'Que' en la Biblia
``Mi siervo Moisés ha muerto. Ahora pues, levántate, cruza este Jordán, tú y todo este pueblo, a la tierra que Yo les doy a los Israelitas.
"Todo lugar que pise la planta de su pie les he dado a ustedes, tal como dije a Moisés.
"Desde el desierto y este Líbano hasta el gran río, el Río Eufrates, toda la tierra de los Hititas hasta el Mar Grande (el Mediterráneo) {que está} hacia la puesta del sol, será territorio de ustedes.
"Sé fuerte y valiente, porque tú darás a este pueblo posesión de la tierra que juré a sus padres que les daría.
"Solamente sé fuerte y muy valiente. Cuídate de cumplir toda la ley que Moisés mi siervo te mandó. No te desvíes de ella ni a la derecha ni a la izquierda, para que tengas éxito dondequiera que vayas.
"Este Libro de la Ley no se apartará de tu boca, sino que meditarás en él día y noche, para que cuides de hacer todo lo que en él está escrito. Porque entonces harás prosperar tu camino y tendrás éxito.
" ¿No te {lo} he ordenado Yo? ¡Sé fuerte y valiente! No temas ni te acobardes, porque el SEÑOR tu Dios {estará} contigo dondequiera que vayas."
``Pasen por medio del campamento y den órdenes al pueblo, diciéndoles: `Preparen provisiones para ustedes, porque dentro de tres días cruzarán el Jordán para entrar a poseer la tierra que el SEÑOR su Dios les da en posesión.'"
``Recuerden la palabra que Moisés, siervo del SEÑOR, les ordenó: `El SEÑOR su Dios les da reposo y les dará esta tierra.'
"Sus mujeres, sus pequeños y su ganado permanecerán en la tierra que Moisés les dio al otro lado del Jordán. Pero ustedes, todos los valientes guerreros, pasarán en orden de batalla delante de sus hermanos, y los ayudarán,
hasta que el SEÑOR dé reposo a sus hermanos como a ustedes, y ellos también posean la tierra que el SEÑOR su Dios les da. Entonces volverán a su tierra y poseerán lo que Moisés, siervo del SEÑOR, les dio al otro lado del Jordán hacia el oriente."
Y ellos respondieron a Josué: ``Haremos todo lo que nos has mandado, y adondequiera que nos envíes, iremos.
"Como obedecimos en todo a Moisés, así te obedeceremos a ti, con tal que el SEÑOR tu Dios esté contigo como estuvo con Moisés.
"Cualquiera que se rebele contra tu mandato y no obedezca tus palabras en todo lo que le mandes, se le dará muerte. Solamente sé fuerte y valiente."
Entonces Josué, hijo de Nun, envió secretamente desde Sitim a dos espías diciéndoles: ``Vayan, reconozcan la tierra, especialmente Jericó." Fueron, pues, y entraron en la casa de una ramera que se llamaba Rahab, y allí se hospedaron.
Entonces el rey de Jericó mandó decir a Rahab: ``Saca a los hombres que han venido a ti, que han entrado en tu casa, porque han venido para reconocer toda la tierra."
"Los hombres salieron {a la hora de} cerrar la puerta, al oscurecer. No sé adónde fueron. Vayan de prisa tras ellos, que los alcanzarán."
Pero ella los había hecho subir al terrado, y los había escondido entre los tallos de lino que había puesto en orden en el terrado.
Los hombres los persiguieron por el camino al Jordán hasta los vados. Tan pronto como salieron los que los perseguían, fue cerrada la puerta {de la ciudad}.
Antes que los espías se acostaran, Rahab subió al terrado {donde} ellos {estaban,}
y dijo a los hombres: ``Sé que el SEÑOR les ha dado esta tierra, y que el terror de ustedes ha caído sobre nosotros, y que todos los habitantes del país se han acobardado ante ustedes.
"Porque hemos oído cómo el SEÑOR secó el agua del Mar Rojo delante de ustedes cuando salieron de Egipto. También supimos lo que hicieron a los dos reyes de los Amorreos que estaban al otro lado del Jordán, a Sehón y a Og, a quienes destruyeron por completo.
