527 casos en 6 traducciones

'De' en la Biblia

Le dijeron: ¿Pues quién eres? Para que demos respuesta a los que nos enviaron. ¿Qué dices de ti mismo?

Él dijo: Yo soy la voz de uno que clama en el desierto: Enderezad el camino del Señor, como dijo el profeta Isaías.

Y Juan les respondió, diciendo: Yo bautizo con agua; mas en medio de vosotros ha estado, quien vosotros no conocéis;

éste es el que ha de venir tras mí, el cual es antes de mí; del cual yo no soy digno de desatar la correa del zapato.

Estas cosas acontecieron en Betábara, de la otra parte del Jordán, donde Juan bautizaba.

Este es del que dije: Tras mí viene un Varón, el cual es antes de mí; porque era primero que yo.

Díceles: Venid y ved. Vinieron, y vieron donde moraba, y quedáronse con él aquel día: porque era como la hora de las diez.

Era Andrés el hermano de Simón Pedro, uno de los dos que habían oído de Juan, y le habían seguido.

Y le trajo a Jesús. Y mirándole Jesús, dijo: Tú eres Simón, hijo de Jonás; tú serás llamado Cefas (que quiere decir, Piedra).

Y era Felipe de Betsaida, la ciudad de Andrés y de Pedro.

Felipe halló a Natanael, y le dice: Hemos hallado a aquel de quien escribió Moisés en la ley, y los profetas: a Jesús, el hijo de José, de Nazaret.

Le dice Natanael: ¿De dónde me conoces? Respondió Jesús, y le dijo: Antes que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera te vi.

Respondió Jesús y le dijo: Porque te dije, te vi debajo de la higuera, crees; cosas mayores que éstas verás.

Les dice Jesús: Llenad estas tinajuelas de agua. Y las llenaron hasta arriba.

Y cuando el maestresala gustó el agua hecha vino, que no sabía de dónde era; (mas los que servían, lo sabían, quienes habían sacado el agua), el maestresala llama al esposo,

Después de esto descendió a Capernaum, él, su madre, y sus hermanos, y sus discípulos; y estuvieron allí no muchos días.

Y estaba cerca la Pascua de los judíos; y subió Jesús a Jerusalén.

Y halló en el Templo a los que vendían bueyes, y ovejas, y palomas, y a los cambiadores de dinero sentados.

Y hecho un azote de cuerdas, los echó a todos del Templo, y las ovejas, y los bueyes; y derramó los dineros de los cambiadores, y trastornó las mesas;

y a los que vendían las palomas, dijo: Quitad de aquí esto; no hagáis la Casa de mi Padre casa de mercado.

Por tanto, cuando resucitó de los muertos, sus discípulos se acordaron que les había dicho esto; y creyeron a la Escritura, y a la palabra que Jesús había dicho.

Y estando en Jerusalén en la Pascua, en el día de la Fiesta, muchos creyeron en su nombre, viendo las señales que hacía.

Mas el mismo Jesús no se confiaba a sí mismo de ellos, porque él conocía a todos,

Y había un hombre de los fariseos que se llamaba Nicodemo, príncipe de los judíos.

No te maravilles de que te dije: Os es necesario nacer otra vez.

Si os he hablado de las cosas terrenales, y no creéis, ¿cómo creeréis si os hablo de las celestiales?

Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo Unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.

Pasado esto, vino Jesús con sus discípulos a la tierra de Judea; y estaba allí con ellos, y bautizaba.

Juan también bautizaba en Enón, cerca de Salim, porque allí había mucha agua; y {muchos} venían y eran bautizados.

Y vinieron á Juan, y dijéronle: Rabbí, el que estaba contigo de la otra parte del Jordán, del cual tú diste testimonio, he aquí bautiza, y todos vienen á él.

Vosotros mismos me sois testigos que dije: Yo no soy el Cristo, sino que soy enviado delante de él.

Lo que El ha visto y oído, de eso da testimonio; y nadie recibe su testimonio.

salió de Judea y partió otra vez para Galilea.

Vino, pues, a una ciudad de Samaria que se llamaba Sicar, junto a la heredad que Jacob dio a José su hijo.

(Porque sus discípulos habían ido a la ciudad a comprar de comer.)

La mujer le dice: Señor, no tienes con qué sacarla, y el pozo es hondo; ¿de dónde, pues, tienes el agua viva?

Respondió Jesús y le dijo: Cualquiera que bebiere de esta agua, volverá a tener sed;

Le dice la mujer: Sé que el Mesías (el Ungido) ha de venir, el cual se dice el Cristo; cuando él viniere nos declarará todas las cosas.

Y en esto vinieron sus discípulos, y se maravillaron de que hablaba con aquella mujer; mas ninguno dijo: ¿Qué preguntas? O, ¿Qué hablas con ella?

De modo que cuando los samaritanos vinieron a El, le rogaban que se quedara con ellos; y se quedó allí dos días.

Y dos días después, salió de allí, y se fue a Galilea.

Porque el mismo Jesús dio testimonio de que un profeta en su tierra no tiene honra.

Y como vino á Galilea, los Galileos le recibieron, vistas todas las cosas que había hecho en Jerusalem en el día de la fiesta: porque también ellos habían ido á la fiesta.

Vino pues Jesús otra vez a Caná de Galilea, donde había hecho el vino del agua. Y había en Capernaum uno del rey, cuyo hijo estaba enfermo.

Este, cuando oyó que Jesús venía de Judea a Galilea, fue a él, y le rogaba que descendiera, y sanara a su hijo, porque se comenzaba a morir.

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