'Pobres' en la Biblia
Pero he aquí, otras siete vacas subieron detrás de ellas, pobres, de muy mal aspecto y flacas, de tal fealdad como yo nunca había visto en toda la tierra de Egipto.
Si prestas dinero a mi pueblo, a los pobres entre vosotros, no serás usurero con él; no le cobrarás interés.
mas el séptimo la dejarás libre y la soltarás, para que coman los pobres de tu pueblo; y de lo que quedare comerán las bestias del campo; así harás de tu viña y de tu olivar.
Porque nunca faltarán pobres en tu tierra; por eso te ordeno, diciendo: ``Con liberalidad abrirás tu mano a tu hermano, al necesitado y al pobre en tu tierra."
Y él dijo: Bendita seas tú del SEÑOR, hija mía; que has demostrado más misericordia al final que en el comienzo, no yendo tras los jóvenes, sean pobres o ricos.
Y tú salvas a los pobres de espíritu; mas tus ojos están sobre los altivos, para abatirlos.
Y llevó cautivos a toda Jerusalén, a todos los príncipes, y a todos los hombres valientes, diez mil cautivos; asimismo a todos los oficiales y herreros; no quedó nadie, excepto los pobres del pueblo de la tierra.
Mas de los pobres de la tierra dejó el capitán de los de la guardia, para que labraran las viñas y las tierras.
por aquellos días en que los judíos tuvieron reposo de sus enemigos, y el mes que se les fue tornado de tristeza en alegría, y de luto en día bueno; que los hicieran días de banquete y de gozo, y de enviar porciones cada uno a su vecino, y dádivas a los pobres.
Sus hijos pobres andarán rogando; y sus manos devolverán lo que él robó.
Por cuanto quebrantó y desamparó a los pobres, robó casas, y no las edificó;
Hacen apartar del camino a los pobres; y todos los pobres de la tierra se esconden de ellos.
Como asnos monteses en el desierto, Salen los pobres con afán en busca de alimento {Y} de pan para {sus} hijos en lugar desolado.
Si estorbé el contento de los pobres, e hice desfallecer los ojos de la viuda;
Porque demandando la sangre se acordó de ellos: No se olvidó del clamor de los pobres.
Porque no para siempre será olvidado el humilde; ni la esperanza de los pobres perecerá para siempre.
Levántate, oh Jehová Dios, alza tu mano, No te olvides de los pobres.
Por la opresión de los pobres, por el gemido de los menesterosos, ahora me levantaré, dice el SEÑOR: Yo pondré en salvo al que el impío enlaza.
Comerán los pobres, y serán saciados: Alabarán á Jehová los que le buscan: Vivirá vuestro corazón para siempre.
tanto humildes como encumbrados, ricos y pobres juntamente.
El juzgará tu pueblo con justicia, y tus pobres con juicio.
Juzgará los pobres del pueblo, salvará los hijos del menesteroso, y quebrantará al violento.
Tendrá misericordia del pobre y del menesteroso, y salvará las almas de los pobres en espíritu.
No entregues a las bestias el alma de tu tórtola; y no olvides para siempre la congregación de tus pobres.
No recuerdes contra nosotros las iniquidades antiguas; anticípanos pronto tus misericordias, porque estamos muy pobres.
Pe Esparce, da a los pobres, Tsade su justicia permanece para siempre; Cof su cuerno será ensalzado en gloria.
Bendeciré abundantemente su provisión; a sus pobres saciaré de pan.
Yo sé que el SEÑOR sostendrá la causa del afligido, {y} el derecho de los pobres.
Las riquezas del rico son su ciudad fuerte; y el desmayo de los pobres es su pobreza.
Hay quienes se hacen ricos, y no tienen nada; y hay quienes se hacen pobres, y tienen muchas riquezas.
En el barbecho de los pobres hay mucho pan; mas se pierde por falta de juicio.
El pecador menosprecia a su prójimo; mas el que tiene misericordia de los pobres, es bienaventurado.
Mejor es ser de espíritu humilde con los pobres que dividir el botín con los soberbios.
El rico se enseñoreará de los pobres, y el que toma prestado es siervo del que presta.
El hombre pobre y robador de los pobres, es lluvia de avenida que deja sin pan.
El que aumenta sus riquezas con usura e interés, para que se dé a los pobres las amontona.
