó en el libro de Moisés oyéndolo el pueblo, y fué hallado en él escrito, que los Ammonitas y Moabitas no debían entrar jamás en la congregación de Dios;
Hízose entonces indagación de la cosa, y fué hallada cierta; por tanto, entrambos fueron colgados en una horca. Y escribióse el caso en el libro de las cosas de los tiempos delante del rey.
AQUELLA noche se le fué el sueño al rey, y dijo que le trajesen el libro de las memorias de las cosas de los tiempos: y leyéronlas delante del rey.
Y el mandamiento de Esther confirmó estas palabras dadas acerca de Purim, y escribióse en el libro.
Y toda la obra de su fortaleza, y de su valor, y la declaración de la grandeza de Mardochêo, con que el rey le engrandeció, ¿no está escrito en el libro de los anales de los reyes de Media y de Persia?
Quién diese ahora que mis palabras fuesen escritas! Quién diese que se escribieran en un libro!
Que le diga que Dios tuvo de él misericordia, Que lo libró de descender al sepulcro, Que halló redención:
Al Músico principal: Salmo de David, siervo de Jehová, el cual profirió á Jehová las palabras de este cántico el día que le libró Jehová de mano de todos sus enemigos, y de mano de Saúl. Entonces dijo: AMARTE he, oh Jehová, fortaleza mía.
Entonces dije: He aquí, vengo; En el envoltorio del libro está escrito de mí:
Porque no se apoderaron de la tierra por su espada, Ni su brazo los libró; Sino tu diestra, y tu brazo, y la luz de tu rostro, Porque te complaciste en ellos.
Mis huídas has tú contado: Pon mis lágrimas en tu redoma: ¿No están ellas en tu libro?
Sean raídos del libro de los vivientes, Y no sean escritos con los justos.
Muchas veces los libró; Mas ellos se rebelaron á su consejo, Y fueron humillados por su maldad.
Mi embrión vieron tus ojos, Y en tu libro estaban escritas todas aquellas cosas Que fueron luego formadas, Sin faltar una de ellas.
Y os será toda visión como palabras de libro sellado, el cual si dieren al que sabe leer, y le dijeren: Lee ahora esto; él dirá: No puedo, porque está sellado.
Y si se diere el libro al que no sabe leer, diciéndole: Lee ahora esto; él dira: No sé leer.
Y en aquel tiempo los sordos oirán las palabras del libro, y los ojos de los ciegos verán en medio de la oscuridad y de las tinieblas.
Ve pues ahora, y escribe esta visión en una tabla delante de ellos, y asiéntala en un libro, para que quede hasta el postrero día, para siempre por todos los siglos.
Y todo el ejército de los cielos se corromperá, y plegarse han los cielos como un libro: y caerá todo su ejército, como se cae la hoja de la parra, y como se cae la de la higuera.
Inquirid en el libro de Jehová, y leed si faltó alguno de ellos: ninguno faltó con su compañera; porque su boca mandó y reuniólos su mismo espíritu.
Y traeré sobre aquella tierra todas mis palabras que he hablado contra ella, con todo lo que está escrito en este libro, profetizado por Jeremías contra todas gentes.
Así habló Jehová Dios de Israel, diciendo: Escríbete en un libro todas las palabras que te he hablado.
Tómate un rollo de libro, y escribe en él todas las palabras que te he hablado contra Israel y contra Judá, y contra todas las gentes, desde el día que comencé á hablarte, desde los días de Josías hasta hoy.
Y llamó Jeremías á Baruch hijo de Nerías, y escribió Baruch de boca de Jeremías, en un rollo de libro, todas las palabras que Jehová le había hablado.
Y Baruch hijo de Nerías hizo conforme á todas las cosas que le mandó Jeremías profeta, leyendo en el libro las palabras de Jehová en la casa de Jehová.
Y Baruch leyó en el libro las palabras de Jeremías en la casa de Jehová, en la cámara de Gemarías hijo de Saphán escriba, en el atrio de arriba, á la entrada de la puerta nueva de la casa de Jehová, en oídos del pueblo.
