'Comer' en la Biblia
Y el SEÑOR Dios hizo brotar de la tierra todo árbol agradable a la vista y bueno para comer; asimismo, en medio del huerto, el árbol de la vida y el árbol del conocimiento del bien y del mal.
Y ordenó el SEÑOR Dios al hombre, diciendo: De todo árbol del huerto podrás comer,
Y la mujer respondió a la serpiente: Del fruto de los árboles del huerto podemos comer;
Cuando la mujer vio que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos, y que el árbol era deseable para alcanzar sabiduría, tomó de su fruto y comió; y dio también a su marido que estaba con ella, y él comió.
y Esaú dijo a Jacob: Te ruego que me des a comer un poco de ese {guisado} rojo, pues estoy agotado. Por eso lo llamaron Edom.
Entonces hizo Jacob un voto, diciendo: Si Dios está conmigo y me guarda en este camino en que voy, y me da alimento para comer y ropa para vestir,
Luego ofreció Jacob un sacrificio en el monte, y llamó a sus parientes a comer; y comieron, y pasaron la noche en el monte.
Entonces se sentaron a comer, y cuando levantaron los ojos y miraron, he aquí, una caravana de ismaelitas venía de Galaad con sus camellos cargados de resina aromática, bálsamo y mirra, que iban bajando hacia Egipto.
Y sucedió que cuando acabaron de comer el grano que habían traído de Egipto, su padre les dijo: Volved {allá} y compradnos un poco de alimento.
Entonces prepararon el presente para la venida de José al mediodía; pues habían oído que iban a comer allí.
Y le sirvieron a él aparte, y a ellos aparte, y a los egipcios que comían con él, {también} aparte; porque los egipcios no podían comer con los hebreos, pues esto es abominación para los egipcios.
``Y en el primer día tendréis una santa convocación, y {otra} santa convocación en el séptimo día; ningún trabajo se hará en ellos, excepto lo que cada uno deba comer. Sólo esto podréis hacer.
Pero el siervo de todo hombre, comprado por dinero, después que lo circuncidéis, podrá entonces comer de ella.
Se ha de comer en una misma casa; no sacaréis nada de la carne fuera de la casa, ni quebraréis ninguno de sus huesos.
Y Moisés dijo: {Esto sucederá} cuando el SEÑOR os dé carne para comer por la tarde, y pan hasta saciar{os} por la mañana; porque el SEÑOR ha oído vuestras murmuraciones contra El. Pues ¿qué somos nosotros? Vuestras murmuraciones no son contra nosotros, sino contra el SEÑOR.
Al ver{la,} los hijos de Israel se dijeron unos a otros: ¿Qué es esto?, porque no sabían lo que era. Y Moisés les dijo: Es el pan que el SEÑOR os da para comer.
Esto es lo que el SEÑOR ha mandado: ``Cada uno recoja de él lo que vaya a comer; tomaréis un gomer por cabeza, conforme al número de personas que cada uno de vosotros tiene en su tienda."
Cuando lo midieron con el gomer, al que había recogido mucho no le sobró, ni le faltó al que había recogido poco; cada uno había recogido lo que iba a comer.
Lo recogían cada mañana, cada uno lo que iba a comer; pero cuando el sol calentaba, se derretía.
Y Moisés dijo: Esto es lo que el SEÑOR ha mandado: ``Que se guarde un gomer lleno de maná para vuestras generaciones, para que vean el pan que yo os di de comer en el desierto cuando os saqué de la tierra de Egipto."
Y Jetro, suegro de Moisés, tomó un holocausto y sacrificios para Dios, y Aarón vino con todos los ancianos de Israel a comer con el suegro de Moisés delante de Dios.
Y al día siguiente se levantaron temprano y ofrecieron holocaustos y trajeron ofrendas de paz; y el pueblo se sentó a comer y a beber, y se levantó a regocijarse.
``Todo varón de entre los sacerdotes puede comer de ella; es {cosa} santísima.
``Todo varón de entre los sacerdotes puede comer de ella. Se comerá en un lugar santo; es {cosa} santísima.
``Pero si el sacrificio de su ofrenda es por un voto o una ofrenda voluntaria, se comerá en el día que ofrezca el sacrificio; y al día siguiente se podrá comer lo que quede;
``La carne que toque cualquier cosa inmunda no se comerá; se quemará en el fuego. En cuanto a {otra} carne, cualquiera que esté limpio puede comer de ella.