Conoce el justo el derecho de los pobres; mas el impío no entiende sabiduría.
El rey que juzga con verdad a los pobres, su trono será firme para siempre.
Hay generación cuyos dientes son espadas, y sus muelas cuchillos, para devorar de la tierra a los pobres, y de entre los hombres a los menesterosos.
Si violencias de pobres, y extorsión de derecho y de justicia vieres en la provincia, no te maravilles de esta licencia; porque alto está mirando sobre alto, y uno más alto está sobre ellos.
¿Qué pensáis vosotros que majáis a mi pueblo, y moléis las caras de los pobres? Dice el Señor DIOS de los ejércitos.
por apartar del juicio a los pobres, y por quitar el derecho a los afligidos de mi pueblo; por despojar las viudas, y robar a los huérfanos!
Sino que juzgará con justicia a los pobres, y argüirá con equidad por los mansos de la tierra; y herirá la tierra con la vara de su boca, y con el espíritu de sus labios matará al impío.
Y los primogénitos de los pobres serán apacentados, y los menesterosos se acostarán seguramente; y haré morir de hambre tu raíz, y tus reliquias matará.
Entonces los humildes crecerán en alegría en el SEÑOR; y los pobres de los hombres se gozarán en el Santo de Israel.
Los pobres y menesterosos buscan las aguas, que no hay; su lengua se secó de sed; yo, el SEÑOR, los oiré; yo, el Dios de Israel, no los desampararé.
Cantad alabanzas, oh cielos, y alégrate tierra; y prorrumpid en alabanzas, oh montes; porque el SEÑOR ha consolado su pueblo, y de sus pobres tendrá misericordia.
Que partas tu pan con el hambriento, y a los pobres errantes metas en casa; que cuando vieres al desnudo, lo cubras; y no te escondas de tu hermano.
Aun en tus faldas se halló la sangre de las almas de los pobres, de los inocentes; no los hallaste en ningún delito, sino por todas estas cosas.
Pero yo dije: Por cierto ellos son pobres, han enloquecido, pues no conocen el camino del SEÑOR ni el juicio de su Dios.
Engordaron y se pusieron lustrosos, y aún sobrepujaron hechos de maldad; no juzgaron la causa, la causa del huérfano; con todo se hicieron prósperos, y la causa de los pobres no juzgaron.
Pero Nabuzaradán, capitán de la guardia, hizo quedar en tierra de Judá del vulgo de los pobres que no tenían nada, y les dio entonces viñas y heredades.
Y todos los príncipes del ejército que estaban por el campo, ellos y sus hombres, oyeron como el rey de Babilonia había puesto a Gedalías hijo de Ahicam sobre la tierra, y que le había encomendado los hombres, y las mujeres, y los niños, y los pobres de la tierra; los que no fueron transportados a Babilonia,
E hizo transportar Nabuzaradán, capitán de la guardia, a los pobres del pueblo, y a toda la otra gente vulgar que en la ciudad habían quedado, y a los fugitivos que habían huido al rey de Babilonia, y a todo el resto de la multitud vulgar.
Mas de los pobres del país dejó Nabuzaradán, capitán de la guardia, para viñadores y labradores.
Por tanto, oh rey, aprueba mi consejo, y redime tus pecados con justicia, y tus iniquidades con misericordias de los pobres: he aquí la medicina de tu pecado.
Que anhelan porque haya un polvo de tierra sobre la cabeza de los pobres, y tuercen el camino de los humildes; y el hombre y su padre entraron a la misma joven, profanando mi santo Nombre.
Oíd esta palabra, vacas de Basán, que estáis en el monte de Samaria, que oprimís a los pobres, que quebrantáis a los menesterosos, que decís a sus señores: Traed, y beberemos.
Porque he sabido de vuestras muchas rebeliones, y de vuestros grandes pecados, que afligen al justo, y reciben rescate, y a los pobres en la puerta hacen perder su causa.
Oíd esto, los que tragáis a los menesterosos, y taláis a los pobres de la tierra,
y compraremos los pobres por dinero, y los necesitados por un par de zapatos, y venderemos los desechos del trigo.
Y apacentaré, pues, las ovejas de la matanza, es a saber, a los pobres del rebaño. Porque yo me tomé dos cayados; al uno puse por nombre Suavidad, y al otro Ligaduras; y apacenté las ovejas.
