'Mas' en la Biblia
Generación va, y generación viene; mas la tierra siempre permanece.
Todas las cosas andan en trabajo más de lo que el hombre pueda decir; los ojos nunca se sacian de ver, ni los oídos de oír.
Yo me dije: He aquí, yo he engrandecido y aumentado la sabiduría más que todos los que estuvieron antes de mí sobre Jerusalén; mi corazón ha contemplado mucha sabiduría y conocimiento.
Dije yo también en mi corazón: Ven ahora, te probaré con alegría, y gozarás de bienes. Mas he aquí esto también era vanidad.
Compré esclavos y esclavas, y tuve esclavos nacidos en casa. Tuve también ganados, vacas y ovejas, más que todos los que me precedieron en Jerusalén.
Y fui engrandecido, y aumentado más que todos los que fueron antes de mí en Jerusalén; a más de esto perseveró conmigo mi sabiduría.
El sabio tiene sus ojos en su cabeza, mas el loco anda en tinieblas. Y también entendí yo que un mismo suceso acaecerá al uno que al otro.
Entonces dije yo en mi corazón: Como sucederá al loco me sucederá también a mí. ¿Para qué pues he trabajado hasta ahora por hacerme más sabio? Y dije en mi corazón, que también esto era vanidad.
Porque al hombre que es bueno delante de Dios, él le da sabiduría y ciencia y alegría, mas al pecador le dio la ocupación de que recoja y amontone, para que dé al bueno delante de él. También esto es vanidad y aflicción de espíritu.
Vi más debajo del sol: en lugar del juicio, allí la impiedad; y en lugar de la justicia, allí la iniquidad.
Porque el suceso de los hijos de los hombres, y el suceso del animal, el mismo suceso es: como mueren los unos, así mueren los otros; y una misma respiración tienen todos; ni tiene más el hombre que la bestia; porque todo es vanidad.
Y alabé yo a los finados que ya murieron, más que a los vivientes que hasta ahora están vivos.
Más vale un puño lleno con descanso, que ambos puños llenos con trabajo y aflicción de espíritu.
Es el hombre solo y sin sucesor; que ni tiene hijo ni hermano; mas nunca cesa de trabajar, ni aun sus ojos se sacian de sus riquezas, ni piensa: ¿Para quién trabajo yo, y defraudo mi alma del bien? También esto es vanidad, y duro trabajo.
Más valen dos que uno solo, pues tienen mejor remuneración por su trabajo.
Porque si cayeren, el uno levantará a su compañero; mas ¡ay del solo! que cuando cayere, no habrá segundo que lo levante.
También si dos durmieren juntos, se calentarán; mas ¿cómo se calentará uno solo?
Cuando fueres a la casa de Dios, guarda tu pie; y acércate más para oír que para dar el sacrificio de los locos; porque no saben hacer lo que Dios quiere.
Porque los sueños abundan, y las vanidades y las palabras son muchas; mas tú teme a Dios.
Si violencias de pobres, y extorsión de derecho y de justicia vieres en la provincia, no te maravilles de esta licencia; porque alto está mirando sobre alto, y uno más alto está sobre ellos.
Y mayor altura hay en todas las cosas de la tierra; mas el que sirve al campo es rey.
Dulce es el sueño del trabajador, coma mucho o coma poco; mas al rico no lo deja dormir la abundancia.
El del hombre a quien Dios dio riquezas, y hacienda, y honra, y nada le falta de todo lo que su alma desea; mas Dios no le dio facultad de comer de ello, sino que los extraños se lo comen. Esto vanidad es, y enfermedad maligna.
Aunque no haya visto el sol, ni conocido nada, más reposo tiene éste que aquel.
Porque ¿qué más tiene el sabio que el loco? ¿Qué más tiene el pobre que supo caminar entre los vivos?
Más vale gozar del bien presente que el deseo errante. Y también esto es vanidad y aflicción de espíritu.
El que es, ya su nombre ha sido nombrado; y se sabe que es hombre, y que no podrá contender con el que es más fuerte que él.
Ciertamente las muchas palabras multiplican la vanidad. ¿Qué más tiene el hombre?
El corazón de los sabios está en la casa del luto; mas el corazón de los locos, en la casa del placer.
Buena es la ciencia con herencia; y más á los que ven el sol.
Porque en la sombra de la ciencia, y en la sombra del dinero reposa el hombre; mas la sabiduría excede en que da vida a sus poseedores.
