118 casos

'Del' en la Biblia

Y un día vinieron los hijos de Dios a presentarse delante del SEÑOR, entre los cuales vino también Satanás.

Aun estaba éste hablando, y vino otro que dijo: Fuego de Dios cayó del cielo, que quemó las ovejas y los criados, y los consumió; solamente escapé yo para traerte las nuevas.

y he aquí un gran viento que vino del lado del desierto, e hirió las cuatro esquinas de la casa, y cayó sobre los jóvenes, y murieron; y solamente escapé yo para traerte las nuevas.

Y otro día aconteció que vinieron los hijos de Dios para presentarse delante del SEÑOR, y vino también entre ellos Satanás compareciendo delante del SEÑOR.

Aquella noche ocupara oscuridad, ni fuera contada entre los días del año, ni viniera en el número de los meses.

por cuanto no cerró las puertas del vientre donde yo estaba, ni escondió de mis ojos la miseria.

Allí también reposaron los cautivos; no oyeron la voz del exactor.

El bramido del león, y la voz del león, y los dientes de los leoncillos son arrancados.

El león viejo perece por falta de presa, y los hijos del león son esparcidos.

Porque la iniquidad no sale del polvo, ni el castigo reverdece de la tierra.

De día tropiezan con tinieblas, y en mitad del día andan a tientas como de noche.

pues aun con las piedras del campo tendrás tu concierto, y las bestias del campo estarán en paz contigo.

Porque mi tormento pesaría más que la arena del mar; y por tanto mis palabras son tragadas.

¿Por ventura se comerá lo desabrido sin sal? ¿O habrá gusto en la clara del huevo?

Y en esto crecería aún consolación, si me asare con dolor sin haber misericordia; no que haya contradicho las palabras del que es Santo.

¿No me ayudo cuanto puedo, y con todo eso el poder me falta del todo?

El atribulado merece recibir misericordia de su compañero; pero se ha abandonado el temor del Omnipotente.

Que al tiempo del calor son deshechas, y calentándose, desaparecen de su lugar;

y libradme de la mano del angustiador, y rescatadme del poder de los violentos?

Tales son los caminos de todos los que olvidan a Dios; y la esperanza del hipócrita perecerá.

A manera de un árbol, está verde delante del sol, y sus renuevos salen sobre su huerto;

¿Son tus días como los días del hombre, o tus años como los tiempos humanos,

La antorcha es tenida en poco en el pensamiento del próspero; la cual se aparejó contra las caídas de los pies.

o habla a la tierra, que ella te enseñará; los peces del mar te lo declararán también.

¿Qué cosa de todas éstas no entiende que la mano del SEÑOR la hizo?

El quita el corazón de las cabezas del pueblo de la tierra, y les hace que se pierdan vagando sin camino;

Mejor sería que callarais del todo, porque os fuera en lugar de sabiduría.

al olor del agua reverdecerá, y hará copa como nueva planta.

Las aguas del mar se fueron, y se agotó el río, se secó.

Todos los días del impío, él es atormentado de dolor, y el número de años es escondido al violento.

A los rincones del Seol descenderán, y juntamente descansarán en el polvo.

Ciertamente tales son las moradas del impío, y éste es el lugar del que no conoció a Dios.

Mas debierais decir: ¿Por qué lo perseguimos? Ya que la raíz del negocio en mí se halla.

que la alegría de los impíos es breve, y el gozo del hipócrita por un momento?

Serán como la paja delante del viento, y como el tamo que arrebata el torbellino.

Verán sus ojos su quebranto, y beberá de la ira del Todopoderoso.

Porque decís: ¿Qué es de la casa del príncipe, y qué de la tienda de las moradas de los impíos?

Los terrones del arroyo le serán ya dulces; y tras de él será llevado todo hombre, y antes de él han ido innumerables.

Las nubes son su escondedero, y no ve; y por el cerco del cielo se pasea.

La isla del inocente escapará; y en la limpieza de tus manos será guardado.

Allí el recto disputaría con él; y escaparía para siempre del que me condena.

Hacen apartar del camino a los pobres; y todos los pobres de la tierra se esconden de ellos.

El ojo del adúltero está aguardando la noche, diciendo: No me verá nadie; y esconde su rostro.

Yo os enseñaré lo que hay en la mano de Dios; no esconderé lo que hay acerca del Omnipotente.

Esta es para con Dios la suerte del hombre impío, y la herencia que los violentos han de recibir del Omnipotente.

Lo tomará el solano, y partirá; la tempestad lo arrebatará del lugar suyo.

El hierro es tomado del polvo, y de la piedra es fundido el bronce.

Mas ¿dónde se hallará la sabiduría? ¿Y dónde está el lugar del entendimiento?

¿De dónde pues vendrá la sabiduría? ¿Y dónde está el lugar del entendimiento?

Porque encubierta está a los ojos de todo viviente, y a toda ave del cielo es oculta.

La bendición del que se iba a perder venía sobre mí; y al corazón de la viuda daba alegría.

Y quebraba los colmillos del inicuo, y de sus dientes hacía soltar la presa.

Por causa de la pobreza y del hambre andaban solos; huían a la soledad, al lugar tenebroso, asolado y desierto.

Con la grandeza de la fuerza del dolor mi vestidura es mudada; me ciñe como el cuello de mi ropa.

Si mis pasos se apartaron del camino, y si mi corazón se fue tras mis ojos, y si alguna mancha se apegó a mis manos,

si no me bendijeron sus lomos, y del vellón de mis ovejas se calentaron;

Si me alegré en el quebrantamiento del que me aborrecía, y me regocijé cuando le halló el mal;

Por tanto, varones de entendimiento, oídme: Lejos esté de Dios la impiedad, y del Omnipotente la iniquidad.

Al hombre como tú dañará tu impiedad, y al hijo del hombre aprovechará tu justicia.

Que nos enseña más que a las bestias de la tierra, y nos hace sabios más que las aves del cielo.

No quitará sus ojos del justo; antes bien con los reyes los pondrá en silla para siempre, y serán ensalzados.

Fallecerá el alma de ellos en su juventud, y su vida entre los prostitutos del culto pagano.

Mas tú has llenado el juicio del impío, contra la justicia y el juicio que lo sustentan todo.

¿Por ventura estimará él tus riquezas, ni del oro, ni de todas las fuerzas de la potencia?

He aquí que sobre él extiende su luz, y cubrió las raíces del mar.

Y ellas se revuelven en derredor por sus designios, para hacer sobre la faz del mundo, en la tierra, lo que él les mandó.

¿Y eran calientes tus vestidos cuando él daba el reposo a la tierra del mediodía?

De la parte del norte vendrá la serenidad por el Dios terrible de alabanza.

¿Por ventura has entrado hasta los nacederos del mar, y has andado escudriñando el abismo?

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