Y Michêas hijo de Gemarías, hijo de Saphán, habiendo oído del libro todas las palabras de Jehová,
Y contóles Michêas todas las palabras que había oído leyendo Baruch en el libro en oídos del pueblo.
Y Baruch les dijo: El me dictaba de su boca todas estas palabras, y yo escribía con tinta en el libro.
Y tomó Jeremías otro rollo, y diólo á Baruch hijo de Nerías escriba; y escribió en él de boca de Jeremías todas las palabras del libro que quemó en el fuego Joacim rey de Judá; y aun fueron añadidas sobre ellas muchas otras palabras semejantes.
PALABRA que habló Jeremías profeta á Baruch hijo de Nerías, cuando escribía en el libro estas palabras de boca de Jeremías, el año cuarto de Joacim hijo de Josías, rey de Judá, diciendo:
Escribió pues Jeremías en un libro todo el mal que había de venir sobre Babilonia, todas las palabras que están escritas contra Babilonia.
Y será que cuando acabares de leer este libro, le atarás una piedra, y lo echarás en medio del Eufrates:
Y miré, y he aquí una mano me fué enviada, y en ella había un rollo de libro.
Y será mi mano contra los profetas que ven vanidad, y adivinan mentira: no serán en la congregación de mi pueblo, ni serán escritos en el libro de la casa de Israel, ni á la tierra de Israel volverán; y sabréis que yo soy el Señor Jehová.
Nabucodonosor habló y dijo: Bendito el Dios de ellos, de Sadrach, Mesach, y Abed-nego, que envió su ángel, y libró sus siervos que esperaron en él, y el mandamiento del rey mudaron, y entregaron sus cuerpos antes que sirviesen ni adorasen otro dios que su
Que salva y libra, y hace señales y maravillas en el cielo y en la tierra; el cual libró á Daniel del poder de los leones.
Tú empero Daniel, cierra las palabras y sella el libro hasta el tiempo del fin: pasarán muchos, y multiplicaráse la ciencia.
CARGA de Nínive. Libro de la visión de Nahum de Elkosh.
Entonces los que temen á Jehová hablaron cada uno á su compañero; y Jehová escuchó y oyó, y fué escrito libro de memoria delante de él para los que temen á Jehová, y para los que piensan en su nombre.
LIBRO de la generación de Jesucristo, hijo de David, hijo de Abraham.
Y de que los muertos hayan de resucitar, ¿no habéis leído en el libro de Moisés cómo le habló Dios en la zarza, diciendo: Yo soy el Dios de Abraham, y el Dios de Isaac, y el Dios de Jacob?
Como está escrito en el libro de las palabras del profeta Isaías que dice: Voz del que clama en el desierto: Aparejad el camino del Señor, Haced derechas sus sendas.
Y fuéle dado el libro del profeta Isaías; y como abrió el libro, halló el lugar donde estaba escrito:
Y rollando el libro, lo dió al ministro, y sentóse: y los ojos de todos en la sinagoga estaban fijos en él.
Y el mismo David dice en el libro de los Salmos: Dijo el Señor á mi Señor: Siéntate á mi diestra,
Y también hizo Jesús muchas otras señales en presencia de sus discípulos, que no están escritas en este libro.
Porque está escrito en el libro de los salmos: Sea hecha desierta su habitación, Y no haya quien more en ella; y: Tome otro su obispado.
Y le libró de todas sus tribulaciones, y le dió gracia y sabiduría en la presencia de Faraón, rey de Egipto, el cual le puso por gobernador sobre Egipto, y sobre toda su casa.
Y Dios se apartó, y los entregó que sirviesen al ejército del cielo; como está escrito en el libro de los profetas: ¿Me ofrecisteis víctimas y sacrificios En el desierto por cuarenta años, casa de Israel?
El cual nos libró y libra de tanta muerte; en el cual esperamos que aun nos librará;
Porque todos los que son de las obras de la ley, están bajo de maldición. Porque escrito está: Maldito todo aquel que no permaneciere en todas las cosas que están escritas en el libro de la ley, para hacerlas.