La sabiduría fortifica al sabio más que diez poderosos príncipes que haya en la ciudad.
Todas estas cosas probé con sabiduría, diciendo: Me haré sabio; mas ella se alejó de mí.
y he hallado más amarga que la muerte a la mujer cuyo corazón es redes y lazos; y sus manos ligaduras. El que agrada a Dios escapará de ella; mas el pecador quedará preso en ella.
lo que aún busca mi alma, y no encuentro: un hombre entre mil he hallado; mas mujer de todas éstas nunca hallé.
He aquí, solamente he hallado esto: que Dios hizo al hombre recto, mas ellos buscaron muchas perversiones.
Porque para todo lo que quisieres hay tiempo y juicio; mas el trabajo del hombre es grande sobre él;
Entonces vi también que los impíos sepultados vinieron aún en memoria; mas los que frecuentaban el lugar santo, fueron luego puestos en olvido en la ciudad donde con rectitud habían obrado. Esto también es vanidad.
Porque los que viven saben que morirán; mas los muertos nada saben, ni tienen más paga; porque su memoria es puesta en olvido.
Aun su amor, y su odio y su envidia, fenecieron ya; ni tienen ya más parte en el siglo, en todo lo que se hace debajo del sol.
Las palabras del sabio con reposo son oídas, más que el clamor del señor entre los locos.
Mejor es la sabiduría que las armas de guerra; mas un pecador destruye mucho bien.
Las moscas muertas hacen que el ungüento del perfumista dé mal olor; un poco de insensatez pesa más que la sabiduría {y} el honor.
El corazón del sabio está a su mano derecha; mas el corazón del loco a su mano izquierda.
Si se embotare el hierro, y su filo no fuere amolado, hay que añadir entonces más fuerza; pero excede la bondad de la sabiduría.
Si mordiere la serpiente no encantada; no es más el lenguaraz.
Las palabras de la boca del sabio son gracia; mas los labios del loco lo echan a perder.
mas si el hombre viviere muchos años, y en todos ellos hubiere gozado de alegría; si después trajere a la memoria los días de las tinieblas, que serán muchos, todo lo que le habrá pasado, dirá haber sido vanidad.
Alégrate, mancebo, en tu mocedad, y tome placer tu corazón en los días de tu juventud; y anda en los caminos de tu corazón, y en la vista de tus ojos: mas sabe, que sobre todas estas cosas te traerá Dios á juicio.
Y cuanto más sabio fue el Predicador, tanto más enseñó sabiduría al pueblo; e hizo escuchar, e hizo escudriñar, y compuso muchos proverbios.
Hijo mío, a más de esto, sé avisado. No hay fin de hacer muchos libros; y el mucho estudio es aflicción de la carne.
Resultados de Búsqueda por Versiones
Resultados de Búsqueda por Libro
- Génesis (130)
- Éxodo (97)
- Levítico (86)
- Números (94)
- Deuteronomio (97)
- Josué (63)
- Jueces (90)
- Rut (17)
- 1 Samuel (121)
- 2 Samuel (102)
- 1 Reyes (88)
- 2 Reyes (77)
- 1 Crónicas (60)
- 2 Crónicas (106)
- Esdras (21)
- Nehemías (31)
- Ester (21)
- Job (108)
- Salmos (174)
- Proverbios (263)
- Eclesiastés (51)
- Cantares (9)
- Isaías (158)
- Jeremías (154)
- Lamentaciones (15)
- Ezequiel (145)
- Daniel (60)
- Oseas (28)
- Joel (6)
- Amós (17)
- Abdías (1)
- Jonás (9)
- Miqueas (10)
- Nahúm (9)
- Habacuc (7)
- Sofonías (7)
- Hageo (3)
- Zacarías (19)
- Malaquías (7)
- Mateo (221)
- Marcos (127)
- Lucas (195)
- Juan (189)
- Hechos (167)
- Romanos (112)
- 1 Corintios (124)
- 2 Corintios (76)
- Gálatas (36)
- Efesios (19)
- Filipenses (24)
- Colosenses (6)
- 1 Tesalonicenses (15)
- 2 Tesalonicenses (4)
- 1 Timoteo (14)
- 2 Timoteo (12)
- Tito (5)
- Filemón (5)
- Hebreos (67)
- Santiago (14)
- 1 Pedro (19)
- 2 Pedro (11)
- 1 Juan (12)
- 2 Juan (1)
- 3 Juan (2)
- Judas (5)
- Apocalipsis (30)