'Creído' en la Biblia
{Hubiera yo desmayado,} si no hubiera creído que había de ver la bondad del SEÑOR en la tierra de los vivientes.
por cuanto no habían creído a Dios, ni habían confiado de su salud.
Bondad de sentido y sabiduría me enseña; porque tus mandamientos he creído.
¿QUIÉN ha creído á nuestro anuncio? ¿y sobre quién se ha manifestado el brazo de Jehová?
Entonces Jesús dijo al centurión: Vete; así como has creído, te sea hecho. Y el criado fue sanado en esa {misma} hora.
Finalmente se apareció a los once, estando sentados a la mesa, y les censuró su incredulidad y dureza de corazón, que no habían creído a los que le habían visto resucitado.
Y estas señales acompañarán a los que han creído: en mi nombre echarán fuera demonios, hablarán en nuevas lenguas;
El que cree en El no es condenado; {pero} el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios.
Porque si hubieseis creído a Moisés, me creeríais a mí; porque de mí escribió él.
Y nosotros hemos creído y conocido que tú eres el Santo de Dios.
Pero El decía esto del Espíritu, que los que habían creído en El habían de recibir; porque el Espíritu no había {sido dado} todavía, pues Jesús aún no había sido glorificado.
¿Ha creído en él alguno de los príncipes, o de los fariseos?
Y decía Jesús a los judíos que le habían creído: Si vosotros permane-ciéreis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos;
Le dice: Sí Señor; yo he creído que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios, que has venido al mundo.
Para que se cumpliese el dicho que dijo el profeta Isaías: ¿Señor, quién ha creído á nuestro dicho? ¿Y el brazo del Señor, á quién es revelado?
porque el mismo Padre os ama, porque vosotros me amasteis, y habéis creído que yo salí de Dios.
porque las palabras que me diste, les he dado; y ellos las recibieron, y han conocido verdaderamente que salí de ti, y han creído que tú me enviaste.
Jesús le dijo*: ¿Porque me has visto has creído? Dichosos los que no vieron, y {sin embargo} creyeron.
Todos los que habían creído estaban juntos y tenían todas las cosas en común;
Y de la multitud de los que habían creído era un corazón y un alma; y ninguno decía ser suyo algo de lo que poseía; mas todas las cosas les eran comunes.
Así que, si Dios les dio el mismo don también como a nosotros que hemos creído en el Señor Jesús el Cristo, ¿quién era yo que pudiera estorbar a Dios?
Y habiéndoles constituido ancianos en cada una de las Iglesias, y habiendo orado con ayunos, los encomendaron al Señor en el cual habían creído.
Mas algunos de la secta de los fariseos, que habían creído, se levantaron, diciendo: Que es necesario circuncidarlos, y mandarles que guarden la ley de Moisés.
Y llevándolos a su casa, les puso la mesa; y se gozó de que con toda su casa había creído a Dios.
Y queriendo él pasar a Acaya, los hermanos exhortados, escribieron a los discípulos que le recibieran; y venido él, aprovechó mucho por la gracia a los que habían creído;
Y muchos de los que habían creído, venían, confesando y dando cuenta de sus hechos.
Cuando ellos lo oyeron, glorificaron al Señor, y le dijeron: Ya ves, hermano, cuántos millares de judíos hay que han creído; y todos son celosos de la ley:
Pero en cuanto a los gentiles que han creído, nosotros les hemos escrito haberse acordado que no guarden nada de esto; solamente que se abstengan de lo que fuere sacrificado a los ídolos, y de sangre, y de lo ahogado, y de fornicación.
Yo ciertamente había creído que debía hacer muchos males en contra del nombre de Jesús de Nazaret.
¿Y qué si algunos de ellos no han creído? ¿La incredulidad de ellos hará nula la fe de Dios?
¿Cómo, pues invocarán a aquel en el cual no han creído? ¿Y cómo creerán a aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán si no hay quién les predique?
Mas no todos oyen al Evangelio; pues Isaías dice: Señor, ¿quién ha creído a nuestro anuncio?
así también éstos ahora no han creído, para que, por la misericordia para con vosotros, ellos también alcancen misericordia.
¿Qué pues es Pablo? ¿Y qué es Apolos? Sino siervos por los cuales habéis creído; y cada uno conforme a lo que el Señor dio.
por el cual también sois salvos, si retenéis la palabra que os prediqué, a no ser que hayáis creído en vano.
Porque, o sea yo o sean ellos, así predicamos, y así habéis creído.
sabiendo que el hombre no es justificado por las obras de la ley, sino por la fe de Jesús, el Cristo, nosotros también hemos creído en Jesús, el Cristo, para que fuéramos justificados por la fe de Cristo, y no por las obras de la ley; por cuanto por las obras de la ley ninguna carne será justificada.
En El también vosotros, después de escuchar el mensaje de la verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído, fuisteis sellados en El con el Espíritu Santo de la promesa,
de tal manera que habéis sido ejemplo a todos los que han creído en Macedonia y en Acaya.
cuando viniere para ser glorificado en sus santos, y a hacerse admirable en aquel día en todos los que creyeron (por cuanto nuestro testimonio ha sido creído entre vosotros);
Y sin falta, grande es el misterio de la piedad: Dios se ha manifestado en carne; ha sido justificado con el Espíritu; ha sido visto de los Angeles; ha sido predicado a los gentiles; ha sido creído en el mundo; ha sido recibido en gloria.
Por lo cual así mismo padezco esto, pero no me avergüenzo; porque yo sé a quién he creído, y estoy cierto que es poderoso para guardar mi depósito para aquel día.
Palabra fiel {es ésta}, y en cuanto a estas cosas quiero que hables con firmeza, para que los que han creído en Dios procuren ocuparse en buenas obras. Estas cosas son buenas y útiles para los hombres.
(Pero entramos en el Reposo los que hemos creído,) de la manera que dijo: Así que les juré en mi ira, no entrarán en mi Reposo, aun acabadas las obras desde el principio del mundo.
Y nosotros hemos conocido y creído la caridad que Dios tiene en nosotros. Dios es caridad; y el que permanece en caridad, permanece en Dios, y Dios en él.
El que cree en el Hijo de Dios, tiene el testimonio de Dios en sí mismo; el que no cree a Dios, ha hecho mentiroso a Dios, porque no ha creído en el testimonio que Dios ha testificado de su Hijo.