68 casos

'De la Tierra' en la Biblia

Porque como estuvo Jonás en el vientre de la ballena tres días y tres noches, así estará el Hijo del hombre en el corazón de la tierra tres días y tres noches.

La reina del austro se levantará en el juicio con esta generación, y la condenará; porque vino de los fines de la tierra para oír la sabiduría de Salomón; y he aquí más que Salomón en este lugar.

Y él dice: Sí. Y entrando él en casa, Jesús le habló antes, diciendo: ¿Qué te parece, Simón? Los reyes de la tierra, ¿de quién cobran los tributos o el censo? ¿De sus hijos o de los extraños?

Y entonces enviará sus ángeles, y juntará sus escogidos de los cuatro vientos, desde el cabo de la tierra hasta el cabo del cielo.

Entonces toda la multitud de la tierra de los gadarenos alrededor, le rogaron que se fuera de ellos; porque tenían gran temor. Y él, subiendo en el barco, se devolvió.

La reina del austro se levantará en el juicio contra los hombres de esta generación, y los condenará; porque vino de los fines de la tierra a oír la sabiduría de Salomón; y he aquí más que Salomón en este lugar.

Y la Pascua de los judíos estaba cerca; y muchos subieron de la tierra a Jerusalén antes de la Pascua, para purificarse;

mas recibiréis la virtud del Espíritu Santo que vendrá sobre vosotros; y me seréis testigos en Jerusalén, y en toda Judea, y Samaria, y hasta lo último de la tierra.

Asistieron los reyes de la tierra, y los príncipes se juntaron en uno contra el Señor, y contra su Cristo.

Entonces salió de la tierra de los caldeos, y habitó en Harán; y de allí, muerto su padre, le traspasó a esta tierra, en la cual vosotros habitáis ahora;

en su humillación su juicio fue quitado; mas su generación, ¿Quién la contará? Porque es quitada de la tierra su vida.

En el cual había de todos los animales cuadrúpedos de la tierra, y bestias fieras, y reptiles, y aves del cielo.

Y levantándose uno de ellos, llamado Agabo, señaló por el Espíritu, que había de haber una gran hambre en toda la redondez de la tierra; la cual hubo en tiempo de Claudio César.

Y le oyeron hasta esta palabra; entonces alzaron la voz, diciendo: Quita de la tierra a un tal hombre, porque no conviene que viva.

Mas digo: ¿No han oído? Cierto por toda la tierra ha salido la fama de ellos, y hasta los extremos de la redondez de la tierra las palabras de ellos.

(Y que subió, ¿qué es, sino que también había descendido primero en las partes más bajas de la tierra?

no como el testamento que hice a vuestros padres el día que los tomé por la mano que los sacaría de la tierra de Egipto; porque ellos no permanecieron en mi testamento, y yo los menosprecié a ellos, dice el Señor;

Y ninguno podía, ni en el cielo, ni en la tierra, ni debajo de la tierra, abrir el libro, ni mirarlo.

Y oí a toda criatura que está en el cielo, y sobre la tierra, y debajo de la tierra, y que está sobre el mar, y todas las cosas que están en él, diciendo: Al que está sentado en el trono, y al Cordero, sea alabanza, honra, y gloria, y potencia, para siempre jamás.

Y salió otro caballo bermejo, y al que estaba sentado sobre él, le fue dado poder de quitar la paz de la tierra; y que se maten unos a otros; y le fue dada una gran espada.

Y miré, y he aquí un caballo verde; y el que estaba sentado sobre él tenía por nombre Muerte; y el Hades le seguía; y le fue dada potestad sobre la cuarta parte de la tierra, para matar con espada, con hambre, con mortandad, y con las bestias de la tierra.

