'Que' en la Biblia
Entonces Judá dijo a su hermano Simeón: ``Sube conmigo al territorio que me ha tocado, para que peleemos contra los Cananeos. Yo también iré contigo al territorio que te ha tocado." Y Simeón fue con él.
Después los hijos de Judá descendieron a pelear contra los Cananeos que vivían en la región montañosa, en el Neguev (región del sur) y en las tierras bajas.
Y Judá marchó contra los Cananeos que habitaban en Hebrón (el nombre de Hebrón antes {era} Quiriat Arba); e hirieron a Sesai, a Ahimán y a Talmai.
Entonces Caleb dijo: ``Al que ataque a Quiriat Séfer y la tome, yo le daré a mi hija Acsa por mujer."
Y cuando ella llegó, Otoniel la persuadió a que pidiera un campo a su padre. Ella entonces se bajó del asno, y Caleb le dijo: `` ¿Qué quieres?"
``Dame una bendición," le dijo ella, ``ya que me has dado la tierra del Neguev, dame también fuentes de agua." Y Caleb le dio las fuentes de arriba y las fuentes de abajo.
Los descendientes del Quenita, suegro de Moisés, subieron de la ciudad de las palmeras con los hijos de Judá, al desierto de Judá que está al sur de Arad; y fueron y habitaron con el pueblo.
Entonces Judá fue con Simeón su hermano, y derrotaron a los Cananeos que vivían en Sefat, y la destruyeron por completo. Por eso pusieron por nombre a la ciudad, Horma (Destrucción).
El SEÑOR estaba con Judá, que tomó posesión de la región montañosa. Pero Judá no pudo expulsar a los habitantes del valle porque éstos tenían carros de hierro.
Pero los hijos de Benjamín no expulsaron a los Jebuseos que vivían en Jerusalén. Así que los Jebuseos han vivido con los Benjamitas en Jerusalén hasta el día de hoy.
Y los espías vieron a un hombre que salía de la ciudad y le dijeron: ``Te rogamos que nos muestres la entrada de la ciudad y te trataremos con misericordia."
Y el hombre fue a la tierra de los Hititas y edificó una ciudad a la que llamó Luz. Y éste es su nombre hasta hoy.
Tampoco Efraín expulsó a los Cananeos que habitaban en Gezer; y los Cananeos habitaron en medio de ellos en Gezer.
Zabulón no expulsó a los habitantes de Quitrón, ni a los habitantes de Naalal; de manera que los Cananeos habitaron en medio de ellos, aunque fueron sometidos a trabajos forzados.
Así que los de Aser habitaron entre los Cananeos, los habitantes de aquella tierra, porque no los pudieron expulsar.
Neftalí no expulsó a los habitantes de Bet Semes, ni a los habitantes de Bet Anat, sino que habitó entre los Cananeos, los habitantes de aquella tierra. Pero los habitantes de Bet Semes y de Bet Anat fueron sometidos a trabajos forzados.
El ángel del SEÑOR subió de Gilgal a Boquim y dijo {a los Israelitas}: ``Yo los saqué a ustedes de Egipto y los conduje a la tierra que había prometido a sus padres y les dije: `Jamás quebrantaré Mi pacto con ustedes,
y en cuanto a ustedes, no harán pacto con los habitantes de esta tierra; sus altares derribarán.' Pero no Me han obedecido. ¿Qué es esto que han hecho?
"Por lo cual también dije: `No los echaré de delante de ustedes, sino que serán {como espinas} en su costado, y sus dioses les serán lazo para ustedes.'"
Después que Josué despidió al pueblo, los Israelitas fueron cada uno a su heredad para tomar posesión de la tierra.
El pueblo sirvió al SEÑOR todos los días de Josué, y todos los días de los ancianos que sobrevivieron a Josué, los cuales habían sido testigos de la gran obra que el SEÑOR había hecho por Israel.
