'Un' en la Biblia
"Ahora pues, ven, voy a darte un consejo para que salves tu vida y la vida de tu hijo Salomón.
"El rey también ha dicho así: `Bendito sea el SEÑOR, Dios de Israel, que ha concedido que se siente hoy en mi trono un descendiente mío mientras mis ojos {lo} ven.'"
Betsabé fue al rey Salomón para hablarle por Adonías. El rey se levantó a recibirla, se inclinó delante de ella, y se sentó en su trono; hizo colocar un trono para la madre del rey y ella se sentó a su diestra.
Entonces Salomón le respondió: ``Tú has mostrado gran misericordia a Tu siervo David mi padre, según él anduvo delante de Ti con fidelidad, justicia y rectitud de corazón hacia Ti; y has guardado para él esta gran misericordia, en que le has dado un hijo que se siente en su trono, como {sucede} hoy.
"Ahora, SEÑOR Dios mío, has hecho a Tu siervo rey en lugar de mi padre David, aunque soy un muchacho y no sé cómo salir ni entrar (estoy sin experiencia).
"Tu siervo está en medio de Tu pueblo al cual escogiste, un pueblo inmenso que no se puede numerar ni contar por {su} multitud.
"Da, pues, a Tu siervo un corazón con entendimiento para juzgar a Tu pueblo {y} para discernir entre el bien y el mal. Pues ¿quién será capaz de juzgar a este pueblo Tuyo tan grande?"
he hecho, pues, conforme a tus palabras. Te he dado un corazón sabio y entendido, de modo que no ha habido ninguno como tú antes de ti, ni se levantará ninguno como tú después de ti.
Salomón se despertó y vio que había sido un sueño. Entró en Jerusalén y se puso delante del arca del pacto del SEÑOR. Ofreció holocaustos e hizo ofrendas de paz y también dio un banquete para todos sus siervos.
Azarías, hijo de Natán, {estaba} sobre los oficiales; y Zabud, hijo de Natán, un sacerdote, {era} amigo del rey;
Salomón tenía doce oficiales sobre todo Israel, los cuales abastecían al rey y a su casa. Cada uno tenía que hacerlo un mes en el año.
La provisión de Salomón para un día era de 30 coros (6,600 litros) de flor de harina y 60 coros (13,200 litros) de harina,
Y los gobernadores abastecían, cada uno un mes, al rey Salomón y a todos los que venían a la mesa del rey Salomón. No dejaban que faltara nada.
Cuando Hiram oyó las palabras de Salomón, se alegró mucho y dijo: ``Bendito sea hoy el SEÑOR, que ha dado a David un hijo sabio sobre este pueblo tan numeroso."
El SEÑOR dio sabiduría a Salomón, tal como le había prometido, y hubo paz entre Hiram y Salomón, y los dos hicieron un pacto.
Y los envió al Líbano, en relevos de 10,000 cada mes; y se quedaban un mes en el Líbano {y} dos meses en su casa. Adoniram {estaba} al frente de la leva.
Un ala del querubín {tenía} 2.25 metros y la otra ala del querubín 2.25 metros. Desde la punta de una de sus alas hasta la punta de la otra de sus alas {había} 4.5 metros.
Salomón hizo el pórtico de las columnas de 22.5 metros de largo y 13.5 metros de ancho. {Había otro} pórtico delante de ellas, con columnas y un umbral delante de ellas.
Y la casa (el palacio) donde él había de vivir, {tenía} un atrio dentro del pórtico, de la misma hechura. Salomón también hizo una casa (un palacio) con un pórtico similar, para la hija de Faraón que él había tomado {por mujer}.
Este era hijo de una viuda de la tribu de Neftalí, y su padre era un hombre de Tiro, artífice en bronce. {Estaba} lleno de sabiduría, inteligencia y pericia para hacer cualquier obra en bronce. Y él vino al rey Salomón e hizo toda su obra.
Fundió las dos columnas de bronce; la altura de una columna era de 8.1 metros, y un cordel de 5.4 metros medía la circunferencia de las dos.
Hizo también dos capiteles de bronce fundido para colocarlos en las cabezas de las columnas. La altura de un capitel era de 2.25 metros y la del otro capitel era de 2.25 metros.
