59 casos

'Jerusalén' en la Biblia

Y reuniéndolos, les mandó que no salieran de Jerusalén (Ciudad de Paz), sino que esperaran la promesa del Padre: ``La cual," {les dijo,} ``oyeron de Mí;

pero recibirán poder cuando el Espíritu Santo venga sobre ustedes; y serán Mis testigos en Jerusalén, en toda Judea y Samaria, y hasta los confines de la tierra."

Entonces los discípulos regresaron a Jerusalén desde el monte llamado de los Olivos, que está cerca de Jerusalén, camino de un día de reposo (1.2 km).

{Esto} llegó al conocimiento de todos los que habitaban en Jerusalén, de manera que aquel terreno se llamó en su propia lengua Acéldama, es decir, campo de sangre.

Había Judíos que moraban en Jerusalén, hombres piadosos, procedentes de todas las naciones bajo el cielo.

Entonces Pedro, poniéndose en pie con los once {apóstoles}, alzó la voz y les declaró: ``Hombres de Judea y todos los que viven en Jerusalén, sea esto de su conocimiento y presten atención a mis palabras.

Sucedió que al día siguiente se reunieron en Jerusalén sus gobernantes, ancianos y escribas.

`` ¿Qué haremos con estos hombres?" decían. ``Porque el hecho de que un milagro (una señal) notable ha sido realizado por medio de ellos es evidente a todos los que viven en Jerusalén, y no podemos negarlo.

``Les dimos órdenes estrictas de no continuar enseñando en este Nombre, y han llenado a Jerusalén con sus enseñanzas, y quieren traer sobre nosotros la sangre de este Hombre."

Y Saulo (Pablo) estaba de completo acuerdo con {ellos} en su muerte. En aquel día se desató una gran persecución en contra de la iglesia en Jerusalén, y todos fueron esparcidos por las regiones de Judea y Samaria, excepto los apóstoles.

Cuando los apóstoles que {estaban} en Jerusalén oyeron que Samaria había recibido la palabra de Dios, les enviaron a Pedro y a Juan,

Y ellos, después de haber testificado solemnemente y hablado la palabra del Señor, iniciaron el regreso a Jerusalén anunciando el evangelio (las buenas nuevas) en muchas aldeas de los Samaritanos.

El se levantó y fue. Y había un eunuco Etíope, alto oficial de Candace, reina de los Etíopes, el cual estaba encargado de todos sus tesoros, que había venido a Jerusalén para adorar.

y le pidió cartas para las sinagogas de Damasco, para que si encontraba algunos que pertenecieran al Camino (de Jesús), tanto hombres como mujeres, los pudiera llevar atados a Jerusalén.

Pero Ananías respondió: ``Señor, he oído de muchos acerca de este hombre, cuánto mal ha hecho a Tus santos en Jerusalén,

Y todos los que {lo} escuchaban estaban asombrados y decían: `` ¿No es éste el que en Jerusalén destruía a los que invocaban este nombre, y {el que} había venido aquí con este propósito: para llevarlos atados ante los principales sacerdotes?"

Cuando Saulo llegó a Jerusalén, trataba de juntarse con los discípulos; pero todos le temían, no creyendo que era discípulo.

Y estaba con ellos moviéndose libremente en Jerusalén, hablando con valor en el nombre del Señor.

Cuando Pedro subió a Jerusalén, los que eran de la circuncisión (Judíos Cristianos) le reprocharon:

La noticia de esto llegó a oídos de la iglesia de Jerusalén y enviaron a Bernabé a Antioquía,

Por aquellos días unos profetas descendieron de Jerusalén a Antioquía.

Bernabé y Saulo regresaron de Jerusalén después de haber cumplido su misión (ministerio), llevando {consigo} a Juan, llamado también Marcos.

Pablo y sus compañeros navegaron desde Pafos y llegaron a Perge de Panfilia; pero Juan se apartó de ellos y regresó a Jerusalén;

"Pues los que habitan en Jerusalén y sus gobernantes, sin reconocer a Jesús ni las palabras (las voces) de los profetas que se leen todos los días de reposo, cumplieron {estas escrituras,} cuando {Lo} condenaron.

Como Pablo y Bernabé tuvieran gran disensión y debate con ellos, {los hermanos} determinaron que Pablo y Bernabé, y algunos otros de ellos subieran a Jerusalén a los apóstoles y a los ancianos para tratar esta cuestión.

