50 Versículos de la Biblia sobre jurar

Pero yo os digo: No juréis en ninguna manera; ni por el cielo, porque es el trono de Dios;

Mas por sobre todas las cosas, mis hermanos; no juréis, ni por el cielo, ni por la tierra, ni por ningún otro juramento; sino que vuestro sí sea sí, y vuestro no, sea no; para que no caigáis en condenación.

Ni por tu cabeza jurarás, porque no puedes hacer blanco o negro un solo cabello.

Entonces comenzó a maldecir, y a jurar, diciendo: No conozco al hombre. Y en seguida cantó el gallo.

Y si alguna persona pecare, que hubiere oído la voz del que juró, y él fuere testigo que vio, o supo, si no lo denunciare, él llevará su pecado.

Mas sea vuestro hablar: Sí, sí: No, no; porque lo que es más de esto, de mal procede.

Y no juraréis en mi nombre con mentira, ni profanarás el nombre de tu Dios: Yo Jehová.

y te haré jurar por Jehová, Dios de los cielos y Dios de la tierra, que no has de tomar esposa para mi hijo de las hijas de los cananeos, entre los cuales yo habito;

(El sacerdote conjurará a la mujer con juramento de maldición, y dirá a la mujer): Jehová te haga maldición y conjura en medio de tu pueblo, haciendo Jehová que tu muslo caiga, y que tu vientre se hinche;

Y decís: Cualquiera que jura por el altar, no es nada; pero cualquiera que jura por la ofrenda que está sobre él, es deudor.

Porque cuando Dios hizo la promesa a Abraham, no pudiendo jurar por otro mayor, juró por sí mismo,

De una misma boca proceden maldición y bendición. Hermanos míos, esto no debe ser así.

Porque la tierra está llena de adúlteros; porque a causa del juramento la tierra está de luto; los pastizales del desierto se secaron; la carrera de ellos es mala, y su fortaleza no es recta.

y dijo: Por mí mismo he jurado, dice Jehová, que por cuanto has hecho esto, y no me has rehusado tu hijo, tu único;

Después de esto abrió Job su boca, y maldijo su día.

¡Ay de vosotros, guías ciegos! que decís: Si alguno jura por el templo, no es nada; pero si alguno jura por el oro del templo, es deudor.

ni por la tierra, porque es el estrado de sus pies; ni por Jerusalén, porque es la ciudad del gran Rey.

También la persona que jurare, pronunciando con sus labios hacer mal o bien, en cualquiera cosa que el hombre profiere con juramento, y él no lo conociere; si después lo entiende, será culpable de una de estas cosas.

Porque los hombres ciertamente juran por el que es mayor; y el juramento para confirmación es para ellos el fin de toda controversia.

Y amó la maldición, y le vino; y no quiso la bendición, y ésta se alejó de él.

Oíd esto, casa de Jacob, que os llamáis del nombre de Israel, los que salieron de las aguas de Judá, los que juran en el nombre de Jehová, y hacen memoria del Dios de Israel, pero no en verdad ni en justicia.

Porque yo alzo a los cielos mi mano, y digo: Vivo yo para siempre.

y el que jura por el templo, jura por él, y por el que en él habita;

o que habiendo hallado lo que estaba perdido mintiere acerca de ello, y jurare en falso, en alguna de todas aquellas cosas en que suele pecar el hombre:

Pues el que jura por el altar, jura por él, y por todo lo que está sobre él;

Y reñí con ellos y los maldije, y herí algunos de ellos y les arranqué los cabellos, y les hice jurar por Dios, diciendo: No daréis vuestras hijas a sus hijos, ni tomaréis de sus hijas para vuestros hijos, ni para vosotros mismos.

Me dijo entonces: Ésta es la maldición que sale sobre la faz de toda la tierra; porque todo aquel que hurta será destruido según lo escrito en un lado, y todo aquel que jura será destruido según lo escrito en el otro lado.

Aquel a cuyos ojos es menospreciado el vil; mas honra a los que temen a Jehová; el que aun jurando en daño suyo, no cambia;

por el pecado de su boca, por la palabra de sus labios; sean presos por su soberbia, y por la maldición y mentira que profieren.

Tampoco apliques tu corazón a todas las cosas que se dicen, no sea que oigas a tu siervo que habla mal de ti:

Y respondió Abraham: Yo juraré.

Yo la haré salir, dice Jehová de los ejércitos, y vendrá a la casa del ladrón, y a la casa del que jura falsamente en mi nombre; y permanecerá en medio de su casa, y la consumirá, con su madera y sus piedras.

Y será que, si cuidadosamente aprendieren los caminos de mi pueblo, para jurar en mi nombre, diciendo: Vive Jehová, así como enseñaron a mi pueblo a jurar por Baal; ellos serán prosperados en medio de mi pueblo.

Cuando alguno hiciere voto a Jehová, o hiciere juramento ligando su alma con obligación, no violará su palabra: hará conforme a todo lo que salió de su boca.

Y se vistió de maldición como de su vestidura, y entró como agua en sus entrañas, y como aceite en sus huesos.

Por mí mismo hice juramento, de mi boca salió palabra en justicia, y no será revocada. Que a mí se doblará toda rodilla, y jurará toda lengua.

Entonces él comenzó a maldecir y a jurar: No conozco a este hombre de quien habláis.

El que se bendijere en la tierra, en el Dios de verdad se bendecirá; y el que jurare en la tierra, por el Dios de verdad jurará; porque las angustias primeras serán olvidadas, y serán cubiertas de mis ojos.

y el que jura por el cielo, jura por el trono de Dios, y por Aquél que está sentado sobre él.

Os ruego pues, ahora, que me juréis por Jehová, que como he hecho misericordia con vosotros, así la haréis vosotros con la casa de mi padre, de lo cual me daréis una señal segura;

Los que juran por el pecado de Samaria, y dicen: Vive tu dios, oh Dan: y: Vive el camino de Beerseba, caerán, y nunca más se levantarán.

Y jurarás, diciendo: Vive Jehová, en verdad, en juicio y en justicia; y las naciones se bendecirán en Él, y en Él se gloriarán.

Cada día me afrentan mis enemigos; los que contra mí se enfurecen se han conjurado contra mí.

Por lo cual así dice Jehová el Señor: Yo he alzado mi mano, he jurado que las naciones que están a vuestro alrededor han de llevar su afrenta.

A Jehová tu Dios temerás, a Él servirás, a Él seguirás, y por su nombre jurarás.

No tomarás el nombre de Jehová tu Dios en vano; porque no dará por inocente Jehová al que tomare su nombre en vano.

Perjurar, mentir, matar, hurtar y adulterar prevalecen, y derramamiento de sangre tras derramamiento de sangre.

Y cuando fue de día, algunos de los judíos se juntaron, e hicieron voto bajo maldición, diciendo que no comerían ni beberían hasta que hubiesen dado muerte a Pablo.

Ahora pues, júrame aquí por Dios, que no faltarás a mí, ni a mi hijo, ni a mi nieto; sino que conforme a la bondad que yo hice contigo, harás tú conmigo y con la tierra donde has peregrinado.

Por tanto, he aquí vienen días, dice Jehová, en que no se dirá más: Vive Jehová, que hizo subir a los hijos de Israel de tierra de Egipto;