40 Versículos de la Biblia sobre los pacientes

Pero por esto fui recibido a misericordia, para que Cristo Jesús mostrara primero en mí, toda su clemencia, para ejemplo de los que habían de creer en él para vida eterna.

En vuestra paciencia poseeréis vuestras almas.

Pues, hermanos, sed pacientes hasta la venida del Señor. Mirad que el labrador espera el precioso fruto de la tierra, esperando pacientemente, hasta que reciba la lluvia temprana y tardía.

Sed también vosotros pacientes, y confirmad vuestros corazones, porque la venida del Señor se acerca.

Aquí está la paciencia de los santos; aquí están los que guardan los mandamientos de Dios, y la fe de Jesús.

y la paciencia, experiencia; y la experiencia, esperanza;

gozosos en la esperanza; sufridos en la tribulación; constantes en la oración;

Pues si lo que no vemos lo esperamos, por paciencia lo esperamos.

Mejor es el fin del negocio que su principio; mejor es el sufrido de espíritu que el altivo de espíritu.

El Señor no tarda su promesa, como algunos la tienen por tardanza; pero es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno se pierda, sino que todos procedan al arrepentimiento.

Yo he conocido tus obras, y caridad, y servicio, y fe, y tu paciencia, y tus obras, las postreras que son muchas más que las primeras.

sabiendo que la prueba de vuestra fe obra paciencia.

Y el Señor enderece vuestros corazones en la caridad de Dios, y en la esperanza del Cristo.

con toda humildad y mansedumbre, con tolerancia, soportándoos los unos a los otros en caridad;

Porque has guardado la Palabra de mi paciencia, yo te guardaré de la hora de la tentación, que ha de venir en todo el universo mundo, para probar a los que moran en la tierra.

y en la ciencia, templanza; y en la templanza, paciencia; y en la paciencia, temor de Dios;

Corroborados de toda fortaleza, conforme a la potencia de su gloria, para toda paciencia y tolerancia con gozo;

Mejor es el que tarde se aíra que el fuerte; y el que se enseñorea de su espíritu, que el que toma una ciudad.

Esforzaos pues vosotros, y no descoyunten vuestras manos; que salario hay para vuestra obra.

Aguarda al SEÑOR; esfuérzate, y aliéntese tu corazón; sí, espera al SEÑOR.

¿Cuál es mi fortaleza para esperar aún? ¿Y cuál mi fin para dilatar mi vida?

que no os hagáis perezosos, sino imitadores de aquellos que por la fe y la paciencia heredan las promesas.

Y así, esperando con largura de ánimo, alcanzó la promesa.

en el cuidado no perezosos; ardientes en el Espíritu; sirviendo al Señor;

porque la paciencia os es necesaria, para que, habiendo hecho la voluntad de Dios, obtengáis la promesa.

Chet Clemente y misericordioso es el SEÑOR, lento para la ira, y grande en misericordia.

Bienaventurado el varón que padece con paciencia la tentación, porque cuando fuere probado, recibirá la corona de vida, que Dios ha prometido a los que le aman.

El entendimiento del hombre detiene su furor; y su honra es disimular la ofensa.

También os rogamos, hermanos, que amonestéis a los que andan desordenadamente, que consoléis a los de poco ánimo, que soportéis a los flacos, que seáis sufridos para con todos.

Y oyéndolo Jesús, les dice: Los sanos no tienen necesidad de médico, sino los que tienen mal. No he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores a enmienda.

Que el siervo del Señor no debe ser litigioso, sino manso para con todos, apto para enseñar, sufrido;

Y confiado en esto, sé que quedaré, que aún permaneceré con todos vosotros, para provecho vuestro y gozo de la fe;

Cuando esperaba el bien, entonces me vino el mal; y cuando esperaba la luz, vino la oscuridad.

Porque ¿qué gloria es, si pecando vosotros sois abofeteados, y lo sufrís? Mas si haciendo bien sois afligidos, y lo sufrís, esto ciertamente es debido a la gracia de Dios.

A los que perseveraron en bien hacer, gloria y honra e incorrupción, a los que buscan la vida eterna.

Del Fuerte, cuya obra es perfecta, porque todos sus caminos son rectitud; Dios de verdad, y ninguna iniquidad en él; es justo y recto.

Unánimes entre vosotros; no altivos, mas acomodándoos a los humildes. No seáis sabios en vuestra propia opinión.

Bien que tolerareis un poco mi locura; pero toleradme.

El SEÑOR es tardo para la ira, y grande en poder, y no tendrá al culpado por inocente. El SEÑOR cuyo camino es en tempestad y turbión, y las nubes son el polvo de sus pies.

Acrecentará el SEÑOR bendición sobre vosotros; sobre vosotros y sobre vuestros hijos.