Asimismo te ruego también á ti, hermano compañero, ayuda á las que trabajaron juntamente conmigo en el evangelio, con Clemente también, y los demás mis colaboradores, cuyos nombres están en el libro de la vida.
Y esperar á su Hijo de los cielos, al cual resucitó de los muertos; á Jesús, el cual nos libró de la ira que ha de venir.
Porque habiendo leído Moisés todos los mandamientos de la ley á todo el pueblo, tomando la sangre de los becerros y de los machos cabríos, con agua, y lana de grana, é hisopo, roció al mismo libro, y también á todo el pueblo,
Entonces dije: Heme aquí (En la cabecera del libro está escrito de mí) Para que haga, oh Dios, tu voluntad.
Y libró al justo Lot, acosado por la nefanda conducta de los malvados;
Que decía: Yo soy el Alpha y Omega, el primero y el último. Escribe en un libro lo que ves, y envía lo á las siete iglesias que están en Asia; á Efeso, y á Smirna, y á Pérgamo, y á Tiatira, y á Sardis, y á Filadelfia, y á Laodicea.
El que venciere, será vestido de vestiduras blancas; y no borraré su nombre del libro de la vida, y confesaré su nombre delante de mi Padre, y delante de sus ángeles.
Y VI en la mano derecha del que estaba sentado sobre el trono un libro escrito de dentro y de fuera, sellado con siete sellos.
Y vi un fuerte ángel predicando en alta voz: ¿Quién es digno de abrir el libro, y de desatar sus sellos?
Y ninguno podía, ni en el cielo, ni en la tierra, ni debajo de la tierra, abrir el libro, ni mirarlo.
Y yo lloraba mucho, porque no había sido hallado ninguno digno de abrir el libro, ni de leerlo, ni de mirarlo.
Y uno de los ancianos me dice: No llores: he aquí el león de la tribu de Judá, la raíz de David, que ha vencido para abrir el libro, y desatar sus siete sellos.
Y él vino, y tomó el libro de la mano derecha de aquel que estaba sentado en el trono.
Y cuando hubo tomado el libro, los cuatro animales y los veinticuatro ancianos se postraron delante del Cordero, teniendo cada uno arpas, y copas de oro llenas de perfumes, que son las oraciones de los santos:
Y cantaban un nuevo cántico, diciendo: Digno eres de tomar el libro, y de abrir sus sellos; porque tú fuiste inmolado, y nos has redimido para Dios con tu sangre, de todo linaje y lengua y pueblo y nación;
Y el cielo se apartó como un libro que es envuelto; y todo monte y las islas fueron movidas de sus lugares.
Y todos los que moran en la tierra le adoraron, cuyos nombres no están escritos en el libro de la vida del Cordero, el cual fué muerto desde el principio del mundo.
La bestia que has visto, fué, y no es; y ha de subir del abismo, y ha de ir á perdición: y los moradores de la tierra, cuyos nombres no están escritos en el libro de la vida desde la fundación del mundo, se maravillarán viendo la bestia que era y no es, a
Y vi los muertos, grandes y pequeños, que estaban delante de Dios; y los libros fueron abiertos: y otro libro fué abierto, el cual es de la vida: y fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras.
Y el que no fué hallado escrito en el libro de la vida, fué lanzado en el lago de fuego.
No entrará en ella ninguna cosa sucia, ó que hace abominación y mentira; sino solamente los que están escritos en el libro de la vida del Cordero.
Y he aquí, vengo presto. Bienaventurado el que guarda las palabras de la profecía de este libro.
Y él me dijo: Mira que no lo hagas: porque yo soy siervo contigo, y con tus hermanos los profetas, y con los que guardan las palabras de este libro. Adora á Dios.
Y me dijo: No selles las palabras de la profecía de este libro; porque el tiempo está cerca.
Porque yo protesto á cualquiera que oye las palabras de la profecía de este libro: Si alguno añadiere á estas cosas, Dios pondrá sobre él las plagas que están escritas en este libro.
Y si alguno quitare de las palabras del libro de esta profecía, Dios quitará su parte del libro de la vida, y de la santa ciudad, y de las cosas que están escritas en este libro.
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