'Hayas' en la Biblia
Date prisa, escápate allá; porque no podré hacer nada hasta que hayas llegado allá. Por esto fue llamado el nombre de la ciudad, Zoar.
Entonces Abimelec llamó a Abraham, y le dijo: ¿Qué nos has hecho? ¿Y {en} qué he pecado contra ti, para que hayas traído sobre mí y sobre mi reino un pecado tan grande? Me has hecho cosas que no se deben hacer.
Y Abimelec añadió a Abraham: ¿Qué has hallado para que hayas hecho esto?
Y ella respondió: ¿Es poco que hayas tomado mi marido, sino que también te has de llevar las mandrágoras de mi hijo? Y dijo Raquel: Pues dormirá contigo esta noche por las mandrágoras de tu hijo.
Entonces se enojó Jacob y riñó con Labán; y respondiendo Jacob, dijo a Labán: ¿Cuál es mi transgresión? ¿Cuál es mi pecado para que tan enardecidamente me hayas perseguido?
Y El dijo: Ciertamente yo estaré contigo, y la señal para ti de que soy yo el que te ha enviado será ésta: cuando hayas sacado al pueblo de Egipto adoraréis a Dios en este monte.
Ahora pues, ve, que yo seré en tu boca, y te enseñaré lo que hayas de hablar.
También la fiesta de la siega, los primeros frutos de tus labores que hubieres sembrado en el campo; y la fiesta de la cosecha a la salida del año, cuando hayas recogido tus labores del campo.
Y sacrificarás el becerro de la expiación en cada día para las expiaciones; y limpiarás el altar cuando hayas hecho expiación por él, y lo ungirás para santificarlo.
Cuando hagas un censo de los hijos de Israel para contarlos, cada uno dará al SEÑOR un rescate por su persona cuando sean contados, para que no haya plaga entre ellos cuando los hayas contado.
Entonces dijo Moisés a Aarón: ¿Qué te ha hecho este pueblo para que hayas traído sobre él {tan} gran pecado?
Y cuando hayas hecho llegar a los levitas delante de Jehová, pondrán los hijos de Israel sus manos sobre los levitas;
Entonces Moisés dijo al SEÑOR: ¿Por qué has tratado tan mal a tu siervo? ¿Y por qué no he hallado gracia ante tus ojos para que hayas puesto la carga de todo este pueblo sobre mí?
¿Es poco que nos hayas hecho venir de una tierra que destila leche y miel, para hacernos morir en el desierto, sino que también te enseñorees de nosotros imperiosamente?
Y después que la hayas visto, tú también serás reunido con tu pueblo, como fue reunido tu hermano Aarón.
y cuando el SEÑOR tu Dios los haya entregado delante de ti, y los hayas derrotado, los destruirás por completo. No harás alianza con ellos ni te apiadarás de ellos.
Y entregará en tus manos a sus reyes de modo que harás perecer sus nombres de debajo del cielo; ningún hombre podrá hacerte frente hasta que tú los hayas destruido.
Cuando hayas comido y te hayas saciado, bendecirás al SEÑOR tu Dios por la buena tierra que El te ha dado.
no sea que cuando hayas comido y te hayas saciado, y hayas construido buenas casas y habitado {en ellas,}
Que guardes los mandamientos de Jehová y sus estatutos, que yo te prescribo hoy, para que hayas bien?
Cuando el SEÑOR tu Dios haya destruido delante de ti las naciones que vas a desposeer, y las hayas desposeído y habites en su tierra,
La fiesta solemne de los tabernáculos harás siete días, cuando hayas hecho la cosecha de tu era y de tu lagar.
No sembrarás tu viña con dos clases de semilla, no sea que todo el fruto de la semilla que hayas sembrado y el producto de la viña queden inservibles.
Cuando sacudas tus olivos, no recorrerás las ramas que hayas dejado tras de ti, serán para el forastero, para el huérfano y para la viuda.
y escribirás en ellas todas las palabras de esta ley, cuando hayas pasado para entrar en la tierra que el SEÑOR tu Dios te da, tierra que fluye leche y miel, como el SEÑOR el Dios de tus padres te ha dicho.
