168 casos

'Mira' en la Biblia

En aquel día gruñirá sobre ella como el bramido del mar. Si se mira hacia la tierra, he aquí, hay tinieblas {y} angustia; aun la luz es oscurecida por sus nubes.

Inclina, oh SEÑOR, tu oído y escucha; abre, oh SEÑOR, tus ojos y mira; escucha todas las palabras que Senaquerib ha enviado para injuriar al Dios vivo.

{Lo} has oído; míra{lo} todo. Y vosotros, ¿no lo declararéis? Desde este momento te hago oír cosas nuevas y ocultas que no conocías.

Levanta en derredor tus ojos y mira: todos ellos se reúnen, vienen a ti. Vivo yo --declara el SEÑOR-- que a todos ellos como joyas te los pondrás, y te ceñirás con ellos como una novia.

Levanta tus ojos en derredor y mira: todos se reúnen, vienen a ti; tus hijos vendrán de lejos, y tus hijas serán llevadas en brazos.

Mira desde el cielo, y ve desde tu santa y gloriosa morada; ¿dónde está tu celo y tu poder? La conmoción de tus entrañas y tu compasión para conmigo se han restringido.

No te enojes en exceso, oh SEÑOR, ni para siempre te acuerdes de la iniquidad; he aquí, mira, te rogamos, todos nosotros somos tu pueblo.

Mira, hoy te he dado autoridad sobre las naciones y sobre los reinos, para arrancar y para derribar, para destruir y para derrocar, para edificar y para plantar.

¿Cómo puedes decir: ``No estoy manchada, no he ido tras los baales"? Mira tu proceder en el valle, reconoce lo que has hecho. Eres una camella joven y liviana que enreda sus pasos,

Alza tus ojos a las alturas desoladas y mira: ¿dónde no te has prostituido? Junto a los caminos te sentabas para ellos como el árabe en el desierto, y has profanado la tierra con tu prostitución y tu maldad.

Mas ahora, he aquí, hoy te libro de las cadenas que están en tus manos. Si te parece bien venir conmigo a Babilonia, ven, y yo te cuidaré; pero si te parece mal venir conmigo a Babilonia, no te preocupes. Mira, toda la tierra está delante de ti; ve adonde mejor y más conveniente te parezca ir.

Su inmundicia está en sus faldas; no consideró su futuro, y ha caído de manera sorprendente; no hay quien la consuele. Mira, oh SEÑOR, mi aflicción, porque se ha engrandecido el enemigo.

Todo su pueblo gime buscando pan; han dado sus tesoros a cambio de comida para restaurar sus vidas. Mira, oh SEÑOR, y observa que me están despreciando.

Mira, oh SEÑOR, que estoy angustiada; hierven mis entrañas, mi corazón se revuelve dentro de mí, porque he sido muy rebelde. En la calle la espada {me} deja sin hijos, en la casa es como la muerte.

Mira, oh SEÑOR, y observa: ¿a quién has tratado así? ¿Habían de comer las mujeres el fruto {de sus entrañas}, a los pequeños criados con cariño? ¿Habían de ser muertos en el santuario del Señor el sacerdote y el profeta?

Se sienten o se levanten, míra{los}, yo soy el objeto de su copla.

Acuérdate, oh SEÑOR, de lo que nos ha sucedido; mira y ve nuestro oprobio.

Y tú, hijo de hombre, mira, te echarán cuerdas y con ellas te atarán, para que no salgas en medio de ellos.

Entonces El me dijo: Mira, te concedo que prepares tu pan sobre estiércol de vaca en lugar de sobre excremento humano.

Y extendió {algo} semejante a una mano y me tomó por un mechón de mi cabello; y el Espíritu me alzó entre la tierra y el cielo y me llevó a Jerusalén en visiones de Dios, a la entrada de la puerta que mira al norte del {atrio} interior, allí donde {estaba} la morada del ídolo de los celos que provoca los celos.

Y he aquí, seis hombres venían por el camino de la puerta superior que mira al norte, cada uno con su arma destructora en la mano; y entre ellos había un hombre vestido de lino con una cartera de escribano a la cintura. Y entraron y se pusieron junto al altar de bronce.

Entonces el Espíritu me levantó y me llevó a la puerta oriental de la casa del SEÑOR que mira al oriente. Y he aquí, a la entrada de la puerta {había} veinticinco hombres, y entre ellos vi a Jaazanías, hijo de Azur, y a Pelatías, hijo de Benaía, jefes del pueblo.

Y el hombre me dijo: Hijo de hombre, mira con tus ojos, oye con tus oídos y presta atención a todo lo que te voy a mostrar; porque para mostrárte{lo} has sido traído aquí. Declara todo lo que ves a la casa de Israel.

Entonces me llevó a la puerta, la puerta que mira hacia el oriente;

Y el SEÑOR me dijo: Hijo de hombre, pon atención, mira con tus ojos y oye con tus oídos todo lo que te digo acerca de todos los estatutos de la casa del SEÑOR y acerca de todas sus leyes; y fíjate bien en cuanto a la entrada del templo {y} a todas las salidas del santuario.