{Había} redes de obra de malla y trenzas de obra de cadenilla para los capiteles que estaban en la cima de las columnas; siete para un capitel y siete para el otro capitel.
El grueso era de un palmo, y el borde estaba hecho como el borde de un cáliz, {como} una flor de lirio. Tenía capacidad para 2,000 batos (44,000 litros).
y en los bordes que {estaban} entre las molduras {había} leones, bueyes y querubines; y en las molduras {había} un pedestal arriba, y debajo de los leones y bueyes {había} guirnaldas en bajorrelieve.
La boca {de la pila} dentro de la corona en la parte superior {medía} 45 centímetros, y su boca {era} redonda como el diseño de un pedestal, de 68 centímetros; también en su boca {había} entalladuras, y sus bordes eran cuadrados, no redondos.
Ciertamente yo te he edificado una casa majestuosa, Un lugar para Tu morada para siempre."
"Y he puesto allí un lugar para el arca, en la cual está el pacto del SEÑOR que El hizo con nuestros padres cuando los trajo de la tierra de Egipto."
``Cuando Tu pueblo Israel sea derrotado delante de un enemigo por haber pecado contra Ti, si se vuelven a Ti y confiesan Tu nombre, y oran y Te hacen súplica en esta casa,
"Y esta casa se convertirá en un montón de ruinas. Todo el que pase quedará atónito y silbará, y dirá: ` ¿Por qué ha hecho así el SEÑOR a esta tierra y a esta casa?'
Llegó a Jerusalén con un séquito muy grande, con camellos cargados de especias, y gran cantidad de oro y piedras preciosas. Cuando vino a Salomón, habló con él de todo lo que tenía en su corazón.
El peso del oro que llegaba a Salomón en un año era de 22.6 toneladas de oro,
El rey hizo además, un gran trono de marfil y lo revistió de oro finísimo.
Un carro de Egipto se importaba por 600 {siclos} (6.84 kilos) de plata, y un caballo por 150 y de la misma forma {los} exportaban a todos los reyes de los Hititas y a los reyes de Aram.
Entonces Salomón edificó un lugar alto a Quemos, ídolo abominable de Moab, en el monte que está frente a Jerusalén, y a Moloc, ídolo abominable de los Amonitas.
Entonces el SEÑOR levantó un adversario a Salomón, Hadad el Edomita; éste era de linaje real en Edom.
pero Hadad huyó a Egipto, él y algunos Edomitas de los siervos de su padre con él, {siendo} Hadad aún un muchacho.
Entonces Jeroboam, hijo de Nabat, un Efrateo de Sereda, cuya madre, una mujer viuda, se llamaba Zerúa, era siervo de Salomón y se rebeló contra el rey.
Y en aquel tiempo, cuando Jeroboam salía de Jerusalén, el profeta Ahías el Silonita lo encontró en el camino. Ahías se había puesto un manto nuevo y los dos estaban solos en el campo.
~`Por cuanto mi padre los cargó con un pesado yugo, yo añadiré al yugo de ustedes; mi padre los castigó con látigos, pero yo los castigaré con escorpiones.'"
Sucedió que un hombre de Dios fue desde Judá a Betel (Casa de Dios) por palabra del SEÑOR, cuando Jeroboam estaba junto al altar para quemar incienso.
Y el hombre de Dios clamó contra el altar por palabra del SEÑOR, y dijo: ``Oh altar, altar, así dice el SEÑOR: `A la casa de David le nacerá un hijo, que se llamará Josías; y él sacrificará sobre ti a los sacerdotes de los lugares altos que queman incienso sobre ti, y sobre ti serán quemados huesos humanos.'"
Moraba entonces en Betel un anciano profeta; y sus hijos fueron y le contaron todo lo que el hombre de Dios había hecho aquel día en Betel. Las palabras que él había hablado al rey, también las contaron a su padre.
"Porque me {vino} un mandato por palabra del SEÑOR: `No comerás pan ni beberás agua allí, ni volverás por el camino que fuiste.'"