"Ahora pues, júrenme por el SEÑOR, ya que los he tratado con bondad, que ustedes tratarán con bondad a la casa de mi padre. Denme una promesa segura,
de que dejarán vivir a mi padre y a mi madre, a mis hermanos y a mis hermanas, con todos los suyos, y que librarán nuestras vidas de la muerte."
Y los hombres le dijeron: ``Nuestra vida responderá por la de ustedes, si no revelan nuestro propósito. Y sucederá que cuando el SEÑOR nos dé la tierra, te trataremos con bondad y lealtad (sinceridad)."
Rahab les dijo: ``Vayan a la región montañosa, no sea que los perseguidores los encuentren. Escóndanse allí por tres días hasta que los perseguidores regresen. Entonces pueden seguir su camino."
Los hombres le dijeron: ``Nosotros {quedaremos} libres de este juramento que nos has hecho jurar,
a menos que, cuando entremos en la tierra, ates este cordón de hilo escarlata a la ventana por la cual nos dejas bajar, y reúnas contigo en la casa a tu padre y a tu madre, a tus hermanos y a toda la casa de tu padre.
"Cualquiera que salga de las puertas de tu casa a la calle, su sangre {caerá} sobre su propia cabeza, y {quedaremos} libres; pero la sangre de cualquiera que esté en la casa contigo {caerá} sobre nuestra cabeza si alguien pone su mano sobre él.
"Pero si divulgas nuestro propósito, quedaremos libres del juramento que nos has hecho jurar."
Rahab respondió: ``Conforme a lo que ustedes han dicho, así sea." Y los envió. Ellos se fueron, y ella ató el cordón escarlata a la ventana.
Los espías se fueron y llegaron a la región montañosa. Allí permanecieron por tres días, hasta que los perseguidores regresaron. Los perseguidores {los} habían buscado por todo el camino, pero no {los} habían encontrado.
Entonces los dos hombres regresaron y bajaron de la región montañosa, y pasaron y vinieron a Josué, hijo de Nun, y le contaron todo lo que les había acontecido.
El SEÑOR dijo a Josué: ``Hoy comenzaré a exaltarte a los ojos de todo Israel, para que sepan que tal como estuve con Moisés, estaré contigo.
"Además, darás órdenes a los sacerdotes que llevan el arca del pacto, diciéndoles: `Cuando lleguen a la orilla de las aguas del Jordán, se detendrán en el Jordán.'"
Josué añadió: ``En esto conocerán que el Dios vivo está entre ustedes, y que ciertamente expulsará de delante de ustedes a los Cananeos, a los Hititas, a los Heveos, a los Ferezeos, a los Gergeseos, a los Amorreos y a los Jebuseos.
"Y sucederá que cuando los sacerdotes que llevan el arca del SEÑOR, el Señor de toda la tierra, pongan las plantas de los pies en las aguas del Jordán, las aguas del Jordán quedarán cortadas, {y} las aguas que fluyen de arriba se detendrán en un montón."
Así que cuando el pueblo salió de sus tiendas para pasar el Jordán con los sacerdotes llevando el arca del pacto delante del pueblo,
y cuando los que llevaban el arca entraron en el Jordán y los pies de los sacerdotes que llevaban el arca se mojaron en la orilla del agua (porque el Jordán se desborda por todas sus riberas todos los días de la cosecha),
las aguas que venían de arriba se detuvieron {y} se elevaron en un montón, a una gran distancia en Adam, la ciudad que está al lado de Saretán. Las aguas que descendían hacia el mar de Arabá, el Mar Salado, fueron cortadas completamente. Así el pueblo pasó {hasta estar} frente a Jericó.
Los sacerdotes que llevaban el arca del pacto del SEÑOR estuvieron en tierra seca en medio del Jordán mientras que todo Israel cruzaba sobre tierra seca, hasta que todo el pueblo acabó de pasar el Jordán.
