El que hizo el oído, ¿no oye? El que dio forma al ojo, ¿no ve?

¿Quién se levantará por mí contra los malhechores? ¿Quién me defenderá de los que hacen iniquidad?

Oh SEÑOR, Dios de las venganzas, oh Dios de las venganzas, ¡resplandece!

Si digo: Mi pie ha resbalado, tu misericordia, oh SEÑOR, me sostendrá.

Bienaventurado el hombre a quien corriges, SEÑOR, y lo instruyes en tu ley;

Cuando mis inquietudes se multiplican dentro de mí, tus consuelos deleitan mi alma.

Pero el SEÑOR ha sido mi baluarte, y mi Dios la roca de mi refugio.

El SEÑOR conoce los pensamientos del hombre, {sabe} que son {sólo} un soplo.

Porque el SEÑOR no abandonará a su pueblo, ni desamparará a su heredad.

¿Puede ser aliado tuyo un trono de destrucción, que planea el mal por decreto?

Si el SEÑOR no hubiera sido mi socorro, pronto habría habitado mi alma en el {lugar del} silencio.

Haced caso, torpes del pueblo; necios, ¿cuándo entenderéis?

¿Hasta cuándo los impíos, SEÑOR, hasta cuándo los impíos se regocijarán?

Levántate, Juez de la tierra; da {su} merecido a los soberbios.

Charlan, hablan con arrogancia; todos los que hacen iniquidad se vanaglorían.

Y dicen: El SEÑOR no {lo} ve, ni hace caso el Dios de Jacob.

¿No reprenderá el que castiga a las naciones, el que enseña conocimiento al hombre?

Matan a la viuda y al extranjero, y asesinan a los huérfanos.

El ha hecho volver sobre ellos su {propia} iniquidad, y los destruirá en su maldad; el SEÑOR, nuestro Dios, los destruirá.

Aplastan a tu pueblo, SEÑOR, y afligen a tu heredad.

Porque el juicio volverá a ser justo, y todos los rectos de corazón lo seguirán.

Se unen contra la vida del justo, y condenan a muerte al inocente.

para darle descanso en los días de aflicción, hasta que se cave una fosa para el impío.