``Así dice el Señor DIOS: `La puerta del atrio interior que mira al oriente estará cerrada los seis días de trabajo; pero se abrirá el día de reposo; también se abrirá el día de la luna nueva.

Inclina tu oído, Dios mío, y escucha. Abre tus ojos y mira nuestras desolaciones y la ciudad sobre la cual se invoca tu nombre; pues no es por nuestros propios méritos que presentamos nuestras súplicas delante de ti, sino por tu gran compasión.

Salió el ángel que hablaba conmigo, y me dijo: Alza ahora tus ojos y mira qué es esto que sale.

Entonces me llamó y me habló, diciendo: Mira, los que salen hacia la tierra del norte aplacan mi espíritu en la tierra del norte.

Y esta otra cosa hacéis: cubrís el altar del SEÑOR de lágrimas, llantos y gemidos, porque El ya no mira la ofrenda ni {la} acepta {con} agrado de vuestra mano.

Entonces Jesús le dijo*: Mira, no se lo digas a nadie, sino ve, muéstrate al sacerdote y presenta la ofrenda que ordenó Moisés, para {que les sirva de} testimonio a ellos.

Y llegando el que había recibido los cinco talentos, trajo otros cinco talentos, diciendo: ``Señor, me entregaste cinco talentos; mira, he ganado otros cinco talentos."

Llegando también el de los dos talentos, dijo: ``Señor, me entregaste dos talentos; mira, he ganado otros dos talentos."

y tuve miedo, y fui y escondí tu talento en la tierra; mira, {aquí} tienes lo que es tuyo."

y le dijo*: Mira, no digas nada a nadie, sino ve, muéstrate al sacerdote y ofrece por tu limpieza lo que Moisés ordenó, para testimonio a ellos.

Entonces los fariseos le decían: Mira, ¿por qué hacen lo que no es lícito en el día de reposo?

Entonces Pedro, acordándose, le dijo*: Rabí, mira, la higuera que maldijiste se ha secado.

Cuando salía del templo, uno de sus discípulos le dijo*: Maestro, ¡mira qué piedras y qué edificios!

De nuevo Pilato le preguntó, diciendo: ¿No respondes nada? Mira de cuántas cosas te acusan.

Cuando {sus padres} le vieron, se quedaron maravillados; y su madre le dijo: Hijo, ¿por qué nos has tratado de esta manera? Mira, tu padre y yo te hemos estado buscando llenos de angustia.

Y dijo al viñador: ``Mira, hace tres años que vengo a buscar fruto en esta higuera, y no lo hallo. Córtala. ¿Por qué ha de cansar la tierra?"

Pero respondiendo él, le dijo al padre: ``Mira, por tantos años te he servido y nunca he desobedecido ninguna orden tuya, y {sin embargo,} nunca me has dado un cabrito para regocijarme con mis amigos;

Y ellos dijeron: Señor, mira, aquí hay dos espadas. Y El les dijo: Es suficiente.

Y vinieron a Juan y le dijeron: Rabí, mira, el que estaba contigo al otro lado del Jordán, de quien diste testimonio, está bautizando y todos van a El.

Después de esto Jesús lo halló* en el templo y le dijo: Mira, has sido sanado; no peques más, para que no te suceda algo peor.

Las hermanas entonces mandaron a decir a Jesús: Señor, mira, el que tú amas está enfermo.

Yendo por el camino, llegaron a un {lugar donde había} agua; y el eunuco dijo*: Mira, agua. ¿Qué impide que yo sea bautizado?

Y mientras Pedro meditaba sobre la visión, el Espíritu le dijo: Mira, tres hombres te buscan.

Y después de navegar atravesando el mar frente a las costas de Cilicia y de Panfilia, llegamos a Mira de Licia.

Y como el puerto no era adecuado para invernar, la mayoría tomó la decisión de hacerse a la mar desde allí, por si les era posible arribar a Fenice, un puerto de Creta que mira hacia el nordeste y el sudeste, y pasar el invierno {allí.}

Mira, pues, la bondad y la severidad de Dios; severidad para con los que cayeron, pero para ti, bondad de Dios si permaneces en {su} bondad; de lo contrario también tú serás cortado.

los cuales sirven a {lo que es} copia y sombra de las cosas celestiales, tal como Moisés fue advertido {por Dios} cuando estaba a punto de erigir el tabernáculo; pues, dice El: Mira, haz todas las cosas CONFORME AL MODELO QUE TE FUE MOSTRADO EN EL MONTE.

Porque si alguno es oidor de la palabra, y no hacedor, es semejante a un hombre que mira su rostro natural en un espejo;

`Mira, la postraré en cama, y a los que cometen adulterio con ella {los arrojaré} en gran tribulación, si no se arrepienten de las obras de ella.

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Las citas Bíblicas son tomadas de La Biblia de las Américas © 1986, 1995, 1997 by The Lockman Foundation, La Habra, Calif, http://www.lockman.org. Usadas con permiso