Josué llamó a los doce hombres que había señalado de entre los Israelitas, uno de cada tribu;
"Sea esto una señal entre ustedes, y más tarde cuando sus hijos pregunten: ` ¿Qué significan estas piedras para ustedes?'
entonces les responderán: `Es que las aguas del Jordán quedaron cortadas delante del arca del pacto del SEÑOR. Cuando ésta pasó el Jordán, las aguas del Jordán quedaron cortadas.' Así que estas piedras servirán como recuerdo a los Israelitas para siempre."
Entonces Josué colocó doce piedras en medio del Jordán, en el lugar donde habían estado los pies de los sacerdotes que llevaban el arca del pacto, y allí permanecen hasta hoy.
Porque los sacerdotes que llevaban el arca estuvieron parados en medio del Jordán hasta que se cumpliera todo lo que el SEÑOR había mandado a Josué que dijera al pueblo, de acuerdo con todo lo que Moisés había mandado a Josué. Y el pueblo se apresuró y pasó.
``Ordena a los sacerdotes que llevan el arca del testimonio que suban del Jordán."
Y cuando los sacerdotes que llevaban el arca del pacto del SEÑOR subieron de en medio del Jordán, y las plantas de los pies de los sacerdotes salieron a tierra seca, las aguas del Jordán volvieron a su lugar y corrieron sobre todas sus riberas como antes.
Y aquellas doce piedras que habían sacado del Jordán, Josué las erigió en Gilgal.
Entonces habló a los Israelitas: ``Cuando sus hijos pregunten a sus padres el día de mañana: ` ¿Qué significan estas piedras?'
"Porque el SEÑOR su Dios secó las aguas del Jordán delante de ustedes hasta que pasaron, tal como el SEÑOR su Dios había hecho al Mar Rojo, el cual El secó delante de nosotros hasta que pasamos,
para que todos los pueblos de la tierra conozcan que la mano del SEÑOR es poderosa, a fin de que ustedes teman (reverencien) al SEÑOR su Dios para siempre."
Cuando todos los reyes de los Amorreos que {estaban} al otro lado del Jordán hacia el occidente, y todos los reyes de los Cananeos que {estaban} junto al mar, oyeron cómo el SEÑOR había secado las aguas del Jordán delante de los Israelitas hasta que ellos habían pasado, sus corazones se acobardaron, y ya no había ánimo en ellos a causa de los Israelitas.
Esta es la razón por la cual Josué los circuncidó: todos los del pueblo que salieron de Egipto que eran varones, todos los hombres de guerra, murieron en el desierto, por el camino, después que salieron de Egipto.
Porque todos los del pueblo que salieron fueron circuncidados, pero todos los del pueblo que nacieron en el desierto, por el camino, después de salir de Egipto, no habían sido circuncidados.
Pues los Israelitas anduvieron por el desierto cuarenta años, hasta que pereció toda la nación, {es decir,} los hombres de guerra que salieron de Egipto, porque no escucharon la voz del SEÑOR. A ellos el SEÑOR les juró que no les permitiría ver la tierra que el SEÑOR había jurado a sus padres que nos daría, una tierra que mana leche y miel.
Y a los hijos de ellos, que El levantó en su lugar, Josué los circuncidó; pues eran incircuncisos, porque no los habían circuncidado en el camino.
Cuando terminaron de circuncidar a toda la nación, permanecieron en sus lugares en el campamento hasta que sanaron.
El maná cesó el día después que habían comido del producto de la tierra, y los Israelitas no tuvieron más maná, sino que comieron del producto de la tierra de Canaán durante aquel año.
Cuando Josué estaba ya cerca de Jericó, levantó los ojos y vio que un hombre estaba frente a él con una espada desenvainada en la mano, y Josué fue hacia él y le dijo: `` ¿Es usted de los nuestros o de nuestros enemigos?"
``No," respondió; ``más bien yo vengo ahora {como} capitán del ejército del SEÑOR." Y Josué se postró en tierra, le hizo reverencia, y dijo: `` ¿Qué tiene que decirle mi señor a su siervo?"
