'Llamé' en la Biblia
Y Jefté les respondió: Yo tuve, y mi pueblo, una gran contienda con los hijos de Amón, y os llamé, y no me defendisteis de sus manos.
Llamé a mi siervo, y no respondió; de mi propia boca le suplicaba.
Porque llamé, y no quisisteis oír: Extendí mi mano, y no hubo quien atendiese;
Abrí yo a mi amado; mas mi amado se había ido, había ya pasado; y tras su hablar salió mi alma; lo busqué, y no lo hallé; lo llamé, y no me respondió.
Yo mandé a mis santificados, asimismo llamé a mis valientes para mi ira, a los que se alegran con mi gloria.
Porque te tomé de los confines de la tierra, y de entre sus hombres principales te llamé, y te dije: Mi siervo eres tú, yo te escogí, y no te deseché.
Yo, yo hablé, y le llamé, y le traje; por tanto será prosperado su camino.
¿Por qué cuando vine, no había nadie, y cuando llamé, nadie respondió? ¿Acaso se ha acortado mi mano, para no redimir? ¿No hay en mí poder para librar? He aquí que con mi reprensión hago secar el mar; torno los ríos en desierto, sus peces hieden, y mueren de sed por falta de agua.
Mirad a Abraham vuestro padre, y a Sara que os dio a luz; porque lo llamé solo, y lo bendije, y lo multipliqué.
yo también os destinaré a la espada, y todos vosotros os arrodillaréis al degolladero; por cuanto llamé, y no respondisteis; hablé, y no oísteis; sino que hicisteis lo malo delante de mis ojos, y escogisteis lo que no me agrada.
también yo escogeré sus escarnios, y traeré sobre ellos lo que temieron; porque llamé, y nadie respondió; hablé, y no oyeron; antes hicieron lo malo delante de mis ojos, y escogieron lo que no me agrada.
Y ahora, por cuanto vosotros habéis hecho todas estas obras, dice Jehová, y bien que os hablé, madrugando para hablar, no oísteis, y os llamé, y no respondisteis;
Y escribí la carta, y la sellé, y llamé testigos, y pesé el dinero en la balanza.
Por tanto, así dice Jehová Dios de los ejércitos, Dios de Israel: He aquí traeré yo sobre Judá y sobre todos los moradores de Jerusalén todo el mal que contra ellos he hablado: porque les hablé, y no oyeron; los llamé, y no han respondido.
Llamé a mis amantes, pero ellos me han engañado; Mis sacerdotes y mis ancianos en la ciudad perecieron, cuando buscaban comida para sí con que entretener su vida.
Cuando Israel era muchacho, yo lo amé, y de Egipto llamé a mi hijo.
Y llamé la sequía sobre esta tierra, y sobre los montes, y sobre el trigo, y sobre el vino, y sobre el aceite, y sobre todo lo que la tierra produce, y sobre los hombres y sobre el ganado, y sobre todo trabajo de manos.
y estuvo allá hasta la muerte de Herodes; para que se cumpliese lo que dijo el Señor por medio del profeta, diciendo: De Egipto llamé a mi Hijo.
Y le dijeron: No hay nadie en tu parentela que se llame con ese nombre.
Y les dijo: Vosotros sabéis que es abominable a un varón judío juntarse o acercarse a extranjero; pero Dios me ha mostrado que a ningún hombre llame común o inmundo;
¿Está alguno enfermo entre vosotros? Llame a los ancianos de la iglesia, y oren por él, ungiéndole con aceite en el nombre del Señor.