También toda aquella generación fue reunida a sus padres. Y se levantó otra generación después de ellos que no conocía al SEÑOR, ni la obra que El había hecho por Israel.
Abandonaron al SEÑOR, el Dios de sus padres, que los había sacado de la tierra de Egipto, y siguieron a otros dioses de {entre} los dioses de los pueblos que {estaban} a su derredor; se postraron ante ellos y provocaron a ira al SEÑOR.
La ira del SEÑOR se encendió contra Israel, y los entregó en manos de salteadores que los saquearon. También los vendió en mano de sus enemigos de alrededor, y ya no pudieron hacer frente a sus enemigos.
Por dondequiera que iban, la mano del SEÑOR estaba contra ellos para mal, tal como el SEÑOR había dicho y como el SEÑOR les había jurado, y se angustiaron en gran manera.
Entonces el SEÑOR levantó jueces que los libraron de la mano de los que los saqueaban.
Sin embargo no escucharon a sus jueces, porque se prostituyeron siguiendo a otros dioses, y se postraron ante ellos. Se apartaron pronto del camino en que sus padres habían andado en obediencia a los mandamientos del SEÑOR. No hicieron como {sus padres.}
Cuando el SEÑOR les levantaba jueces, el SEÑOR estaba con el juez y los libraba de mano de sus enemigos todos los días del juez. Porque el SEÑOR se compadecía por sus gemidos a causa de los que los oprimían y afligían.
Pero cuando moría el juez, ellos volvían atrás y se corrompían aún más que sus padres, siguiendo a otros dioses, sirviéndoles (adorándolos) e inclinándose ante ellos. No dejaban sus costumbres ni su camino obstinado.
Entonces se encendió la ira del SEÑOR contra Israel, y dijo: ``Por cuanto esta nación ha quebrantado Mi pacto que ordené a sus padres, y no ha escuchado Mi voz,
tampoco Yo volveré a expulsar de delante de ellos a ninguna de las naciones que Josué dejó cuando murió,
Así pues, el SEÑOR permitió que aquellas naciones se quedaran {allí,} sin expulsarlas enseguida, ni las entregó en manos de Josué.
Estas son las naciones que el SEÑOR dejó para probar con ellas a Israel, ({es decir,} a los que no habían experimentado ninguna de las guerras de Canaán,
y así las generaciones de los Israelitas conocieran la guerra, o sea, aquéllos que antes no la habían experimentado).
{Estas naciones son:} los cinco príncipes de los Filisteos, todos los Cananeos, los Sidonios y los Heveos que habitaban en el Monte Líbano, desde el Monte de Baal Hermón hasta Lebo Hamat.
Y eran para probar a Israel, para ver si obedecían los mandamientos que el SEÑOR había ordenado a sus padres por medio de Moisés.
Cuando los Israelitas clamaron al SEÑOR, el SEÑOR levantó un libertador a los Israelitas para que los librara, a Otoniel, hijo de Quenaz, hermano menor de Caleb.
Cuando Aod terminó de presentar el tributo, despidió a la gente que había traído el tributo.
Pero él se volvió desde los ídolos que estaban en Gilgal, y dijo: ``Tengo un mensaje secreto para usted, oh rey." ``Guarda silencio," le dijo el rey. Y todos los que le servían salieron.
Después que él salió, vinieron los siervos y vieron que las puertas de la sala de la terraza tenían el cerrojo pasado, y dijeron: ``Sin duda {que el rey} está haciendo su necesidad en la sala de verano."
Después que Aod murió, los Israelitas volvieron a hacer lo malo ante los ojos del SEÑOR.
Y el SEÑOR los vendió en mano de Jabín, rey de Canaán, que reinaba en Hazor. El comandante de su ejército era Sísara, que vivía en Haroset Goyim.
``Ciertamente iré contigo," le dijo Débora. ``Sin embargo, el honor no será tuyo en la jornada que vas a emprender, porque el SEÑOR venderá a Sísara en manos de una mujer." Entonces Débora se levantó y fue con Barac a Cedes.
