'La palabra' en la Biblia
Después de estas cosas vino la palabra del SEÑOR a Abram en visión, diciendo: No temas, Abram; yo soy tu escudo, y tu galardón será sobremanera grande.
Y luego la palabra del SEÑOR vino a él diciendo: No te heredará éste, sino el que saldrá de tus entrañas, aquél te heredará.
Y sus hermanos le tenían envidia, mas su padre guardaba la palabra.
Y la palabra pareció bien a Faraón, y a sus siervos.
E hizo el SEÑOR conforme a la palabra de Moisés, y murieron las ranas de las casas, de los cortijos, y de los campos.
Y el SEÑOR hizo conforme a la palabra de Moisés; y quitó todas aquellas moscas del Faraón, y de sus siervos, y de su pueblo, sin que quedara una.
De los siervos del Faraón, el que temió la palabra del SEÑOR, hizo huir sus siervos y su ganado a casa;
mas el que no puso en su corazón la palabra del SEÑOR, dejó sus siervos y sus ganados en el campo.
Y el SEÑOR dijo a Moisés: He aquí yo os haré llover pan del cielo; y el pueblo saldrá, y recogerá la palabra para cada día, para que yo le pruebe si anda en mi ley, o no.
Y los hijos de Leví hicieron conforme a la palabra de Moisés; y cayeron aquel día unos tres mil hombres del pueblo.
Y oyendo el pueblo esta mala palabra, vistieron luto, y ninguno se puso sus atavíos.
Y lo pusieron en la cárcel, hasta que se les aclarara la palabra del SEÑOR.
Y Moisés los contó conforme a la palabra del SEÑOR, como le fue mandado.
Todos los contados de los levitas, que Moisés y Aarón conforme a la palabra del SEÑOR contaron por sus familias, todos los varones de un mes arriba, fueron veintidós mil.
Y Moisés dio el dinero del rescate a Aarón y a sus hijos, conforme a la palabra de Jehová, tal como Jehová había mandado a Moisés.
Y Moisés los envío desde el desierto de Parán, conforme a la palabra del SEÑOR; y todos aquellos varones eran príncipes de los hijos de Israel.
Por cuanto tuvo en poco la palabra del SEÑOR, y dio por nulo su mandamiento, enteramente será cortada esa persona; su iniquidad será sobre ella.
Y Balaam respondió, y dijo a los siervos de Balac: Aunque Balac me diera su casa llena de plata y oro, no puedo traspasar la palabra del SEÑOR mi Dios, para hacer cosa chica ni grande.
Y Dios vino a Balaam de noche, y le dijo: Si los hombres han venido a llamarte, levántate {y} ve con ellos; pero sólo dirás la palabra que yo te hable.
Y el ángel del SEÑOR dijo a Balaam: Ve con esos hombres; pero la palabra que yo te dijere, esa hablarás. Así Balaam fue con los príncipes de Balac.
Y Balaam respondió a Balac: He aquí yo he venido a ti; mas ¿podré ahora hablar alguna cosa? La palabra que Dios pusiere en mi boca, esa hablaré.
Entonces Moisés ordenó a los hijos de Israel, conforme a la palabra del SEÑOR, diciendo: La tribu de los hijos de José tiene razón en lo que dice.
No añadiréis a la palabra que yo os mando, ni disminuiréis de ella, para que guardéis los mandamientos del SEÑOR vuestro Dios que yo os ordene.
(Yo estaba entonces entre el SEÑOR y vosotros, para denunciaros la palabra del SEÑOR; porque vosotros tuvisteis temor del fuego, y no subisteis al monte), diciendo él:
No por tu justicia, ni por la rectitud de tu corazón entras a heredar la tierra de ellos; mas por la impiedad de estos gentiles el SEÑOR tu Dios los echa de delante de ti, y por confirmar la palabra que el SEÑOR juró a tus padres Abraham, Isaac, y Jacob.
y vendrás a los sacerdotes levitas, y al juez que fuere en aquellos días, y preguntarás; y te enseñarán la palabra del juicio.
Y harás según la palabra que ellos te enseñarán, los del lugar que el SEÑOR escogiere, y guardarás de hacer según todo lo que te enseñaren.