Sin embargo, el pecho de la ofrenda mecida y la pierna de la ofrenda podéis comer{los} en un lugar limpio, tú, y tus hijos y tus hijas contigo; porque han sido dadas como la porción tuya y la de tus hijos de los sacrificios de las ofrendas de paz de los hijos de Israel.
Hablad a los hijos de Israel, y decidles: ``Estos son los animales que podréis comer de entre todos los animales que hay sobre la tierra.
``De todos los animales que hay en las aguas, podréis comer éstos: todos los que tienen aletas y escamas en las aguas, en los mares o en los ríos, podréis comer.
``Sin embargo, éstos podéis comer de entre todos los insectos alados que andan sobre cuatro {patas:} los que tienen, además de sus patas, piernas con coyunturas para saltar con ellas sobre la tierra.
``De ellos podéis comer éstos: la langosta según sus especies, la langosta destructora según sus especies, el grillo según sus especies y el saltamontes según sus especies.
``Si muere uno de los animales que tenéis para comer, el que toque su cadáver quedará inmundo hasta el atardecer.
para hacer distinción entre lo inmundo y lo limpio, entre el animal que se puede comer y el animal que no se puede comer.
Y cuando algún hombre de los hijos de Israel o de los forasteros que residen entre ellos, que al cazar capture un animal o un ave que sea permitido comer, derramará su sangre y la cubrirá con tierra.
``Podrá comer el alimento de su Dios, {tanto} de las cosas santísimas como de las sagradas,
``Ningún varón de los descendientes de Aarón que sea leproso, o que tenga flujo, podrá comer de las cosas sagradas hasta que sea limpio. Y si alguno toca alguna cosa contaminada por un cadáver, o si un hombre tiene una emisión seminal,
``Pero si un sacerdote compra con su dinero un esclavo como propiedad {suya,} éste sí puede comer de ella, y también los nacidos en su casa podrán comer de su alimento.
``Pero si la hija del sacerdote queda viuda o se divorcia, y no tiene hijo y regresa a la casa de su padre como en su juventud, podrá comer del alimento de su padre; pero ningún extraño comerá de él.
causándoles {así} sufrir castigo por la culpa al comer sus cosas sagradas; porque yo soy el SEÑOR que los santifico."
``Pero si decís: ` ¿Qué vamos a comer el séptimo año si no sembramos ni recogemos nuestras cosechas?',
``Cuando estéis sembrando en el octavo año, todavía podréis comer cosas de la cosecha anterior, comiendo de ellas hasta el noveno año cuando venga la {nueva} cosecha.
Y el populacho que estaba entre ellos tenía un deseo insaciable; y también los hijos de Israel volvieron a llorar, y dijeron: ¿Quién nos dará carne para comer?
Y di al pueblo: ``Consagraos para mañana, y comeréis carne, pues habéis llorado a oídos del SEÑOR, diciendo: ` ¿Quién nos diera a comer carne! Porque nos iba mejor en Egipto.' El SEÑOR, pues, os dará carne y comeréis.
Los primeros frutos maduros de todo lo que hay en su tierra, que traigan al SEÑOR, serán tuyos. Todo el que esté limpio en tu casa podrá comer de ello.
`Les compraréis con dinero los alimentos para comer, y también con dinero compraréis de ellos agua para beber.
``Me venderás comestibles por dinero para que yo pueda comer, y me darás agua por dinero para que pueda beber; déjame tan sólo pasar a pie,
Sin embargo, podrás matar y comer carne dentro de todas tus puertas, conforme a tu deseo, según la bendición que el SEÑOR tu Dios te ha dado; el inmundo y el limpio podrán comerla, como {si fuera} de gacela o de ciervo.
No te es permitido comer dentro de tus ciudades el diezmo de tu grano, de tu mosto, o de tu aceite, ni de los primogénitos de tus vacas o de tus ovejas, ni ninguna de las ofrendas votivas que prometas, ni tus ofrendas voluntarias, ni la ofrenda alzada de tu mano,
Cuando el SEÑOR tu Dios haya extendido tus fronteras como te ha prometido, y tú digas: ``Comeré carne", porque deseas comer carne, {entonces} podrás comer carne, toda la que desees.
