50 Versículos de la Biblia sobre la lengua
Versículos Más Relevantes
Y la lengua es un fuego, un mundo de maldad. Así es la lengua entre nuestros miembros; contamina todo el cuerpo, e inflama la rueda de la creación, y es inflamada del infierno.
pero ningún hombre puede domar la lengua; que es un mal sin freno, llena de veneno mortal.
La boca del justo producirá sabiduría; mas la lengua perversa será cortada.
Plata escogida es la lengua del justo; mas el entendimiento de los impíos es como nada.
Así también la lengua es un miembro muy pequeño, pero se jacta de grandes cosas. He aquí, un pequeño fuego, ¡cuán grande bosque enciende!
Aguzaron su lengua como la serpiente; veneno de áspid hay debajo de sus labios. (Selah)
Porque todos ofendemos en muchas cosas. Si alguno no ofende en palabra, éste es varón perfecto, capaz también de refrenar todo el cuerpo.
Porque el que habla en lengua desconocida, no habla a los hombres, sino a Dios; pues nadie le entiende, aunque en espíritu hable misterios.
La muerte y la vida están en poder de la lengua; y el que la ama comerá de sus frutos.
Del hombre son las disposiciones del corazón; mas de Jehová es la respuesta de la lengua.
Si alguno habla en lengua desconocida, sea esto por dos, o a lo más tres, y por turno; y uno interprete.
Con ella bendecimos al Dios y Padre; y con ella maldecimos a los hombres, que son hechos a la semejanza de Dios.
¿De quién os habéis mofado? ¿Contra quién ensanchasteis la boca, y alargasteis la lengua? ¿No sois vosotros hijos rebeldes, simiente mentirosa,
los que han dicho: Por nuestra lengua prevaleceremos; nuestros labios son nuestros; ¿quién es señor sobre nosotros?
Hijitos míos, no amemos de palabra ni de lengua, sino de hecho y en verdad.
Mirad también las naves; aunque tan grandes, y llevadas de impetuosos vientos, son gobernadas con un muy pequeño timón por donde quiere el que las gobierna.
El que guarda su boca guarda su alma; mas el que mucho abre sus labios tendrá calamidad.
Libra mi alma, oh Jehová, de labio mentiroso, de la lengua engañosa.
Hay quienes hablan como dando estocadas de espada; mas la lengua de los sabios es medicina.
Porque la boca del impío y la boca del engañador se han abierto contra mí: Han hablado de mí con lengua mentirosa,
He aquí nosotros ponemos frenos en la boca de los caballos para que nos obedezcan, y gobernamos todo su cuerpo.
Así también vosotros, si por la lengua no habláis palabra bien entendible, ¿cómo se sabrá lo que se dice? Pues hablaréis al aire.
«Al Músico principal, a Jedutún: Salmo de David» Yo dije: Atenderé a mis caminos, para no pecar con mi lengua: Guardaré mi boca con freno, en tanto que el impío esté delante de mí.
pero en la iglesia prefiero hablar cinco palabras con mi entendimiento, para enseñar también a otros, que diez mil palabras en lengua desconocida.
Enmudezcan los labios mentirosos, que hablan contra el justo cosas duras, con soberbia y menosprecio.
Deshace, oh Señor, divide la lengua de ellos; porque he visto violencia y rencilla en la ciudad.
Y dijeron: Venid, y tramemos maquinaciones contra Jeremías; porque la ley no faltará del sacerdote, ni consejo del sabio, ni palabra del profeta. Venid e hirámoslo de lengua, y no miremos a ninguna de sus palabras.
Porque si yo oro en lengua desconocida, mi espíritu ora, pero mi entendimiento queda sin fruto.
y se les aparecieron lenguas repartidas, como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos.
De una misma boca proceden maldición y bendición. Hermanos míos, esto no debe ser así.
para que te guarden de la mala mujer, de la blandura de la lengua de la mujer extraña.
Porque sumergirás tu pie en la sangre de tus enemigos, y en ella también la lengua de tus perros.
Panal de miel son los dichos suaves; suavidad al alma y medicina a los huesos.
Ahora, pues, descendamos, y confundamos allí su lengua, para que ninguno entienda el habla de su compañero.
El Señor Jehová me dio lengua de sabios, para saber hablar en sazón palabra al cansado; me despierta mañana tras mañana, despierta mi oído para que oiga como los sabios.
Y harán caer sobre sí sus mismas lenguas; se espantarán todos los que los vieren.
Pero si no hay intérprete, calle en la iglesia, y hable a sí mismo y a Dios.
Así que, las lenguas son por señal, no a los creyentes, sino a los incrédulos; pero la profecía, no a los incrédulos, sino a los creyentes.