Según la palabra de la ley, que ellos te enseñaren, y según el juicio que te dijeren, harás: no te apartarás ni a diestra ni a siniestra de la palabra que te enseñaren.
Y si dijeres en tu corazón: ¿Cómo conoceremos la palabra que el SEÑOR no hubiere hablado?
Entonces vendrán los sacerdotes hijos de Leví, porque a ellos escogió Jehová tu Dios para que le sirvan, y para bendecir en nombre de Jehová; y por la palabra de ellos se resolverá toda controversia y toda ofensa.
Porque muy cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu corazón, para que la cumplas.
Y allí murió Moisés, siervo del SEÑOR, en la tierra de Moab, conforme a la palabra del SEÑOR.
Acordaos de la palabra que Moisés, siervo del SEÑOR, os mandó diciendo: El SEÑOR vuestro Dios os ha dado reposo, y os ha dado esta tierra.
Y cuando la hubiereis tomado, le prenderéis fuego. Haréis conforme a la palabra del SEÑOR. Mirad que os lo he mandado.
Pero los israelitas tomaron para sí las bestias y los despojos de la ciudad, conforme a la palabra del SEÑOR que él había mandado a Josué.
Según la palabra del SEÑOR, le dieron la ciudad que él pidió, que fue Timnat-sera, en el monte de Efraín; y él reedificó la ciudad, y habitó en ella.
Entonces los hijos de Israel dieron a los levitas de sus posesiones, conforme a la palabra del SEÑOR, estas villas con sus ejidos.
entonces, le decían: Di, pues, {la palabra} Shibolet; pero él decía Sibolet, porque no podía pronunciarla correctamente. Entonces le echaban mano y lo mataban junto a los vados del Jordán. Y cayeron en aquella ocasión cuarenta y dos mil de los de Efraín.
Y el joven Samuel ministraba al SEÑOR delante de Elí; y la palabra del SEÑOR era de estima en aquellos días; no había visión manifiesta.
Mas Samuel aún no conocía al SEÑOR, ni le había sido revelada la palabra del SEÑOR.
Y dijo: ¿Qué es la palabra que te habló el SEÑOR? Te ruego que no me la encubras. Así te haga Dios y así te añada, si me encubrieres palabra de todo lo que habló contigo.
Y el SEÑOR se volvió a aparecer en Silo; porque el SEÑOR se revelaba a Samuel en Silo por la palabra del SEÑOR.
Y llegaba la palabra de Samuel a todo Israel. Y salió Israel para enfrentarse en batalla con los filisteos y acampó junto a Eben-ezer, mientras que los filisteos habían acampado en Afec.
Mientras descendían a las afueras de la ciudad, Samuel dijo a Saúl: Di al criado que pase delante de nosotros y siga, pero tú quédate para que yo te declare la palabra de Dios.
Si temiereis al SEÑOR y le sirviereis, y oyereis su voz, y no fuereis rebeldes a la palabra del SEÑOR, así vosotros como el rey que reina sobre vosotros, seréis en pos del SEÑOR vuestro Dios.
Entonces vino la palabra del SEÑOR a Samuel, diciendo:
Vino, pues, Samuel a Saúl, y Saúl le dijo: Bendito seas tú del SEÑOR; yo he cumplido la palabra del SEÑOR.
Y Samuel dijo: ¿Tiene el SEÑOR tanto contentamiento con los holocaustos y víctimas, como en oír la palabra del SEÑOR? Ciertamente el oír es mejor que los sacrificios; y el escuchar que el sebo de los carneros.
Porque la rebelión es pecado de hechicería, e iniquidad e idolatría el quebrantar la palabra de Dios. Y por cuanto tú desechaste la palabra del SEÑOR, él también te ha desechado para que no seas rey.
Y Samuel respondió a Saúl: No volveré contigo; porque desechaste la palabra del SEÑOR, y el SEÑOR te ha desechado para que no seas rey sobre Israel.
Y el pueblo le respondió según aquella palabra, diciendo: Así se hará al hombre que lo mate.
Y sucedió que esa misma noche la palabra del SEÑOR vino a Natán, diciendo:
Ahora pues, SEÑOR Dios, la palabra que has hablado sobre tu siervo y sobre su casa, despiértala eternalmente, y haz conforme a lo que has dicho.