Cuando llegaron a Jerusalén, fueron recibidos por la iglesia, los apóstoles y los ancianos, e informaron de todo lo que Dios había hecho con ellos.

Al llegar a Cesarea, subió {a Jerusalén} para saludar a la iglesia, y {luego} descendió a Antioquía.

Pasadas estas cosas, Pablo decidió en el espíritu ir a Jerusalén después de recorrer Macedonia y Acaya, diciendo: ``Después que haya estado allí, debo visitar también Roma."

Porque Pablo había decidido dejar a un lado a Efeso para no detenerse en Asia, pues se apresuraba para estar, en Jerusalén el día de Pentecostés si le era posible.

Después de hallar a los discípulos, nos quedamos allí siete días, y ellos le decían a Pablo, por el Espíritu, que no fuera a Jerusalén.

quien vino a {ver}nos, y tomando el cinto de Pablo, se ató las manos y los pies, y dijo: ``Así dice el Espíritu Santo: `Así atarán los Judíos en Jerusalén al dueño de este cinto, y lo entregarán en manos de los Gentiles.'"

Al escuchar esto, tanto nosotros como los que vivían allí le rogábamos que no subiera a Jerusalén.

Después de estos días nos preparamos y comenzamos a subir hacia Jerusalén.

Cuando llegamos a Jerusalén, los hermanos nos recibieron con regocijo.

Mientras procuraban matarlo, llegó aviso al comandante de la compañía (tropa) {Romana} que toda Jerusalén estaba en confusión.

de lo cual pueden testificar el sumo sacerdote y todo el Concilio (Sanedrín) de los ancianos. De ellos recibí cartas para los hermanos (Judíos), y me puse en marcha para Damasco con el fin de traer presos a Jerusalén también a los (creyentes) que estaban allá, para que fueran castigados.

``Cuando regresé a Jerusalén y me hallaba orando en el templo, caí en un éxtasis,

y vi {al Señor} que me decía: `Apresúrate y sal pronto de Jerusalén porque no aceptarán tu testimonio acerca de Mí.'

A la noche siguiente el Señor se le apareció a Pablo y le dijo: ``Ten ánimo, porque como has testificado fielmente de Mi causa en Jerusalén, así has de testificar también en Roma."

puesto que usted puede comprobar el hecho de que no hace más de doce días que subí a Jerusalén a adorar.

Festo, entonces, tres días después de haber llegado a la provincia, subió a Jerusalén desde Cesarea.

pidiéndole, el favor de que hiciera traer a Pablo a Jerusalén, preparando ellos, {al mismo tiempo,} una emboscada para matarlo en el camino.

Cuando éste llegó, lo rodearon los Judíos que habían descendido de Jerusalén, presentando contra él muchas y graves acusaciones que no podían probar,

Pero Festo, queriendo hacer un favor a los Judíos, respondió a Pablo, y dijo: `` ¿Estás dispuesto a subir a Jerusalén y a ser juzgado delante de mí por estas {acusaciones}?"

acerca del cual, estando yo en Jerusalén, los principales sacerdotes y los ancianos de los Judíos presentaron acusaciones contra él, pidiendo sentencia condenatoria contra él.

``Pero estando yo perplejo cómo investigar estas cuestiones, le pregunté si estaba dispuesto a ir a Jerusalén y ser juzgado de estas cosas allá.

Y Festo dijo: ``Rey Agripa y todos los demás aquí presentes con nosotros; éste es el {hombre} acerca del cual los Judíos, tanto en Jerusalén como aquí, me hicieron una petición declarando a gritos que no debe vivir más.

``Pues bien, todos los Judíos conocen mi vida desde mi juventud, que desde el principio transcurrió entre los de mi pueblo (mi nación) y en Jerusalén;

"Esto es precisamente lo que hice en Jerusalén. No sólo encerré en cárceles a muchos de los santos con la autoridad recibida de los principales sacerdotes, sino que también, cuando eran condenados a muerte, yo añadía mi voto.

Tres días después Pablo convocó a los principales de los Judíos, y cuando se reunieron, les dijo: ``Hermanos, sin haber hecho yo nada contra nuestro pueblo ni contra las tradiciones de nuestros padres (de los antepasados), desde Jerusalén fui entregado preso en manos de los Romanos,

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Las citas bíblicas son tomadas Nueva Biblia de los Hispanos © 2005 by The Lockman Foundation, La Habra, Calif, http://www.lockman.org. Usadas con permiso