36 casos

'Abrió' en la Biblia

Ahora pues, maldito seas tú de la tierra que abrió su boca para recibir la sangre de tu hermano de tu mano:

Y fue, que al cabo de cuarenta días, Noé abrió la ventana del arca que había hecho,

Entonces abrió Dios sus ojos, y vio una fuente de agua; y fue, y llenó el odre de agua, y dio de beber al muchacho.

Y se apartó de allí, y abrió otro pozo, y no riñeron sobre él; y llamó su nombre Rehobot, y dijo: Porque ahora nos ha hecho ensanchar el SEÑOR y fructificaremos en la tierra.

Y había hambre por toda la faz de la tierra. Entonces abrió José todo granero donde había, y vendía a los egipcios; porque el hambre había crecido en la tierra de Egipto.

Y cuando la abrió, vio al niño; y he aquí que el niño lloraba. Y teniendo compasión de él, dijo: De los niños de los hebreos es éste.

y abrió la tierra su boca, y los tragó a ellos, y a sus casas; a todos los hombres de Coré, y a toda su hacienda.

Entonces el SEÑOR abrió la boca al asna, la cual dijo a Balaam: ¿Qué te he hecho, que me has herido estas tres veces?

Que la tierra abrió su boca y tragó a ellos y a Coré, cuando aquella compañía murió, cuando consumió el fuego doscientos cincuenta varones, los cuales fueron por ejemplo.

y lo que hizo con Datán y Abiram, hijos de Eliab hijo de Rubén; cómo abrió la tierra su boca, y los tragó a ellos y a sus casas, y sus tiendas, y toda la hacienda que tenían en pie en medio de todo Israel;

Y él le dijo: Dame a beber ahora un poco de agua, que tengo sed. Y ella abrió un odre de leche y le dio de beber, y le volvió a cubrir.

Y levantándose de mañana su señor, abrió las puertas de la casa, y salió para ir su camino, y he aquí, la mujer su concubina estaba tendida delante de la puerta de la casa, con las manos sobre el umbral.

Y Samuel estuvo acostado hasta la mañana, y abrió las puertas de la casa del SEÑOR. Y Samuel temía descubrir la visión a Elí.

Volviéndose luego, se paseó por la casa a una parte y a otra, y después subió, y volvió a medirse sobre él; y el niño estornudó siete veces, y abrió sus ojos.

Y oró Eliseo, y dijo: Te ruego, oh SEÑOR, que abras sus ojos para que vea. Entonces el SEÑOR abrió los ojos del joven, y miró; y he aquí que el monte estaba lleno de gente de a caballo, y de carros de fuego alrededor de Eliseo.

Y cuando llegaron a Samaria, dijo Eliseo: SEÑOR, abre los ojos de éstos, para que vean. Y el SEÑOR abrió sus ojos, y miraron, y he aquí se hallaron en medio de Samaria.

Y a Jezabel la comerán los perros en el campo de Jezreel, y no habrá quien la sepulte. Y abrió la puerta, y echó a huir.

y dijo: Abre la ventana hacia el oriente. Y cuando él la abrió dijo Eliseo: Tira. Y tirando él, dijo Eliseo: Saeta de salvación del SEÑOR, y saeta de salvación contra Siria; porque herirás a los sirios en Afec, hasta consumirlos.

Entonces hirió Manahem a Tifsa, y a todos los que estaban en ella, y también sus términos desde Tirsa; y la hirió porque no le habían abierto; y abrió a todas sus mujeres que estaban encinta.

Asimismo edificó torres en el desierto, y abrió muchas cisternas; porque tuvo muchos ganados, así en los valles como en las vegas; y viñas, y labranzas, así en los montes como en los llanos fértiles; porque era amigo de la agricultura.

En el primer año de su reinado, en el mes primero, abrió las puertas de la Casa del SEÑOR, y las reparó.

Abrió, pues, Esdras el libro a ojos de todo el pueblo (porque estaba más alto que todo el pueblo); y cuando lo abrió, todo el pueblo estuvo atento.

por eso Job abrió su boca vanamente, y multiplica palabras sin conocimiento.

Y mandó a las nubes de arriba, y abrió las puertas de los cielos,

Abrió la peña, y corrieron aguas; fluyeron por los secadales un río.

Se abrió la tierra, y tragó a Datán, y cubrió la compañía de Abiram.

Que puso el mundo como un desierto? ¿Que asoló sus ciudades? ¿Que a sus presos nunca abrió la cárcel?

Ciertamente, nunca lo habías oído, ciertamente nunca lo habías conocido; ciertamente nunca antes se abrió tu oreja. Porque sabía que siendo desleal habías de desobedecer, por tanto te llamé rebelde desde el vientre.

Abrió el SEÑOR tu tesoro, y sacó los vasos de su furor; porque ésta es obra del SEÑOR, Dios de los ejércitos, en la tierra de los caldeos.

Y la mano del SEÑOR había sido sobre mí la tarde antes que el escapado viniera, y había abierto mi boca, hasta que vino a mí por la mañana; y abrió mi boca, y nunca más estuve mudo.

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