¿Por qué pues tuviste en poco la palabra del SEÑOR, haciendo lo malo delante de sus ojos? A Urías el heteo heriste a espada, y tomaste por tu mujer a su mujer, y a él mataste con la espada de los hijos de Amón.
Y Jonadab dijo al rey: He aquí, son los hijos del rey que vienen; conforme a la palabra de tu siervo, así ha sucedido.
Y que yo he venido ahora para decir esto al rey mi señor, es porque el pueblo me ha puesto miedo. Mas tu sierva dijo en si: Hablaré ahora al rey; por ventura hará el rey la palabra de su sierva.
Se dijo además tu sierva: ``Sea consuelo la palabra de mi señor el rey, pues como el ángel de Dios, así es mi señor el rey para discernir el bien y el mal. ¡Que el SEÑOR tu Dios sea contigo!"
Y Joab se postró en tierra sobre su rostro, y adoró, y bendijo al rey, y dijo: Hoy ha entendido tu siervo que he hallado gracia en tus ojos, rey señor mío; pues que ha hecho el rey la palabra de su siervo.
Y el consejo que daba Ahitofel en aquellos días, era como si consultaran la palabra de Dios. Tal era el consejo de Ahitofel, así con David como con Absalón.
Y el rey David envió a Sadoc y a Abiatar sacerdotes, diciendo: Hablad a los ancianos de Judá y decidles: ¿Por qué seréis vosotros los postreros en volver el rey a su casa, ya que la palabra de todo Israel ha venido al rey de volverle a su casa?
Dios, perfecto su camino; la palabra del SEÑOR purificada, escudo es de todos los que en él confían.
Pero la palabra del rey pudo más que Joab, y que los capitanes del ejército. Salió, pues, Joab, con los capitanes del ejército, de delante del rey, para ir a contar el pueblo de Israel.
Cuando David se levantó por la mañana, la palabra del SEÑOR vino al profeta Gad, vidente de David, diciendo:
David subió conforme a la palabra de Gad, tal como el SEÑOR había ordenado.
para que confirme el SEÑOR la palabra que me habló, diciendo: Si tus hijos guardaren su camino, andando delante de mí con verdad, de todo su corazón, y de toda su alma, jamás, dice, faltará a ti varón del trono de Israel.
Así echó Salomón a Abiatar del sacerdocio del SEÑOR, para que se cumpliera la palabra del SEÑOR que había dicho sobre la casa de Elí en Silo.
Y Simei dijo al rey: La palabra es buena; como el rey mi señor ha dicho, así lo hará tu siervo. Y habitó Simei en Jerusalén muchos días.
Entonces el rey envió, e hizo venir a Simei, y le dijo: ¿No te conjuré yo por el SEÑOR, y te protesté, diciendo: El día que salieres, y fueres acá o allá, sabe de cierto que has de morir? Y tú me dijiste: La palabra es buena, yo la obedezco.
Y la palabra del SEÑOR vino a Salomón, diciendo:
Ahora el SEÑOR ha cumplido la palabra que había dicho, pues yo me he levantado en lugar de mi padre David y me he sentado en el trono de Israel, como el SEÑOR prometió, y he edificado la casa al nombre del SEÑOR, Dios de Israel.
El rey no escuchó al pueblo, porque lo que había sucedido era del SEÑOR, para que El confirmara la palabra que el SEÑOR había hablado por medio de Ahías silonita a Jeroboam, hijo de Nabat.
Pero la palabra de Dios vino a Semaías, hombre de Dios, diciendo:
Así dijo el SEÑOR: No vayáis, ni peleéis contra vuestros hermanos los hijos de Israel; volveos cada uno a su casa; porque este negocio yo lo he hecho. Y ellos oyeron la palabra de Dios, y volvieron, y se fueron, conforme a la palabra del SEÑOR.
Y cuando el rey oyó la palabra del varón de Dios, que había clamado contra el altar en Bet-el, extendiendo su mano desde el altar, Jeroboam dijo: ¡Prendedle! Mas la mano que había extendido contra él, se le secó, y no la pudo enderezar.