Será, pues, cuando hayas pasado el Jordán, que levantaréis estas piedras que yo os mando hoy, en el monte de Ebal, y las revocarás con cal;
Estos estarán sobre el monte de Gerizim para bendecir al pueblo, cuando hayas pasado el Jordán: Simeón, Leví, Judá, Isacar, José y Benjamín.
El SEÑOR te llevará a ti y a tu rey, al que hayas puesto sobre ti, a una nación que ni tú ni tus padres habéis conocido, y allí servirás a otros dioses de madera y de piedra.
Y cuando él se acostare, repara tú el lugar donde él se acostare, e irás, y descubrirás los pies, y te acostarás allí; y él te dirá lo que hayas de hacer.
Y Elcana su marido le dijo: Haz lo que mejor te parezca. Quédate hasta que lo hayas destetado; solamente confirme el SEÑOR su palabra. La mujer se quedó y crió a su hijo hasta que lo destetó.
Hoy, después que te hayas apartado de mí, hallarás dos varones junto al sepulcro de Raquel, en el término de Benjamín en Selsa, los cuales te dirán: Las asnas que habías ido a buscar, se han hallado; tu padre, pues, ha dejado ya el negocio de las asnas, si bien está angustiado por vosotros, diciendo: ¿Qué haré acerca de mi hijo?
Cuando hayas estado {ausente} tres días, descenderás aprisa y vendrás al lugar donde te escondiste el día de {aquel} suceso, y permanecerás junto a la piedra de Ezel.
entonces, señor mío, no te será esto en tropiezo y turbación de corazón, el que hayas derramado sangre sin causa, y que mi señor se haya vengado por sí mismo. Guárdese pues mi señor, y cuando el SEÑOR hiciere bien a mi señor, acuérdate de tu sierva.
Entonces el rey David entró y se sentó delante del SEÑOR y dijo: ¿Quién soy yo, oh Señor DIOS, y qué es mi casa para que me hayas traído hasta aquí?
y dio orden al mensajero, diciendo: Cuando hayas acabado de contar al rey todos los sucesos de la guerra,
Y Elías le dijo: No hayas temor; ve, haz como has dicho: empero hazme á mí primero de ello una pequeña torta cocida debajo de la ceniza, y tráemela; y después harás para ti y para tu hijo.
Y el SEÑOR le dijo: Ve, regresa por tu camino al desierto de Damasco y cuando hayas llegado, ungirás a Hazael por rey sobre Aram;
Entonces el ángel de Jehová dijo á Elías: Desciende con él; no hayas de él miedo. Y él se levantó, y descendió con él al rey.
Y él le dijo: No hayas miedo: porque más son los que están con nosotros que los que están con ellos.
Por mano de tus mensajeros has proferido injuria contra el Señor, y has dicho: Con la multitud de mis carros he subido a las cumbres de los montes; a las cuestas del Líbano, y cortaré sus altos cedros, sus hayas escogidas; y entraré a la morada de su término, al bosque de su Carmel.
Entonces el rey David entró y se sentó delante del SEÑOR, y dijo: ¿Quién soy yo, oh SEÑOR Dios, y qué es mi casa para que me hayas traído hasta aquí?
Y tú, SEÑOR Dios de los ejércitos, Dios de Israel, despierta para visitar todos los gentiles; no hayas misericordia de todos los que se rebelan con iniquidad. (Selah.)
Para que allí aniden las aves; en las hayas tiene su casa la cigüeña.
Mis labios rebosarán alabanza, cuando me hayas enseñado tus estatutos.
Las vigas de nuestras casas son de cedro, y de hayas los artesonados.
Aun las hayas se regocijaron a causa de ti, y los cedros del Líbano, diciendo: Desde que tú pereciste, no ha subido cortador contra nosotros.