"Y sucederá que cuando toquen un sonido prolongado con el cuerno de carnero, y ustedes oigan el sonido de la trompeta, todo el pueblo gritará a gran voz, y la muralla de la ciudad se vendrá abajo. Entonces el pueblo subirá, cada hombre derecho hacia adelante."
Josué, hijo de Nun, llamó a los sacerdotes, y les dijo: ``Tomen el arca del pacto, y que siete sacerdotes lleven siete trompetas de cuerno de carnero delante del arca del SEÑOR."
Entonces dijo al pueblo: ``Pasen, y marchen alrededor de la ciudad, y que los hombres armados vayan delante del arca del SEÑOR."
Después que Josué había hablado al pueblo, los siete sacerdotes que llevaban las siete trompetas de cuerno de carnero delante del SEÑOR, se adelantaron y tocaron las trompetas. Y el arca del pacto del SEÑOR los seguía.
Los hombres armados iban delante de los sacerdotes que tocaban las trompetas, y la retaguardia iba detrás del arca, mientras ellos continuaban tocando las trompetas.
Pero Josué dio órdenes al pueblo: ``No gritarán ni dejarán oír su voz, ni saldrá palabra de su boca, hasta el día que yo les diga: ` ¡Griten!' Entonces gritarán."
Así hizo que el arca del SEÑOR fuera alrededor de la ciudad, rodeándo{la} una vez. Entonces volvieron al campamento, y pasaron la noche en el campamento.
Así que el segundo día marcharon una vez alrededor de la ciudad y volvieron al campamento. Así lo hicieron por seis días.
"La ciudad será dedicada al anatema (a la destrucción), ella y todo lo que hay en ella pertenece al SEÑOR. Sólo Rahab la ramera y todos los que están en su casa vivirán, porque ella escondió a los mensajeros que enviamos.
"Pero ustedes, tengan mucho cuidado en cuanto a las cosas dedicadas al anatema, no sea que {las} codicien y tomando de las cosas del anatema, hagan maldito el campamento de Israel y traigan desgracia sobre él.
Entonces el pueblo gritó y {los sacerdotes} tocaron las trompetas; y sucedió que cuando el pueblo oyó el sonido de la trompeta, el pueblo gritó a gran voz y la muralla se vino abajo. El pueblo subió a la ciudad, cada hombre derecho hacia adelante, y tomaron la ciudad.
Destruyeron por completo, a filo de espada, todo lo que había en la ciudad: hombres y mujeres, jóvenes y ancianos, bueyes, ovejas y asnos.
Pero Josué dijo a los dos hombres que habían reconocido la tierra: ``Entren en la casa de la ramera y saquen de allí a la mujer y todo lo que posea, tal como se lo juraron."
Entraron, pues, los jóvenes espías y sacaron a Rahab, a su padre, a su madre, a sus hermanos, y todo lo que poseía. También sacaron a todos sus parientes y los colocaron fuera del campamento de Israel.
Entonces prendieron fuego a la ciudad y a todo lo que en ella había. Sólo pusieron en el tesoro de la casa (del tabernáculo) del SEÑOR, la plata, el oro y los utensilios de bronce y de hierro.
Pero Josué dejó vivir a Rahab la ramera, a la casa de su padre y todo lo que ella tenía. Ella ha habitado en medio de Israel hasta hoy, porque escondió a los mensajeros a quienes Josué había enviado a reconocer a Jericó.
Entonces Josué les hizo un juramento en aquel tiempo y dijo: ``Maldito sea delante del SEÑOR el hombre que se levante y reedifique esta ciudad de Jericó. Con {la pérdida de} su primogénito echará su cimiento, y con {la pérdida de} su hijo menor colocará sus puertas."
Josué envió hombres desde Jericó a Hai, que está cerca de Bet Avén al este de Betel (Casa de Dios), y les dijo: ``Suban y reconozcan la tierra." Y los hombres subieron y reconocieron a Hai.
Cuando volvieron a Josué, le dijeron: ``Que no suba todo el pueblo. Sólo dos o tres mil hombres subirán a Hai. No hagas cansar a todo el pueblo subiendo allá, porque ellos son pocos."
