77 Versículo de la Biblia sobre Contesto promesas
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Porque todas las promesas de Dios son en él Sí, y en él Amén, por nosotros para la gloria de Dios.
Me invocará, y yo le responderé; con él estaré yo en la angustia; lo libraré, y le glorificaré.
Los pobres y menesterosos buscan las aguas, que no hay; su lengua se secó de sed; yo, el SEÑOR, los oiré; yo, el Dios de Israel, no los desampararé.
Entonces invocarás, y oirás al SEÑOR; clamarás, y dirá él: Heme aquí. Si quitares de en medio de ti el yugo, el extender el dedo, y hablar vanidad:
Y será que antes que clamen, yo oiré; aún estando ellos hablando, yo oiré.
Clama a mí, y te responderé, y te enseñaré cosas grandes y dificultosas que tú no sabes.
Y meteré en el fuego la tercera parte, y los fundiré como se funde la plata, y los probaré como se prueba el oro. El invocará mi nombre, y yo le oiré, y diré: Pueblo mío; y él dirá: El SEÑOR es mi Dios.
Y yo os digo: Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; tocad, y os será abierto.
Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, todo lo que quisiereis pediréis, y os será hecho.
y cualquier cosa que pidiéremos, la recibiremos de él, porque guardamos sus mandamientos, y hacemos las cosas que son agradables delante de él.
Y asimismo yo he oído el gemido de los hijos de Israel, a quienes hacen servir los egipcios, y me he acordado de mi pacto.
He visto, he visto la aflicción de mi pueblo que está en Egipto, y he oído el gemido de ellos, y he descendido para librarlos. Ahora pues, ven, te enviaré a Egipto.
Que si tú llegas a afligirle, y él a mí clamare, ciertamente oiré yo su clamor;
Y el SEÑOR dijo a Moisés: También haré esto que has dicho, por cuanto has hallado gracia en mis ojos, y yo te he conocido por tu nombre. El entonces dijo: Te ruego que me muestres tu gloria. Y él respondió: Yo haré pasar todo mi bien delante de tu rostro, y proclamaré el nombre que YO SOY delante de ti; y tendré misericordia del que tendré misericordia, y seré clemente para con el que seré clemente.Leer más.
Dijo más: No podrás ver mi faz; porque no me verá hombre, y vivirá.
Porque ¿qué nación grande hay que tenga a Dios cercano de sí, como lo está el SEÑOR nuestro Dios en todo cuanto le pedimos?
Y tú, Salomón, hijo mío, conoce al Dios de tu padre, y sírvele de corazón perfecto, y de ánimo voluntario; porque el SEÑOR escudriña los corazones de todos, y entiende toda imaginación de los pensamientos. Si tú le buscares, lo hallarás; mas si le dejares, él te desechará para siempre.
El que invoca a Dios, y él le responde, es burlado de su amigo; y el justo y perfecto es escarnecido.
Orará a Dios, y le amará, y verá su faz con gritos de alegría; y él dará al hombre el pago de su justicia.
Y en ti confiarán los que conocen tu nombre; por cuanto tú, oh SEÑOR, no desamparaste a los que te buscaron.
El deseo de los humildes oíste, oh SEÑOR; tú dispones su corazón, y haces atento tu oído;
Invocaré al SEÑOR, digno de ser alabado, y seré salvo de mis enemigos.
Por esto orará a ti todo misericordioso en el tiempo de poder hallarte; ciertamente en la inundación de las muchas aguas no llegarán éstas a él.
Sámec Los ojos del SEÑOR están sobre los justos, y atentos sus oídos al clamor de ellos.
Pon asimismo tu delicia en el SEÑOR, y él te dará las peticiones de tu corazón.
Porque a ti, oh SEÑOR, he esperado; tú responderás, SEÑOR Dios mío.
Sacrifica a Dios alabanza, y paga tus promesas al Altísimo.
Entonces serán vueltos atrás mis enemigos el día que yo clamare a ti; en esto conozco que Dios es por mí.
Porque el SEÑOR oye a los menesterosos, y no menosprecia a sus prisioneros.
Yo soy el SEÑOR tu Dios, que te hice subir de la tierra de Egipto; abre tu boca, y yo la llenaré.
Porque tú, Señor, eres bueno y perdonador, y grande en misericordia para con todos los que te invocan. Escucha, oh SEÑOR, mi oración, y está atento a la voz de mis ruegos. En el día de mi angustia te llamaré; porque tú me respondes.
habrá mirado a la oración de los solitarios y menesterosos, y no habrá desechado el ruego de ellos. Se escribirá esto para la generación venidera; y el pueblo que se criará, alabará a JAH. Porque miró de lo alto de su santuario; el SEÑOR miró de los cielos a la tierra,Leer más.
para oír el gemido de los presos, para soltar a los hijos de muerte;
Cof Cercano está el SEÑOR a todos los que le invocan, a todos los que le invocan con verdad.
si clamares por entendimiento, y a la inteligencia dieres tu voz;
Reconócelo en todos tus caminos, y él enderezará tus veredas.
Lo que el impío teme, eso le vendrá; mas Dios da a los justos lo que desean.
El sacrificio de los impíos es abominación al SEÑOR; mas la oración de los rectos es su gozo.
Del hombre son las preparaciones del corazón; mas del SEÑOR la respuesta de la lengua.
Y será por señal, y por testimonio al SEÑOR de los ejércitos en la tierra de Egipto; porque al SEÑOR clamarán a causa de sus opresores, y él les enviará Salvador y Príncipe que los libre.
