'Del' en la Biblia
Hubo un varón en tierra de Uz, que se llamaba Job; y este hombre era perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal.
Y acontecía que habiendo pasado en turno los días del convite, Job enviaba y los santificaba, y se levantaba de mañana y ofrecía holocaustos conforme al número de todos ellos. Porque decía Job: Quizá habrán pecado mis hijos, y habrán blasfemado a Dios en sus corazones. De esta manera hacía todos los días.
Aún estaba éste hablando, y vino otro que dijo: Fuego de Dios cayó del cielo, que quemó las ovejas y los criados, y los consumió; solamente escapé yo para traerte la noticia.
y he aquí un gran viento que vino del lado del desierto, y azotó las cuatro esquinas de la casa, y cayó sobre los jóvenes, y murieron; solamente escapé yo para traerte la noticia.
y dijo: Desnudo salí del vientre de mi madre, y desnudo volveré allá. Jehová dio, y Jehová quitó; sea el nombre de Jehová bendito.
Y Jehová dijo a Satanás: ¿No has considerado a mi siervo Job, que no hay otro como él en la tierra, varón perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal, y que aún retiene su integridad, a pesar de que tú me incitaste contra él para que lo arruinara sin causa?
Ocupe la oscuridad aquella noche; no sea contada entre los días del año, ni venga en el número de los meses.
Por cuanto no cerró las puertas del vientre de mi madre, ni escondió de mis ojos la miseria.
¿Por qué no morí yo en la matriz, o entregué el espíritu al salir del vientre?
Allí reposan juntos los cautivos; no oyen la voz del opresor.
El rugido del león, y la voz del león, y los dientes de los leoncillos son quebrantados.
El león viejo perece por falta de presa, y los hijos del león son dispersados.
Porque la aflicción no sale del polvo, ni la molestia brota de la tierra.
He aquí, bienaventurado es el hombre a quien Dios castiga; por tanto, no menosprecies la corrección del Todopoderoso.
En el hambre te redimirá de la muerte, y en la guerra, del poder de la espada.
Del azote de la lengua serás encubierto; no temerás de la destrucción cuando viniere.
De la destrucción y del hambre te reirás, y no temerás de las fieras del campo:
Pues aun con las piedras del campo tendrás alianza, y las fieras del campo tendrán paz contigo.
Porque pesarían ahora más que la arena del mar; por tanto, mis palabras han sido precipitadas.
Porque las saetas del Todopoderoso están en mí, cuyo veneno bebe mi espíritu; y terrores de Dios me combaten.
¿Se comerá lo desabrido sin sal? ¿O habrá gusto en la clara del huevo?
Y sería aún mi consuelo, si me asaltase con dolor sin dar más tregua, que yo no he escondido las palabras del Santo.
¿No me ayudo a mí mismo, y el poder me falta del todo?
El atribulado ha de ser consolado por su compañero; mas se ha abandonado el temor del Omnipotente.
que al tiempo del calor son deshechas, y al calentarse, desaparecen de su lugar;
¿Acaso no hay un tiempo determinado para el hombre sobre la tierra? ¿No son sus días como los días del jornalero?
Y mis días fueron más ligeros que la lanzadera del tejedor, y fenecieron sin esperanza.
Tales son los caminos de todos los que se olvidan de Dios; y la esperanza del impío perecerá:
A manera de un árbol, está verde delante del sol, y sus renuevos salen sobre su huerto;
Él solo extiende los cielos, y anda sobre las olas del mar:
Él hizo la Osa Mayor, el Orión y las Pléyades; y los lugares secretos del sur.
Si el azote mata de repente, se ríe del sufrimiento de los inocentes.
¿Son tus días como los días del hombre, o tus años como los tiempos humanos,
Fuera como si nunca hubiera existido, llevado del vientre a la sepultura.
Si escudriñas, ¿podrás entender a Dios? ¿Llegarás tú a la perfección del Todopoderoso?
El hombre vano se hará entendido, aunque nazca como el pollino del asno montés.
o habla a la tierra, y ella te enseñará; los peces del mar también te lo declararán.
Él priva del habla al que dice verdad, y quita a los ancianos el consejo.
Él quita el entendimiento de los jefes del pueblo de la tierra, y les hace vagar por desierto donde no hay camino:
¡Oh que callarais del todo! Y os sería sabiduría.
Como las aguas se van del mar, y el río se agota y se seca.
Las piedras son desgastadas con el agua impetuosa, que se lleva el polvo de la tierra; de igual manera haces tú perecer la esperanza del hombre.
Vaga alrededor tras del pan, diciendo: ¿Dónde está? Sabe que le está preparado día de tinieblas, a la mano.
Y mis ojos se oscurecieron por causa del dolor, y mis pensamientos todos son como sombra.
De la luz será lanzado a las tinieblas, y echado fuera del mundo.
Ciertamente tales son las moradas del impío, Y éste será el lugar del que no conoció a Dios.
