45 Versículos de la Biblia sobre la audacia

en quien tenemos seguridad y acceso con confianza por medio de la fe de Él.

Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro.

Así que, hermanos, teniendo libertad para entrar en el lugar santísimo por la sangre de Jesús,

y por mí, para que al abrir mi boca me sea dada palabra para dar a conocer con denuedo el misterio del evangelio;

Así que, teniendo tal esperanza, hablamos con mucha confianza;

De manera que podemos decir confiadamente: El Señor es mi ayudador; y: No temeré lo que me pueda hacer el hombre.

Y ahora, hijitos, permaneced en Él; para que cuando Él apareciere, tengamos confianza, y no seamos avergonzados delante de Él en su venida.

Os digo, que aunque no se levante a dárselos por ser su amigo, no obstante, por su importunidad, se levantará y le dará todo lo que necesite.

Entonces viendo el denuedo de Pedro y de Juan, y sabiendo que eran hombres sin letras e ignorantes, se maravillaban; y les reconocían que habían estado con Jesús.

No perdáis, pues, vuestra confianza, que tiene grande galardón;

En esto es perfeccionado el amor en nosotros, para que tengamos confianza en el día del juicio; pues como Él es, así somos nosotros en este mundo.

ruego, pues, que cuando estuviere presente, no tenga que ser atrevido con la confianza con que pienso ser osado contra algunos, que nos tienen como si anduviésemos según la carne.

Y ésta es la confianza que tenemos en Él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, Él nos oye.

Porque no nos ha dado Dios un espíritu de temor, sino de poder, y de amor, y de templanza.

Por lo cual, aunque tengo mucha resolución en Cristo para mandarte lo que conviene,

Grande es mi franqueza para con vosotros; grande es mi gloria de vosotros; lleno estoy de consolación, sobreabundo de gozo en todas nuestras tribulaciones.

Y ahora, Señor, mira sus amenazas, y concede a tus siervos que con todo denuedo hablen tu palabra;

predicando el reino de Dios y enseñando acerca del Señor Jesucristo, con toda confianza y sin impedimento.

Y cuando hubieron orado, el lugar en que estaban congregados tembló; y todos fueron llenos del Espíritu Santo, y hablaron la palabra de Dios con denuedo.

Amados, si nuestro corazón no nos reprende, confianza tenemos para con Dios;

Y muchos de los hermanos en el Señor, tomando ánimo con mis prisiones, se atreven mucho más a hablar la palabra sin temor.

orando juntamente también por nosotros, que Dios nos abra la puerta de la palabra, para que hablemos el misterio de Cristo, por el cual estoy también preso;

Porque los que ejercen bien el diaconado, adquieren para sí un grado honroso, y mucha confianza en la fe que es en Cristo Jesús.

para que lo manifieste como debo hablar.

¿Quién como el sabio? ¿Y quién como el que sabe la declaración de las cosas? La sabiduría del hombre iluminará su rostro, y la tosquedad de su semblante se mudará.

Huye el impío sin que nadie lo persiga: Mas el justo está confiado como un león.

Y estaba con ellos, entrando y saliendo en Jerusalén;

También Isaías dice osadamente: Fui hallado de los que no me buscaban; me manifesté a los que no preguntaban por mí.

Mas he aquí, habla públicamente y no le dicen nada: ¿Habrán en verdad reconocido los príncipes que verdaderamente Éste es el Cristo?

En el día que clamé, me respondiste; me fortaleciste con fortaleza en mi alma.

por el cual soy embajador en cadenas; para que en ellas hable osadamente, como debo hablar.

pero Cristo, como hijo sobre su casa; la cual casa somos nosotros, si retenemos firme hasta el fin la confianza y la gloria de la esperanza.

Entonces Pedro, lleno del Espíritu Santo, les dijo: Príncipes del pueblo, y ancianos de Israel:

Pues el rey sabe estas cosas, delante del cual también hablo confiadamente. Pues estoy seguro que no ignora nada de esto; pues no se ha hecho esto en algún rincón.

y hablaba con denuedo en el nombre del Señor Jesús; y disputaba con los griegos; pero éstos procuraban matarle.

pues aun habiendo antes padecido y sido afrentados en Filipos, como sabéis, tuvimos denuedo en nuestro Dios para anunciaros el evangelio de Dios en medio de gran oposición.

conforme a mi expectación y esperanza, que en nada seré avergonzado; antes con toda confianza, como siempre, así también ahora, Cristo será magnificado en mi cuerpo, o por vida, o por muerte.

y extiende tu mano para que sanidades, y milagros y prodigios sean hechos por el nombre de tu santo Hijo Jesús.

El hombre impío endurece su rostro; mas el recto ordena sus caminos.

Entonces Bernabé, tomándole, le trajo a los apóstoles, y les contó cómo había visto al Señor en el camino, y que Él le había hablado, y cómo en Damasco había predicado con denuedo en el nombre de Jesús.

Y de entre ellos saldrán sus nobles, y de en medio de ellos saldrá su gobernador; y le haré llegar cerca, y él se acercará a mí; porque ¿quién es aquel que dispuso su corazón para acercarse a mí? dice Jehová.

Mas hermanos, os he escrito en parte osadamente, como recordándoos; por la gracia que de Dios me es dada,