Por mano de tus siervos vituperaste al Señor, y dijiste: Yo con la multitud de mis carros subiré a las alturas de los montes, a las laderas del Líbano; cortaré sus altos cedros, sus hayas escogidas; vendré después a lo alto de su límite, al monte de su Carmelo.
Daré en el desierto cedros, espinos, arrayanes, y olivas; pondré en la soledad hayas, olmos, y álamos juntamente;
La gloria del Líbano vendrá a ti, hayas, pinos, y bojes juntamente, para honrar el lugar de mi Santuario; y yo honraré el lugar de mis pies.
Alza tus ojos a los altos, y ve en qué lugar no te hayas publicado; para ellos te sentabas en los caminos, como árabe en el desierto; y con tus fornicaciones y con tu malicia has contaminado la tierra.
Dijo también Jeremías al rey Sedequías: ¿{En} qué he pecado contra ti, o contra tus siervos, o contra este pueblo para que me hayas puesto en prisión?
Han oído que gimo, y no hay quien me consuele. Todos mis enemigos han oído de mi mal, se regocijan de que tú {lo} hayas hecho. ¿Oh, si tú trajeras el día que has anunciado, para que sean ellos como yo!
a no ser que nos hayas desechado totalmente, {y} estés enojado en gran manera contra nosotros.
Cuando los hayas cumplido, te acostarás por segunda vez, {pero} sobre el lado derecho, y llevarás la iniquidad de la casa de Judá; te la he asignado por cuarenta días, un día por cada año.
Y he aquí que yo puse sobre ti cuerdas, y no te tornarás de un lado al otro lado, hasta que hayas cumplido los días de tus vueltas.
De hayas del monte Senir te fabricaron todas las tillas; tomaron cedros del Líbano para hacerte el mástil.
Hijo de hombre, di al príncipe de Tiro: ``Así dice el Señor DIOS: `Aun cuando tu corazón se ha enaltecido y has dicho: ``Un dios soy, sentado estoy en el trono de los dioses, en el corazón de los mares", no eres más que un hombre y no Dios, aunque hayas igualado tu corazón al corazón de Dios.
Los cedros no lo cubrieron en el huerto de Dios; las hayas no fueron semejantes a sus ramas, ni los castaños fueron semejantes a sus ramos; ningún árbol en el huerto de Dios fue semejante a él en su hermosura.
Cuando te hayas extinguido, cubriré los cielos y oscureceré sus estrellas; cubriré el sol de nubes, y la luna no dará su luz.
``Cuando hayas terminado de purificar{lo,} ofrecerás un novillo sin defecto de la vacada y un carnero sin defecto del rebaño.
El escudo de sus valientes será bermejo, los varones de su ejército vestidos de grana; el carro como fuego de antorchas; el día que se aparejará, temblarán las hayas.
En verdad te digo que no saldrás de allí hasta que hayas pagado el último centavo.
Pero tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cuando hayas cerrado la puerta, ora a tu Padre que está en secreto, y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará.
En aquel tiempo, respondiendo Jesús, dijo: Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, que hayas escondido esto de los sabios y de los entendidos, y lo hayas revelado a los niños.
Te digo que no saldrás de allá, hasta que hayas pagado hasta el último centavo.
pero yo he rogado por ti para que tu fe no falle; y tú, una vez que hayas regresado, fortalece a tus hermanos.
Pero {Jesús le} dijo: Te digo, Pedro, que el gallo no cantará hoy hasta que tú hayas negado tres veces que me conoces.
Le respondió Jesús: ¿Tu alma pondrás por mí? De cierto, de cierto te digo: No cantará el gallo, sin que me hayas negado tres veces.
Le dice Judas, no el Iscariote: Señor, ¿qué hay porque te hayas de manifestar a nosotros, y no al mundo?
y (venían a él y) decían: ¡Hayas gozo, rey de los Judíos! Y le daban de bofetadas.
Porque ¿quién te hace juzgar? ¿O qué tienes que no hayas recibido? Y si lo recibiste, ¿de qué te glorías como si no lo hubieras recibido?