Ciertamente el pueblo morará en Sion, en Jerusalén; nunca más llorarás; el que tiene misericordia tendrá misericordia de ti; al oír la voz de tu clamor te responderá.
Buscad al SEÑOR, mientras se halla; llamadle en tanto que está cercano.
Entonces me invocaréis, y andaréis en mis caminos y oraréis a mí, y yo os oiré;
Irán con lloro, mas con misericordias los haré volver, y los haré andar junto a arroyos de aguas, por camino derecho en el cual no tropezarán; porque seré a Israel por Padre, y Efraín será mi primogénito.
Tet: Bueno es el SEÑOR a los que en él esperan, al alma que le buscare.
Así dijo el Señor DIOS: Aún seré solicitado de la Casa de Israel, para hacerles esto; los multiplicaré de hombres a modo de rebaños.
Pero así dijo el SEÑOR a la Casa de Israel: Buscadme, y vivid; y no busquéis a Bet-el ni entréis en Gilgal, ni paséis a Beerseba; porque Gilgal será llevada en cautiverio, y Bet-el será deshecha. Buscad al SEÑOR, y vivid; no sea que hienda, como fuego, a la Casa de José, y la consuma, sin haber en Bet-el quien lo apague.
Buscad al SEÑOR todos los humildes de la tierra, que pusisteis en obra su juicio; buscad justicia, buscad humildad; por ventura seréis guardados en el día del enojo del SEÑOR.
Pedid al SEÑOR lluvia en la sazón de la lluvia tardía. El SEÑOR hará relámpagos, y os dará lluvia abundante, y hierba en el campo a cada uno.
Y cuando ores, no seas como los hipócritas; porque ellos aman el orar en las sinagogas, y en las esquinas de las calles en pie, para ser vistos de los hombres; de cierto os digo, que ya tienen su salario. Mas tú, cuando ores, entra en tu cámara, y cerrada tu puerta, ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en secreto, te pagará en público. Y orando, no seáis prolijos, como los mundanos que piensan que por su palabrería serán oídos.Leer más.
No os hagáis, pues, semejantes a ellos; porque vuestro Padre sabe de qué cosas tenéis necesidad, antes que vosotros le pidáis. Vosotros pues, oraréis así: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu Nombre.
Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; tocad, y se os abrirá. Porque cualquiera que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que toca, se le abre. ¿Qué hombre hay de vosotros, a quien si su hijo pidiere pan, le dará una piedra?Leer más.
¿Y si le pidiere un pez, le dará una serpiente? Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos, dará buenas cosas a los que le piden?
Otra vez os digo, que si dos de vosotros se pusieren de acuerdo en la tierra, de toda cosa que pidieren, les será hecho por mi Padre que está en los cielos.
Y todo lo que pidiereis en oración, creyendo, lo recibiréis.
Por tanto, os digo que todo lo que orando pidiereis, creed que lo recibiréis, y os vendrá.
Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que lo pidieren de él?
Y dijo el Señor: Oíd lo que dice el juez injusto. ¿Y Dios no vengará a sus escogidos, que claman a él día y noche, aunque sea longánime acerca de ellos? Os digo que los vengará presto. Pero cuando el Hijo del hombre viniere, ¿hallará fe en la tierra?
Velad pues, orando en todo tiempo, que seáis tenidos por dignos de evitar todas estas cosas que han de venir, y de estar en pie delante del Hijo del hombre.
Respondió Jesús y le dijo: Si conocieras el don de Dios, y quién es el que te dice: Dame de beber; tú pedirías de él, y él te daría agua viva.
Y sabemos que Dios no oye a los pecadores; mas si alguno es temeroso de Dios, y hace su voluntad, a éste oye.
Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, esto haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo.
Y aquel día no me preguntaréis nada. De cierto, de cierto os digo, que todo cuanto pidiereis a mi Padre en mi nombre, os lo dará.
Ahora pues, ¿por qué te detienes? Levántate, y bautízate, y lava tus pecados, invocando su Nombre.
Y asimismo también el Espíritu nos ayuda en nuestra flaqueza; porque orar como conviene, no lo sabemos; sino que el mismo Espíritu demanda por nosotros con gemidos indecibles.
Porque no hay diferencia de judío y de griego; porque el mismo es el Señor de todos, rico para con todos los que le invocan;
que por él los unos y los otros tenemos entrada por un mismo Espíritu al Padre.
Y a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, por la potencia que obra en nosotros,
Lleguémonos pues confiadamente al trono de su gracia, para alcanzar misericordia, y hallar gracia para la ayuda oportuna.
lleguémonos con corazón verdadero, y con fe llena, purificados los corazones de mala conciencia, y lavados los cuerpos con agua limpia
Pero sin fe es imposible agradar a Dios, porque es necesario que el que a Dios se allega, crea que existe, y que es galardonador de los que le buscan.
Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, (el cual da a todos abundantemente, y sin reproche) y le será dada. Pero pida en fe, no dudando nada; porque el que duda, es semejante a la onda del mar, que es movida del viento, y es echada de una parte a otra. Ciertamente no piense el tal hombre que recibirá ninguna cosa del Señor.
Allegaos a Dios, y él se allegará a vosotros. Pecadores, limpiad las manos; y vosotros los de doble ánimo, purificad los corazones.
Confesaos vuestras faltas unos a otros, y rogad los unos por los otros, para que seáis sanos. Porque la oración eficaz del justo, es muy poderosa.
Y esta es la confianza que tenemos en Dios, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye. Y si sabemos que él nos oye en cualquier cosa que pidamos, también sabemos que tenemos las peticiones que le hubiéremos pedido.