Heber el Quenita, se había separado de los Quenitas, de los hijos de Hobab, suegro de Moisés, y había plantado su tienda cerca de la encina en Zaanaim, que está junto a Cedes.
Avisaron a Sísara que Barac, hijo de Abinoam, había subido al Monte Tabor.
Y juntó Sísara todos sus carros, 900 carros de hierro, y a toda la gente que {estaba} con él, desde Haroset Goyim hasta el torrente Cisón.
Entonces Débora dijo a Barac: `` ¡Levántate! Porque éste es el día en que el SEÑOR ha entregado a Sísara en tus manos. Ya que el SEÑOR ha salido delante de ti." Bajó, pues, Barac del Monte Tabor seguido de 10,000 hombres.
Y él le dijo: ``Te ruego que me des a beber un poco de agua, porque tengo sed." Y ella abrió un odre de leche y le dio de beber; entonces lo cubrió.
Y cuando Barac venía persiguiendo a Sísara, Jael salió a su encuentro, y le dijo: ``Ven, y te mostraré al hombre que buscas." Y él entró con ella, y vio que Sísara estaba tendido, muerto con la estaca en la sien.
Y la mano de los Israelitas se hizo más y más dura sobre Jabín, rey de Canaán, hasta que lo destruyeron.
Se habían terminado los campesinos, se habían terminado en Israel, Hasta que yo, Débora, me levanté, Hasta que me levanté, {como} madre en Israel.
Ustedes que cabalgan en asnas blancas, Que se sientan en {ricos} tapices, Que viajan por el camino, canten.
Al sonido de los que dividen las {manadas} entre los abrevaderos, Allí repetirán los actos de justicia del SEÑOR, Los actos de justicia para con Sus campesinos en Israel. Entonces el pueblo del SEÑOR descendió a las puertas.
De Efraín {descendieron} los arraigados en Amalec, En pos de ti, Benjamín, con tus pueblos. De Maquir descendieron jefes, Y de Zabulón los que manejan vara de mando.
¿Por qué te sentaste entre los rediles, Escuchando los toques de flauta para los rebaños? Entre las divisiones de Rubén {Había} grandes indecisiones de corazón.
Galaad se quedó al otro lado del Jordán. ¿Y por qué se quedó Dan en {las} naves? Aser se sentó a la orilla del mar, Y se quedó junto a sus puertos.
Zabulón {era} pueblo que despreció su vida {hasta} la muerte. Y también Neftalí, en las alturas del campo.
Miraba por la ventana y se lamentaba La madre de Sísara, por entre la celosía: ` ¿Por qué se tarda en venir su carro? ¿Por qué se retrasa el trotar de sus carros?'
Así perezcan todos Tus enemigos, oh SEÑOR. Pero sean los que Te aman como la salida del sol en toda su fuerza." Y el país tuvo descanso por cuarenta años.
Porque sucedía que cuando {los hijos de} Israel sembraban, los Madianitas venían con los Amalecitas y los hijos del oriente y subían contra ellos.
el SEÑOR envió un profeta a los Israelitas que les dijo: ``Así dice el SEÑOR, Dios de Israel: `Fui Yo el que los hice subir a ustedes de Egipto, y los saqué de la casa de servidumbre (de esclavos).
Entonces vino el ángel del SEÑOR y se sentó debajo de la encina que {estaba} en Ofra, la cual pertenecía a Joás de Abiezer. Y su hijo Gedeón estaba sacudiendo el trigo en el lagar, para esconderlo de los Madianitas.
Entonces Gedeón le respondió: ``Ah señor mío, si el SEÑOR está con nosotros, ¿por qué nos ha ocurrido todo esto? ¿Y dónde están todas Sus maravillas que nuestros padres nos han contado, diciendo: ` ¿No nos hizo el SEÑOR subir de Egipto?' Pero ahora el SEÑOR nos ha abandonado, y nos ha entregado en mano de los Madianitas."