Si el lugar que el SEÑOR tu Dios escoge para poner su nombre está muy lejos de ti, entonces podrás matar de tus vacas y de tus ovejas que el SEÑOR te ha dado, como te he ordenado, y podrás comer dentro de tus ciudades todo lo que desees.
Tal como se come la gacela y el ciervo, así la podrás comer; el inmundo y el limpio podrán comer de ella.
Sólo cuídate de no comer la sangre, porque la sangre es la vida, y no comerás la vida con la carne.
Y ofrecerás tus holocaustos, la carne y la sangre, sobre el altar del SEÑOR tu Dios; y la sangre de tus sacrificios será derramada sobre el altar del SEÑOR tu Dios, y podrás comer la carne.
Estos son los animales que podréis comer: el buey, la oveja, la cabra,
Y cualquier animal de pezuña dividida que tenga la {pezuña} hendida en dos mitades {y} que rumie, lo podréis comer.
De todo lo que vive en el agua, éstos podréis comer: todos los que tienen aletas y escamas,
Toda ave limpia podréis comer.
Cuando sities una ciudad por muchos días, peleando contra ella para tomarla, no destruirás sus árboles metiendo el hacha contra ellos; no los talarás, pues de ellos puedes comer. Porque, ¿es acaso el árbol del campo un hombre para que le pongas sitio?
Cuando entres en la viña de tu prójimo, entonces podrás comer las uvas que desees hasta saciarte, pero no pondrás ninguna en tu cesto.
Cuando acabes de pagar todo el diezmo de tus frutos en el tercer año, el año del diezmo, entonces lo darás al levita, al forastero, al huérfano y a la viuda, para que puedan comer en tus ciudades y sean saciados.
Ahora pues, cuídate de no beber vino ni licor, y de no comer ninguna cosa inmunda.
Y a la hora de comer Booz le dijo: Ven acá para que comas del pan y mojes tu pedazo de pan en el vinagre. Así pues ella se sentó junto a los segadores; y él le sirvió grano tostado, y ella comió hasta saciarse y {aún} le sobró.
Lávate, pues, úngete y ponte tu {mejor} vestido y baja a la era; {pero} no te des a conocer al hombre hasta que haya acabado de comer y beber.
``Y acontecerá que todo aquel que haya quedado de tu casa vendrá y se postrará ante él por una moneda de plata o una torta de pan, y dirá: `Asígname a uno de los oficios sacerdotales para {que pueda} comer un bocado de pan.'"
Cuando entréis en la ciudad lo encontraréis antes que suba al lugar alto a comer, pues el pueblo no comerá hasta que él llegue, porque él tiene que bendecir el sacrificio; después comerán los convidados. Subid ahora, que lo encontraréis enseguida.
Y David respondió a Jonatán: He aquí, mañana es luna nueva y debo sentarme a comer con el rey, pero déjame ir para que me esconda en el campo hasta el atardecer del tercer día.
Se escondió, pues, David en el campo. Cuando vino la luna nueva, el rey se sentó a comer.
Y Urías respondió a David: El arca, Israel y Judá están bajo tiendas, y mi señor Joab y los siervos de mi señor acampan a campo abierto. ¿He de ir yo a mi casa para comer, beber y acostarme con mi mujer? Por tu vida y la vida de tu alma, que no haré tal cosa.
Y David lo convidó a comer y a beber con él, y lo embriagó. Al anochecer {Urías} salió a acostarse en su cama con los siervos de su señor, pero no descendió a su casa.
Entonces Jonadab le dijo: Acuéstate en tu cama, y finge que estás enfermo; y cuando tu padre venga a verte, dile: ``Te ruego que dejes que mi hermana Tamar venga y me dé {algún} alimento para comer, y que prepare la comida delante de mí para que yo {la} vea y la coma de su mano."
Y tomando la sartén, {las} sirvió delante de él, pero él rehusó comer. Y Amnón dijo: Que salgan todos de aquí. Y todos salieron de allí.
Y {lo} oyó Adonías y todos los invitados que {estaban} con él cuando habían terminado de comer. Al oír Joab el sonido de la trompeta, dijo: ¿Por qué hace la ciudad tal alboroto?
Acab subió a comer y a beber, pero Elías subió a la cumbre del Carmelo; y allí se agachó en tierra y puso su rostro entre las rodillas.
