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'Reino de Dios' en la Biblia

¿Cuál de los dos hizo la voluntad del padre? Ellos dijeron*: El primero. Jesús les dijo*: En verdad os digo que los recaudadores de impuestos y las rameras entran en el reino de Dios antes que vosotros.

También decía: ¿A qué compararemos el reino de Dios, o con qué parábola lo describiremos?

Y les decía: En verdad os digo que hay algunos de los que están aquí que no probarán la muerte hasta que vean el reino de Dios después de que haya venido con poder.

Y si tu ojo te es ocasión de pecar, sácatelo; te es mejor entrar al reino de Dios con un solo ojo, que teniendo dos ojos ser echado al infierno,

Pero cuando Jesús vio esto, se indignó y les dijo: Dejad que los niños vengan a mí; no se lo impidáis, porque de los que son como éstos es el reino de Dios.

Jesús, mirando en derredor, dijo* a sus discípulos: ¿Qué difícil será para los que tienen riquezas entrar en el reino de Dios!

Viendo Jesús que él había respondido sabiamente, le dijo: No estás lejos del reino de Dios. Y después de eso, nadie se aventuraba a hacerle más preguntas.

En verdad os digo: Ya no beberé más del fruto de la vid hasta aquel día cuando lo beba nuevo en el reino de Dios.

vino José de Arimatea, miembro prominente del concilio, que también esperaba el reino de Dios; y llenándose de valor, entró adonde estaba Pilato y le pidió el cuerpo de Jesús.

Os digo que entre los nacidos de mujer, no hay nadie mayor que Juan; sin embargo, el más pequeño en el reino de Dios es mayor que él.

Pero cuando la gente se dio cuenta de esto, le siguió; y {Jesús,} recibiéndolos, les hablaba del reino de Dios, y sanaba a los que tenían necesidad de ser curados.

Pero en verdad os digo que hay algunos de los que están aquí, que no probarán la muerte hasta que vean el reino de Dios.

Mas El le dijo: Deja que los muertos entierren a sus muertos; pero tú, ve y anuncia por todas partes el reino de Dios.

``Hasta el polvo de vuestra ciudad que se pega a nuestros pies, nos lo sacudimos {en protesta} contra vosotros; empero sabed esto: que el reino de Dios se ha acercado."

Entonces decía: ¿A qué es semejante el reino de Dios y con qué lo compararé?

Y vendrán del oriente y del occidente, del norte y del sur, y se sentarán {a la mesa} en el reino de Dios.

Cuando uno de los que estaban sentados con El {a la mesa} oyó esto, le dijo: ¡Bienaventurado todo el que coma pan en el reino de Dios!

Habiéndole preguntado los fariseos cuándo vendría el reino de Dios, {Jesús} les respondió, y dijo: El reino de Dios no viene con señales visibles,

ni dirán: `` ¿Mirad, aquí {está!}" o: `` ¿Allí {está!}" Porque he aquí, el reino de Dios entre vosotros está.

Mas Jesús, llamándolos a su lado, dijo: Dejad que los niños vengan a mí, y no se lo impidáis, porque de los que son como éstos es el reino de Dios.

En verdad os digo: el que no recibe el reino de Dios como un niño, no entrará en él.

Mirándolo Jesús, dijo: ¿Qué difícil es que entren en el reino de Dios los que tienen riquezas!

Porque es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja, que el que un rico entre en el reino de Dios.

Estando ellos oyendo estas cosas, continuando {Jesús,} dijo una parábola, porque El estaba cerca de Jerusalén y ellos pensaban que el reino de Dios iba a aparecer de un momento a otro.

Así también vosotros, cuando veáis que suceden estas cosas, sabed que el reino de Dios está cerca.

porque os digo que nunca más volveré a comerla hasta que se cumpla en el reino de Dios.

porque os digo que de ahora en adelante no beberé del fruto de la vid, hasta que venga el reino de Dios.

(el cual no había asentido al plan y al proceder de los demás) {que era} de Arimatea, ciudad de los judíos, {y} que esperaba el reino de Dios.

Y habiéndole fijado un día, vinieron en gran número adonde él posaba, y desde la mañana hasta la tarde les explicaba testificando fielmente sobre el reino de Dios, y procurando persuadirlos acerca de Jesús, tanto por la ley de Moisés como por los profetas.

Y esto digo, hermanos: que la carne y la sangre no pueden heredar el reino de Dios; ni lo que se corrompe hereda lo incorruptible.

y {también} Jesús, llamado Justo; estos son los únicos colaboradores {conmigo} en el reino de Dios que son de la circuncisión, y ellos han resultado ser un estímulo para mí.

{Esta es} una señal evidente del justo juicio de Dios, para que seáis considerados dignos del reino de Dios, por el cual en verdad estáis sufriendo.

Reino de Diosno en La Biblia de las Américas

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