Y sucedió que cuando ellos estaban a la mesa, la palabra del SEÑOR vino al profeta que le había hecho volver;
Y oyéndolo el profeta que le había traído de vuelta del camino, dijo: El varón de Dios es, que fue rebelde al dicho del SEÑOR; por tanto el SEÑOR le ha entregado al león, que le ha quebrantado, matándole, conforme a la palabra del SEÑOR que él le dijo.
Y lo enterraron, y lo endechó todo Israel, conforme a la palabra del SEÑOR, que él había hablado por mano de su siervo Ahías profeta.
Y cuando él vino al reino, hirió toda la casa de Jeroboam, sin dejar alma viviente de los de Jeroboam, hasta raerlo, conforme a la palabra del SEÑOR que él habló por su siervo Ahías, el silonita;
Y la palabra del SEÑOR vino a Jehú, hijo de Hananí, contra Baasa, diciendo:
Y así mismo había sido la palabra del SEÑOR por la mano de Jehú, hijo de Hanani, profeta sobre Baasa y sobre su casa, y sobre todo lo malo que hizo a los ojos del SEÑOR, provocándole a ira con las obras de sus manos, para que fuera hecha como la casa de Jeroboam; y por el hecho de haberlo herido.
Así rayó Zimri toda la casa de Baasa, conforme a la palabra del SEÑOR, que había hablado contra Baasa por medio del profeta Jehú;
En su tiempo Hiel de Bet-el reedificó a Jericó. En Abiram su primogénito echó el cimiento, y en Segub su hijo postrero puso sus puertas; conforme a la palabra del SEÑOR que había hablado por Josué hijo de Nun.
Entonces Elías tisbita, {que era} de los moradores de Galaad, dijo a Acab: Vive el SEÑOR, Dios de Israel, delante de quien estoy, que ciertamente no habrá rocío ni lluvia en estos años, sino por la palabra de mi boca.
Y vino a Elías la palabra del SEÑOR, diciendo:
Y él fue, e hizo conforme a la palabra del SEÑOR; pues se fue y se asentó junto al arroyo de Querit, que está delante del Jordán.
Entonces ella fue e hizo conforme a la palabra de Elías, y ella, él y la casa de ella comieron por {muchos} días.
Y el cántaro de la harina no escaseó, ni menguó la vasija del aceite, conforme a la palabra del SEÑOR que había dicho por Elías.
Entonces la mujer dijo a Elías: Ahora conozco que tú eres varón de Dios, y que la palabra del SEÑOR es verdad en tu boca.
Pasados muchos días, vino la palabra del SEÑOR a Elías en el tercer año, diciendo: Ve, muéstrate a Acab, y yo daré lluvia sobre la faz de la tierra.
Elías tomó doce piedras conforme al número de las tribus de los hijos de Jacob, a quien había venido la palabra del SEÑOR, diciendo: Israel será tu nombre.
Allí entró en una cueva y pasó en ella la noche; y he aquí, {vino} a él la palabra del SEÑOR, y El le dijo: ¿Qué haces aquí, Elías?
Y los hombres tomaron esto como señal, y tomando de él la palabra prestamente dijeron: Tu hermano Ben-adad {vive.} Y él dijo: Id, traedlo. Entonces Ben-adad salió a él, y él le hizo subir en el carro.
Y él le dijo: Por cuanto no has obedecido á la palabra de Jehová, he aquí en apartándote de mí, te herirá un león. Y como se apartó de él, topóle un león, é hirióle.
Y vino Acab a su casa triste y enojado, por la palabra que Nabot de Jezreel le había respondido, diciendo: No te daré la heredad de mis padres. Y se acostó en su cama, y volvió su rostro, y no comió pan.
Entonces vino la palabra del SEÑOR a Elías tisbita, diciendo:
Entonces la palabra del SEÑOR vino a Elías tisbita, diciendo:
Y dijo luego Josafat al rey de Israel: Yo te ruego que consultes hoy la palabra del SEÑOR.
Y el mensajero que había ido a llamar a Micaías, le habló, diciendo: He aquí las palabras de los profetas a una boca anuncian al rey bien; sea ahora tu palabra conforme a la palabra de alguno de ellos, y anuncia bien.
Respondió {Micaías:} Por tanto, escucha la palabra del SEÑOR. Yo vi al SEÑOR sentado en su trono, y todo el ejército de los cielos estaba junto a El, a su derecha y a su izquierda.
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