Y aconteció que un día pasaba Eliseo por Sunem, donde había una mujer distinguida, y ella le persuadió a que comiera. Y así fue que siempre que pasaba, entraba allí a comer.
Y {lo} sirvieron para que los hombres comieran. Y sucedió que cuando comían el potaje, clamaron y dijeron: ¡Oh hombre de Dios, hay muerte en la olla! Y no pudieron comer.
Pero el Rabsaces les dijo: ¿Acaso me ha enviado mi señor para hablar estas palabras {sólo} a tu señor y a ti, y no a los hombres que están sentados en la muralla, {condenados} a comer sus propios excrementos y beber su propia orina con vosotros?
Y se levantaron los hombres que habían sido designados por nombre y tomaron a los cautivos, y del botín vistieron a todos los desnudos y les dieron vestidos y sandalias; les dieron de comer y de beber y los ungieron, y condujeron en asnos a todos los débiles y los llevaron a Jericó, ciudad de las palmeras, junto a sus hermanos; entonces volvieron a Samaria.
y el sumo sacerdote Azarías, de la casa de Sadoc, le dijo: Desde que se comenzaron a traer las ofrendas a la casa del SEÑOR, hemos tenido bastante para comer y ha sobrado mucho, porque el SEÑOR ha bendecido a su pueblo; y esta gran cantidad ha sobrado.
Y todo el pueblo se fue a comer, a beber, a mandar porciones y a celebrar una gran fiesta, porque comprendieron las palabras que les habían enseñado.
He aquí, hoy somos esclavos, y en cuanto a la tierra que diste a nuestros padres para comer de sus frutos y de sus bienes, he aquí, somos esclavos en ella.
¿{Acaso} he de comer carne de toros, o beber sangre de machos cabríos?
hizo llover sobre ellos maná para comer, y les dio comida del cielo.
Les has dado a comer pan de lágrimas, y les has hecho beber lágrimas en gran abundancia.
Mi corazón ha sido herido como la hierba y se ha secado, y {hasta} me olvido de comer mi pan.
No dejes que mi corazón se incline a nada malo, para practicar obras impías con los hombres que hacen iniquidad, y no me dejes comer de sus manjares.
El barbecho de los pobres tiene mucho de comer, pero es barrido por la injusticia.
Cuando te sientes a comer con un gobernante, considera bien lo que está delante de ti,
Si tu enemigo tiene hambre, dale de comer pan, y si tiene sed, dale de beber agua;
No es bueno comer mucha miel, ni el buscar la propia gloria es gloria.
Aleja de mí la mentira y las palabras engañosas, no me des pobreza ni riqueza; dame a comer mi porción de pan,
Nada hay mejor para el hombre que comer y beber y decirse que su trabajo es bueno. Esto también yo he visto que es de la mano de Dios.
He aquí lo que yo he visto que es bueno y conveniente: comer, beber y gozarse uno de todo el trabajo en que se afana bajo el sol en los contados días de la vida que Dios le ha dado; porque ésta es su recompensa.
Igualmente, a todo hombre a quien Dios ha dado riquezas y bienes, lo ha capacitado también para comer de ellos, para recibir su recompensa y regocijarse en su trabajo: esto es don de Dios.
Por tanto yo alabé el placer, porque no hay nada bueno para el hombre bajo el sol sino comer, beber y divertirse, y esto le acompañará en sus afanes en los días de su vida que Dios le haya dado bajo el sol.
Pero el Rabsaces dijo: ¿Acaso me ha enviado mi señor para hablar estas palabras {sólo} a tu señor y a ti, {y} no a los hombres que están sentados en la muralla, {condenados} a comer sus propios excrementos y a beber su propia orina con vosotros?
Haré comer a tus opresores su propia carne, y como con vino dulce, con su sangre se embriagarán; y toda carne sabrá que yo, el SEÑOR, soy tu Salvador y tu Redentor, el Poderoso de Jacob.
Bestias todas del campo, venid a comer, bestias todas del bosque.
Por tanto, así dice el SEÑOR de los ejércitos, el Dios de Israel: He aquí, yo daré de comer ajenjo a este pueblo y le daré de beber agua envenenada.
Tampoco entres en casa de banquete para sentarte con ellos a comer y beber.
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