Hizo alejar de mí a mis hermanos, y del todo se extrañaron de mí mis conocidos.
Mas debierais decir: ¿Por qué lo perseguimos? Ya que la raíz del asunto se halla en mí.
que la alegría de los impíos es breve, y el gozo del hipócrita sólo por un momento?
Sus huesos están llenos del pecado de su juventud, yacerán con él en el polvo.
Serán como la paja delante del viento, y como el tamo que arrebata el torbellino.
Verán sus ojos su quebranto, y beberá de la ira del Todopoderoso.
Porque decís: ¿Qué es de la casa del príncipe, y qué de la tienda de las moradas de los impíos?
Los terrones del valle le serán dulces; y tras de él será llevado todo hombre, y antes de él han ido innumerables.
Las densas nubes le cubren, y no ve; y por el circuito del cielo se pasea.
Él libertará la isla del inocente; y por la pureza de tus manos será librada.
Del mandamiento de sus labios nunca me separé; guardé las palabras de su boca más que mi comida.
Hacen apartar del camino a los menesterosos; y todos los pobres de la tierra se esconden.
El ojo del adúltero aguarda al anochecer, diciendo: No me verá nadie; y disfraza su rostro.
Las columnas del cielo tiemblan, y se espantan a su reprensión.
Porque ¿cuál es la esperanza del impío, por mucho que hubiere robado, cuando Dios requiera su alma?
Ésta es para con Dios la porción del impío, y la herencia que los violentos han de recibir del Omnipotente.
El hierro se saca del polvo, y de la piedra es fundido el bronce.
Brota el torrente de junto al morador, aguas que el pie había olvidado; se secan luego, se van del hombre.
Porque encubierta está a los ojos de todo viviente, y a toda ave del cielo es oculta.
Y dijo al hombre: He aquí que el temor del Señor es la sabiduría, y el apartarse del mal la inteligencia.
La bendición del que se iba a perder venía sobre mí; y al corazón de la viuda daba alegría.
y quebraba los colmillos del inicuo, y de sus dientes hacía soltar la presa.
Por causa de la pobreza y del hambre andaban solos; huían a la soledad, a lugar tenebroso, asolado y desierto.
Mi piel está denegrida sobre mí, y mis huesos se han quemado del calor.
Si mis pasos se apartaron del camino, y si mi corazón se fue tras mis ojos, y si algo sucio se apegó a mis manos,
si no me bendijeron sus lomos, y del vellón de mis ovejas se calentaron;
Si me alegré en el quebrantamiento del que me aborrecía, y me regocijé cuando le halló el mal
Ciertamente espíritu hay en el hombre, y la inspiración del Omnipotente le da entendimiento.
El Espíritu de Dios me hizo, y la inspiración del Omnipotente me dio vida.
Heme aquí a mí en lugar de Dios, conforme a tu dicho: Yo también del barro soy formado.
Para quitar al hombre de su obra, y apartar del varón la soberbia.
Su carne será más tierna que la del niño, volverá a los días de su juventud.
Para apartar su alma del sepulcro, y para iluminarlo con la luz de los vivientes.
Por tanto, varones entendidos, oídme; lejos esté de Dios la impiedad, y del Omnipotente la iniquidad.
Porque sus ojos están sobre los caminos del hombre, y ve todos sus pasos.
haciendo venir delante de Él el clamor del pobre, y que oiga el clamor de los necesitados.
Haciendo que no reine el hombre hipócrita para vejaciones del pueblo.
Al hombre como tú dañará tu impiedad, y al hijo del hombre aprovechará tu justicia.
que nos enseña más que a las bestias de la tierra, y nos hace sabios más que las aves del cielo?
No quitará sus ojos del justo; antes bien con los reyes los pondrá en trono para siempre, y serán exaltados.
Mas tú has llenado el juicio del impío, en vez de sustentar el juicio y la justicia.
¿Hará Él estima de tus riquezas, o del oro, o de todas las fuerzas del poder?
He aquí que sobre él extiende su luz, y cobija con ella las profundidades del mar.
Después del estruendo ruge su voz, truena Él con la voz de su majestad; y aunque sea oída su voz, no los detiene.
Del sur viene el torbellino, y el frío de los vientos del norte.
Asimismo por sus designios se revuelven las nubes en derredor, para hacer sobre la faz del mundo, en la tierra, lo que Él les mande.
¿Sabes tú las diferencias de las nubes, las maravillas del Perfecto en sabiduría?
¿Por qué están calientes tus ropas cuando Él aquieta la tierra con el viento del sur?
viniendo de la parte del norte la dorada claridad. En Dios hay una majestad terrible.
cuando las estrellas del alba juntas alababan, y todos los hijos de Dios daban gritos de gozo?
¿Quién encerró con puertas el mar, cuando se derramaba como saliendo del vientre;
¿Has entrado tú hasta las fuentes del mar, y has andado escudriñando el abismo?
¿Has entrado tú en los tesoros de la nieve, o has visto los tesoros del granizo,