'Soberbios' en la Biblia
Y los amonestaste para que volviesen a tu ley; mas ellos fueron soberbios, y no oyeron tus mandamientos, sino que pecaron contra tus juicios, los cuales si el hombre hiciere, en ellos vivirá. Pero ellos dieron la espalda, y endurecieron su cerviz, y no escucharon.
Si Dios no retira su ira, los ayudadores soberbios serán abatidos debajo de Él.
Menosprecia toda cosa alta: Es rey sobre todos los soberbios.
Bienaventurado el hombre que pone en Jehová su confianza, y no mira a los soberbios, ni a los que se desvían a la mentira.
Oh Dios, soberbios se levantaron contra mí, y conspiración de hombres violentos ha buscado mi alma, y no te pusieron delante de sí.
Levántate, oh Juez de la tierra; da el pago a los soberbios.
Destruiste a los soberbios malditos, que se desvían de tus mandamientos.
Los soberbios se burlaron mucho de mí; mas no me he apartado de tu ley.
Contra mí forjaron mentira los soberbios; mas yo guardaré de todo corazón tus mandamientos.
Sean avergonzados los soberbios, porque sin causa me han calumniado; mas yo, meditaré en tus mandamientos.
Los soberbios han cavado hoyos para mí; mas no obran según tu ley.
Responde por tu siervo para bien; no permitas que me opriman los soberbios.
Muy hastiada está nuestra alma del escarnio de los que están en holgura, y del menosprecio de los soberbios.
Me han escondido lazo y cuerdas los soberbios; han tendido red junto a la senda; me han puesto lazos. (Selah)
Jehová asolará la casa de los soberbios; mas Él afirmará los linderos de la viuda.
Mejor es humillar el espíritu con los humildes, que repartir despojos con los soberbios.
Y el hombre vil será abatido, y el hombre altivo será humillado, y los ojos de los soberbios serán bajados.
Y castigaré al mundo por su maldad, y a los impíos por su iniquidad; y haré que cese la arrogancia de los soberbios, y abatiré la altivez de los poderosos.
dijo Azarías hijo de Osaías, y Johanán hijo de Carea, y todos los varones soberbios dijeron a Jeremías: Mentira dices; no te ha enviado Jehová nuestro Dios para decir: No entréis en Egipto a peregrinar allí;
Decimos, pues, ahora, que son bienaventurados los soberbios, y también que los obreros de iniquidad son los prosperados; y aunque tentaron a Dios, escaparon.
Porque he aquí, viene el día ardiente como un horno; y todos los soberbios, y todos los que hacen maldad, serán estopa; y aquel día vendrá y los abrasará, dice Jehová de los ejércitos, el cual no les dejará ni raíz ni rama.