Y los reyes de la tierra, y los príncipes, y los ricos, y los capitanes, y los fuertes, y todo siervo y todo libre, se escondieron en las cuevas y entre las piedras de los montes;

Y después de estas cosas vi cuatro ángeles que estaban sobre los cuatro ángulos de la tierra, deteniendo los cuatro vientos de la tierra, para que no soplara viento sobre la tierra, ni sobre el mar, ni sobre ningún árbol.

Y del humo del pozo salieron langostas en la tierra; y les fue dada potestad, como tienen potestad los escorpiones de la tierra.

Y les fue mandado que no hicieran daño a la hierba de la tierra, ni a ninguna cosa verde, ni a ningún árbol, sino solamente a los hombres que no tienen la señal de Dios en sus frentes.

Estas son las dos olivas, y los dos candeleros que están delante del Dios de la tierra.

Y los moradores de la tierra se gozarán sobre ellos, y se alegrarán, y se enviarán dones los unos a los otros; porque estos dos profetas han atormentado a los que moran sobre la tierra.

Por lo cual alegraos, cielos, y los que moráis en ellos. ¡Ay de los moradores de la tierra y del mar! Porque el diablo ha descendido a vosotros, teniendo gran ira, sabiendo que tiene poco tiempo.

Y engaña a los moradores de la tierra por las señales que le ha sido dado hacer en presencia de la bestia, mandando a los moradores de la tierra que hagan una imagen de la bestia que tiene la herida de espada, y vivió.

Y cantaban como un cántico nuevo delante del trono, y delante de los cuatro animales, y de los ancianos; y ninguno podía aprender el cántico sino aquellos ciento cuarenta y cuatro mil, los cuales son comprados de la tierra.

Y otro ángel salió del templo, clamando con alta voz al que estaba sentado sobre la nube: Mete tu hoz, y siega; porque la hora de segar te es venida, porque la mies de la tierra está seca.

Y otro ángel salió del altar, el cual tenía poder sobre el fuego, y clamó con gran voz al que tenía la hoz aguda, diciendo: Mete tu hoz aguda, y vendimia los racimos de la tierra; porque están maduras sus uvas.

Y el ángel echó su hoz aguda en la tierra, y vendimió la viña de la tierra, y la envió al grande lagar de la ira de Dios.

con la cual han fornicado los reyes de la tierra, y los que moran en la tierra se han embriagado con el vino de su fornicación.

La bestia que has visto, fue, y ya no es; y ha de subir del abismo, y ha de ir a perdición; y los moradores de la tierra, (cuyos nombres no están escritos en el libro de la vida desde la fundación del mundo,) se maravillarán viendo la bestia que era, y no es, aunque es.

Y la mujer que has visto, es la gran ciudad que tiene reino sobre los reyes de la tierra.

Porque todos los gentiles han bebido del vino del furor de su fornicación; y los reyes de la tierra han fornicado con ella; y los mercaderes de la tierra se han enriquecido de la potencia de sus deleites.

Y la llorarán y se lamentarán sobre ella los reyes de la tierra, los cuales han fornicado con ella y han vivido en deleites, cuando ellos vieren el humo de su incendio,

Y los mercaderes de la tierra lloran y se lamentan sobre ella; porque ninguno compra más sus mercaderías:

y luz de lámpara no alumbrará más en ti; y voz de esposo y de esposa no será más oída en ti: cuyos mercaderes eran príncipes de la tierra: en cuyas hechicerías todos los gentiles han errado.

Y vi la bestia, y los reyes de la tierra y sus ejércitos, congregados para hacer guerra contra el que estaba sentado sobre el caballo, y contra su ejército.

y saldrá para engañar los gentiles que están sobre los cuatro ángulos de la tierra, a Gog y a Magog, a fin de congregarlos para la batalla; el número de los cuales es como la arena del mar.

Y subieron sobre la anchura de la tierra, y circundaron el campo de los santos, y la Ciudad amada. Y de Dios descendió fuego del cielo, y los devoró.

Y los gentiles que hubieren sido salvos andarán en la lumbre de ella; y los reyes de la tierra traerán su gloria y honor a ella.

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