Y fue deshecho en ese día, y así conocieron los pobres del rebaño que miran a mí, que era palabra del SEÑOR.
Bienaventurados los pobres en espíritu; porque de ellos es el Reino de los cielos.
Los ciegos ven, y los cojos andan; los leprosos son limpiados, y los sordos oyen; los muertos son resucitados, y el evangelio es predicado a los pobres.
Le dice Jesús: Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme.
Porque esto se podía vender por gran precio, y darse a los pobres.
Porque siempre tienen pobres con vosotros, mas a mí no siempre me tendréis.
Entonces Jesús mirándole, le amó, y le dijo: Una cosa te falta: ve, vende todo lo que tienes, y da a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme, tomando tu madero (si quieres ser perfecto).
Porque podía esto ser vendido por más de trescientos denarios, y darse a los pobres. Y murmuraban contra ella.
que siempre tendréis los pobres con vosotros, y cuando quisiereis les podréis hacer bien; mas a mí no siempre me tendréis.
El Espíritu del Señor es sobre mí, por cuanto me ha ungido para predicar el evangelio a los pobres; me ha enviado para sanar a los quebrantados de corazón; para pregonar a los cautivos libertad, y a los ciegos vista; para poner en libertad a los quebrantados;
Y alzando él los ojos a sus discípulos, decía: Bienaventurados los pobres; porque vuestro es el Reino de Dios.
Y respondiendo Jesús, les dijo: Id, dad las nuevas a Juan de lo que habéis visto y oído: que los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos son limpiados, los sordos oyen, los muertos resucitan, a los pobres es anunciado el Evangelio:
Mas cuando hagas banquete, llama a los pobres, los mancos, los cojos, los ciegos;
Y vuelto el siervo, hizo saber estas cosas a su señor. Entonces enojado el padre de familia, dijo a su siervo: Ve presto por las plazas y por las calles de la ciudad, y mete acá los pobres, los mancos, y cojos, y ciegos.
Y Jesús, oído esto, le dijo: Aún te falta una cosa: vende todo lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme.
Entonces Zaqueo, puesto en pie, dijo al Señor: He aquí, Señor, la mitad de mis bienes doy a los pobres; y si en algo he defraudado a alguno, se lo devuelvo cuadruplicado.
¿Por qué no se ha vendido este ungüento por trescientos denarios, y se dio a los pobres?
Mas dijo esto, no por el cuidado que él tenía de los pobres, sino porque era ladrón, y tenía la bolsa, y sustraía de lo que se echaba en ella.
porque a los pobres siempre los tenéis con vosotros, mas a mí no siempre me tendréis.
Porque los unos pensaban, porque Judas tenía la bolsa, que Jesús le decía: Compra lo que necesitamos para la fiesta; o que diera algo a los pobres.
Porque los de Macedonia y Acaya tuvieron por bien hacer una colecta para los pobres de los santos que están en Jerusalén.
La vianda no nos hace más aceptos a Dios; ni porque comamos, seremos más ricos; ni porque no comamos, seremos más pobres.
Y si repartiera toda mi hacienda para dar de comer a los pobres, y si entregara mi cuerpo para ser quemado, y no tengo caridad, de nada me sirve.
como doloridos, mas siempre gozosos; como pobres, pero enriqueciendo a muchos; como los que no tienen nada, mas que lo poseen todo.
como está escrito: Derramó, dio a los pobres; su justicia permanece para siempre.
Solamente nos pidieron que nos acordáramos de los pobres; lo mismo que fui también solícito en hacer.
mas ahora, habiendo conocido a Dios, o más bien, siendo conocidos de Dios, ¿cómo os volvéis de nuevo a los débiles y pobres elementos, en los cuales queréis volver a servir?
Otros fueron apedreados, otros cortados en piezas, otros tentados, otros muertos a espada; otros anduvieron perdidos cubiertos de pieles de ovejas y de cabras, pobres, angustiados, maltratados,
Hermanos míos amados, oíd: ¿No ha elegido Dios los pobres de este mundo, para que sean ricos en fe, y herederos del Reino que prometió a los que le aman?
Y hacía a todos, a los pequeños y grandes, ricos y pobres, libres y siervos, tomar la marca en su mano derecha, o en sus frentes;
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