'Mas' en la Biblia
Pero tengo contra ti que has dejado tu amor más alto, la caridad.
Mas tienes esto, que aborreces los hechos de los nicolaítas, los cuales yo también aborrezco.
Yo sé tus obras, y tu tribulación, y tu pobreza (pero tú eres rico), y sé la blasfemia de los que se dicen ser Judíos, y no lo son; mas son la sinagoga de Satanás.
Yo he conocido tus obras, y caridad, y servicio, y fe, y tu paciencia, y tus obras, las postreras que son muchas más que las primeras.
Mas tengo unas pocas cosas contra ti: porque permites aquella mujer Jezabel (que se dice profetisa) enseñar, y engañar á mis siervos, á fornicar, y á comer cosas ofrecidas á los ídolos.
Mas tienes unas pocas personas también en Sardis que no han ensuciado sus vestiduras, y andarán conmigo en vestiduras blancas, porque son dignas.
He aquí, yo doy de la sinagoga de Satanás, a los que se dicen ser judíos, y no lo son, mas mienten; he aquí, yo los constreñiré a que vengan y adoren delante de tus pies, y sepan que yo te he amado.
Al que venciere, yo lo haré columna en el templo de mi Dios, y nunca más saldrá fuera; y escribiré sobre él el Nombre de mi Dios, y el nombre de la Ciudad de mi Dios, que es la nueva Jerusalén, la cual desciende del cielo de con mi Dios, y mi Nombre nuevo.
Mas porque eres tibio, y no frío ni hirviente, yo te vomitaré de mi boca.
Y se les dio a cada uno una vestidura blanca; y se les dijo que descansaran un poco más de tiempo, hasta que se completara también {el número} {de} sus consiervos y {de} sus hermanos que habrían de ser muertos como ellos lo habían sido.
No tendrán más hambre ni sed, y el sol no caerá más sobre ellos, ni ningún otro calor;
El primer ay es pasado; he aquí, vienen aún dos ayes más después de estas cosas.
y juró por el que vive para siempre jamás, que ha creado el cielo y las cosas que están en él, y la tierra y las cosas que están en ella, y el mar y las cosas que están en él, que el tiempo no será más;
Y no prevalecieron, ni su lugar fue más hallado en el cielo.
Después vi otra bestia que subía de la tierra; y tenía dos cuernos semejantes a los del Cordero, mas hablaba como el dragón.
Y los diez cuernos que has visto, son diez reyes, que aun no han tomado reino; mas tomarán potencia por una hora como reyes con la bestia.
Y los mercaderes de la tierra lloran y se lamentan sobre ella; porque ninguno compra más sus mercaderías:
Y los frutos del deseo de tu alma se apartaron de ti; y todas las cosas gruesas y excelentes te han faltado; y de aquí en adelante ya no hallarás más estas cosas.
Entonces un ángel poderoso tomó una piedra, como una gran piedra de molino, y la arrojó al mar, diciendo: Así será derribada con violencia Babilonia, la gran ciudad, y nunca más será hallada.
Y voz de tañedores de arpas, y de músicos, y de tañedores de flautas y de trompetas, no será más oída en ti; y todo artífice de cualquier oficio, no será más hallado en ti; y voz de muela no será más en ti oída;
y luz de lámpara no alumbrará más en ti; y voz de esposo y de esposa no será más oída en ti: cuyos mercaderes eran príncipes de la tierra: en cuyas hechicerías todos los gentiles han errado.
y lo envió al abismo, y lo encerró, y selló sobre él, para que no engañe más a los gentiles, hasta que mil años sean cumplidos; y después de esto es necesario que sea desatado un poco de tiempo.
Mas los otros muertos no volvieron a vivir hasta que sean cumplidos los mil años. Esta es la primera resurrección.
Y vi un cielo nuevo y una tierra nueva; porque el primer cielo y la primera tierra habían pasado, y el mar no existía ya más.
Y limpiará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y la muerte no será más; y no habrá más llanto, ni clamor, ni dolor, porque las primeras cosas son pasadas.
Mas a los temerosos, e incrédulos, a los abominables, y homicidas, a los fornicarios y hechiceros, y a los idólatras, y a todos los mentirosos, su parte será en el lago ardiendo de fuego y de azufre, que es la muerte segunda.
Y el material de su muro era de jaspe; mas la Ciudad era de oro puro, semejante al vidrio limpio.
Y toda cosa maldita no será más; sino el trono de Dios y del Cordero estará en ella, y sus siervos le servirán.
Y allí no habrá más noche; y no tienen necesidad de lumbre de lámpara, ni de lumbre de sol: porque el Señor Dios los alumbrará; y reinarán para siempre jamás.
Mas los perros estarán fuera, y los hechiceros, y los disolutos, y los homicidas, y los idólatras, y cualquiera que ama y hace mentira.
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