'Luego' en la Biblia
Y luego, subiendo del agua, vió abrirse los cielos, y al Espíritu como paloma, que descendía sobre él.
Y luego el Espíritu le impele al desierto.
Y luego, dejadas sus redes, le siguieron.
Y luego los llamó: y dejando á su padre Zebedeo en el barco con los jornaleros, fueron en pos de él.
Y entraron en Capernaum; y luego los sábados, entrando en la sinagoga, enseñaba.
Y vino luego su fama por toda la provincia alrededor de Galilea.
Y luego saliendo de la sinagoga, vinieron á casa de Simón y de Andrés, con Jacobo y Juan.
Y la suegra de Simón estaba acostada con calentura; y le hablaron luego de ella.
Entonces llegando él, la tomó de su mano y la levantó; y luego la dejó la calentura, y les servía.
Y cuando fué la tarde, luego que el sol se puso, traían á él todos los que tenían mal, y endemoniados;
Y así que hubo él hablado, la lepra se fué luego de aquél, y fué limpio.
Entonces le apercibió, y despidióle luego,
Y luego se juntaron á él muchos, que ya no cabían ni aun á la puerta; y les predicaba la palabra.
Y conociendo luego Jesús en su espíritu que pensaban así dentro de sí mismos, les dijo: ¿Por qué pensáis estas cosas en vuestros corazones?
Entonces él se levantó luego, y tomando su lecho, se salió delante de todos, de manera que todos se asombraron, y glorificaron á Dios, diciendo: Nunca tal hemos visto.
Y otra parte cayó en pedregales, donde no tenía mucha tierra; y luego salió, porque no tenía la tierra profunda:
Y éstos son los de junto al camino: en los que la palabra es sembrada: mas después que la oyeron, luego viene Satanás, y quita la palabra que fué sembrada en sus corazones.
Y asimismo éstos son los que son sembrados en pedregales: los que cuando han oído la palabra, luego la toman con gozo;
Mas no tienen raíz en sí, antes son temporales, que en levantándose la tribulación ó la persecución por causa de la palabra, luego se escandalizan.
Porque de suyo fructifica la tierra, primero hierba, luego espiga, después grano lleno en la espiga;
Y cuando el fruto fuere producido, luego se mete la hoz, porque la siega es llegada.
Y salido él del barco, luego le salió al encuentro, de los sepulcros, un hombre con un espíritu inmundo,
Y luego Jesús se lo permitió. Y saliendo aquellos espíritus inmundos, entraron en los puercos, y la manada cayó por un despeñadero en la mar; los cuales eran como dos mil; y en la mar se ahogaron.
Y vino uno de los príncipes de la sinagoga, llamado Jairo; y luego que le vió, se postró á sus pies,
Y luego la fuente de su sangre se secó; y sintió en el cuerpo que estaba sana de aquel azote.
Y luego Jesús, conociendo en sí mismo la virtud que había salido de él, volviéndose á la compañía, dijo: ¿Quién ha tocado mis vestidos?
Mas luego Jesús, oyendo esta razón que se decía, dijo al príncipe de la sinagoga: No temas, cree solamente.
Y luego la muchacha se levantó, y andaba; porque tenía doce años. Y se espantaron de grande espanto.
Y luego el rey, enviando uno de la guardia, mandó que fuese traída su cabeza;
Y luego dió priesa á sus discípulos á subir en el barco, é ir delante de él á Bethsaida de la otra parte, entre tanto que él despedía la multitud.
Porque todos le veían, y se turbaron. Mas luego habló con ellos, y les dijo: Alentaos; yo soy, no temáis.
Y saliendo ellos del barco, luego le conocieron.
Porque una mujer, cuya hija tenía un espíritu inmundo, luego que oyó de él, vino y se echó á sus pies.
Y luego fueron abiertos sus oídos, y fué desatada la ligadura de su lengua, y hablaba bien.
Y luego entrando en el barco con sus discípulos, vino á las partes de Dalmanutha.
Luego le puso otra vez las manos sobre sus ojos, y le hizo que mirase; y fué restablecido, y vió de lejos y claramente á todos.
Y luego, como miraron, no vieron más á nadie consigo, sino á Jesús solo.
Y luego toda la gente, viéndole, se espantó, y corriendo á él, le saludaron.
Y se le trajeron: y como le vió, luego el espíritu le desgarraba; y cayendo en tierra, se revolcaba, echando espumarajos.
Y luego el padre del muchacho dijo clamando: Creo, ayuda mi incredulidad.
Y Jesús dijo: No se lo prohibáis; porque ninguno hay que haga milagro en mi nombre que luego pueda decir mal de mí.
Y Jesús le dijo: Ve, tu fe te ha salvado. Y luego cobró la vista, y seguía á Jesús en el camino.
Y les dice: Id al lugar que está delante de vosotros, y luego entrados en él, hallaréis un pollino atado, sobre el cual ningún hombre ha subido; desatadlo y traedlo.
Y si alguien os dijere: ¿Por qué hacéis eso? decid que el Señor lo ha menester: y luego lo enviará acá.
Luego llamándole el mismo David Señor, ¿de dónde, pues, es su hijo? Y los que eran del común del pueblo le oían de buena gana.
Y luego, aun hablando él, vino Judas, que era uno de los doce, y con él una compañía con espadas y palos, de parte de los príncipes de los sacerdotes, y de los escribas y de los ancianos.
Y como vino, se acercó luego á él, y le dice: Maestro, Maestro. Y le besó.
Y LUEGO por la mañana, habiendo tenido consejo los príncipes de los sacerdotes con los ancianos, y con los escribas, y con todo el concilio, llevaron á Jesús atado, y le entregaron á Pilato.
Comenzaron luego á saludarle: Salve, Rey de los Judíos!
Resultados de Búsqueda por Versiones
- J2000 (47)
- LBDA (1)
- NBLH (1)
- RV (14)
- SEV (47)
- RV1909 (49)
Resultados de Búsqueda por Libro
- Génesis (6)
- Éxodo (7)
- Levítico (20)
- Números (16)
- Deuteronomio (7)
- Josué (10)
- Jueces (20)
- Rut (5)
- 1 Samuel (42)
- 2 Samuel (36)
- 1 Reyes (15)
- 2 Reyes (31)
- 1 Crónicas (9)
- 2 Crónicas (21)
- Esdras (6)
- Nehemías (9)
- Ester (5)
- Job (6)
- Salmos (10)
- Proverbios (2)
- Eclesiastés (3)
- Cantares (1)
- Isaías (9)
- Jeremías (7)
- Ezequiel (22)
- Daniel (12)
- Amós (2)
- Habacuc (1)
- Zacarías (5)
- Malaquías (1)