'Los' en la Biblia
mas si andamos en la luz, como El está en la luz, tenemos comunión los unos con los otros, y la sangre de Jesús su Hijo nos limpia de todo pecado.
Si confesamos nuestros pecados, El es fiel y justo para perdonarnos los pecados y para limpiarnos de toda maldad.
Y él es la reconciliación por nuestros pecados; y no solamente por los nuestros, sino también por los del mundo entero.
Mas el que aborrece a su Hermano, está en tinieblas, y anda en tinieblas, y no sabe adónde va, porque las tinieblas le han cegado los ojos.
Porque todo lo que hay en el mundo que es la concupiscencia de la carne, y la concupiscencia de los ojos, y la soberbia de la vida, no es del Padre, mas es del mundo.
No os he escrito como si ignoraseis la verdad, sino como a los que la conocéis, y que ninguna mentira es de la verdad.
Os he escrito esto de los que os engañan.
Y vosotros sabéis que El se manifestó a fin de quitar los pecados, y en El no hay pecado.
Hijos míos, que nadie los engañe. El que practica la justicia es justo, así como El es justo.
En esto son manifiestos los hijos de Dios, y los hijos del diablo; cualquiera que no hace justicia, y que no ama a su Hermano, no es de Dios.
Hermanos, no se maravillen si el mundo los odia.
Nosotros sabemos que somos pasados de muerte a vida, en que amamos a los Hermanos. El que no ama a su Hermano, permanece en muerte.
En esto hemos conocido la caridad de Dios, en que él puso su vida por nosotros; también nosotros debemos poner nuestras vidas por los Hermanos.
Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios. Porque muchos falsos profetas son salidos en el mundo.
Hijitos, vosotros sois de Dios, y los habéis vencido; porque el que en vosotros está, es mayor que el que está en el mundo.
Ellos son del mundo, por eso hablan del mundo, y el mundo los oye.
En esto conocemos que amamos a los hijos de Dios, cuando amamos a Dios, y guardamos sus mandamientos.
Porque tres son los que dan testimonio del cielo: el Padre, la Palabra y el Espíritu Santo; y estos tres son uno.
También son tres los que dan testimonio en la tierra, el Espíritu, y el agua, y la sangre; y estos tres concuerdan en uno.
Si recibimos el testimonio de los hombres, el testimonio de Dios es mayor; porque éste es el testimonio de Dios, que ha testificado de su Hijo.
Si alguno viere pecar a su hermano pecado que no es de muerte, pedirá a Dios, y él le dará vida; digo a los que pecan no de muerte: Hay pecado de muerte, por el cual yo no digo que ruegues.
Hijitos, guardaos de los ídolos. Amén.
Resultados de Búsqueda por Versiones
Resultados de Búsqueda por Libro
- Génesis (521)
- Éxodo (473)
- Levítico (301)
- Números (666)
- Deuteronomio (352)
- Josué (348)
- Jueces (391)
- Rut (25)
- 1 Samuel (353)
- 2 Samuel (289)
- 1 Reyes (315)
- 2 Reyes (368)
- 1 Crónicas (498)
- 2 Crónicas (498)
- Esdras (209)
- Nehemías (249)
- Ester (90)
- Job (320)
- Salmos (916)
- Proverbios (329)
- Eclesiastés (79)
- Cantares (54)
- Isaías (624)
- Jeremías (683)
- Lamentaciones (47)
- Ezequiel (582)
- Daniel (179)
- Oseas (91)
- Joel (37)
- Amós (73)
- Abdías (13)
- Jonás (10)
- Miqueas (40)
- Nahúm (23)
- Habacuc (21)
- Sofonías (33)
- Hageo (24)
- Zacarías (125)
- Malaquías (36)
- Mateo (442)
- Marcos (254)
- Lucas (413)
- Juan (278)
- Hechos (508)
- Romanos (165)
- 1 Corintios (149)
- 2 Corintios (68)
- Gálatas (59)
- Efesios (57)
- Filipenses (31)
- Colosenses (40)
- 1 Tesalonicenses (41)
- 2 Tesalonicenses (17)
- 1 Timoteo (41)
- 2 Timoteo (34)
- Tito (21)
- Filemón (2)
- Hebreos (132)
- Santiago (22)
- 1 Pedro (53)
- 2 Pedro (31)
- 1 Juan (22)
- 2 Juan (3)
- 3 Juan (8)
- Judas (14)
- Apocalipsis (201)