Y {el otro} le respondió: ``Yo también soy profeta como tú, y un ángel me habló por palabra del SEÑOR, diciendo: `Tráelo contigo a tu casa, para que coma pan y beba agua.'" {Pero} le estaba mintiendo.
Y cuando {éste} se fue, un león lo encontró en el camino y lo mató, y su cadáver quedó tirado en el camino y el asno estaba junto a él; también el león estaba junto al cadáver.
"Toma en tus manos diez panes, tortas y un jarro de miel, y ve a él. El te dirá lo que le ha de suceder al niño."
Cuando Ahías oyó el ruido de los pasos de ella al entrar por la puerta, dijo: ``Entra, mujer de Jeroboam. ¿Por qué finges ser otra mujer? Pues he sido enviado a ti {con} un duro {mensaje.}
"Y el SEÑOR levantará para sí un rey sobre Israel que destruirá la casa de Jeroboam en este día, y de ahora en adelante.
Roboam, hijo de Salomón, reinó en Judá. Roboam {tenía} cuarenta y un años cuando comenzó a reinar, y reinó diecisiete años en Jerusalén, la ciudad que el SEÑOR había escogido de entre todas las tribus de Israel para poner allí Su nombre. El nombre de su madre {era} Naama, una Amonita.
Reinó cuarenta y un años en Jerusalén; y el nombre de su abuela {era} Maaca, hija de Abisalom.
``{Haya} alianza entre tú y yo, {como hubo} entre mi padre y tu padre. Te envío un presente de plata y de oro. Ve, rompe tu alianza con Baasa, rey de Israel, para que se aparte de mí."
Y sucedió que cuando comenzó a reinar, tan pronto como se sentó en su trono, mató a toda la casa de Baasa; no dejó ni un solo varón, ni de sus parientes ni de sus amigos.
Edificó un altar a Baal en la casa de Baal que edificó en Samaria.
El se levantó y fue a Sarepta. Cuando llegó a la entrada de la ciudad, allí estaba una viuda recogiendo leña, entonces la llamó y {le} dijo: ``Te ruego que me consigas un poco de agua en un vaso para que yo beba."
Cuando ella iba a conseguir{la,} la llamó y {le} dijo: ``Te ruego que me traigas {también} un bocado de pan en tu mano."
Pero ella respondió: ``Vive el SEÑOR tu Dios, que no tengo pan, sólo {tengo} un puñado de harina en la tinaja y un poco de aceite en la vasija y estoy recogiendo unos trozos de leña para entrar y preparar{lo} para mí y para mi hijo, para que comamos y muramos."
Y dividieron la tierra entre ellos para recorrerla; Acab se fue solo por un camino, y Abdías se fue solo por otro.
"Que nos den, pues, dos novillos. Que escojan un novillo para ellos y lo despedacen, y lo coloquen sobre la leña, pero que no {le} pongan fuego {debajo;} y yo prepararé el otro novillo y lo colocaré sobre la leña, y no {le} pondré fuego.
Y Elías dijo a los profetas de Baal: ``Escojan un novillo para ustedes y prepárenlo primero, pues son los más, e invoquen el nombre de su dios, pero no {le} pongan fuego."
Como al mediodía, Elías se burlaba de ellos y decía: ``Clamen en voz alta, pues es un dios; tal vez {estará} meditando o se habrá desviado, o estará de viaje, quizá esté dormido y habrá que despertarlo."
Con las piedras edificó un altar en el nombre del SEÑOR, e hizo una zanja alrededor del altar, suficientemente grande para contener dos medidas (14.6 litros) de semilla.
Y sucedió que a la séptima {vez,} él dijo: ``Veo una nube tan pequeña como la mano de un hombre, que sube del mar." Y Elías le dijo: ``Sube, {y} dile a Acab: `Prepara {tu carro} y desciende, para que la {fuerte} lluvia no te detenga.'"
Entonces Jezabel envió un mensajero a Elías, diciendo: ``Así me hagan los dioses y aun me añadan, si mañana a estas horas yo no he puesto tu vida como la vida de uno de ellos."
y anduvo por el desierto un día de camino, y vino y se sentó bajo un arbusto (enebro); pidió morirse y dijo: ``Basta ya, SEÑOR, toma mi vida porque yo no soy mejor que mis padres."
