'Confianza' en la Biblia

Y Gaal hijo de Ebed vino con sus hermanos, y se pasaron a Siquem; y los de Siquem pusieron su confianza en él.

Y les dijo el Rabsaces: Decid ahora a Ezequías: Así dice el gran rey de Asiria: ¿Qué confianza es ésta en que te apoyas?

Con él está el brazo de carne, mas con nosotros está Jehová nuestro Dios, para ayudarnos y pelear nuestras batallas. Y el pueblo tuvo confianza en las palabras de Ezequías rey de Judá.

¿Es éste tu temor, tu confianza, tu esperanza, y la integridad de tus caminos?

Su confianza será arrancada de su tienda, y le conducirá esto, al rey de los espantos.

Si puse en el oro mi esperanza, y dije al oro: Mi confianza eres tú;

Bienaventurado el hombre que pone en Jehová su confianza, y no mira a los soberbios, ni a los que se desvían a la mentira.

a fin de que pongan en Dios su confianza, y no se olviden de las obras de Dios, sino que guarden sus mandamientos;

Mas Jehová me ha sido por refugio; y mi Dios es la Roca de mi confianza.

Porque Jehová será tu confianza, y Él preservará tu pie de ser preso.

En el temor de Jehová está la fuerte confianza; y sus hijos tendrán lugar de refugio.

Para que tu confianza sea en Jehová, te las he hecho saber hoy a ti también.

Diente quebrado y pie descoyuntado, es la confianza en el hombre infiel en el tiempo de angustia.

Por tanto, la fortaleza de Faraón será vuestra vergüenza, y la confianza en la sombra de Egipto será vuestra confusión.

Porque así dijo Jehová el Señor, el Santo de Israel: En descanso y en reposo seréis salvos; en quietud y en confianza será vuestra fortaleza. Y no quisisteis,

A los cuales dijo el Rabsaces: Decid ahora a Ezequías: El gran rey, el rey de Asiria, dice así: ¿Qué confianza es ésta en que confías?

Guárdese cada uno de su compañero, y en ningún hermano tenga confianza: porque todo hermano engaña con falacia, y todo compañero anda con calumniadores.

Bendito el varón que se fía en Jehová, y cuya confianza es Jehová.

Porque ciertamente te libraré, y no caerás a espada, sino que tu vida te será por despojo, porque pusiste tu confianza en mí, dice Jehová.

Y se avergonzará Moab de Quemos, a la manera que la casa de Israel se avergonzó de Betel, su confianza.

Y no será más a la casa de Israel por confianza, que les haga recordar el pecado, mirando en pos de ellos; y sabrán que yo soy Jehová el Señor.

Entonces Jesús, deteniéndose, mandó llamarle; y llamaron al ciego, diciéndole: Ten confianza; levántate, te llama.

predicando el reino de Dios y enseñando acerca del Señor Jesucristo, con toda confianza y sin impedimento.

Y también yo mismo tengo confianza de vosotros, hermanos míos, que también vosotros estáis llenos de bondad, llenos de todo conocimiento, de manera que podéis amonestaros los unos a los otros.

Y con esta confianza quise ir primero a vosotros, para que tuvieseis una segunda gracia;

Y tal confianza tenemos mediante Cristo para con Dios;

Así que, teniendo tal esperanza, hablamos con mucha confianza;

Me gozo de que en todo tengo confianza en vosotros.

Y enviamos con ellos a nuestro hermano, la diligencia del cual hemos comprobado muchas veces en muchas cosas, y ahora mucho más diligente por la mucha confianza que tengo en vosotros.

ruego, pues, que cuando estuviere presente, no tenga que ser atrevido con la confianza con que pienso ser osado contra algunos, que nos tienen como si anduviésemos según la carne.

Lo que hablo, no lo hablo según el Señor, sino como en locura, con esta confianza de gloria.

en quien tenemos seguridad y acceso con confianza por medio de la fe de Él.

conforme a mi expectación y esperanza, que en nada seré avergonzado; antes con toda confianza, como siempre, así también ahora, Cristo será magnificado en mi cuerpo, o por vida, o por muerte.

Porque nosotros somos la circuncisión, los que en espíritu adoramos a Dios y nos gloriamos en Cristo Jesús, no teniendo confianza en la carne.

Porque los que ejercen bien el diaconado, adquieren para sí un grado honroso, y mucha confianza en la fe que es en Cristo Jesús.

Y otra vez: Yo en Él pondré mi confianza. Y otra vez: He aquí, yo y los hijos que Dios me dio.

pero Cristo, como hijo sobre su casa; la cual casa somos nosotros, si retenemos firme hasta el fin la confianza y la gloria de la esperanza.

Porque somos hechos participantes de Cristo, si retenemos firme hasta el fin el principio de nuestra confianza;

No perdáis, pues, vuestra confianza, que tiene grande galardón;

Y ahora, hijitos, permaneced en Él; para que cuando Él apareciere, tengamos confianza, y no seamos avergonzados delante de Él en su venida.

Amados, si nuestro corazón no nos reprende, confianza tenemos para con Dios;

En esto es perfeccionado el amor en nosotros, para que tengamos confianza en el día del juicio; pues como Él es, así somos nosotros en este mundo.

Y ésta es la confianza que tenemos en Él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, Él nos oye.