Y {Gedeón} Le dijo: ``Si he hallado gracia ante Tus ojos, muéstrame una señal de que eres Tú el que hablas conmigo.
"Te ruego que no Te vayas de aquí hasta que yo vuelva a Ti, y traiga mi ofrenda y la ponga delante de Ti." ``Me quedaré hasta que vuelvas," le respondió el SEÑOR.
Entonces el ángel del SEÑOR extendió la punta de la vara que estaba en su mano y tocó la carne y el pan sin levadura. Y subió fuego de la roca que consumió la carne y el pan sin levadura. Y el ángel del SEÑOR desapareció de su vista.
Al ver Gedeón que era el ángel del SEÑOR, dijo: `` ¡Ay de mí, Señor DIOS! Porque ahora he visto al ángel del SEÑOR cara a cara."
Aquella misma noche el SEÑOR le dijo: ``Toma el novillo de tu padre y otro novillo de siete años. Derriba el altar de Baal que pertenece a tu padre y corta la Asera (deidad femenina) que está junto a él.
"Edifica después, en debida forma, un altar al SEÑOR tu Dios sobre la cumbre de este peñasco. Toma el segundo novillo y ofrece holocausto con la leña de la Asera que has cortado."
Cuando los hombres de la ciudad se levantaron temprano en la mañana, vieron que el altar de Baal había sido derribado y cortada la Asera que estaba junto a él, y que el segundo novillo había sido ofrecido en el altar que se había edificado.
Entonces los hombres de la ciudad dijeron a Joás: ``Saca a tu hijo para que muera, porque ha derribado el altar de Baal, y también ha cortado la Asera que estaba a su lado."
Pero Joás dijo a todos los que estaban contra él: `` ¿Lucharán ustedes por Baal, o lo librarán? A cualquiera que luche por él, se le dará muerte antes de llegar la mañana. Si es un dios, que luche por sí mismo, porque alguien ha derribado su altar."
Por tanto, aquel día Gedeón fue llamado Jerobaal, es decir, que Baal luche contra él, porque había derribado su altar.
Envió mensajeros por todo Manasés, que también se juntó para seguirlo. Y envió mensajeros a Aser, a Zabulón y a Neftalí, que subieron a su encuentro.
voy a poner un vellón de lana en la era. Si hay rocío solamente en el vellón y toda la tierra queda seca, entonces sabré que librarás a Israel por mi mano, como has dicho."
Y Gedeón dijo a Dios: ``No se encienda Tu ira contra mí si hablo otra vez. Te ruego que me permitas hacer otra vez una prueba con el vellón. Que ahora quede seco el vellón y haya rocío en toda la tierra."
Jerobaal, es decir Gedeón, se levanto temprano y todo el pueblo que {estaba} con él, y acamparon junto a la fuente de Harod. El campamento de Madián estaba al norte de ellos, {cerca} de la colina de More, en el valle.
Y el SEÑOR dijo a Gedeón: ``El pueblo que está contigo es demasiado numeroso para que Yo entregue a Madián en sus manos; no sea que Israel se vuelva orgulloso, y diga: `Mi propia fortaleza me ha librado.'
"Ahora pues, proclama a oídos del pueblo: `Cualquiera que tenga miedo y tiemble, que regrese y se vaya del Monte Galaad.'" Y 22,000 personas regresaron, pero quedaron 10,000.
Entonces el SEÑOR dijo a Gedeón: ``Todavía el pueblo es demasiado numeroso. Hazlos bajar al agua y allí te los probaré. Y será que de quien Yo te diga: `Este irá contigo,' ése irá contigo. Pero todo aquél de quien Yo te diga: `Este no irá contigo,' ése no irá."
E hizo bajar el pueblo al agua. Y el SEÑOR dijo a Gedeón: ``Pondrás a un lado a todo aquél que lame el agua con su lengua, como lame el perro, y a todo el que se arrodilla para beber."