Así que subieron allá unos tres mil hombres del pueblo, pero huyeron ante los hombres de Hai.
Y Josué dijo: `` ¡Ah, Señor DIOS! ¿Por qué hiciste pasar a este pueblo el Jordán, para entregarnos después en manos de los Amorreos y destruirnos? ¡Ojalá nos hubiéramos propuesto habitar al otro lado del Jordán!
" ¡Ah, Señor! ¿Qué puedo decir, ya que Israel ha vuelto la espalda ante sus enemigos?
"Porque los Cananeos y todos los habitantes de la tierra se enterarán de ello, y nos rodearán y borrarán nuestro nombre de la tierra. ¿Y qué harás Tú por Tu gran nombre?"
Y el SEÑOR dijo a Josué: `` ¡Levántate! ¿Por qué te has postrado rostro en tierra?
"Israel ha pecado y también ha transgredido Mi pacto que les ordené. Y hasta han tomado de las cosas dedicadas al anatema, y también han robado y mentido, y además {las} han puesto entre sus propias cosas.
"No pueden, pues, los Israelitas hacer frente a sus enemigos. Vuelven la espalda delante de sus enemigos porque se han convertido en anatema. No estaré más con ustedes a menos que destruyan las cosas dedicadas al anatema de en medio de ustedes.
"Levántate, consagra al pueblo y di: `Conságrense para mañana, porque así ha dicho el SEÑOR, Dios de Israel: ``Hay anatema en medio de ti, oh Israel. No podrás hacer frente a tus enemigos hasta que quiten el anatema de en medio de ustedes."
`Por la mañana se acercarán, pues, por tribus. Y será que la tribu que el SEÑOR señale se acercará por familias, y la familia que el SEÑOR señale se acercará por casas, y la casa que el SEÑOR señale se acercará hombre por hombre.
~`Y será que el {hombre} que sea sorprendido con las cosas dedicadas al anatema será quemado, él y todo lo que le pertenece, porque ha quebrantado el pacto del SEÑOR, y ha cometido una terrible ofensa (infamia) en Israel.'"
Entonces Josué dijo a Acán: ``Hijo mío, te ruego, da gloria al SEÑOR, Dios de Israel, y dale alabanza. Declárame ahora lo que has hecho. No me lo ocultes."
Y Acán respondió a Josué: ``En verdad he pecado contra el SEÑOR, Dios de Israel, y esto es lo que he hecho.
Josué envió emisarios, que fueron corriendo a la tienda y hallaron {el manto} escondido en su tienda con la plata debajo.
Entonces Josué, y todo Israel con él, tomaron a Acán, hijo de Zera, y la plata, el manto, la barra de oro, sus hijos, sus hijas, sus bueyes, sus asnos, sus ovejas, su tienda y todo lo que le pertenecía, y los llevaron al Valle de Acor.
Y Josué dijo: `` ¿Por qué nos has turbado? El SEÑOR te turbará hoy." Todo Israel los apedreó y los quemaron después de haberlos apedreado.
Levantaron sobre él un gran montón de piedras que permanece hasta hoy. El SEÑOR se volvió del furor de su ira. Por eso se ha llamado aquel lugar el Valle de Acor hasta el día de hoy.
"Harás con Hai y con su rey lo mismo que hiciste con Jericó y con su rey. Tomarán para ustedes como botín solamente los despojos y el ganado. Prepara una emboscada a la ciudad detrás de ella."
"Entonces yo y todo el pueblo que me acompaña nos acercaremos a la ciudad. Cuando ellos salgan a nuestro encuentro como la primera vez, nosotros huiremos delante de ellos,
y ellos saldrán tras nosotros hasta que los hayamos alejado de la ciudad, porque dirán: `Huyen ante nosotros como la primera vez.' Huiremos, pues, ante ellos.
"Cuando hayan tomado la ciudad, le prenderán fuego. {Lo} harán conforme a la palabra del SEÑOR. Miren que yo se lo he mandado."