Parallel Verses
Spanish: Reina Valera Gómez
¡Oh que fueras tú como mi hermano, que mamó los pechos de mi madre; así, al encontrarte afuera yo te besaría, y no me menospreciarían!
La Biblia de las Américas
¿Ah, si tú fueras como mi hermano, amamantado a los pechos de mi madre! {Si} te encontrara afuera, te besaría, y no me despreciarían.
Biblia del Jubileo 2000 (Grátis)
¡Oh quién te me diera como hermano que mamó los pechos de mi madre; de modo que te halle yo fuera, y te bese, y no me menosprecien!
Reina Valera 1909
OH quién te me diese como hermano Que mamó los pechos de mi madre; De modo que te halle yo fuera, y te bese, Y no me menosprecien!
La Nueva Biblia de los Hispanos
¡Ah, si tú fueras como mi hermano, Amamantado a los pechos de mi madre! {Si} te encontrara afuera, te besaría, Y no me despreciarían.
Spanish: Sagradas Escrituras 1569
¡Oh quién te me diese como hermano que mamó los pechos de mi madre; de modo que te halle yo fuera, y te bese, y no me menosprecien!
New American Standard Bible
"Oh that you were like a brother to me Who nursed at my mother's breasts. If I found you outdoors, I would kiss you; No one would despise me, either.
Referencias Cruzadas
Salmos 2:12
Besad al Hijo, para que no se enoje, y perezcáis en el camino, cuando se encendiere un poco su furor. Bienaventurados todos los que en Él confían.
Salmos 45:10-11
Oye, hija, y mira, e inclina tu oído; y olvida tu pueblo, y la casa de tu padre;
Salmos 51:17
Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado; al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios.
Salmos 102:16-17
por cuanto Jehová habrá edificado a Sión, y en su gloria será visto;
Cantares 1:2
¡Oh si él me besara con ósculos de su boca! Porque mejores son tus amores que el vino.
Isaías 7:14
Por tanto el Señor mismo os dará señal: He aquí una virgen concebirá, y dará a luz un hijo, y llamará su nombre Emmanuel.
Isaías 9:6
Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado; y el principado será sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz.
Isaías 60:14
Y vendrán a ti humillados los hijos de los que te afligieron, y se postrarán a las plantas de tus pies todos los que te escarnecían, y te llamarán Ciudad de Jehová, Sión del Santo de Israel.
Isaías 66:11-12
para que maméis y os saciéis de los pechos de sus consolaciones; para que ordeñéis, y os deleitéis con el resplandor de su gloria.
Hageo 2:7
y haré temblar a todas las naciones, y vendrá el Deseado de todas las naciones; y llenaré de gloria esta casa, dice Jehová de los ejércitos.
Zacarías 9:9
Alégrate mucho, hija de Sión; da voces de júbilo, hija de Jerusalén: he aquí, tu Rey vendrá a ti, Él es justo y salvador, humilde, y cabalgando sobre un asno, sobre un pollino hijo de asna.
Malaquías 3:1
He aquí, yo envío mi mensajero, el cual preparará el camino delante de mí; y vendrá repentinamente a su templo el Señor a quien vosotros buscáis, y el mensajero del pacto, a quien deseáis vosotros. He aquí viene, dice Jehová de los ejércitos.
Mateo 13:16-17
Mas bienaventurados vuestros ojos, porque ven, y vuestros oídos porque oyen.
Marcos 12:42-44
Y vino una viuda pobre, y echó dos blancas, que es un cuadrante.
Marcos 14:6-9
Pero Jesús dijo: Dejadla, ¿por qué la molestáis? Buena obra me ha hecho.
Lucas 2:26-32
Y le había sido revelado por el Espíritu Santo, que no vería la muerte antes que viese al Cristo del Señor.
Lucas 2:38
Y ésta, viniendo en la misma hora, también daba gracias al Señor, y hablaba de Él a todos los que esperaban la redención en Jerusalén.
Lucas 7:45-48
No me diste beso, mas ésta, desde que entré, no ha cesado de besar mis pies.
Lucas 9:26
Porque el que se avergonzare de mí y de mis palabras, de éste se avergonzará el Hijo del Hombre cuando viniere en su gloria, y en la del Padre, y de los santos ángeles.
Lucas 10:16
El que a vosotros oye, a mí me oye; y el que a vosotros desecha, a mí me desecha; y el que a mí me desecha, desecha al que me envió.
Lucas 10:23-24
Y volviéndose a sus discípulos, les dijo en privado: Bienaventurados los ojos que ven lo que vosotros veis:
Lucas 12:8
Y os digo que todo aquel que me confesare delante de los hombres, también el Hijo del Hombre le confesará delante de los ángeles de Dios;
Lucas 18:9
Y también dijo esta parábola a unos que confiaban en sí mismos como justos, y menospreciaban a los otros:
Juan 1:14
Y el Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad.
Juan 3:13
Y nadie subió al cielo, sino el que descendió del cielo, el Hijo del Hombre que está en el cielo.
Juan 7:46-52
Los alguaciles respondieron: ¡Jamás hombre alguno ha hablado como este hombre!
Juan 8:42
Jesús entonces les dijo: Si Dios fuese vuestro Padre, ciertamente me amaríais; porque yo de Dios he salido, y he venido; pues no he venido de mí mismo, sino que Él me envió.
Juan 9:25-38
Mas él respondió y dijo: Si es pecador, no lo sé; una cosa sé, que habiendo yo sido ciego, ahora veo.
Juan 13:3
sabiendo Jesús que el Padre le había dado todas las cosas en sus manos, y que había venido de Dios, y a Dios iba,
Juan 16:28
Salí del Padre, y he venido al mundo; otra vez, dejo el mundo y voy al Padre.
1 Corintios 1:28
y lo vil del mundo y lo menospreciado escogió Dios, y lo que no es, para deshacer lo que es;
Gálatas 4:26
Mas la Jerusalén de arriba es libre; la cual es la madre de todos nosotros.
Gálatas 6:14
Mas lejos esté de mí gloriarme, salvo en la cruz de nuestro Señor Jesucristo, por el cual el mundo me es crucificado a mí, y yo al mundo.
Filipenses 3:3
Porque nosotros somos la circuncisión, los que en espíritu adoramos a Dios y nos gloriamos en Cristo Jesús, no teniendo confianza en la carne.
Filipenses 3:7-8
Pero cuantas cosas eran para mí ganancia, las he estimado como pérdida por amor a Cristo.
1 Timoteo 3:16
Y sin contradicción, grande es el misterio de la piedad: Dios fue manifestado en carne; justificado en el Espíritu; visto de los ángeles; predicado a los gentiles; creído en el mundo; recibido arriba en gloria.
Hebreos 2:9-14
Pero vemos a Jesús coronado de gloria y de honra, el cual fue hecho un poco menor que los ángeles, por el padecimiento de su muerte, para que por la gracia de Dios gustase la muerte por todos.
Hebreos 9:26-28
de otra manera le hubiera sido necesario padecer muchas veces desde el principio del mundo; pero ahora en la consumación de los siglos, se presentó una sola vez por el sacrificio de sí mismo para quitar el pecado.