'Dientes' en la Biblia
Sus ojos rojos del vino, y los dientes blancos de la leche.
Y cuando la carne estaba aún entre los dientes de ellos, antes que fuese masticada, el furor de Jehová se encendió contra el pueblo, e hirió Jehová al pueblo con una plaga muy grande.
El rugido del león, y la voz del león, y los dientes de los leoncillos son quebrantados.
¿Por qué quitaré yo mi carne con mis dientes, y pondré mi alma en mi mano?
Su furor me despedazó, y me ha sido contrario: Crujió sus dientes contra mí; contra mí aguzó sus ojos mi enemigo.
Mi piel y mi carne se pegaron a mis huesos; y he escapado con sólo la piel de mis dientes.
y quebraba los colmillos del inicuo, y de sus dientes hacía soltar la presa.
¿Quién abrirá las puertas de su rostro? Las hileras de sus dientes espantan.
Levántate, oh Jehová; sálvame, oh Dios mío; porque tú heriste a todos mis enemigos en la quijada; los dientes de los malos quebrantaste.
como lisonjeros escarnecedores y truhanes, crujiendo sobre mí sus dientes.
Maquina el impío contra el justo, y cruje sobre él sus dientes.
Mi vida está entre leones; estoy echado entre hijos de hombres encendidos; sus dientes son lanzas y saetas, y su lengua espada aguda.
Oh Dios, quiebra sus dientes en sus bocas; quiebra, oh Jehová, las muelas de los leoncillos.
Lo verá el impío, y se irritará; crujirá los dientes, y se consumirá; el deseo de los impíos perecerá.
Bendito Jehová, que no nos dio por presa a los dientes de ellos.
Como el vinagre a los dientes, y como el humo a los ojos, así es el perezoso a los que lo envían.
Hay generación cuyos dientes son espadas, y sus muelas cuchillos, para devorar a los pobres de la tierra, y a los menesterosos de entre los hombres.
Tus dientes como rebaño de ovejas trasquiladas que suben del lavadero, todas con crías mellizas, y ninguna entre ellas estéril.
Tus dientes, como rebaño de ovejas que suben del lavadero, todas con crías mellizas, y estéril no hay entre ellas.
Su rugido será como de león; rugirá a manera de leoncillos, crujirá los dientes, y arrebatará la presa; la apañará, y nadie se la quitará.
El pan se trilla; mas no siempre lo trillará, ni lo comprime con la rueda de su carreta, ni lo quebranta con los dientes de su trillo.
He aquí que yo te he puesto por trillo, trillo nuevo, lleno de dientes; trillarás montes y los molerás, y collados tornarás en tamo.
En aquellos días no dirán más: Los padres comieron las uvas agrias, y los dientes de los hijos tienen la dentera.
Sino que cada cual morirá por su propia maldad; los dientes de todo hombre que comiere las uvas agrias, tendrán la dentera.
Todos tus enemigos abrieron contra ti su boca, silbaron, y rechinaron los dientes; dijeron: La hemos devorado; ciertamente éste es el día que esperábamos; lo hemos hallado, lo hemos visto.
Me quebró los dientes con cascajo, me cubrió de ceniza.
¿Qué pensáis vosotros, vosotros que usáis este refrán sobre la tierra de Israel, diciendo: Los padres comieron las uvas agrias, y los dientes de los hijos tienen la dentera?
Y he aquí otra segunda bestia, semejante a un oso, la cual se puso a un lado, y tenía en su boca tres costillas entre los dientes; y le fue dicho así: Levántate, traga mucha carne.
Después de esto miraba yo en las visiones de la noche, y he aquí la cuarta bestia, espantosa y terrible, y en grande manera fuerte; la cual tenía unos dientes grandes de hierro: devoraba y desmenuzaba, y las sobras hollaba con sus pies: y era muy diferente de todas las bestias que habían sido antes de ella, y tenía diez cuernos.
Entonces quise saber la verdad acerca de la cuarta bestia, que tan diferente era de todas las otras, espantosa en gran manera, que tenía dientes de hierro, y sus uñas de bronce, que devoraba y desmenuzaba, y las sobras hollaba con sus pies:
Porque nación fuerte y sin número subió a mi tierra; sus dientes, dientes de león, y sus muelas, de león.
Yo también os di limpieza de dientes en todas vuestras ciudades, y falta de pan en todos vuestros pueblos; pero no os volvisteis a mí, dice Jehová.
Así dice Jehová acerca de los profetas que hacen errar a mi pueblo, que muerden con sus dientes, y claman: Paz, y contra el que no les da de comer, declaran guerra.
Y quitaré la sangre de su boca, y sus abominaciones de entre sus dientes, mas el que quedare, aun él será para nuestro Dios, y será como capitán en Judá, y Ecrón como el jebuseo.
Mas los hijos del reino serán echados a las tinieblas de afuera; allí será el lloro y el crujir de dientes.
Y los lanzarán al horno de fuego; allí será el lloro y el crujir de dientes.
y los lanzarán en el horno de fuego; allí será el lloro y el crujir de dientes.
Entonces el rey dijo a los que servían: Atadle de pies y manos, llevadle y echadle en las tinieblas de afuera; allí será el lloro y el crujir de dientes.
y le apartará, y pondrá su parte con los hipócritas: Allí será el lloro y el crujir de dientes.
Y al siervo inútil echadle en las tinieblas de afuera; allí será el lloro y el crujir de dientes.
el cual, dondequiera que le toma, le desgarra; y echa espumarajos, y cruje los dientes, y se va secando; y dije a tus discípulos que le echasen fuera, y no pudieron.
Allí será el lloro y el crujir de dientes, cuando veáis a Abraham, y a Isaac, y a Jacob, y a todos los profetas en el reino de Dios, y vosotros excluidos.
Y cuando oyeron estas cosas, se enfurecieron en sus corazones, y crujían los dientes contra él.
y tenían cabello como cabello de mujer; y sus dientes eran como dientes de leones;