Y acostándose bajo el arbusto, se durmió; pero un ángel lo tocó y le dijo: ``Levántate, come."
Entonces el SEÑOR le dijo: ``Sal y ponte en el monte delante del SEÑOR." En ese momento el SEÑOR pasaba, y un grande y poderoso viento destrozaba los montes y quebraba las peñas delante del SEÑOR; {pero} el SEÑOR no {estaba} en el viento. Después del viento, un terremoto; {pero} el SEÑOR no {estaba} en el terremoto.
Después del terremoto, un fuego; {pero} el SEÑOR no {estaba} en el fuego. Y después del fuego, el susurro de una brisa apacible.
Entonces se volvió, dejando de seguirlo, tomó un par de bueyes y los sacrificó, y con los aparejos de los bueyes coció su carne, y {la} dio a la gente y ellos comieron. Después se levantó y fue tras Elías, y le servía.
Y un profeta se acercó a Acab, rey de Israel, y {le} dijo: ``Así dice el SEÑOR: ` ¿Has visto toda esta gran multitud? Hoy la entregaré en tu mano, y sabrás que Yo soy el SEÑOR.'"
"Aliste un ejército como el ejército que perdió, caballo por caballo y carro por carro. Entonces pelearemos contra ellos en la llanura, pues ¿no seremos más fuertes que ellos?" El escuchó su consejo y lo hizo así.
Entonces un hombre de Dios se acercó y habló al rey de Israel, y dijo: ``Así dice el SEÑOR: `Porque los Arameos han dicho: ``El SEÑOR es un dios de los montes, pero no es un dios de los valles; por tanto, entregaré a toda esta gran multitud en tu mano, y sabrás que Yo soy el SEÑOR."'"
Acamparon unos frente a otros por siete días. Al séptimo día comenzó la batalla, y los Israelitas mataron de los Arameos a 100,000 hombres de a pie en un solo día.
Los demás huyeron a Afec, a la ciudad, y el muro cayó sobre los 27,000 hombres que quedaban. También Ben Adad huyó y se refugió en la ciudad en un aposento interior.
Entonces le dijo: ``Porque no has atendido a la voz del SEÑOR, tan pronto como te apartes de mí, un león te matará." Y tan pronto se apartó de él, un león lo encontró y lo mató.
Entonces halló a otro hombre y le dijo: ``Te ruego que me hieras." Y el hombre le dio un golpe, hiriéndolo.
Cuando el rey pasaba, clamó al rey y dijo: ``Su siervo fue al centro de la batalla; y allí, un hombre se apartó {de las filas} y me trajo a uno, y {me} dijo: `Guarda a este hombre; si por alguna razón llega a faltar, entonces tu vida responderá por su vida o pagarás 34 kilos de plata.'
Después enviaron {un mensaje} a Jezabel, diciendo: ``Nabot ha sido apedreado y ha muerto."
Y el rey de Israel dijo a Josafat: ``Todavía queda un hombre por medio de quien podemos consultar al SEÑOR, pero lo aborrezco, porque no profetiza lo bueno en cuanto a mí, sino lo malo. Es Micaías, hijo de Imla." Pero Josafat dijo: ``No hable el rey así."
Entonces el rey de Israel llamó a un oficial, y le dijo: ``Trae pronto a Micaías, hijo de Imla."
"Entonces un espíritu se adelantó, y se puso delante del SEÑOR, y dijo: `Yo lo persuadiré.'
"Y ahora el SEÑOR ya ha puesto un espíritu de mentira en boca de todos estos sus profetas; pues el SEÑOR ha decretado el mal contra usted."
Respondió Micaías: ``Tú mismo {lo} verás aquel día en que entres en un aposento interior para esconderte."
Un hombre disparó su arco al azar e hirió al rey de Israel por entre la juntura de la armadura. Y él dijo a su cochero: ``Da la vuelta y sácame de la batalla, pues estoy gravemente herido."
A la puesta del sol, pasó un grito por el ejército que decía: ``Cada hombre a su ciudad y cada uno a su tierra."