Y fue el número de los que lamieron, poniendo la mano a su boca, 300 hombres. Pero todo el resto del pueblo se arrodilló para beber.
El SEÑOR dijo entonces a Gedeón: ``Los salvaré con los 300 hombres que lamieron el agua y entregaré a los Madianitas en tus manos. Que todos los {demás} del pueblo se vayan, cada uno a su casa."
y oirás lo que dicen. Entonces tus manos serán fortalecidas para descender contra el campamento." Y descendió con su criado Fura hasta los puestos avanzados del ejército que {estaban} en el campamento.
Cuando Gedeón llegó {allí,} un hombre estaba contando un sueño a su amigo: ``Escuchen, tuve un sueño. Un pan de cebada iba rodando hasta el campamento de Madián, y llegó hasta la tienda y la golpeó de manera que cayó, y la volcó de arriba abajo y la tienda quedó extendida."
Su amigo le respondió: ``Esto no es otra cosa que la espada de Gedeón, hijo de Joás, varón de Israel. Dios ha entregado en su mano a Madián y a todo el campamento."
``Mírenme," les dijo, ``y hagan lo mismo que yo. Y cuando yo llegue a las afueras del campamento, como yo haga, así harán ustedes.
"Cuando yo y todos los que estén conmigo toquemos la trompeta, entonces también ustedes tocarán las trompetas alrededor de todo el campamento, y digan: `Por el SEÑOR y por Gedeón.'"
Gedeón llegó con los 100 hombres que estaban con él a las afueras del campamento, al principio de la guardia de medianoche, cuando apenas habían apostado la guardia. Entonces tocaron las trompetas y rompieron los cántaros que tenían en las manos.
Gedeón envió mensajeros por toda la región montañosa de Efraín y dijo: ``Desciendan contra Madián y tomen los vados antes que ellos, hasta Bet Bara y el Jordán." Y todos los hombres de Efraín se reunieron y tomaron los vados hasta Bet Bara y el Jordán.
Entonces los hombres de Efraín le dijeron: `` ¿Qué es esto que nos has hecho, al no llamarnos cuando fuiste a pelear contra Madián?" Y lo criticaron duramente.
Pero él les dijo: `` ¿Qué he hecho yo ahora en comparación con ustedes? ¿No es mejor el rebusco de Efraín que la vendimia de Abiezer?
"Dios ha entregado en manos de ustedes a los jefes de Madián, Oreb y Zeeb; ¿y qué pude hacer yo en comparación con ustedes?" Entonces se aplacó la ira de ellos contra él cuando dijo esto.
Gedeón y los 300 hombres que {iban} con él llegaron al Jordán {y} lo cruzaron, cansados, pero continuando la persecución.
Entonces Gedeón dijo a los hombres de Sucot: ``Les ruego que den pan a la gente que me sigue, porque están cansados, y estoy persiguiendo a Zeba y a Zalmuna, reyes de Madián."
Pero los jefes de Sucot dijeron: `` ¿Están ya las manos de Zeba y Zalmuna en tu poder para que demos pan a tu ejército?"
Ahora bien, Zeba y Zalmuna estaban en Carcor, y sus ejércitos con ellos, unos 15,000 hombres, los que habían quedado de todo el ejército de los hijos del oriente. Porque los que habían caído eran 120,000 hombres que sacaban espada.
Gedeón subió por el camino de los que habitaban en tiendas al este de Noba y Jogbeha, y atacó el campamento cuando el campamento estaba desprevenido.
Entonces Gedeon fue a los hombres de Sucot y les dijo: ``Aquí están Zeba y Zalmuna, acerca de los cuales ustedes me injuriaron, diciendo: ` ¿Están ya las manos de Zeba y Zalmuna en tu mano para que demos pan a tus hombres que están fatigados?'"
Después dijo a Zeba y a Zalmuna: `` ¿Qué clase de hombres {eran} los que ustedes mataron en Tabor?" ``Eran como tú," respondieron ellos, ``cada uno parecía hijo de rey."