44 Versículos de la Biblia sobre hacer daño

Y si un miembro padece, todos los miembros se duelen con él; o si un miembro es honrado, todos los miembros con él se regocijan.

Porque Él es quien hace la llaga, y Él la vendará: Él hiere, y sus manos curan.

Pero yo estoy afligido y quebrantado, tu salvación, oh Dios, me ponga en alto.

Me empujaste con violencia para que cayese; pero Jehová me ayudó.

Porque así dice Jehová: Incurable es tu quebrantamiento, y grave tu herida.

Sean avergonzados y confundidos a una los que buscan mi vida para destruirla; vuelvan atrás y sean avergonzados los que mi mal desean.

De noche taladra sobre mí mis huesos, y los que me roen no reposan.

Quebrantado estoy por el quebrantamiento de la hija de mi pueblo; entenebrecido estoy, espanto me ha arrebatado.

Porque aunque os contristé con la carta, no me arrepiento, bien que me arrepentí; porque veo que aquella carta, aunque por un poco de tiempo, os contristó.

Y dirás: Me hirieron, mas no me dolió; me azotaron, mas no lo sentí; cuando despertare, aún lo volveré a buscar.

Entonces Moisés se enojó en gran manera, y dijo a Jehová: No mires a su presente; ni aun un asno he tomado de ellos, ni a ninguno de ellos he hecho mal.

¿Me provocarán ellos a ira? dice Jehová, ¿No obran más bien ellos mismos para confusión de sus rostros?

porque yo estoy contigo, y nadie vendrá sobre ti para dañarte; porque yo tengo mucho pueblo en esta ciudad.

No toquéis, dijo, a mis ungidos, ni hagáis mal a mis profetas.

Aquel a cuyos ojos es menospreciado el vil; mas honra a los que temen a Jehová; el que aun jurando en daño suyo, no cambia;

¿Está alguno afligido entre vosotros? Haga oración. ¿Está alguno alegre? Cante salmos.

He aquí os doy potestad de hollar sobre las serpientes y sobre los escorpiones, y sobre toda fuerza del enemigo, y nada en ningún modo os dañará.

A ninguna viuda ni huérfano afligiréis.

Poder hay en mi mano para haceros mal; mas el Dios de vuestro padre me habló anoche diciendo: Guárdate que no hables a Jacob descomedidamente.

Y oí una voz en medio de los cuatro seres vivientes, que decía: Una medida de trigo por un denario, y tres medidas de cebada por un denario; y no hagas daño al vino ni al aceite.

tomarán serpientes; y si bebieren cosa mortífera, no les dañará; sobre los enfermos pondrán sus manos y sanarán.

en las manos te sostendrán, para que no tropieces con tu pie en piedra.

Y les fue mandado que no hiciesen daño a la hierba de la tierra, ni a ninguna cosa verde, ni a ningún árbol, sino solamente a los hombres que no tienen el sello de Dios en sus frentes.

Y curan el quebrantamiento de la hija de mi pueblo con liviandad, diciendo: Paz, paz; y no hay paz.

Fieles son las heridas del que ama; pero engañosos son los besos del que aborrece.

Y dijo a su padre: ¡Ay, mi cabeza, mi cabeza! Y su padre dijo a un criado: Llévalo a su madre.

Y siempre, de día y de noche, andaba en los montes y en los sepulcros, dando voces e hiriéndose con piedras.

Cercano está Jehová a los quebrantados de corazón; y salvará a los contritos de espíritu.

Al hombre como tú dañará tu impiedad, y al hijo del hombre aprovechará tu justicia.

diciendo: No hagáis daño a la tierra, ni al mar, ni a los árboles, hasta que hayamos sellado a los siervos de nuestro Dios en sus frentes.

Porque no duermen ellos, si no han hecho mal, y pierden su sueño, si no han hecho caer a alguno.

Sean avergonzados y confundidos los que buscan mi alma; vuelvan atrás, y sean avergonzados los que mi mal intentan.

Sean avergonzados y confundidos los que buscan mi vida; sean vueltos atrás y avergonzados los que mi mal desean.

Mas el que peca contra mí, defrauda su alma: Todos los que me aborrecen, aman la muerte.

Y si el buey de alguno hiriere al buey de su prójimo, y éste muriere, entonces venderán el buey vivo, y partirán el dinero de él, y también partirán el muerto.

La mujer cuando da a luz, tiene dolor, porque ha venido su hora; pero después que ha dado a luz un niño, ya no se acuerda de la angustia, por el gozo de que haya nacido un hombre en el mundo.

Afligieron sus pies con grillos; en hierro fue puesta su persona.

Y no vayáis en pos de dioses ajenos, sirviéndoles y adorándoles, ni me provoquéis a ira con la obra de vuestras manos; y no os haré mal.

Tú, que me has hecho ver muchas angustias y males, volverás a darme vida, y de nuevo me levantarás de los abismos de la tierra.

Y tenían colas como de escorpiones, y tenían en sus colas aguijones, y el poder de hacer daño a los hombres cinco meses.